04
Empezando el día en la granja de los Chou, Tzuyu bajaba las escaleras de la casa, llevaba una camisa roja a cuadros, unos jeans claros de mezclilla y botas, salio de la casa para saludar a su madre, sorprendiéndose un poco al ver una camioneta roja, con un moño azul pegado enfrente, parecía nueva.
──Buenos días mamá.──saludó la morena.──¿y esto? ──preguntó.
──Es un regalo de Kim Namjoon.──pronunció Yenling dándole un sobre a su hija.
Tzuyu sonrió al instante, lo abrió y leyó "Querida Tzuyu, conduce con cuidado, siempre estaré en deuda, el maníaco del carro azul" ──No puedo creerlo.──dijo con asombro mirando la camioneta.──¿y las llaves?
──Tu padre las tiene.──respondió Yenling.──Está en el granero.
Con eso la castaña corrió a él, encontró a su padre triturando maíz en una maquina, traía puestas unas orejeras para el ruido, al instante se las quitó al ver a su hija, caminando hacia él.
──Sé cuánto lo deseabas hija.──inquirió su padre.──pero no la aceptes.
──¿por qué no? ──preguntó la morena.──es decir, salvé su vida.
──¿Y crees que mereces un premio? ──habló de nuevo Yicheng.
──no me refiero a eso.
──¿sabes quién es el padre de Kim Namjoon? ──preguntó el señor Chou.──es el señor Kim Heechul, recuerdas a Jongdae o Sehun los que nos vendían calabazas, los que trabajaban con nosotros, pues Heechul los atrajo con sus regalos costosos, compró sus propiedades... y se olvidó de ellos.
──¿Y planeas culpar a su hijo por ello? ──hablo irónica la morena.
──Solo quiero que te des una idea, de donde vino el dinero de esa camioneta.──contestó Yicheng, la castaña dio media vuelta para salir del granero.──Tzuyu, sé que estás enojada.──habló el señor Chou antes de que saliera.──hija, es normal.
Tzuyu tira la mochila al suelo.──¿Normal? ──preguntó, su tono de voz era de áspero, caminó hacia el demoledor de paja y lo encendió.──Qué te parece esto, ¡¿es normal?!. ──metió la mitad del brazo en él.
──¡No! ──rápido su padre jaló de ella hacia atrás, sacando su brazo de la máquina, viendo la manga de la camisa roja destrozada, pero su brazo estaba bien, ni un solo rasguño.
──No me lancé a sacar el auto de Namjoon, me arrollo a 100 kilómetros por hora.──dijo Tzuyu exasperada.──Eso te parece normal.──suspiró.──Yo daría todo por ser normal...
Yicheng ante esto pronunció.──Es momento...
──¿momento de qué? ──preguntó la morena.
──De la verdad.──inquirió el señor Chou.──quiero que veas una cosa.──con esto ambos se encaminaron arriba del granero donde estaba el telescopio de la menor, Yicheng saco un trapo gris, lo abrió lentamente hasta mostrar un cuadro metálico con inscritos bastante peculiares.──creo que esto es de tus padres... de tus padres verdaderos.
──¿qué dice? ──preguntó la castaña.
──He intentado descifrarlo, pero no es ningún lenguaje conocido para el hombre.──respondió el mayor Chou.
──¿a qué te refieres?
──Tus verdaderos padres, no eran de algún lugar cercano aquí.
──¿en dónde viven? ──inquirió Tzuyu.
Yicheng miró a la ventana, observando lo azul del cielo detenidamente, Tzuyu lo observó y de nuevo a su telescopio.──¿qué tratas de decirme? ──preguntó en un suspiro la morena.──¿que soy de otro planeta?
En ese instante Yicheng la miró, la castaña sonrió y dijo irónicamente.──¿y supongo que mi nave espacial esta en el ático?
──mmm... algo así, esta en el garaje del sótano.──pronunció el señor Chou.
Poco después en silencio se encaminaron a él, después de pasar por las polvorientas escaleras, se diviso un bulto con una manta también llena de tierra, al quitarla estaba una cápsula de metal, en la que encontró Yicheng a su hija.
──En esto entraste al mundo hija, el día de la lluvia de meteoros.
