Supergirl: Un Caos Ambulante ch 2

                               CAPÍTULO DOS: NIÑA PERDIDA, PARTE 2

Días después de las infructíferas clases de adiestramiento que le impartió a Leni para que dejara de ser una bomba de tiempo ambulante y la máxima representación de la peligrosa ignorancia, Superman estaba en su puesto de trabajo en el Daily Planet bajo su identidad de Lincoln Loud.

-Ciudad Metrópolis en su Peor Ola de Crímenes- leyó el encabezado de un periódico.

-Así es, tal y como lo acabes de ver, Villa Chica- Ronnie Anne se paró a su lado también leyendo ese reportaje -todo por culpa de ese grupo llamado "INTERGANG" que salió de la nada para robar todo tipo de artefactos de alta tecnología. Al principio pensé que era una maniobra por parte del pelón odioso de Lex para sabotear a sus competidores, pero varias de sus sedes también han sido asediadas por esa banda de locos. ¿Acaso solo finge de nuevo ser una pobre víctima?

-Eso no sería ninguna sorpresa de su parte- frunciendo el ceño, el albino con peluca castaña le dio vuelta a la página para leer más sobre el tema.

No niega el enfado que le da eso. Si desde que se mudó a esta ciudad volviéndose su principal protector ha sabido cuidarla de toda clase de maleantes, tanto de criminales promedio, como de seres súper poderosos, ¿Cómo es posible que no haya podido confrontar a esa banda criminal?

¿Acaso es una organización que sabe hacer sus movimientos bajo la sombra? ¿Tienen algo que les impida ser detectados por un ser con las habilidades sobrehumanas que él posee? ¿O son fantasmas que aparecen y desaparecen cuando uno menos se lo espera?

-En fin. Te veo luego, Villa Chica- la latina dejó a un lado su periódico para irse y él preguntó a dónde va -tenemos motines de esa banda por toda la ciudad, ¿Y a que no adivinas a dónde me manda Perry? Al Congreso Tecnológico. ¿Tan seguro está de que esos dementes irán a ese lugar que quiere que los cubra en vivo y en directo?

-Esa tampoco sería sorpresa alguna- quiso bromear, pero sabía bien lo posible que eso es -me gustaría acompañarla, pero me pidieron entrevistar a la NASA sobre ese meteoro que dentro de poco pasará cerca de la Tierra.

Lo que menos deseaba era dejarla sola por ahí con tantos peligros sueltos, y si le suma su actitud intrépida que le hace meterse en mil y un problemas, es seguro de qué lidiará con ese grupo criminal más pronto que tarde.

-No tienes de qué preocuparte. Zach vendrá conmigo, y si algo pasa, apostaría lo que fuese a que Superman aparecerá de la nada para salvarme el pellejo como siempre lo hace- muy segura estaba de eso, después de todo, él ya la ha socorrido cuando ha estado en las situaciones más peligrosas a las que un reportero puede ser expuesto.

Le dedicó una débil sonrisa y le deseó suerte cuando se fue. Miró por la ventana preguntándose que quiere realmente esa banda criminal y si lo que hará con todo lo que han robado hasta ahora volverá a poner en peligro mortal a Ciudad Metrópolis o incluso al mundo entero sumergiéndolo en un caos sin precedentes.

(...)

Pero esa tormenta demencial vendrá más pronto de lo que creyó cuando en la estación de autobuses bajó de uno nada más y nada menos que su peligrosamente torpe prima Leni.

Que curiosamente, tenía el pelo castaño y usaba gafas redondas.

-Entonces esta es la ciudad que tanto cuidas, Linky...- miró lentamente de derecha a izquierda admirando las enormes edificaciones que distan bastante de las humildes que solo ha visto en Smallville al igual que los muchos y diversos vehículos que transitaban por sus calles.

-¡ES MUCHO MÁS BONITA DE LO QUE DESCRIBISTE!- expresó con todo entusiasmo no notando como las personas a su alrededor se le quedaron viendo extrañadas por su actitud.

-Aunque... huele peor que el establo de las vaquitas- se tapó la nariz con la mano derecha y con la izquierda hizo un ademan de apartar el hedor debido a que su agudo sentido del olfato no está acostumbrado a los diferentes aromas del ambiente de una enorme ciudad (Especialmente los generados por los miles de transportes a gasolina que hay)

Podría simplemente irse volando al lugar de trabajo de Kal-El gracias a que Rita le dijo que él trabajaba en un edificio que posee un globo terráqueo, pero su enorme (Y también peligrosa) curiosidad le impulsó a primero caminar por las calles y conocer mejor este nuevo panorama.

Especialmente las personas de una ciudad tan grande y bulliciosa como Metrópolis que también son MUY diferentes a las de un poblado chico como lo es Smallville.

-¡¿Cómo que 10 dólares de aquí al aeropuerto?! ¡¿ESTÁ LOCO O QUÉ, GRAN PENDEJO?!- miró a un aparente hombre de negocios discutir con un taxista.

-Todo ha subido últimamente. Si no le gusta, entonces vaya a lomo de burro, pedazo de chácara- ese conductor disfrutaba a lo grande eso por saber que es su única opción.

-¿Qué todo ha subido? ¿A dónde? ¿Gran pendejo? ¿Pedazo de chácara? ¿Qué significa eso?- la prima adoptiva de Lincoln los vio confundidos por no entender nada de nada.

Al haberse distraído por verlos, no se dio cuenta de que cruzó la calle cuando el semáforo estaba en verde, por lo que un auto tuvo que detenerse abruptamente para no atropellarla causando que otro vehículo lo chocara por atrás generando un efecto Dominó porque varios transportes más chocaron entre sí uno tras otro.

-¿Acaso esas son las groserías de las que Linky me habló esa vez y que hay que ignorar a quién las dice?- cuestionó la chica siguiendo caminando como si nada y sin percatarse del accidente que generó ni como los conductores involucrados justamente se comenzaron a gritar esas groserías.

Continuó su camino manteniendo las manos metidas en los bolsillos de su casaca naranjada y viendo todas las estructuras, incluyendo el interior de estas al usar su Visión de Rayos X, para saber cómo es la vida de los ciudadanos a puertas cerradas.

Junto con sus actos no muy loables y los gustos culposos que muchos poseen.

-¿Qué será el talco que consume ese hombre? ¿No le darán una fuerte toz al consumirlo así?- vio como alguien desalineado en la comodidad de su para nada pulcra sala estaba arrodillado ante una mesa que tiene varias líneas de polvo blanco que aspiraba con la nariz.

