11. Fantasma

El hijo medio de los McCormick se levantó en la casa de sus padres, en un destrozado sofá. Escucho a sus padres peleando en el cuarto, pero no le tomo importancia. Se acomodó bien la parka, y sin dudarlo, salió del apartamento en silencio. Lo primero que hizo fue alejarse del lugar, y después sacar su celular. Tenía mensajes perdidos de Stan y Kyle, que ya estaban en la cafeteria.

"Kenny". "Hey, Kenny". "¿Piensas venir?". "Kenny McCormick, responde". "Hey". "Cartman se apareció, ¿no quieres darnos tu apoyo?". "Kenny, por favor". "Bien, si te dignas a aparecer, estaremos ya en la cafetería de Tweek". "Te esperamos. Aparécete".

El rubio gruñó. Habían pasado 27 minutos desde el último mensaje. ¿Quizás si se apuraba?. El apartamento de sus padres estaba en la salida del centro. Un lugar de mala muerte, pero considerablemente cerca de la cafetería Tweak. Tomo aire y se aventó una maratón. Tardo menos de dos minutos en llegar, -Internamente agradeciendo el entrenamiento que tenía como Mysterion-. Suspiró con alegría cuando vió a sus amigos, hablando con gusto y tranquilidad. Era claro que acababan de llevarles sus órdenes, por que se veía que Stan se había quemado la lengua, y a Wendy regañándolo. Jimmy y Kyle se reían de él, y al fondo, Cartman estaba hablando solo. Por otro lado, Craig estaba molestando a Tweek. Casi podía escuchar al barista decirle que se jodiese por que estaba ocupado. Se detuvo en la puerta del establecimiento. Había crecido bastante desde que eran niños, y eso era algo.. increíble. Había pasado de un intento algo barato de Starbucks a una gran cafetería con unas dos o tres chicas y un chico -Y ocasionalmente Kenny- ayudando en la entrega de pedidos. Entró, con tranquilidad, cuando escucho a su- a Kyle gritar.

–¡acabó de salir de la cárcel y ya tengo que matar a otro idiota!–.

La cara de "Wtf" de Kenny no podía pasar a mayores. Stan estaba riéndose un poco y todos sus amigos tenían una increíble cara de "Kyle, que demonios".
Entonces entendió, en el momento en que un señor en la mesa de al lado de donde estaban sus amigos volteó con cara de miedo e incredulidad, mientras que una de las meseras se sobresaltaba.

–¿Tú, en la cárcel? ¿No deberías estar en una torre, princesa?– dijo aquel hombre, transformando el susto en burla. Kyle se levantó, y acerco al hombre.

Y Kenny supo lo que era el verdadero miedo, viendo aquella sonrisa que provocaba más miedo que las estúpidas ideas de Cartman.

–¿Quieres comprobarlo, amigo?–.

Todos estaban viendo en silencio. Incluso Eric. Ugh. Ese idiota.
El hombre no dijo más. Sus acompañantes tampoco se dignaron a hablar. Solo se levantaron, y se fueron. Ni siquiera habían pedido.

–Yo...– escuchó Kenny, y volteó a ver a la chica a la que Kyle defendió. La conocía, se llamaba Naya y trabajaba algunas horas con él. Pero ella era muy tímida –Muchas gracias-..–.

–Kyle, Broflovski. Lamentó el desastre– sonrió el pelirrojo algo nervioso y avergonzado.

–¡Agh, y más vale que así sea, Broflovski!– le reclamo Tweek desde su lugar. –¡Vuelve a tu lugar y deja de asustar a los clientes, idiota, o te patearé el trasero!–.

–¡Lo siento, Tweak!–.

Kyle se encogió de hombros ante la chica, apenada, que se apartó de ahí, y Tweek solo frunció el ceño, terminando de hacer un pedido y murmurando cuantos insultos se le ocurrieran. Kenny dio una pequeña carcajada, viendo a la pobre Naya irse, para luego sentarse al lado del chico Broflovski.

–Wow, Kyle– dijo Wendy, sonriente. –Eso fue fabuloso–.

–Si, aunque pud-pud... pud.. aunque pud... pud... pudis-... aunque pudis... pud... pud... si, aunque pud... aunque pudist-... aunque pud...– Jimmy comenzaba a desesperarse. –¡Si, aunque pud... aunque pud.. PUD.. PUD..! ¡SI, Aunque pud..! aunque pud... ¡si, aunque pudiste no haber asustado a t-todos!– y suspiró con calma ya que logró terminar la palabra. –Dios, ha-hace tiempo que eso no me- no me pasa–.

Cartman parecía muy en lo suyo. Estaba muy callado para.. bueno.. ser Cartman. –Bueno,– contestó Kyle. –Ese idiota era un.. idiota. Alguien tenía que ayudarla, ¿no? Y como nadie lo estaba haciendo, yo lo hice. No es muy difícil–.