──Es broma ¿verdad? ──inquirió la menor con cierta angustia en el rostro.──¡¿Por qué no me lo dijiste antes?! ──reclamó.
──Queríamos protegerte.
──¡¿Protegerme de qué?! ──preguntó exaltada.──debiste de habérmelo dicho.──pronunció.
Con esto dicho Tzuyu salió corriendo a una súper velocidad, después de todo llegó tarde a JYPE, tocaba historia del arte y ella estaba perdida en sus pensamientos: "tal vez... no debí ser tan dura, es decir nadie se traga de una... que es de otro planeta, es decir «oye me contaron que eres de otro planeta.» «¡aah, si... así es!» «bueno, en fin...vamos por un trago ¿o que?»... en definitiva, no pasa, pero igual creo que lo mejor seria hablar con él".
En el almuerzo los chicos la notaron algo distraída, pero se veía tan sumergida en sus pensamientos que prefirieron no preguntarle nada todavía, con esto llego la salida una castaña algo distraída caminaba unos metros fuera de JYPE.
──Tzuyu.──alguien la llamó.
Al voltearse reconoció a Jennie.──ey... hola.──saludó con simpatía.──¿te pintaste el cabello? ──preguntó.
──No, es mi cabello natural me lo había teñido temporalmente para una obra.──dijo Jennie con una sonrisa provocante, su cabello era castaño y era lacio, combinaba con el fino de su rostro.──¿te gusta? ──preguntó.
Tzuyu durante un momento se quedo sin palabras.──Sí, te queda lindo.──contestó con gracia.
Lo que estas dos no sabían es que alguien escuchaba atenta y bastante disgustada la plática, ¿necesidad de decir nombre?, creo que no.
──Te quería decir... ya ves, esta noche es el baile y sé que no es muy común, pero aquí todos son bastante abiertos... y... me preguntaba si... ──no pudo continuar Jennie siendo interrumpida.
──¡Chou! ──era cierta japonesa que salía de su escondite para tomar a la castaña de la muñeca jalándola hasta el cuarto del conserje.
──¿Sana me escuchas?──era la morena que al parecer se quejó en todo el transcurso forzado al almacén de objetos para limpieza.──¿que pasa? ──preguntó con cierta timidez.
Sana no encontraba qué decir, en realidad ni ella misma planeó eso, solo fue un impulso.──sobre la no cita... no pasó.──habló.
──¿qué?
──Ya me escuchaste, la "no cita", ninguna palabra a nadie, ni siquiera a esos dos mosqueteros que siempre van contigo.──pronunció la mayor con desdén.
──entiendo...──el tono de la morena era evidentemente decepcionado.──pero... con una condición.
──¿qué? ──ahora la pelinegra era la confundida.
──Lo que escuchaste ──repitió la morena con confianza.──iremos al baile.
──¿como pareja? ──preguntó con falsa irritación la japonesa.
──Solo si tú quieres.──respondió con una sonrisa atractiva la castaña.
──Olvídalo Chou.──respondió Sana intentando no perder su actitud ante el encanto de la menor.──Pasa por mí a las siete, y... no vamos como pareja.──aclaró
──Como tú digas.──inquirió la morena con cierta alegría.
Después de eso ambas tomaron su rumbo, Sana ocupaba entregar un trabajo en la aula superior, mientras que Tzuyu ya salía de JYPE camino a su casa. No dio ni unos 10 pasos cuando alguien la tomó del hombro haciendo que girara.── ...Felicidades Tzuyu, serás el espantapájaros de este año... ──fueron las palabras del pelirrojo.
──¡No te metas conmigo! ──habló dura la castaña quitándose la mano de Jongin del hombro.
──Vamos.──susurró el capitán de equipo.──¡Pelea! ──dijo ahora con mas rudeza empujando a la morena haciendo que esta diera unos pasos hacia atrás, Jongin pasó su chaqueta por sus brazos para quitarla.
Tzuyu con el ceño fruncido y el coraje que tenía, llevó un puño al pecho del joven pegando con un collar bastante singular que traía este, era un pequeño cristal verde parecido al que vio el día anterior, solo que este estaba puesto como un accesorio en su cuello, esto la debilito dando oportunidad al pelirrojo de tomarla de la camisa y tirarla al suelo, su cabeza se estrello en el pavimento con violencia, no basto pues se arrodillo de nuevo a tomarla por la blusa.──¡¿Qué hay entre tú y Jennie?! ──pronuncio con firmeza y enojo.