-Oh, pero que tierno. Ese buen hombre recibió en su hogar a esa mujer que es tan pobre que no tiene para comprarse ropa más abrigadora, ¿Le donará prendas que él o su esposa no necesiten?- quedó enternecida al ver a una... "dama de compañía" con ropas reveladoras entrar al hogar de un sujeto que solicitó sus servicios.

-¿Qué ellos no están demasiado grandes para jugar a...? ¿Cómo se llamaba ese deporte? ¿Lucha sin limitaciones?- vio como dos malandros tenían un desacuerdos y se pusieron a pelear, siendo que uno de ellos le hizo al otro una llave en el cuello al estrangularlo poniéndolo azul.

-¿Por qué esa mujer ríe tanto al ponerle eso a la sopa? ¿Será un ingrediente extra para que quede más sabrosa y su marido también se ponga súper feliz cuando la beba?- vio a una señora tomar una botella que tenía impresa una calavera y una X conformada por dos huesos entrecruzados depositando su contenido en esa bebida caliente para ir a servírsela a su pareja.

-¿Qué tipo de cuentos estarán leyendo esos niños para que sonrían así y se amontonen para ver esa revista en dónde solo hay más de esas mujeres que son tan pobres que no tienen ni para comprarse ropa? ¿Alguna de esas divertidas fábulas que el Tío Lynn y la Tía Rita me han leído?- ahora se fijó en un grupo de pubertos que miraban una revista no apta para menores de edad.

-Que lindos se ven esos hombres así al jugar a Policías y Ladrones, pero, ¿No están demasiado viejos también para ese tipo de juegos?- cerca suyo ocurrió un atraco y un maleante corría con su botín dentro de una bolsa con el símbolo del dólar disparando hacia atrás a un oficial que respondía el fuego casi matando a unos transeúntes que caminaban por los alrededores.

El mundo no es un paraíso, porque por más cosas bellas que posea, también tiene sus cosas malas y a aquellos que disfrutan hacerlas ya sea por gusto propio o porque no tienen más alternativas.

Algo que ella deberá aprender pronto si quiera realmente volverse una digna heroína que ayude a su primo a ponerles un alto y no lastimen a aquellas personas de bien que no le hace el mal a nadie... y saber diferenciarlos unos de otros.

-¡NO PUEDE LLEVARSE MI CONVERTIBLE!- oyó como una chica acaudalada le reclamó a un remolcador que enganchó con su grúa su ostentoso medio de transporte.

-Usted debe seis meses de pagos ¿Y tiene el descaro de reclamar? Madure antes de tirar así el dinero- el sujeto hizo un ademan con la mano restándole importancia a su enojo y se puso en marcha.

-¡LADRÓN, QUE ALGUIEN DETENGA A ESA INMUNDA RATA!- ella comenzó a hacer un berrinche de niña chiquita, pero nadie le prestó la más mínima atención.

Excepto Leni que creyó que efectivamente se trataba de un maleante robándole a un inocente. Su primer impulso fue ir a detenerlo directamente, pero recordó lo que Lincoln le dijo sobre no usar en público sus poderes porque llamaría atención indeseada.

Se bajó sus gafas y entrecerró los ojos para lanzar una muy delgada línea Láser con la que cortó el gancho de la grúa para que el convertible cayera y rodara unos metros en la carretera.

-¡AJÁ, SIGUE SIENDO MÍO!- la dueña de inmediato se subió de un salto para retirarse triunfante.

-De nada, fue un placer- con una sonrisa de satisfacción, Leni siguió caminando... ignorando por completo que la otra chica chocó contra un hidrante y por consecuencia salió volando cayendo dentro de un camión de basura.

-¡YA LO TENEMOS!- unos perreros atraparon a un Pit Bull Terrier que claramente representaba un peligro para las personas por su agresividad al ladrar y escupir mucha espuma.

Le pusieron un bozal y lo metieron en un camión en dónde ya hay más perros furiosos que ladraban exigiendo su libertad y algo a lo que clavarle el colmillo.

Escena que Leni interpretó como inocentes animalitos privados de su libertad.

-No puedo dejar que les hagan daño a esos pobres perritos...- luego de mirar con cautela en todas direcciones, fue a la parte trasera del transporte cuando los perreros se subieron a la parte delantera para retirarse.

-Descuiden, amiguitos. Ahora mismo los libero- arrancó las puertas de un jalón y luego abrió de una en una las jaulas quitándole el bozal a ese Can que enseguida trató de morderle la cara solo consiguiendo partirse los dientes.

-De nada, fue un placer ayudarles- creyó que solo quiso darle un cariñito y palmeó su cabeza -ahora sean libres y no dejen que les pongan los pies encima... ¡DIGO! Las manos encima.

Todos los caninos corrieron libres por las calles haciendo que ella sonriera complacida porque creyó que hizo otra buena acción y continuó caminando con toda calma... no percatándose de que varios transeúntes gritaron horrorizados y que también corriesen, solo para salvar sus vidas.

-¡NUNCA ME ATRAPARÁN, POLIZONTES!- otro maleante subido en una motocicleta conducía irresponsablemente por las calles huyendo de una patrulla de policía.

Hasta qué al ver a Leni, que volvía a cruzar la calle sin hacerle caso a los semáforos, tuvo que hacer un brusco giro con el que perdió el control de la moto y derrapó hasta chocar contra ella, rebotando, y seguir deslizándose hasta impactar contra un poste.

-¡HEY! Debe tener más cuidado por dónde conduce esa... ¿Bicicleta motorizada?- le reclamó porque ese choque le rasgó un poco los jeans que usa.

-¡YA TE TENEMOS, MALDITO!- los oficiales que lo habían perseguido enseguida lo inmovilizaron aprisionándolo contra el suelo y esposándole las manos tras su espalda.

-¡ESTO ES BRUTALIDAD POLICIACA, TODOS LOS CERDOS CON UNIFORMES TRATAN ASÍ A LOS QUE SON COMO YO! ¡SON UNOS MALDITOS ABUSADORES!- el criminal tuvo el descaro de protestar usando el argumento de que al ser afrodescendiente da por hecho de que unos oficiales caucásicos al detenerlo lo hacen por racismo.

De nuevo, ante los ojos de Leni eso era un acto de lo más atroz y peor porque creyó que ese "pobre hombre" sufrió un accidente por su culpa.

