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El albino observaba en silencio la flama que salía de la palma de su mano, sus pensamientos divagaban sin control por su mente.

En su pecho dominaba la emoción, Tomas se había atrevido a retarlo. ¿Quién demonios se creía?

Quería ahogarlo, arrojarle una ola gigante, hacerle sufrir la desesperación de tratar de respirar y fallar, el agua entrado por su nariz pasando por el aparato fonador y llenando sus pulmones.

Pero sabía que no podría, eso era demaciado. ¿O no?

Considerando que lo tuvo que soportar por meses, no creía que fuera una mala idea.

Solo era cuestión de asegurarse de no matarlo, podría sacar toda el agua de su cuerpo cuando se desmayara.

¿O que?, ¿Creia que lo iba a dejar pasar?, ¿Acaso creía que era el único que sabía jugar?, debería de agradecerle que tenía prohibido usar el fuego contra otro estudiante...

Había realizado una pequeña junta excluyendo a su hermana. Acapella se encargo de distraerla mientras los demás se reunian en la sala de entretenimiento.

Advirtió sobre el comportamiento de Tomas, indicandoles que no bajaran la guardia y no confiaran en ellos, exceptuando a Alex y Dionicio.

Despues de una breve discusión, todos se fueron a sus respectivas habitaciones. Acordando informar cualquier cosa sospechosa que pudiesen ver. Adelantar y las chicas observarían a las del equipo contrario, ya que al parecer se habían acercado recientemente.

Anita obligó a Marck a llevarse todos los insectos qué había llevado, aunque no confesó hacerlo, ambos recibieron un castigo por ello.

Aun así, Comodin se aseguro de colocar veneno por todo el perímetro y a la hora de dormir coloco un campo de fuerza.

"Por si acazo" dijo el, pero el ojiazul sabía que aun estaba asustado, por lo que además de dormir abrazados, encedio un mechón de su cabello, la pequeña flama permanecio encendida toda la noche.

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Al día siguiente, Anita estaba entusiasmada por el entrenamiento. Desde las clases de la mañana inicio dando la asignatura especializada en ser un héroe.

Especificando el tema de rescate, algo que ya habían visto anteriormente. Los diferentes lugares y situaciones en las que pueden suceder.

En conclusión, mantener la calma era lo más importante.

Predecible.

En cualquier situación de riesgo lo era.

En el entrenamiento los organizo en sus equipos originales, exceptuando a los gemelos qué los agrego al otro equipo para que fuesen ambos de 9 integrantes.

-Hoy, mis queridos alumnos, se les otorgará una misión. -Anuncio llamando la atención con aplausos- Búsqueda y rescate. Tendrán que adentrarse al bosque y con ayuda de sus poderes traer sano y salvo a la víctima, para diferenciarlas, una tendrá el color azul, esa será la del equipo 1. Les será permitido la intervención hacia el equipo contrario. Tienen un límite de tiempo, lo deben lograr lo más rápido posible. Su tiempo comienza... ahora.

Ambos líderes se miraron con determinación y enojo antes de correr hacia el área verde frente a ellos.

Con Sam al frente, su equipo lo siguió sin dudar.

-Espagueti, Acapella, ustedes se encargarán de proteger al equipo de posibles ataques junto conmigo. Niño rápido usa tu poder para buscar al afectado y llevarlo hasta el area inicial, Ruedas ayúdanos con la pantalla de tu silla. Los demás intervendran al otro equipo. Recuerden que aquí la prioridad es el rescate -Informo sin dejar de correr ni mirar hacia delante, todos gritaron a favor y no tardo mucho en divisar una mancha qué paso a su lado con velocidad-

Tras un corto tiempo sin dejar de correr, el líder divido al grupo, a su lado se encontraban Acapella y Espagueti.

Las aves bajaron a su altura, picoteando sus cabezas y ocasionando las quejas de los acompañantes.

Una ráfaga de fuego basto para que se alejaran

-Hey, ten cuidado, ¿Acaso quieres cocinarlas? -Una voz a sus espaldas se escucho llamando la atención-

-El pollo siempre me a gustado -Comento Espagueti, provocando una pequeña sonrisa en su líder-

-Encargense de Marck y después vuelvan con el grupo -Murmuró el ojiazul observando al líder del equipo contrario- Yo me encargo de Tomas. No se tarden demaciado..