──nada.──respondió Tzuyu todavía algo mareada.
Jongin la sacudió con crueldad, la castaña miraba detenidamente el extraño collar del chico. ──¿Qué? ¡¿te gusta el collar?! ──dijo con burla el pelirrojo.──¡Ten! ──se lo arrancó y posicionó en el cuello de la morena, que al contacto con este su cuello reacciono mostrando unas cuantas venas de esfuerzo.──¡Será un pequeño recuerdo, para que no te metas de nuevo conmigo!
Con esto el capitán y su equipo, arrastraron y subieron a la castaña en un camioneta azul marino, a lo lejos un muchacho pálido con unas ojeras marcadas veía atento la escena.──Venganza... ──fue un susurro que salió de sus azulados labios.
Por otro lado Sana había entregado sin problemas el trabajo pendiente con el profesor, en su cabeza seguía dando vueltas, el cómo iría al baile con la persona que odiaba, pero al escuchar unos murmullos se congelo.
──Pobre... no tienen piedad.──hablaba un muchacho regordete.
──si, pero al menos no fuimos nosotros.──hablo Felix un nerd con lentes y cabello rubio.──Ser el espantapájaros debe ser todo un trauma.
Sana se acercó a los muchachos.──¡Oigan! ──habló.
──¡Si! ──respondieron ambos con cierto nerviosismo.
──¿Ya eligieron al nuevo espantapájaros?──preguntó con su entrecejo levemente fruncido la japonesa.
──S..si... se lo acaban de llevar.──contestó Felix.
──¿Y? ──dijo con simpleza, al no obtener respuesta.──idiotas... ¡¿quién era?!
Ambos nerds se sobresaltaron.──N..no lo sabemos muy bien... era mujer... mm... castaña... llevaba jeans y camisa roja.
──Diablos...──fue lo único que dijo la pelinegra para dirigirse a su coche.
Mientras los jugadores de fútbol pasaron al campo de maíz en su camioneta, después de varios golpes a la castaña, quitaron su camisa bruscamente dejándola en un top negro deportivo, Brock tomo un frasco de pintura marcando una "S" con color rojo en todo su pecho, procedió a quitar los pantalones, todos reían, la morena veía todo borroso y aguantaba el dolor que le daba el extraño collar.
──Pero miren esto.──dijo el pelirrojo al quitar el pantalón con crueldad.──aparte de lesbiana... fenómeno.──veía con asco a la morena que estaba arrodillada ya sin sus jeans mostrando unos bóxers verdes a cuadros obviamente marcando su parte masculina.
Entre las risas sin sentido de los jugadores, tomaron con rudeza a Tzuyu de los brazos colgándola en una cruz, con cuerdas en manos y piernas para que no se soltara, al poco tiempo todos subieron en la camioneta y la dejaron ahí.
No contaban con la pelinegra que iba buscando en los campos de maíz, después de una hora encontró el correcto, Tzuyu estaba sudando en frió pues ya era de noche, en su ceja ahora cortada corría sangre de un puñetazo fuerte que le propino un jugador fornido, en la "S" tenia varias gotas de sudor que la recorrían todo su abdomen marcado, al exhalar su aliento hacia algo de humo y estaba completamente pálida. La rara cadena estaba sofocándola, se sentía débil.
──Chou...──alcanzó a escuchar, no podía creerlo Sana estaba ahí.──Por Dios... esos idiotas pagarán... ──susurró la gótica quitando las cuerdas que ataban a la menor, con eso esta cayó siendo atrapada por la pelinegra, con todo el ajetreo el extraño collar se desplomo al suelo.
Al instante la castaña sintió como su fuerza regresaba.──Estoy bien, Sana.──pronunció.
──Te llevaré a un médico.──habló la japonesa viendo la cortada en la ceja que tenía la menor.
──No es necesario.──respondió la morena.──Solo... necesito algo de ropa, no quiero llegar así a casa.
