Capítulo 39

El desayuno era terrible. Realmente jodidamente terrible. No podía recordar una mañana más incómoda. Solo Jazz me habló y la cabeza de mi madre se giró para observar cada una de nuestras interacciones. Pensé que iba a tener un ataque auditivo cada vez que Jazz estuviera a un pie de mí, como si realmente fuera un monstruo. Jazz era mi hermana. Haría cualquier cosa y todo por ella. Pero solo vi a mamá. Dijo ociosamente que mi padre estaba en el laboratorio.
"

¿Debería ir a hablar con él?" Pregunté, girando mi cuchara en mi leche, haciendo un vórtice con lo último de mi cereal.
"Creo que es mejor si lo dejamos todo en paz", aconsejó mamá. "Es mejor tomar las cosas con calma".
Lento. Como si la vida no hubiera sido un arrastre en la celda. Lento , como si me olvidara de la época del año porque había perdido mucho cuando estaba cautiva y, por lo que sabía, aún podría haber sido a finales del otoño. Lento, como si no hubiera hecho lo que había hecho para ser el mejor hijo que podía ser. Lento, como si no me gustara rápido, como si no me gustaran las respuestas, como si no me gustara saber qué estaba pasando. Me contuve de golpearme la cabeza contra la mesa. Como Sam, tenían derecho a reaccionar como querían y qué era lo que querían. Tenía que averiguar cómo ser paciente.
Es cierto que todavía no estaba tan interesado en la última parte.
"¿Tienes preguntas?" Pregunté torpemente.
"No", dijo mamá. "No entendemos lo suficiente como para tener preguntas".
"Te quiero, mamá."
Su sonrisa era pequeña, pero aún me miraba de la forma en que lo hacía antes, cuando yo era solo su hijo y no tenía nada parecido a lo paranormal.
"Está bien", dije. "Pase lo que pase, está bien".
¿Estaba pensando en las veces que me había perseguido cuando era un fantasma? ¿Se sentía mal por haberle hecho eso a su propio hijo? ¿O se estaba arrepintiendo del hecho de que me había escapado y de que no se había librado del fenómeno de la naturaleza cuando tuvo la oportunidad? Esperaba, por la forma en que me miraba, que fuera lo primero, pero hasta que me lo dijera con certeza, no tenía forma de saberlo.
Mamá me dio la espalda. Lo tomé como una señal. Mi madre era una mujer inteligente. Sabía que no debía darle la espalda al enemigo. Miré a Jazz y tranquilizadoramente descansó su mano contra mi antebrazo. Cogí una cucharada de cereal cuando un mechón azul se me escapó de la boca. Mi sentido de los fantasmas había estado cada vez más inactivo a medida que avanzaban más y más fantasmas. Presioné mi mano contra mis labios pero mi madre todavía no miraba. Sabía que probablemente era alguien malo, nadie que pudiera haber sido considerado bueno o incluso una molestia se había ido. Tuve que irme.
"Mamá", dije. ¿Mentí o dije la verdad? Tucker me necesita.
Estaba demasiado acostumbrado a mentir y, tal vez, si quería fingir que era jodidamente altruista, quería darles más tiempo para que se acostumbraran al hecho de que era un medio y que les había contado, prácticamente, la mitad de los jodidos. universo, incluso antes de que hubiera pensado en contárselo.
"No estamos seguros si queremos dejarte salir de la casa", dijo mamá.
"¿Que voy a hacer?" Yo pregunté. "Sigo siendo la misma persona que era ayer".
"¿Cómo lo sabemos?"
"Créeme. Solo soy Danny".
"Lo es", agregó Jazz, y supe que ella estaba tratando de ayudar, pero no sabía si realmente lo estaba. "También es solo Tucker. Danny nunca le haría nada a Tucker".
Eso era cierto e incluso mamá no podía discutirlo.
"Contesta su teléfono tan pronto como llamemos".
"Por supuesto", dije. Podría jugar con las mismas reglas que tenía cuando tenía catorce años si eso la hacía sentir mejor. Solo tenía que ceñirme a mi nuevo mantra: no se trata de ti, se trata de ellos. "Entonces, ¿puedo ir?"
"Antes de que cambie de opinión", dijo mamá.