Ambos asintieron a sus palabras, tomando posición de combate mientras que el líder corrió hacia el lado opuesto, logrando que Tomas lo siguiera.

Corrió hasta llegar a un área despejada, derrapo en la tierra doblando sus rodillas y dio media vuelta observando a su contrincante llegar.

Ambos se miraron fijamente, el primero en atacar fue el castaño, el albino bloqueo su patada y con un rápido movimiento la tomó y lo lanzó con fuerza.

Su cuerpo cayó sobre un arbusto, dejando raspones en su cuerpo por las ramas duras y finas.

No se levanto de inmediato y el mayor lo observo con sospecha, escucho un crujido, un movimiento de cabeza fue suficiente para esquivar el puñado de ramas qué le había arrojado a la cara.

Se lanzó sobre el con una rama dispuesto a apuñalarlo con ella, sin embargo eso solo fue una distracción para patear su pecho.

Con el impacto, el albino fue empujado lejos cayendo y dando una vuelta en el suelo, se movió con rapidez levantándose al instante.

-No entiendo por qué eres tan necio e insistente en querer acabar con mi paciencia, ¿Porque no dejas de joder? -Hablo mientras esquivaba sus golpes, una pelea a puño limpio había dado inicio- ¿Acaso te gusto o algo parecido?

-¿A quien carajos le podrias gustar?, ¿Ya te viste en un espejo? -Respondio dandole un puñetazo en la mejilla-

-No te alteres, no te juzgaré si no eres hetero -Bromeo esquivando una patada y dando un gancho a su costilla-

-No digas estupideces y pelea -Murmuró irritado lanzando un puñetazo-

-Que amargo, sabes, para tener super fuerza, no eres la gran cosa.. -Contesto con una sonrisa, deteniendo su puño con su mano-

El castaño lo observo con ojos amenazantes y el seño fruncido aquello le habia calado, un puñetazo a la nariz y una patada lo hizo retroceder.

El albino se acercó dando una patada de nuevo, esta vez, fue correspondida al instante.

Ambos se lanzaron golpes hasta que el moreno retrocedió y se tropezó con una roca, jalando consigo al ojiazul.

Cayeron y rodaron por la colina que convenientemente estaba a sus espaldas hasta caer cerca de un pequeño río.

El primero en levantarse fue Tomas, mientras que Sam se quejaba observando aquel paisaje nuevo.

-¿Desde cuando hay una maldita bajada así aqui? -Se preguntó levantándose y limpiando su ropa-

...

..... . . . ☆☆ ☆

-¿No creen que es un poco injusto?, dos contra uno. -Señalo frente a ambos-

-No jodas Marck, son dos contra mil -Hablo con fastidio observando los animales que los rodeaban-

-Bromeo.. derribenlos. -Ordeno después de una breve risa-

Una voz grave retumbó entre los árboles, los animales se congelaron en sus lugares y Espagueti fue directo hacia Marck.

Al no querer hacerles daño, Acapella solo los mantuvo levitando y los dirigió con cuidado hasta el extremo contrario en el que se desarrollaba la pelea.

Al voltear su mirada, observo el buen puñetazo que el moreno le proporciono a su amigo.

Su rostro hizo una mueca al ver a Espagueti caer de espaldas al suelo y con su voz apunto directo a Marck.

Su cuerpo levito y Espagueti aprovecho aquello, alargo sus brazos y los utilizo como una soga atrapando a Mark en el tronco de un árbol, inmovilizandolo.

-Parece que vamos a estar un rato aquí.. -Menciono en un suspiro, apretando su agarre mientras el castaño no dejaba de forcejear-

Los minutos pasaron y la conocida voz de Comodín llegó a sus oídos.

-¿No encontraron otra forma de inmovilizarlo? -Pregunto con diversion-

-¿Qué haces aquí?..

...
..... . . . ☆☆ ☆

Calleron al río entre patadas y jaloneos, se revolcaron entre si luchado por quien quedaba sobre el otro.