-¡Oigan, no puede tratar así a este señor solo porque se tropezó conmigo!- no iba a contenerse y tomó a los dos policías de la parte trasera del cuello alzándolos con facilidad -¿No se supone que ustedes, los bomberos, están para proteger y servir al indefenso y necesitado? ¡Qué mal trabajo hacen!- los noqueó al hacer que chocasen cabeza contra cabeza (Otra vez confundiendo nombres)

-Descuide, señor. Estos desalmados no lo volverán a molestar- ayudó al ladrón a pararse y romper las esposas que le pusieron -ah, y perdón por... ya sabe, lo de su bici- pidió disculpas apenada.

-Uh... eh... des... descuida, niña, no... no pasa nada- al igual que esas personas que en Smallville no sabía que pensar realmente sobre lo que acaba de pasar -pero, gracias por salvarme de esos cerdos fascistas y opresores. Ya es la tercera vez este mes que me causan problemas.

-De nada, fue todo un placer. Que le vaya bien- agitó la mano en forma de despedida cuando se subió a su moto para volver a escapar como la sucia rata oportunista que es.

Sin dudas tiene las mejores intenciones, pero no sabe aplicarlas como se debe.

Lo siguiente que vio Leni le estrujó el corazón. Era un viejo vagamundo que en una esquina pedía limosna y pocas personas tenían la cortesía de darle una moneda y eran más las que ni siquiera se tomaba la molestia de dirigirle la mirada.

Tal vez Metrópolis era el supuesto modelo por excelencia de una ciudad próspera y con la mejor calidad de vida para sus habitantes, pero eso no significaba que estuviera exenta de los problemas que todas las ciudades del mundo poseen (Como los que acaba de presenciar Leni ahora mismo)

Volvió a meter las manos en los bolsillos en busca de monedas, pero solo tenía pura pelusa y nada más porque gasto las que tenía en el pasaje de autobús. No podía simplemente irse sin más, porque su enorme corazón que supera lo que poco que tiene dentro de su cabeza la volvió a impulsar a socorrerlo.

Miró como una mujer de alto estatus social sacaba muchos billetes de un cajero automático.

-¿Esa máquina regala el dinero? Qué raro, si Linky me dijo que la gente debe trabajar para ganárselo...- rascó su sien derecha confundida.

Fue hasta ella y vio fijamente la pantalla y las diferentes teclas que posee manteniendo el índice izquierdo sobre su boca por no saber que hacer para que le diera dinero. Vacilante, tocó uno de los botones causando que en la pantalla apareciera un anuncio que decía que debe poner la contraseña para poder hacer alguna transacción.

-Oh... ¡Es un juego de adivinanzas! Siempre me han encantado, son como los que solía jugar de niña en Argo. Solo debo hallar la clave correcta para que me den esos billetes, ¿Verdad?

Dejándose dominar por ese exagerado entusiasmo infantil, comenzó a teclear. No se contenía y movía tan rápido los dedos que creaba líneas borrosas inentendibles para los humanos.

No comprendiendo los símbolos de error y de falla del sistema que se formaron en el cajero que de un momento a otro comenzó a expulsar chispas generando el sonido de componentes fallando atrozmente hasta que estalló expulsando centenares de billetes verdes.

-Creo que esto bastará- tomó varios de ellos y se acercó a ese mendigo -aquí tiene, buen hombre. Espero que les sea de mucha utilidad y pueda comprarse ropa que no parezca un costal de papas todo rasgado- con otra sonrisa de satisfacción, se fue no viendo como a ese tipo se le formó el símbolo del $ en los ojos por los miles de dólares que ahora mismo tenía en manos.

-¡MIREN, LLUVIA DE DINERO!- pero CJ, el primo marinero de Ronnie, presenció eso y junto a un montón de transeúntes fue hasta el cajero para tomarlos todos generando una enorme pelea de humo en la que sobresalían los puños y pies de todos ellos junto con esos billetes que volaban en todas direcciones.

-¡SANTO DIOS!- lo siguiente que Leni vio la asustó de sobremanera.

Era un tipo que hacía malabares con unos pinos de bolos envueltos en llamas mientras estaba montado sobre un monociclo. Era fácil apreciar la increíble habilidad que posee al poder realizar esa acción sin quemarse o perder el equilibrio, cosa que las personas que lo miraban le reconocían por los aplausos que le daban junto con unas monedas.

Pero para ella, ese tipo se hallaba en un peligro mortal.

-¡LOS BOLOS DE PINOS DE ESE HOMBRE SE ESTÁN QUEMANDO! ¡DEBO HACER ALGO!- no iba a disimular esta vez y actuó sin pensar (Como lo ha hecho ya hasta el momento)

Sopló una leve ventisca helada que no solo apagó el fuego, sino que lentamente creó alrededor del malabarista una gruesa capa de escarcha dejándolo totalmente tieso dentro de un bloque de hielo con la forma de su cuerpo, todavía montado en el monociclo y que sus pinos se quedaran helados en pleno aire casi pareciendo una estatua.

-¡SÍ, LO PUDE SALVAR A TIEMPO! Creía que iba a sufrir graves quemaduras como las que tienen las vaquitas cuando las marcan con ese fierro caliente- suspiró aliviada y retomó su marcha.

-¡Pero qué divertido! Pensé que solo sería otro malabarista más que hace el mismo truco de siempre- un niño que estaba entre los espectadores dio unos aplausos al creer que todo eso fue parte del acto, mientras que sus padres y demás personas no sabían que pensar al respecto.

También deberá aprender urgentemente como contener sus impulsos. Tanto a la hora de socorrer a aquellos que creen que necesitan su ayuda... como aquellos que le generan algo que la llegue a alterar de sobremanera.

-Genial este disfraz de araña, ¿No?- de una tienda de disfraces salieron un par de jóvenes -seré el máximo terror de la fiesta- sonrió al imaginarse la expresión de horror de muchas personas.

-Solo en tus sueños lograrás asustar a alguien con ese trozo de plástico deforme. ¿De verdad crees que alguien se aterrará por ese disfraz de quinta que solo te costó 10$?- su amigo le dijo que no se diera tantos aires ni que creyese que alguien se horrorizará por verlo con ese traje barato.

Ninguno vio como Leni se detuvo en seco cuando estuvo a solo dos metros de distancia. Hasta el momento había expresado casi exclusivamente muecas de entusiasmo y curiosidad al ver cómo era una ciudad concurrida y los diferentes tipos de habitantes que posee.