Lo reservé en la puerta, transformándome tan pronto como supe que mamá no podía verme. Me impulsé en el aire, siguiendo mi sentido fantasmal por las calles de Amity. Doblé una esquina y allí lo vi. Caballero del susto. Con toda la charla de reyes fantasmales y artefactos resucitados de entre los muertos, no debería sorprenderme de verlo. A decir verdad, sin embargo, era más un tipo de octubre, mucho más propenso a los colores del otoño que a los del invierno, y no solía verlo fuera de la Zona Fantasma a menos que fuera Halloween o tuviera un trabajo que hacer. hacer. Esperaba que no tuviera trabajo que hacer. Significaba que Pariah Dark tenía algo que hacer y esperaba que siempre permaneciera jodidamente en coma.
Me hago visible y me inclino contra el costado de un edificio. El caballo en el que estaba montando me notó primero, golpeando con un gran casco contra el pavimento y resoplando ruidosamente. La cabeza de Fright Knight giró, casi cómicamente lentamente, y sus supuestos ojos me miraron directamente. Alcanzó la espada que tenía en la cadera.
"Amigo, son como las ocho de la mañana y ya he tenido un jodido día largo. Por una vez, ¿podríamos, ya sabes, no ?"
Fright Knight levantó la espada por encima de su cabeza. Bueno, supongo que íbamos a joder.

(-.-)
U

gh .
Ugh.
Ugh .
Busqué a tientas en mi cabeza otro pensamiento pero salí con ugh de nuevo. Me dolía todo el cuerpo. Debo haber estado realmente fuera de forma. Fright Knight era, indiscutiblemente, uno de los fantasmas más fuertes, pero, una vez que la pubertad dejó de patearme el trasero y realmente me puse bolas, siempre había sido capaz de defenderme de él. Esta vez, supe que lo había hecho solo una vez porque había recibido un disparo de lechón en el caballo.
Me levanté de un tirón y me senté. Inicio . Solo tenía que llegar a casa . ¿Que hora era? ¿Cuánto tiempo me había ido? Probablemente, mamá y papá iban a ser despedidos cuando finalmente hiciera mi gran entrada. Mientras volaba por los cielos, me di cuenta de que estaba sangrando. A la mierda Fright Knight y su maldita espada.
Terminé flotando directamente a través de mi ventana y dejándome caer en mi cama. Podía escuchar la computadora de Jazz desde la habitación de al lado, pero en lugar de llamarla, le envié un mensaje de texto.
Yo: Mi habitación. Coserme.
La música que estaba tocando se detuvo y escuché que se abría y se cerraba el cajón de su escritorio. Con pies inquietos, cruzó a trompicones el pasillo y cerró la puerta detrás de ella. Tiró el botiquín de primeros auxilios sobre la cama y luego se sentó a mis pies.
"Mamá probablemente sería mejor enfermera que yo".
"No sé si confío en que mamá no me matará todavía".
"Es hora de Fenton", dijo, tirando de mi spandex.
Puse los ojos en blanco y me transformé, tirando de mi camiseta antes de que pudiera empaparse en sangre.
"Eso se ve mal", dijo Jazz, y suspiró. "Acuéstate de lado, estira el brazo hacia arriba para que pueda verlo todo de una vez".
Hice lo que me pidió pero, cuando me tocó, sus dedos se posaron en las heridas de Vlad.
"Danny -"
"Probablemente sea exactamente lo que estás pensando".
"Nunca lo sabremos realmente".
Negué con la cabeza y luego escondí la cara en mi codo. Jazz no volvió a hablar cuando abrió el botiquín de primeros auxilios y se dispuso a coserme.
"Joder", me quejé.
"Debería haber ido a la escuela de medicina", dijo Jazz. "Te conseguí algunas drogas para no tener que escucharte".
"Siempre dices eso. ¡Ay! Míralo".
"Tal vez sea mi segunda carrera".
"¿Por qué tienes dos? Mierda. Ni siquiera puedo elegir uno."
"Quizás deberías ir a la escuela de medicina y arreglarte".
"¡Estás tratando de lastimarme!" Me quejé. Luego, "Honestamente, no sé si tendría estómago para eso".
"¿Escuela de Medicina?"
"Coserme. Joder . Apenas puedo sentarme cuando no soy yo."
Me di cuenta de que casi había terminado y fue entonces cuando alguien llamó a la puerta.
"Puedo ir más rápido. A menos que quieras que mamá y papá vean".
"No lo sé. ¿Qué crees que harán?"
"Depende de cuál", dijo, y luego llamó: "¿Quién es?"
"Es Sam."
Me animé. "¡Adelante!"