–La próxima, intenta no ir por ahí intentando enamorar a las chicas– dijo Stan con una sonrisa de burla.

–Si,– Finalmente habló Cartman, viendo su dona. –Pondrás celoso a Kenny–.

Kenny no podía ver la cara roja del mas bajo. No podía por que estaba muy ocupado viendo a otro lado intentando ocultar su propio sonrojo. Aunque todos sabían que era cierto, nadie le negó a Eric una mala cara. Podían tomar bromas, pero no de él.

–¿Qué? ¿Me lo vas a negar?–.

–Solo, cállate, gordo–.

El grupo quedó en un terrible silencio hasta que Craig se acercó, con la mejilla roja, una sonrisa socarrona de esas que solo daba cuando había terminado de joder a su novio -o a alguno de sus amigos (medio o muy) cercanos, aka Clyde, Kenny, Token, Kyle o Jimmy-. Tenía la mano en el golpe, mientras la otra sostenía un café. Entonces se sentó.

Kyle habló esta vez, cortando aquella tensión. –¿Otra vez, Tucker? Vas a terminar con la cabeza volteada–.

–¿Que puedo decir?– le respondió el pelo negro de voz nasal. –Conoces a Tweek. Es algo divertido sacarlo de quicio–.

–Solo espera a que se enoje– Stan se unió a la plática. –¿Recuerdas en sexto grado? ¿Cuando ese idiota de grado superior intentó golpearte y Tweek lo mandó derecho al hospital?– intentó no soltarse a reír.

–Bueno, al menos no tengo a Wendy a mi lado– dijo el contrario. –Digo, no te lo tomes como ofensa, chica, pero, no vamos a olvidar cuando le partiste la cara a Cartman en cuarto–.

Cartman rodó los ojos y Wendy solo le volteó a ver con una sonrisa burlona y ojos repletos de victoria. Luego se volteó, encogiendo sus hombros y restándole importancia. –Bueno, pero yo casi no entro en peleas. Sin embargo, ¿nuestro Broflovski? ¿Por aquí?– el pelirrojo se tensó y le volteó a ver como "Wendy, por todos los cielos". –¿Qué? ¡No me mires así! ¡Es cierto! Te peleaste con Cartman, Stan, Clyde, Craig, Dovah, y demonios, la lista sigue–.

–Bueno, si hablamos de peleas como tal, cuando jugamos esas tonterías de juego de tronos y superhéroes todos nos jodimos bastante a golpes con otras personas y cosas–.

–Bueno, pero incluso contando eso, eres de todos el que más se mete en peleas–.

Kenny rió internamente ante esa acusación, recordando a aquellos drogadictos a los que había destrozado a golpes la semana pasada vestido como vigilante. –Dios, Ky, en serio eres un chico problemático– le sonrió con diversión, acercándose de más. Aunque sea por unos segundos.

Claro, que el pelirrojo le puso la mano en la cara -sin lastimarlo, claro-, y lo empujó, con un sonrojo leve. –Atrás, McCormick.– sonriendo, simplemente volteó a otro lado. –O tendré que pelearme contigo también. Oh, y, no me llames Ky– dijo lo último con mueca de disgusto.

–Pff, pero no ganarías– dijo el rubio volteando a otro lado, ignorando lo último.

Los amigos de ambos solo dijeron "uh", alargándolo. Ya saben, hechando leña al fuego. -Kyle sabe que son unos malditos todos, pero igual decide jugar con ellos-. –Oh, me estás retando–.

–No, no. Solo digo que no ganarías en una pelea contra la fabulosa princesa Kenny–.

–Ujum. ¿Y desde cuando una princesa es mejor que un rey?– sonrió el pelirrojo con burla.

Todos estaban atentos, viendo la pequeña discusión de la par- es decir... de los amigos.

–Por favor, Ky, nadie tiene que pensarlo. La princesa es mejor–.

–Es Kyle, y-–.

Cartman se levantó de golpe, haciendo ruido, interrumpiendo al pelirrojo y dejando un poco de dinero de lo que él pidió, para irse en silencio.

–Wow– habló Wendy, extrañada. –¿No burlas? ¿No despedidas groseras? ¿Nada?–.

–A- ah estado actuando muy raro–.

–Si– reafirmó Craig, con su mirada estoica nuevamente. –¿Que mosco le picó a ese idiota?–.

Stan simplemente miró hacia el dinero que el más relleno dejó. –Sea lo que sea, quizás sea mejor solo alejarnos de él por ahora. Siempre que se pone en su plan algo sale mal–.

—¿Además? No quiero estar cerca si intenta de nuevo la idiotez de Coon y amigos– añadió la única chica presente, apoyando la elección de su novio.

Pero tanto el rubio como el pelirrojo sabían mejor que eso.