Y ahora, su cara era una de horror puro, la que esbozaría un humano cuando está ante el objeto más peligroso del planeta, porque optó por un para nada sano tono pálido, mantuvo la boca entreabierta, sudó a chorros y sus ojos al abrirse como platos reflejó en las pupilas al chico con ese ridículo disfraz de araña.

-Dios Santo... eso... eso se... se parece a...- su pecho se agitaba como si le fuese a dar un paro cardiaco y retrocedió unos pasos con piernas temblorosas.

-¡SE PARECE A UN HORRIBLE SPIDOR! ¡AAAAHHHH!- su grito de espanto llamó la atención tanto de esos chicos como las de las otras personas cercanas casi rompiendo unas ventanas cercanas.

Parece que sufría de un equivalente a aracnofobia, el miedo que se le tiene a las arañas, solo que en su caso era hacia a algún animal autóctono del Planeta Argo parecido a esos insectos y que llenaba su noble corazón del más grande horror y que la hizo correr a toda velocidad como el Correcaminos creando una estela de humo y manteniendo los brazos extendidos hacia adelante.

-¡¿LO VES?! ¡TE DIJE QUE CON ESTE TRAJE SEMBRARÍA EL HORROR EN TODOS LOS QUE ME VEAN!- el joven disfrazado de araña celebró a lo grande su para nada envidiable proeza.

Ahora recorriendo las calles más rápida que una bala y más poderosa que una locomotora, Leni se había vuelto una fuerza imparable que nada podía detener, tanto como Lincoln ha temido, volviéndose un peligro para todo transeúnte y vehículo que estuviese en su camino.

-Bien, eso es, eso es, ya casi te tengo...- un bombero había extendido la escalera de su camión para poder tomar a un gatito que se quedó atrapado en una de las ramas más altas de un árbol.

Justo cuando lo tomó, el gran vehículo rojo fue impactado de lleno por Leni partiéndose en dos mitades, causando que él por poco se cayese si no fuera porque se agarró de esa rama quedando atrapado junto con el minino.

-Cuidado con esa caja. Ahí hay un valioso sarcófago egipcio de hace 5 mil años que me costó casi toda mi fortuna en adquirir- el dueño de un museo guio a unos empleados que bajaban de un camión una importante nueva adquisición.

-La leyenda dice que quién lo mueva de su lugar de descanso eterno sufrirá una terrible tragedia. ¿No le preocupa una posible represalia, señor?- le preguntó su asistente.

-¿En verdad crees en esas tonterías? ¿Qué sería lo peor que podría pa...

Sus palabras fueron interrumpidas por Leni que chocó contra ese importante cargamento haciéndose añicos y que trozos de madera y del sarcófago de oro saliesen disparados en todas direcciones para que la máscara mortuoria cayese justamente sobre su cara.

-... sar?- finalizó esa pregunta antes de caer inconsciente.

Cuando Lincoln se refería a que ella es una bomba de tiempo ambulante, no bromeaba.

-Y como lo pueden ver, el nuevo Exoesqueleto 10 mil no solo es mucho más fuerte que su predecesor- en una exhibición pública, el magnate Chandler Luthor les presumía a los miembros de los medios de comunicación su nuevo invento.

Un gran traje robótico humanoide de al menos diez metros de altura y que sostenía sobre su cabeza un tanque de guerra que aplastó como si de una simple lata de gaseosa se tratase sosteniéndolo en lo alto.

-Sino que también su aleación metálica lo hace prácticamente indestructible. No hay fuerza en este mundo que pueda tan siquiera...

Su monólogo fue interrumpido por Leni, que chocó contra las piernas del traje arrancándoselas haciéndole este caer de espaldas y el tanque que había aplastado le cayese en el pecho.

-¿Qué decía sobre que no había fuerza en este mundo que pudiera tan siquiera...?- una reportera le restregó sus palabras y todos comenzaron a burlarse de él, que mantuvo la boca abierta y los brazos colgados al encorvarse atónito sin poder creer lo que acaba de pasar.

Un viejo edificio estaba destinado a ser demolido para que se pudiera construir un rascacielos. Eso no le era del agrado de muchas personas que protestaban debido al enorme valor simbólico y emocional que le tenían.

-¡YO NACÍ EN ESE EDICIFIO, MI HIJO NACIÓ EN ESE EDIFICIO, MI PADRE Y SU PADRE TAMBIÉN NACIERON EN ESE EDIFICIO Y MIS FUTUROS NIETOS TAMBIÉN NACERÁN AHÍ! ¡NO PUEDEN TIRARLO ABAJO!- un anciano le gritaba a todo pulmón a los encargados de la demolición.

-¿En serio? Pues dígaselo a alguien al que le importe- al capataz encargado de dirigir la demolición le valía poco lo que él y demás ex-inquilinos pensaran al respecto.

Con un altavoz les ordenó a sus obreros que accionaran los explosivos que colocaron en las vigas principales de esa estructura para que cayese. Para el desconcierto de todos ellos, no ocurrió nada, ni una sola explosión y el viejo edificio se mantuvo sólido en su sitio casi burlándose de todos ellos y diciendo: "Ustedes jamás podrán tirarme"

-¿Qué significa esto? ¡¿POR QUÉ ESE CONDENADO EDIFICIO SIGUE EN PIE?!- fue hasta los trabajadores para gritarles por su incompetencia creyendo que cometieron un error.

-¿Pudiste sabotear todos esos explosivos, hijo?- el anciano se acercó a su descendiente.

-Todos, papá. Nunca podrán tirar por tierra el lugar que ha sido el hogar toda la familia durante tantas generaciones y que por muchos años verá el nacimiento de...

Un fuerte estruendo interrumpió su emotivo discurso y toda su seguridad y la de las otras personas que creyeron que esa edificación vivirá para ver un nuevo día se vinieron abajo.

Porque Leni al seguir corriendo sin control alguno chocó contra el edificio. No se detuvo en seco y continuó su destructiva marcha atravesando al acero y hormigón y todo lo que tuviera en frente con la fuerza de mil bolas de demolición, incluyendo las vigas de soporte que tenían los explosivos que habían sido saboteados haciéndolas añicos.

Lo que causó que el edificio colapsara tal y como se tenía planeado... si no se toma en cuenta que cayó como un árbol talado casi aplastando a todos los que protestaron para que no lo demolieran.