El moreno le dio un puñetazo en el ojo y tomó su cuello jalandolo hacia atrás, manteniendo la cabeza del contrario en el río.

-Respiro bajo el agua idiota, no puedes ahogarme. -Hablo enojado despues de intercambiar papeles, siendo el quien mantenía la cabeza del contrario bajo el agua-

-¡Me importa una mierda! -Le grito después de lanzarle un puñado de lodo a la cara, logrando soltarse-

Utilizando su poder quito todo el lodo de su rostro con rapidez, el castaño de levantó y lo tomó por detrás aplicándole una llave de asfixia.

Una enorme ola cayó sobre ambos y con un fuerte codazo se soltó del agarre.

-Es estúpido creer que tienes la ventaja cuando estamos en el agua -Murmuró divertido viendolo toser-

Tras esas palabras, el conocido pitido anunciando que el encuentro había acabado llego a sus oídos.

Sam se dirigio hacia el inicio del bosque antes de que el castaño pudiese levantarse.

La victoria del equipo 1 fue lo siguiente en anunciarse.

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Las actividades habían estado más entretenidas de lo normal. Más allá de enfrentamientos individuales Anita elavoraba "Misiones", mayormente grupales.

Los temas que veían en su asignatura de Héroes se practicaban en sus entrenamientos. Búsqueda y rescate era algo complicado y estresante.

Ser un héroe no significa romper caras y patear traseros, significa luchar mientras proteges. Por eso no cualquiera puede serlo.

Se basa principalmente en defender y proteger al civil de amenazas superiores.

Y eso nos trae hasta aquí.

Un mes después de la misión, seguían con el mismo tema.

Al principio habían realizado diferentes actividades con maniquíes que tenían que proteger, aunque estos quedaban hechos trizas, eventualmente fueron mejorando.

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Los alumnos se encontraban reunidos por trinas. La actividad con hologramas era una de las favoritas de Anita. Así que no podían faltar.

Un cuarto de simulacion mostraba un maniquí atado y pidiendo ayuda con hologramas de Samurais a su alrededor, la misión bastante clara, rescatar al civil e inmovilizar al enemigo.

Tras el cristal se podía apreciar el turno de Tomas junto con Comodín y Missy. Quienes no paraban de pelear y contradesirse.

-¿Qué mierda estás haciendo?, la prioridad es salvar al civil.. -Regaño Comodín observándo al castaño pelear contra un holograma-

Tomas no era el más capacitado para este tipo de trabajos, era impaciente, imprudente y cabeza dura.

El trato hacia los civiles resultaba brusco y algo grosero

-Pues entonces ve y hazlo, ¿Acaso no puedes? -Se burlo destruyendo la cabeza del Samurai con su propia espada-

-Si empiezas a atacar a lo idiota pones en peligro al rehén, quieras o no somos un maldito equipo así que tenemos que idear una estrategia imbecil -Señalo con obviedad-

-¡¿A quien le dijiste imbecil, tarado?! -Grito esquivando una espada-

-¡¿Eso fue lo único que escuchaste?!

La discusión seguía a pesar de estar peleando e ignorando los gritos de Missy para que pararan. Pero no dejaban de lado a los hologramas que tenían enfrente. Por lo que Anita no intervino en el duelo.

Pero las cosas escalaron a otro nivel que llamo la atención de todos.

Sam, quien se encontraba escuchando y observando todo mientras peinaba por segunda vez el cabello de su hermana se levantó de inmediato dispuesto a defender a su novio. Sin embargo, alguien fue más rápido..

El ojiazul observo con el seño fruncido al rubio de ojos verdes que le había interrumpido acercarce hasta el cristal junto a Anita.

Aquel chico llamado Dionicio se había vuelto bastante unido a Comodín. Principalmente porque entrenaban juntos de vez en cuando.

Se acercó con los puños cerrados hasta llegar a sus espaldas, alcanzando a ver como Missy había quedado en medio de los gritos de ambos chicos.

Comodín tenía al civil en sus brazos y Tomas destrozaba al último holograma.