──Vamos a mi casa.──mas que pregunta, afirmó la pelinegra llevando en brazos a morena hasta su carro.
──No tienes que cargarme.──habló avergonzada Tzuyu.
──Solo calla, Chou.──inquirió Sana apretando más a la castaña contra su cuerpo, así llegaron al auto de la mayor, donde ambas subieron, rápido se dirigieron a la casa Minatozaki. Llegaron a ella.──Mi padre no está, y mi hermano salió con alguno de sus amigos.
Con eso bajaron del coche, la morena corrió en cuanto la japonesa abrió la puerta, se metió para que nadie la viera casi desnuda, ya dentro de la casa, se encontraban en la sala, ahora Sana prestó mas atención a su compañera, su cabello castaño caía sobre sus hombros, su torso al descubierto mostrando lo marcado de su abdomen, y unos bóxers a cuadros verdes, por fin comprobando que el secreto de la japonesa era cierto.
──Vaya por fin conozco a Mini Chou.──inquirió con cierto tono burlón la mayor mirando la entrepierna de la castaña.
A Tzuyu le tomó un instante comprender, pero al momento que lo hizo sus mejillas se tornaron rojizas.──¡Sana! ──reclamó intentando cubrirse con sus manos.
Sana rió con malicia.──¿qué? ──preguntó con inocencia.── iré por algo de ropa, creo que te queda la de mi hermano.──con eso la pelinegra subió las escaleras, después de un instante bajo.
──Toma, puedes usar el baño que esta aquí abajo.──dijo la gótica entregando una bolsa y apuntando una puerta de la izquierda.──ahí también te deje unos bóxers.──habló refiriéndose a la bolsa.
La castaña la miro dudosa
Sana rodó los ojos.── ...son nuevos.
──¡Oh! gracias.──dijo la castaña con una sonrisa amable, viendo adentro de la bolsa, se quedó impresionada al ver ropa elegante.──no debes darme algo tan... fino.
──¿qué? ──inquirió con desdén la pelinegra.── planeabas ir con shorts y sandalias al baile.
Tzuyu no se esperaba eso, pensó que la japonesa en realidad se había olvidado.──no, es decir.. muchas gracias.──su sonrisa no podía ser mas grande camino hacia el baño.
Se baño, en la bolsa venia un perfume con olor exquisito "Bleu Chanel" se roció con él, se puso los bóxers, de vestimenta eran unos pantalones negros entallados, unos zapatos de piel de igual color, camisa blanca con manga larga y botones, el cuello abierto en "V" dejando ver la clavícula de su cuello, un saco negro al ultimo de la manga se notaba lo blanco de la camisa, un bolsillo en el lado del corazón, dejo el saco abierto de modo rebelde, sus ojos marrones resaltaban con el brillo de su risa.
Caminó hasta la sala a esperar a su pareja, pasaron unos quince minutos y escucho el resonar de tacón bajando escaleras, volteo la cabeza para ver a cierta japonesa.
Se quedó sin habla.
Ante ella estaba la pelinegra, con un vestido negro pegado al cuerpo, un escote dejando ver su escultural figura, tacones de aguja blancos, sus labios rosa carmesí y sobre todo el deslumbre de sus ojos avellana.
──Entonces ¿cuándo vas a cerrar la boca? ──se burló la gótica.
──q..qué, es decir lo lamento.──habló nerviosa la menor, carraspeó un poco dejando entrar aire a sus pulmones.──Te ves preciosa.──ahora ofreció un brazo hacia la pelinegra junto con una galante sonrisa.──¿Nos vamos? ──propuso.
──Pensé que empezarías a babear.──dijo gracia la pelinegra tomándose del brazo de la castaña, caminaron hasta el coche, y subieron.
El camino fue tranquilo, escuchando la radio o platicando de cosas sin importancia, llegaron al baile, bajaron del auto y de nuevo Sana tomó el brazo de la morena, con elegancia caminaron hasta la entrada donde varios chicos con cámaras tomaron fotos, Tzuyu pasó su brazo por la cintura de la japonesa para éstas, probablemente serían para el periódico escolar, después de esto pasaron al salón, donde la música resonaba por todo el lugar, no tardaron en encontrar a sus amigos.