————
Mysterion llevaba una hora buscando a Cartman. No estaba en su casa, ni en ninguna de las casas de sus amigos cercanos... por.. decirlo así. Tampoco lo encontró en los restaurantes, ni el parque, o el centro. Como si hubiese desaparecido. Todos los lugares en los que Eric podía estar, faltaban de la presencia del castaño. Lo único bueno de haber estado buscándolo, es que detuvo dos asaltos, y a un idiota intentando meterse  a la joyería. Pero, fuera de eso, no había tenido suerte. No hasta que vio al nuevo encima de un techo. Frunció el ceño, y escaló.

–¿Qué haces a-?– intentó preguntar el vigilante, solo para ser silenciado con un "shh", del contrario.

Kenny se acercó, furioso, y apunto de jalarlo, cuando escucho una voz. Se detuvo a escuchar.

–Bien, Damien. Entonces, tenemos 3 inmortales en la ciudad–.

Esa era la voz de Cartman. Kenny lo sabia. Pero más allá de quien lo dijo... lo importante es lo que dijo. Se mordió el labio, intentando no romper personaje.

–Así es, Eric– dijo la voz del contrario.

¿y ese era Damien? ¿Que no había desaparecido hacia bastante tiempo?

–Dormammu. Sabes que esos estúpidos intentos de héroes pueden encontrarnos.–

El pelirrojo cerró los puños. No dijo nada, pero si que -internamente- moría por patear a ese -en sus palabras- maldito gordo.

–Dormammu. Como sea–.

–Entonces, tres. De nuevo, ¿quien es? Además del chico pobre, y Einherjar, claro–.

–Un chico de tercer grado. Su inmortalidad es completa. No se ha enfermado en su vida, y nunca le han visto un raspón, o moretón. Básicamente invulnerabilidad inmortal–.

–¿Su nombre?–.

–Luke–.

–Hm. Bien. Puedes retirarte–.

–Con esto, nuestro trato termina, Eric. Tienes todo organizado y la información que querías. El primer sacrificio irá en mi nombre– ambos héroes dedujeron que Damien estaba a punto de salir. Entonces se escucho un golpe.

–En realidad, Damien.. yo no lo creo–.

Ninguno de los dos sabía que pasaba, no podían ver. Pero se escuchaba a Damien enojado, hablando en lenguas, cosas cayendo, golpes, y nada más. Se escuchó una puerta, a alguien usar escalones. Y entonces, un disparo.
Kyle no sintió nada. Pero Kenny si. Sintió un dolor en la pierna, y eso lo alertó. Volteó a la derecha, donde estaba la puerta hacia la azotea. Ahí se encontraba Eric, con unos brillantes ojos amarillos y un arma apuntando hacia Mysterion.

–Kenny. Nuevo. No los esperaba. Es de mala educación mostrarse cuando no se les da una invitación–.

El chico de morado sintió la mirada sorprendida del nuevo en su hombro. ¿Acaso sabía quien era? No tomo importancia, e ignorando el dolor, de levantó con aburrimiento. —Cartman.–.

–Oh, no– respondió el chico frente a ambos héroes. –No, Eric no está en casa– sonrió. –Un viejo amigo suyo. Eso soy–.

Kyle se levantó, ahogando el impulso de gritarle a Kenny, y frunció el ceño, viendo aquel castaño. –Deja las tonterías. ¿Que esta sucediendo?–.

El enemigo dió una pequeña risa y ladeó la cabeza inocentemente. –Pregúntale a tu ex novia–.

Kyle sintió tensión en los hombros. Eso significaba que también sabía quien era él.

–Mira,  Broflovski. Los dejare irse esta vez. Simplemente por que no es divertido ser un "súper villano" sin un "súper héroe". Y... bueno, si dejase solo a uno de ustedes sería aburrido–.

Kenny abrió los ojos y volteó a ver al más bajo.
El pelirrojo ignoró su mirada acusadora y siguió con la mirada al relleno.

–Buen viaje–.

Lanzó un objeto al suelo. El objeto que tenía en la otra mano y que ninguno de los dos héroes se había molestado en notar que tenía oculta. Una granada. Kyle iba a salir de ahí con un salto, pero sintió a alguien abrazarlo completamente y saltar. Claramente era Mysterion. Bajó por las escaleras de emergencia, soltando su cintura y agarrándolo del brazo para seguir bajando, mientras caían trozos de concreto de arriba. Ambos se detuvieron ya abajo para tomar aire.

–Ve a casa– ordenó Mysterion al nuevo héroe, Kyrefly. –Tenemos que hablar–.

Kyle no lo dudo. Quizá en el momento estaba conmocionado.
Pero en el momento en que llegó a su cuarto y se terminó de cambiar a la ropa casual, ya no estaba en shock. No. Estaba furioso. Kenny se iba a enterar.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top