"Oh, Jazz, joder, ay, mierda." Cuanto más se acercaba al final, peor le dolía ".
"Hermanito, te voy a lavar la boca con jabón".
Como si no hubiera escuchado eso antes.
"¿Que pasó?" Sam preguntó mientras Jazz le hacía un gesto para que cerrara la puerta.
"A Fright Knight no le gusta el termo. Se resistió".
Sin embargo, a ninguno de ellos le gusta el termo. Sacar esa cosa era como pedir que le golpearan en la cabeza. Por lo general, me funcionaba mejor cuando estaba distrayendo a alguien y Tucker podía absorberlos.
"Danny es un idiota. Cree que está en buenas condiciones para luchar contra fantasmas".
Ah, ¿y dónde había estado esa opinión esta mañana? "Yo gané, ¿no?"
Jazz suspiró y luego golpeó mi costado. "Está bien. Están arreglados y tengo una cita."
"Dale un beso a Tucker", le dije.
"Si tu bromance arruina mi relación, nunca volveré a hablar contigo".
¿De dónde salió ella hablando así? ¡Él fue mío primero!
"Si tu relación arruina mi bromance, no volveré a hablar contigo ".
Jazz se rió, como si alguno de nosotros se tomara al otro en serio.
"Buena suerte, Sam. Además, tu cabello es tan lindo."
Eché un vistazo a la cabeza de Sam mientras lo decía. Se había cortado el pelo y lo había teñido de un morado oscuro. Se veía muy caliente para ella pero, a diferencia de Jazz, no podía decirlo. Me levanté de la cama, pensando que probablemente debería ponerme una camisa. Sabía que la sangre podía poner a Sam un poco aprensiva y no quería obligarla a mirarme medio desnuda. Quería que pidiera verme medio desnudo.
"¿Y a qué le debo este hermoso placer?"
"No lo sé. ¿Quieres que me vaya?"
"No," dije, ajustando mi camisa alrededor de mi cuerpo. ¿Estuvo mal por mi parte alegrarme de que fuera en mi habitación donde se presentó cuando no pensaba en ningún lugar en particular? Podría estar en casa pero no lo estaba. Ella estaba conmigo. "¡Absolutamente no! Quítate el abrigo, quédate un rato."
Dejó su chaqueta sobre la silla de mi escritorio y, cuando me senté en mi cama, ella se sentó conmigo. Ella pateó sus piernas a lo largo de mi colchón y me recordó a un tiempo diferente, un lugar diferente. Sin embargo, mi cama no era tan grande como esa y ella estaba lo suficientemente cerca para tocarla. Me picaban los dedos. Dios mío, quería tocarla.
"Me gusta el cabello", dije, pensando que era lo suficientemente inofensivo como para que no pudiera gritarme por ello. Pero luego, en el momento en que mencioné el cabello, encontré mi brazo extendido, pensando que estaba bien. Rápidamente lo jalé hacia mi costado.
"Puedes tocarlo. Sigo pasando mis manos por él".
¿Cuándo fue la última vez que le toqué el pelo? Tal vez en la celda, pero ahora era mucho más suave, mucho más saludable.
"Me gusta mucho." ¿Qué me quedaba por decir?
"Gracias." Sam me sonrió y podría haberme perdido por completo en la expresión. "¿Y ahora qué?"
"Umm, ¿película?" Dije. ¿Qué podría salir mal mientras veíamos una película?
"Estoy dispuesto a eso. ¿Qué tienes?"
Bueno, si había algo que tenía eran películas. Era demasiado perezoso para levantarme y caminar y pensé que usar mis poderes fantasma no sería frotarlo en la cara de Sam ahora.
"Tengo un montón de películas de acción tontas", admití, aunque la mitad de ellas probablemente eran estúpidas.
"¿Qué pasa con las comedias sin sentido?" Preguntó Sam.
Yo también los tenía.
"Veamos. Resaca; 21 Jump Street; Máquina del tiempo de la bañera de hidromasaje; Wedding Crashers; Ted. Está Hit And Run, que es divertido y un poco de acción. Me encanta", enumeré.
"Suena bien", dijo Sam.
Excelente. Cogí el DVD y lo metí en mi polvoriento reproductor. Cuando me volví para mirar hacia atrás a mi cama, ella estaba acurrucada contra mis almohadas. Ocupé el lugar al otro lado de mi cama y me alegré de que ella no me alejara en absoluto. Metí mi mano detrás de mi cabeza, feliz de estar al lado de Sam otra vez.