──¡Hey Tzu! ──fue el saludo ruidoso de Jihyo y Taehyung.
──¡Holis! ──saludo Nayeon con un propio vestido rosa.
──Qué hay chicas.──ahora era Momo.
──Hola chicos.──saludó Tzuyu con una encantadora sonrisa.
──Hola.──saludó cortante Sana.
──¿vienen juntas? ──preguntó con emoción la pelirroja.
──Si.
──No.
──No entiendo.──dijo con un puchero Nayeon.
──venimos juntas pero no como pareja.──explicó algo decaída la castaña.
──¡oh...! qué mal.──inquirió esta.
──Bueno no sé ustedes pero ¡yo vine a bailar! ──habló Momo con simpatía
Pasaron a la pista de baile, las luces neón iluminaban al ritmo de la música, el DJ tenía buen gusto, algunos bebían en los típicos vasos rojos, otros simplemente bailaban hasta sudar.
──Tzuyu.──pronunció Jennie llamando la atención de la morena.
Todos estaban en un círculo, como pasa en la mayoría de fiestas, Jennie con un movimiento seductor pasó al centro, tomando la manga de la morena jalándola con ella al mismo, los chicos decían el típico "ea, ea". Jennie tomó Tzuyu de la camisa moviéndola con ella a un ritmo cautivador, haciendo a los chicos silbar de excitación.
──Te ves muy guapa.──susurró Jennie en el oído de la menor.
──Tú también, te ves linda.──halagó la castaña, y era verdad, la coqueta chica tenía un vestido blanco con abertura en la espalda, accesorios dorados al igual que sus tacones, le quedaba increíble.
La morena distinguió a Jongin a unos metros, se miraba molesto.──¿me disculpas un momento? ──inquirió Tzuyu.
──Claro, pero te estaré esperando. ──pronunció Jennie separándose de la latina después de guiñarle el ojo.
La castaña caminó veloz hacia la salida trasera, pero no encontró al pelirrojo, suspiró con pesadez, y decidió dar una pequeña caminata para tranquilizar un poco su ira, dio unos pasos y se encontró con un chico delgado, abriendo el control de incendios del salón donde era el baile.
──oye ¿qué haces?.──preguntó la morena.
──Venganza.──murmuró el muchacho, la morena con su oído desarrollado alcanzó a escuchar, cerro con prisa los interruptores.──¡pero que diabl...!──inquirió con molestia el chico.── ¡espera! No eres la chica... la nueva espantapájaros.──dijo sorprendido.──¡¿cómo llegaste aquí?!
──Eso no importa.──habló la castaña.──¡¿por qué haces esto?!
──No lo entiendes, yo quedé en coma durante 16 años, porque los chicos de fútbol me utilizaron de espantapájaros, porque no me pude mover cuando ese meteorito me cayó encima.──dijo con la voz entrecortada.──solo quiero venganza...
──No tiene caso que lo hagas.──pronunció firme Tzuyu.──estos chicos no son los que te dañaron...
──Pero ya maté a los que me hicieron daño, pensé que con eso, esta estúpida tradición terminaría, por lo visto nunca cambian...
──No le harás daño a mis amigos.──inquirió dura la menor.
──Esas personas no son tus amigos.──habló el pálido joven.──los rociadores les darán un baño.──rio falsamente.── y digamos que... yo haré el resto.──con esto puso su mano en un poste mostrando como de su mano corría electricidad haciendo que este estallara.
──¡Ellos no te hicieron daño! ──exclamó la castaña.
──Pero no lo hago por mí... ──soltó el chico.──Lo hago por ti, por los que son como nosotros.
──Entiendo tu sufrimiento, pero no fue culpa de ellos, que te cayera un meteoro ese día.──dijo Tzuyu.── y que quedaras en coma, tampoco es su culpa.
──Yo no estoy sufriendo, estoy bien ¡tengo un don, un propósito y un destino! ──exclamó el joven con una sonrisa malvada volteándose de nuevo.
La morena al instante con velocidad, lo encaro.──Igual que yo. ──pronunció
El joven pálido tomo a la castaña de los hombros haciendo salir luces azules de sus manos para electrocutarla, ésta rechinó los dientes ante el dolor, tomó al chico y lo aventó unos metros encima de una camioneta rompiendo el vidrio de esta.──Ya basta.──dijo la latina.