-No sé cómo diablos pasó, ¡Pero esto es una lección para que aprendan a no entorpecer el progreso, idiotas!- un desmedido placer sintió el capataz por ver que su misión fue cumplida.

Siguiendo corriendo como si el más grotesco demonio la estuviese persiguiendo y causando más desastres que casi rayan lo apocalíptico, Leni solo se detuvo cuando llegó al otro lado de la ciudad al detenerse escondiéndose tras un muro y llevarse una mano al pecho al estar transpirando.

-Oh cielos... no sabía que aquí en la Tierra tenían animales tan horribles como un Spidor... ¡Y DE ESE TAMAÑO! ¿Qué más monstruos habitarán aquí?- comenzó a arrepentirse de aventurarse así por el mundo, por no saber con qué podrá encontrarse más adelante.

-Mejor voy a dónde trabaja Linky, pero... como que me perdí- rascó su nuca mirando confundida en todas direcciones.

Así que retomó su marcha, ahora con mucha más cautela temiendo que en cualquier momento saliese de la nada algún otro "monstruo horrible" que la vuelva a asustar.

Ignorando por completo el desastre monumental que acaba de causar, ni siquiera vio el par de autos que chocaron de frente por su culpa y como un poste de luz cayó expulsando chispas.

(...)

-Bien, ya estamos aquí. Veamos si hay algo interesante que cubrir o si ocurrirá algo que realmente valga la pena- dijo Ronnie a Zach cuando llegaron al Congreso Tecnológico.

Al tener un pase de prensa pudo ingresar al ya concurrido lugar. Mientras que el pelirrojo le tomaba muchas fotos a todos los artefactos de alta tecnología que estuvieran al alcanza del lente de su cámara sintiendo una cierta emoción, ella solo les dedicaba una mueca despectiva y de desmedido fastidio y desinterés.

-No creo que aquí haya algo que huela a Pulitzer... ni siquiera algo que huela a jabón- hizo una mueca de asco porque frente suyo caminaron dos amantes de la ciencia que no tenían precisamente la mejor higiene corporal.

-Ah... al menos Perry te trata como una reportera de prestigio, mientras que a mí... ni siquiera me deja hacer el reportaje matutino.

Zach agachó la cabeza soltando un suspiro de lamento. Sí, es un buen camarógrafo que ha filmado y tomado fotos a eventos que solo algunos verían en sus sueños siendo casi la Mano Derecha de una reportera del calibre de Ronnie Anne acompañándola en muchas de sus aventuras.

Pero ya quería dejar de ser su sombra, que dejasen de tratarlo como un jovencito inexperto, quería que su cara saliera en primera plana en los reportajes como lo ha visto miles de veces en ella, quería poder ser el que les informara a los espectadores sobre un evento de gran relevancia para que su nombre fuese conocido, quería avanzar y no limitarse a ser el que está detrás de las cámaras en dónde nadie le presta la más mínima atención.

Quería demostrar de lo que realmente es capaz de hacer, tal y como Leni desea también.

-Me sorprende que aún luego de tanto tiempo a mi lado no hayas aprendido los fundamentos básicos en este negocio, Zach- la latina lo vio desaprobatoriamente como lo haría una maestra a su estudiante que no entendió la clase -primera regla del periodismo: nunca pidas permiso, si quieres una historia, debes ir a buscarla porque ella no vendrá a buscarte a ti.

-¡WAMMM!- por una increíble casualidad, se produjo una explosión en el techo del lugar.

Ingresaron dos jóvenes, un chico y una chica, montados en lo que parecían ser discos plateados voladores con los que se deslizaban por el aire sin ningún aparente medio de propulsión, portando unos extraños trajes azules y en sus manos derechas tenían adosados unos cañones.

Que no vacilaron en usar, expulsado él un rayo de energía azul que congelaba todo a su paso y ella uno rojo que lo quemaba todo, creando incendios y congelaciones por igual, haciendo que los ahí presentes corriesen por sus vidas.

-Eh... retiro lo dicho- Ronnie retrocedió unos pasos y Zach tomó vacilante unas fotos.

Se predijo justamente lo que le dijo a Lincoln.

Ese par de delincuentes continuaron atacando a diestra y siniestra para que todos se fueran y no los interrumpieran cuando se dirigieron a su verdadero objetivo: una gran caja de madera que no permitía ver que tenía en su interior.

-Ya es nuestra, ¡Vámonos!- la sujetaron poniéndole a los lados unos discos plateados parecidos a los que usaban para volar para llevársela levitando.

-Apostaría todos los premios que he ganado a que ese par de locos son miembros de INTERGANG, ¡Debemos ir tras ellos para saber en dónde se oculta esa banda de criminales!- con su increíble coraje de reportera intrépida, Ronnie los siguió corriendo junto a un muy inseguro Zach.

-¡QUÉDENSE EN DÓNDE ESTÁN O ABRIMOS FUEGO!- cuando esos maleantes estuvieron por irse, fueron interceptados por la Investigadora Maggie y el Investigador Dan y por varios oficiales que llegaron al lugar de los hechos apuntándoles con sus pistolas.

-¡¿Por qué no mejor se quedan ustedes quietos en dónde están?!- el joven no dudó en atacarlos disparando ese rayo de energía congelante, que como lo hizo Leni con ese malabarista, dejó a varios de ellos helados dentro de gruesas capaz de hielo junto a sus patrullas.

-¡DAN!- Maggie se horrorizó al ver a su compañero dentro de ese mini iceberg.

-¡O nosotros disparamos!- la otra criminal tampoco vaciló en accionar su arma con la que quemó las demás patrullas haciéndolas explotar y se regocijara con los nuevos incendios que creó.

-Como pueden ver, nadie puede detener a INTERGANG, ¡NADIE!- la euforia que sentían por todo el caos que han generado los llevó a disparar varias veces al aire.

Totalmente seguros de que podrán hacer lo que quieran cuando quieran sin limitación alguna, como si también fuesen una fuerza imparable que nadie puede contener siendo invencibles.

-Entonces llámenme: "Nadie"- pero se quedaron tiesos en el aire al oír esta voz a sus espaldas.

Para que al girarse vieran a Superman que los veía severamente con los brazos cruzados, porque al fin tenía delante suyo a integrantes de esa banda que ha hecho tantas calamidades.