-¡Fue suficiente! -El grito de Anita dejó un gran silencio en el lugar- Salgan los tres, su misión a terminado.

La orden fue acatada al instante. Pero los murmullos no se hicieron esperar.

El trío salió siendo recibido por sus diferentes amistades, Missy por Acapella que reclamaba sin discreción, Guppy atrás y Adelantar a su lado. Tomas por Marck dándole un pequeño golpe en el hombre diciéndole que estuvo fatal, mientras que Comodín vio a los chicos acercarse pero alguien bloqueo su visión.

-¿Todo en orden? -Pregunto en un murmullo acercandose y revisando si no estaba lastimado-

-Todo bien Dioni.. -Respondio con una pequeña sonrisa-

-Ignóralo viejo, es un imbecil -Menciono Espagueti cuando noto la mirada molesta del abache-

-Tomas siendo Tomas.. -Susurro mientras negaba con su cabeza y estiraba su rostro dejando ver una mueca de reproche-

-Su entrenamiento acabó. -Anuncio Anita llendose de la sala-

Después de un corto silencio, todos fueron abandonado el lugar.

-Nos vemos después florecita, aprovecharé el tiempo para ir a la biblioteca -Hablo el ojiverde mientras retrocedía con una encantadora sonrisa-

Unos ojos afilados observaron aquello, siguiendo el camino del rubio qué desapareció a los segundos.

-¿Florecita? -Repitió con burla y una sonrisa, callandose al instante en el que vio a su líder acercarce-

-Voy a practicar unos movimientos, adelantate, después te alcanzo -Murmuró cerca de su oido cuando llego hasta su pareja, pasando sus brazos por su cuello y recostando su cabeza en la ajena-

-¿Seguro?, ¿No quieres que te espere? -Pregunto de igual forma tomando sus brazos-

-Seguro.. -Respondió separándose de mala gana-

-Nos vemos Sam -Se despidio Espagueti mientras se llevaba a Comodín de los hombros-

C/c le hizo segunda saludando mientras los seguía como despedida.

El albino se volteo hacia el área de simulación, se acercó hasta quedar frente a la larga ventana y bajo su vista a la mesa de control.

Elimino la simulación, programando con rapidez y escuchando como el cuarto se modificaba a su necesidad.

El piso y paredes se habían vuelto de piedra por completo, la temperatura dentro había aumentado y pilares de cemento emerguieron en lugares aleatorios.

Entro a la sala sintiendo como su cabello se prendió en llamas al instante en el que cerró la puerta a sus espaldas.

Su respiración se volvió profunda y la temperatura de su cuerpo se elevo con rapidez.

En poco tiempo, el fuego se apoderó del lugar.

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Las semanas pasaron y las interraciones entre Sam y Comodín se volvieron más escasas.

El entrenamiento los distanciaba y por las noches el cansancio les ganaba.

El abache empezó a notar que el horario se había extendido para su pareja, no lo notaba en los entrenamientos y llegaba más tarde a su habitación.

Lo veía más exhausto y caia dormido con facilidad.

Las platicas nocturnas para contar en lo que estaban avanzando se habían terminado, además de los pequeños besos y caricias.

Realmente no le molestaba, al contrario, podría pasar horas observando su rostro tan tranquilo, su agarre nunca lo soltaba. Pero no podía evitar preocuparse.

Era en esos momentos en los que notaba una herida nueva, casi imperceptible a los ojos de los demás.

No era una novedad el que salieras lastimado o con algún vendaje o curita, por lo que no se prestaba atención a ello, pero era su novio quien las tenia.

Deducia que Anita había aumentado la dificultad de su entrenamiento, al ser un alumno con experiencia le exigía más qué a los demás.

O talvez estaba practicando algo nuevo con sus poderes, no estaba seguro.

Observo con cuidado sus facciones, aquel rostro que se había grabado en su mente con inconciencia y que no podía desaparecer de sus pensamientos diarios.

Su mano viajo hasta su nariz respingada, tocándola con suavidad y llegando a sus perfiladas cejas.

¿Como alguien podía ser tan perfecto?

Separo algunos mechones de su frente, sonriendo como un bobo conteniendo el impulso de besar cada centímetro qué pudiese ver.