──Ellos tendrán la venganza de Yoongi... ¡mi venganza! ──gritó el chico puso su mano en la camioneta para prenderla, se subió a ella con rapidez, y aceleró para arrollar a Tzuyu, quien se tomó del porche haciendo que se hundiera, así hasta que pegaron con una pared que se rompió con el impacto.
La camioneta quedó atorada, y una tubería rota empezó a llenar de agua el piso, con la electricidad pasó a toda la camioneta, empujando a Tzuyu por el aire a una pared cercana, Yoongi quedó dentro del carro cuando una brillante luz blanca se apoderó de esta. Unos minutos después la morena jaló el auto y arrancó la puerta, para ayudar al muchacho.
Lo tomó del hombro con suavidad.──¿estás bien? ──preguntó.
Ahora la ira y enojo que tenían los ojos del joven, se vieron remplazados por confusión y susto.──¿quién eres tú? ¿cómo llegue aquí? ──eran preguntas de Yoongi.
──Me llamo Tzuyu, estás en Corea.──pronunció con una sonrisa ayudando al muchacho a salir de la camioneta.
──Quiero irme a casa...──susurró Yoongi.
Tzuyu llevó a Yoongi hasta un taxi y le dio algo de dinero, el muchacho seguía algo desorientado pero podría llegar a casa, ahora ella estaba preocupada había estado ausente del baile como por dos horas.
Llegó a este, y casi todos se habían ido a casa, pero si vio a los jugadores de fútbol, algo ebrios y otros fumando, se reían por cosas sin sentido y algunos tenían dos muchachas a sus lados... la castaña camino hasta el estacionamiento viendo los autos de estos decidió darles un regalo...después de eso y al ver que sus amigos se habían ido, decidió marchar a la suya, con increíble velocidad llegó en unos segundos, no quiso entrar a casa mejor paso al granero un rato a ver las estrellas por su telescopio.
No se dio cuenta en que momento su padre había entrado, ambos se miraron unos instantes.──tu abuelo me dio ese telescopio cuando tenia tu edad.──pronunció con nostalgia Yicheng.──¿te encuentras bien? ──preguntó.
Tzuyu volteó a mirarlo.──te lo contesto en cinco años.
El señor Chou sonrió y dio media vuelta para bajar las escaleras.
──Papá.──lo llamó la castaña y el volteó su vista a ella.──Me alegra que mamá y tú fueran los que me encontraron.
Yicheng negó con la cabeza.──Nosotros no te encontramos hija.──sonrió.──Tú nos encontraste.
Ahora ambos sonreían con cariño, poco después su padre salió dejándola sola. Tzuyu volvió su vista al telescopio ahora buscando la casa Minatozaki.
──Te fuiste del baile, Chou.──fue la voz que sobresaltó a la morena.
──Sana... ¿qué haces aquí?
──pensé que estarías con la idiota de Jennie.──dijo con fingida indiferencia la japonesa.──solo quería burlarme de ti, por no saber ligar.
──¿quién dice que no lo sé? ──preguntó con gracia la castaña.
──Yo lo digo.──inquirió la pelinegra.
──¿Entonces dices que jamás saldrías con alguien como yo? ──dijo con cierto tono juguetón, la morena sin percatarse que a cada instante ambas se acercaban más.
──Exactamente.──pronunció la japonesa tomando la barbilla de la castaña, tocando con su pulgar el borde de su boca, que se entreabrió al contacto, se miraron con profundidad, de cerca, y más cerca, sus ojos se agrandan, se acercan, y sus alientos mezclándose entre sí, sus labios se encuentran... y luchan tibiamente, una batalla entre dos, las manos de la pelinegra buscan hundirse en el cabello castaño, acariciar lentamente la profundidad de su pelo, y con pequeños mordiscos con un dolor dulce, tomándose el tiempo de separarse y volver a empezar, con el silencio del granero el sonido de sus labios se hacía más fuerte al separarse y juntarse, el sabor de café y chocolate, juntarles era exquisito, poco a poco se alejaron, siguen con sus ojos cerrados.
En el mismo momento los abrieron para mirarse.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top