-Ya me preguntaba cuando iba hacer acto de presencia- Ronnie río irónica y Zach continuó tomando fotos, convencido de que detendrá a esos rufianes en menos de un parpadeo.

-¡DISPÁRALE!- de inmediato lo atacaron con su poderoso armamento.

Pero muy a diferencia de las personas y objetos que han destruido hasta ahora, Superman resistió sin problema alguno las descargas energéticas de calor y frío manteniéndose levitando en su lugar sin cambiar de posición y sin despeinarse, solo su capa se agitó un poco dejándolos sorprendidos cuando la nube de vapor que se creó fue mitigada por una brisa.

-¡ARRÓJASELO!- la chica le dijo a su cómplice que le tirasen la caja que cargaban y que chocó contra la cara del peliblanco reventándose y revelando que en su interior habían más de esos artefactos de alta tecnología incomprensibles para el espectador promedio que cayeron al piso.

Y seguían sin hacerle nada al hijo de Pop-El que solo se limitó a parpadear.

-Parece que habrá que aumentar la potencia- tocaron los botones de sus cañones y volvieron a dispararle.

Esta vez sí pudieron lastimarlo, porque las descargas le sacaron gruñidos de dolor a medida que le hicieron retroceder hasta chocar contra una pared del lugar en dónde se había llevado a cabo la convención tecnológica generándole miles de grietas.

Cayó humeando mucho y se sobó la cabeza solo para enseguida gritar cuando la joven le disparó por la espalda quemándole su inseparable capa roja y enseguida el chico le atinó a la gran S en su pecho. Revolotearon a su alrededor como buitres disparándole desde todos los ángulos, gozando de poder doblegar de esa manera al hombre más poderoso del mundo y reafirmando que su vil organización es indetenible.

-¡SUPERMAN!- gritó Ronnie asustada, porque si él grita así, es porque de verdad corre peligro.

Lincoln se cubrió la cara con los brazos y comenzó a seguir con la mirada los movimientos de sus agresores percatándose de que necesitan de esos discos plateados en los que están parados para volar, así que lanzó una fina línea láser dándole al disco de la chica derritiéndolo y que ella cayera estrepitosamente chocando contra una de las pocas patrullas que no habían sido destruidas.

Nadie notó como de uno de sus bolsillos salió una moneda que rodó hasta chocar contra uno de los pies de Zach que la tomó para verla con mucha curiosidad.

-¡DESGRACIADO!- al ver a su camarada herida, el joven que podía expulsar hielo usó todo el poder de su arma para atacar a Superman.

Logrando envolverlo lentamente en un grueso bloque de hielo como lo ha hecho con sus víctimas anteriores haciendo que se pusiese de rodillas y temblando por el frío extremo al que es sometido.

Hasta que vio un hidrante. No lo pensó dos veces y también le lanzó sus Rayos Caloríficos para cortar su parte superior causando que un potente chorro de agua saliese disparado hacia arriba dando contra el arma del malhechor causando una reacción en cadena generando una explosión de vapor frío ahora siendo su turno de volverse una enorme paleta humana.

-Una cucharada de su propia medicina- Ronnie sonrió de medio lado.

-¡VEN ACÁ, TÚ!- inesperadamente la otra criminal la inmovilizó al rodearle el cuello por atrás -¡OYE, SUPER IDIOTA, VE POR ELLA!- le pegó en la espalda otro disco plateado.

Que causó que la latina flotara como un globo por los aires hasta llegar rápidamente a las alturas de las edificaciones y gritase pidiendo ayuda quedando fuera de la vista de Zach y los demás.

-¡RONNIE ANNE!- Lincoln quebró el hielo que lo recubría al flexionar los brazos y de inmediato fue a su rescate.

-¡NO TE QUEDES AHÍ COMO UNA ESTATUA Y MUÉVETE, TONTO!- la maleante descongeló sin demora a su cómplice derritiendo el hielo que también lo había inmovilizado.

-Sí-sí-sí, en-entendido...- casi no podía hablar por los escalofríos que sentía y se abrazó a sí mismo.

Ella sacó un raro control remoto y al presionar un botón creó frente a ellos un enorme portal de luz que generó unas fuertes brisas y que dejó ciegos a todos los que estaban cerca y que desapareció una vez que ingresaron a ahí sin dejar rastro alguno.

-¡LA TENGO!- Kal-El sujetó a Ronnie justo cuando ese disco se despegó de su espalda -¿Se encuentra bien, Señorita Santiago?

-Lo estoy... pero de ahora en adelante tú te encargas de mi agencia de viajes- quiso bromear aún por más evidente que era la expresión de mareo que tenía y se apegó a él.

-Solo déjeme conseguir bolsas para mareo- eso le bastó para sonreír aliviado y hacer otra de esos tontos chistes -ahora debo preguntarle a ese par en dónde...

Detuvo su oración porque al llegar al piso no vio a los maleantes por ningún lado, ni siquiera usando su Visión de Rayos X pudo divisarlos.

Ahora tenía más preguntas que antes y no ha conseguido respuesta alguna. ¿Qué tipo de grupo criminal poseía la tecnología suficiente para haberle causado esas dificultades y que haya podido escapársele estando prácticamente en sus narices?

(...)

En un viejo y abandonado Centro Recreacional estaba reunido un enorme número de jóvenes que en su mayoría no llegaban tan siquiera a los 18 años. Casi todos parecían ser unos delincuentes juveniles y malvivientes debido a sus vestimentas y maneras de expresarse, haciendo apuestas y competencias que para nada serían aprobadas por el resto de la sociedad y rodeados tanto de viejas máquinas de entretenimiento oxidadas y obsoletas como por diversos artefactos de alta tecnología que presumían como grandes botines que nadie más posee.

Aunque se podían apreciar algunos eran en verdad desdichados habitantes de las calles que no tenían a dónde más ir.

Guardaron silencio cuando se formó ese mismo portal luminoso del que salió el par de ladrones.

-¡¿Adivinen quién acaba de barrer el piso con Superman?!- fue lo primero que dijo el joven, presumiendo una "gran hazaña" ante los ojos del resto.

-¿Disculpa? ¿Me recuerdas quién fue el que quedó congelado como un muñeco de nieve?- contrapuso su compañera para que no se diera tantos aires.

-¿Trajeron los componentes que requerimos?- les preguntó otro joven.

-No, los perdimos por culpa de ese idiota que usa los calzones por fuera. Ya será para la próxima.