Sin evitarlo su vista se fijo en sus labios, tocándolos con cuidado, se sobresalto en el instante en que aquellos se movieron para besar su índice.

Volvió a su vista a sus ojos, observando como se abrian con lentitud dejando ver un azul intenso acompañado de una sonrisa juguetona.

-Callate.. -Dijo con el seño fruncido antes de que siquiera abriera la boca para hablar-

-Yo no iba a decir nada.. -Respondio divertido pasando sus brazos por su cintura acercandolo-

-Claro que si, dirias algo vergonzoso -Murmuró tratando de alejarse-

-Hey, ¿A donde vas?, come on, de no ser por mis inmensas ganas de besarte ubiera fingido dormir hasta que te fueras, ¿Pero donde quedaría mi beso de buenos días?..

-¿Y así lo niegas?, no tienes vergüenza... -Hablo pinchando con suavidad su nariz-

-¿Entonces no hay beso? -Lo miro con un pequeño puchero y sus cejas ligeramente fruncidas-

Comodín rodo los ojos para después darle un corto beso en los labios, siendo devuelto al instante.

La sonrisa del albino lo contagio dejándose caer en su pecho, los fuertes brazos lo rodearon.

Se levanto en el instante en el que recordó por que estaba preocupado.

-¿No tienes algo que decirme? -Le pregunto, observo con los ojos entrecerrados como el contrario ladeo su cabeza con confusión-

-No lo creo bonito, no olvide algo importante ¿O si?.. -Dijo empezando a ponerse levemente nervioso-

-¿Estas seguro? -Volvió a cuestionarle mientras su derecha apretaba su hombro con suavidad y viajaba por su brazo hasta llegar a su mano-

Con un asentimiento el abache frunció sus cejas, apretando su mano la alzó hasta acercarla a la cara del dueño.

Sus nudillos estaban hechos un desastre, la piel de la zona estaba rojiza y mallugada.

-¿Qué me dices de esto?.. no te e visto en los entrenamientos, ¿Qué has estado haciendo?, llegas tarde y con una herida nueva todos los dias. ¿Crees que no me doy cuenta? -Hablo con fuerza, mientras una luz azulada cubría su palma, el leve ardor qué el albino sentía en esos momentos se desvaneció por completo, sus nudillos estaban como nuevos y la piel rojiza se volvio palida-

-Oh.. eso... -Susurro esquivando la mirada del contrario- No es nada verdaderamente importante, Anita me a puesto un nuevo entrenamiento, eso es todo.. Es bastante agotador y extenso. Lamento haberte preocupado y también lamento no habértelo dicho antes..

Escucho un suspiro y su vista se enfoco en el lindo abache sobre el.

-Sam.. porfavor usa un vendaje para que tus nudillos no terminen así. Se más cuidadoso ¿Si?, no quiero que la próxima vez que te vea sea en la enfermería. -Murmuró con suavidad mientras se acercaba para besar su labios con cariño- Te quiero...

-Prometo ser más cuidadoso de ahora en adelante -Respondio con una suave sonrisa- Te quiero.

-Ahora ven acá, sanare tus heridas. -Hablo tomando sus manos jalandolo hacia el para que se sentara-

Aunque los reproches por parte del albino se hicieron escuchar, alegando que no era necesario, Comodin era lo suficientemente terco como para ignorarlo.

-Ya estas listo galán.. -Anuncio minutos despues, su cuerpo ahora se sentía más liviano y correspondió la sonrisa del abache-

Un beso en forma de agradecimiento fue lo que inicio una sesión de besos en la que de alguna u otra forma Comodín termino sobre las piernas del ojiazul.

-Veo que el entrenamiento a rendido sus frutos... -Susurro entre los besos cuando sus escurridizas manos traspasaron la tela de su ropa subiendo hasta su cintura y sintiendo el abdomen trabajado y firme de su pareja-

-Desvergonzado -Dijo en modo de reproche deteniéndose con el seño fruncido y las mejillas sonrojadas-

-Estoy jugando corazón, no te enojes.. -Hablo con una suave risa volviendo a colocar sus manos en sus muslos-

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