-¿Para la próxima? ¡Esto no es un juego! Lo necesitamos ya mismo. ¡¿En serio son tan inútiles que no son capaces de hacer las tareas más simples?!- los tomó del cuello estrangulándolos.

-¡SUÉLTANOS, JODIDO IDIOTA!- la chica se liberó de una patada al estómago y se formó una pelea en la que también se produjeron apuestas sobre quién saldría como el vencedor.

-¡SUFICIENTE!- una firme y rasposa voz femenina detuvo la disputa y el escándalo que esta generó.

Cada uno de los jóvenes ahí presentes detuvieron sus actividades cuando hizo acto de presencia una mujer de abundante cabello canoso, portadora de un raro traje verde con capa naranja, y qué a pesar de ser una anciana con notorias arrugas, podía caminar perfectamente sin complicaciones.

Todos hicieron una reverencia ante ella, como una deidad a la que le deben el máximo respeto.

-Basta de peleas, mis pequeños- les habló con un tono maternal, opuesto al que usó para exigirles que se calmasen -a su abuelita adorada no le gusta ver sus niños discutir.

-Sí, Abuela, lo sentimos- pidieron perdón los jóvenes que se pusieron a pelear hablando a la par.

-Una familia obediente, es una familia feliz- siguió hablándoles con ese tono, sonriendo con ternura, a pesar de que les apuntó con cetro dorado que producía una energía morada con la que amenazó con exterminarlos si de nuevo peleaban por banalidades.

-Y cuando la familia está feliz, su abuelita lo está- palmeó la cabeza del joven que había sido congelado por su propia arma, como si en verdad fuese su hijo o nieto.

-Sí, Abuela- ahora todos hablaron con admirable sincronización, casi pareciendo autómatas.

-Esos son mis niños- acarició la mejilla de la chica que tenía el arma escupe fuego.

-Ahora... díganme que pasó. ¿Quién fue el que evitó que les trajera esos importantes regalos a su abuelita querida?- les preguntó a los maleantes que lucharon contra Superman ahora usando el mismo modo de hablar que utilizó al detener la disputa.

Haciendo que se vieran de reojo para pensar en qué decirles sin desatar su ira y no perder su cariño.

¿INTERGANG es en verdad una especie de secta conformada por jóvenes bellacos que son dirigidos por una anciana que al parecer los ha acogido bajo su ala tratándolos como familia?

¿Cómo es posible? ¿Quién es en verdad esa "Abuela" que ejercer el rol de matriarca? ¿Ella fue la que les dio la tecnología para hacer sus actos delictivos sin que pudieran ser atrapados? ¿Les ha hecho a todos sus "pequeños" promesas de una vida mejor y por estos la siguen ciegamente sin saber que les ha lavado el cerebro?

Sin dudas, cada vez se formulan más preguntas y se consiguen cero respuestas.

(...)

Devuelta su lugar de trabajo, Lincoln tecleaba rápidamente en su PC para buscar información o pistas sobre esa organización. Más ofuscado se sentía porque los tuvo en la palma de la mano y se les escapó, por lo que a partir de ahora enfocará toda su concentración y tiempo para hallarlos y nada lo distraerá hasta lograr este objetivo.

-"Señor Loud, su prima quiere verlo"- le avisaron mediante un parlante en su escritorio.

-Dile que aguarde un momento. Que ya voy a... espera, ¡¿MI PRIMA?!- quedó paralizado en su asiento, su cara se volvió tan blanca como su cabello natural y le dio un Tic en el ojo derecho.

-¡SORPRESA, LINKY!- sin previo aviso, Leni le dio un tierno abrazo casi tumbándole su peluquín -¿No me reconoces? ¡SOY YO, LENI! Solo que estoy también disfrazada como tú para que nadie me reconozca- se quitó sus gafas redondas y levantó un poco su propia peluca castaña para que viese por debajo su natural pelo rubio.

-¡LENI!- gritó asustado y miró en todas direcciones para corroborar que no hubiese nadie cerca -¿Qué haces aquí? No, mejor dicho, ¡¿CÓMO PUDISTE LLEGAR AQUÍ?!- comenzó a sentir el verdadero terror, temiendo de que su presencia aquí sea igual a un millón de esos maleantes haciendo de las suyas sin que nadie los pudiera detener.

-¡PARA SORPRENDERTE! Es que en esa caja con imágenes han dicho que esta ciudad ha sufrido mucho por culpa de esos malosos de... ¿Cómo se llaman? ¿Internet? Y últimamente te he visto muy molesto por eso, ¡Por lo que vine a echarte una mano para detenerlos! Y descuida, no vine volando si es lo que te preocupa, sino que tomé uno de esos buses auto para decir si mula... ¡DIGO! Disimular las apariencias- relató con una sonrisa resplandeciente.

-Esto no puede estar pasando realmente...- quitándose sus lentes, Kal-El se frotó los ojos y luego las sienes para conservar la calma y no dejarse dominar por el miedo que se formó dentro de sí.

Gracias al cielo que su cordura es tan resistente como su cuerpo de "Hombre de Acero"

-Ven conmigo- la tomó de una muñeca para llevarla a una oficina desocupada, internamente orando para no toparse con alguien que le hiciera muchas preguntas (Y para que ella no rompa nada ni lastime por accidente a alguien)

-Por favor dime que al venir aquí no causaste ninguna calamidad- será super poderoso, pero no es omnipresente ni omnisciente, por lo que no tenía forma de saber lo que ella causó.

-¡Claro que no! Si la pasé muy bien recorriendo la ciudad y aprendiendo las costumbres de los graciosos ciudadanos que la habitan y ayudando a los que se metían en problemas... excepto cuando me topé con ese horrible Spidor que me hizo correr por todos lados aterrada y que me perdiera; por eso no pude venir aquí más temprano para verte- dijo como si nada todavía sin comprender la magnitud de los desastres que provocó sin querer queriendo.

-"Dios, te lo suplico, ¡Qué por favor nadie haya resultado herido o muerto!"- rezó Lincoln en su mente pudiendo hacerse una idea de lo que ella hizo al haberse asustado -mira, Leni- le quitó sus gafas redondas y la peluca para poder sermonearla como se lo merece.

-En verdad agradezco que te tomases la enorme molestia de venir hasta Ciudad Metrópolis para ayudarme a detener a esa banda de criminales, pero te diré lo mismo que te dije esa vez en la granja: todavía no estás lista para aventurarte al mundo exterior, para afrontar los graves peligros que ahí afuera, porque no solo te falta mucho para saber usar correctamente tus poderes, sino que no sabes todavía diferenciar el bien y el mal, a la gente noble de aquellos que disfrutan de hacer fechorías... y porque sigues siendo muy, MUY despistada e inocente y no sabes con quién podrías encontrarte por ahí y se aproveche de tu desbordante amabilidad y te haga hacer algo realmente malo y sin que te des cuenta.

Si algo podía asustarlo más que el hecho de que ella se pasee libremente con el temor constante de que por accidente cause un desastre monumental al hacer la más simple acción, es que se tope con alguien que abuse de su desbordante amabilidad y muy escaso sentido común, sobre todo por la situación tan complicada por la que ahora mismo pasa la ciudad por esa ola de crímenes.

-Pero Linky...- ella sintió la misma desolación que experimentó cuando él se negó a dejarse ser su compañera heroína -¡Yo ya estoy lista para enfrentarme a todo lo malo que hay en este mundo! Pude sobrevivir a la devastación de mi planeta de origen cuando era una niña sin poderes, ¡Podré sobrevivir a cualquier cosa aquí! Solo dame la oportunidad para demostrarte lo que puedo hacer cuando me lo propongo- no quiso recurrir a ojos de cachorro para convencerlo, sino que habló con seguridad para que se diese cuenta de que no hacía peticiones de una niña chiquita e ilusionada.

-¡NO!- pero Superman no flaqueó y se mantuvo firme en su negativa -nada de lo que digas o hagas ahora me harán cambiar de opinión, Leni. Así que vete ya mismo de regreso a la granja de mis padres, ¿Comprendido?

Leni desvió la mirada y frunció el ceño al no contestar, cruzándose de brazos muy ofuscada. ¿Tan poca Fe él le tenía? ¿De verdad creía que era tan despistada que haría más mal que bien en esa ciudad? ¿O es que acaso piensa que no sabrá comportarse ante una situación de peligro?

-¡¿Comprendido?!- Lincoln tuvo que repetir la pregunta casi gritando para que contestara.

-Sí... comprendido... Linky- dijo resignada, teniendo la cabeza gacha y los brazos cruzados tras la espalda.

-Eso espero. Ahora vete con la mayor de las discreciones, que yo debo volver a mi trabajo para detener a esa peligrosa banda de criminales- seguro de que acatará su orden sin poner mayor problema, se retiró para ocuparse de cosas más importantes (Aunque no tan peligrosas)

No viendo que cuando Leni sacó las manos detrás de su espalda, tenía los dedos índices y corazón entrecruzados.

-Lo lamento, Linky, pero por lo que sé, cuando alguien tiene los dedos en esta posición al hacer una promesa esta no es válida. Me lo agradecerás un montón cuando te ayude a atrapar a esos malitos- sin desistir de sus deseos de ayudarle, se retiró (NA: ¿Nunca se han preguntado quién invento es? XD)

(...)

-Pero Ronnie, yo también estuve ahí cuándo INTERGAN atacó, ¿Por qué no puedo ayudarte con la historia?- protestó Zach cargando varios documentos caminando al lado de la mexicana.

-Porque es muy peligroso para alguien como tú, Zach. Tú sigue ocupándote de las fotos- ella sabía muy bien que él, al igual que Leni, quería mostrar su valía pero tampoco deseaba que se metiese en algo para lo que no está listo.

-Pero Señorita Santiago...- quiso insistir, ya muy harto de que lo sigan tratando como un pelele.

-¡VILLA CHICA!- ella llamó a Lincoln que caminaba por los mismos pasillos que ellos todavía teniendo la mueca de molestia que le generó la blonda -¿Podrías hacerle entrar en razón?

-Quisiera, pero ya tengo demasiados problemas con jóvenes el día de hoy- en otras circunstancias, con mucho gusto lo aconsejaría, pero ya no tenía espacio en la cabeza para más tonterías y siguió de largo sin detenerse para verlos.

-Ronnie, mira esto- de su bolsillo, Zach sacó la moneda que a esa chica se le cayó -uno de ellos perdió esto. Creo que pertenece a una máquina de Arcade, solo debemos investigar dónde la venden- la acercó a su cara, pero ella le dedicó una mirada de poco interés.

-Entonces ahórrame molestias e investiga eso por mí- fue la mejor excusa que se le ocurrió para quitárselo de encima y ya no siguiera insistiéndole.

-Ah... bien, de acuerdo, como digas- ya sabía bien que ese era el propósito de ella para no tener que seguir aguantando sus "pataletas de niño chiquito"

Pero también se dio cuenta de que esta era la oportunidad perfecta de demostrarle a ella y al resto del Daily Planet de lo que realmente es capaz, porque si con esa moneda logra dar con el paradero de INTERGANG cuando reporteros e investigadores de mucha más experiencia no lo han logrado, se ganará el respeto de todos y ya no lo volverán a tratar como un novicio.

Sin embargo, no se dio cuenta de que Leni los había oído al entreabrir la puerta de la oficina en la que habló con Lincoln ahora teniendo una casi literal sonrisa de oreja a oreja.

No lo conocía ni a él, ni a Ronnie, ni a ninguno de los compañeros de trabajo de Kal-El, pero si su objetivo era también dar con ese grupo de criminales para detenerlos, era lo único que necesitaba saber porque compartían el mismo fin, las mismas metas personales.

Y así le resultara más fácil lograr ganarse el respeto y admiración del Súper Hombre y demostrarle que tampoco es un bebito que apenas y sabe caminar.

-Ronnie, Lincoln, todos creen que solo soy un mero camarógrafo que lo único para lo que sirve es para tomar fotos y filmar todo lo que pasa desde el banquillo. Pero ya lo verán, les demostraré a todos de lo que soy capaz y me pedirán perdón de rodillas cuando les entregue en bandeja de plata a esos bandidos- Zach hablaba consigo mismo cuando entró en un ascensor.

-¡ESPERA!- fue tomado sorpresivamente por la Argoniana cuando metió la mano evitando que las puertas del ascensor se cerrasen -yo... eh... oí que también estas tras... ¿INTERGANG? Y... quería preguntarte si podía ir contigo.

Muy tímida se puso al hablar con él, porque aparte de Lincoln y los padres de este, pocas veces ha entablado una conversación con algún terrícola, solo con aquellos a los que ha ayudado (O perjudicado sin saber) en situaciones muy esporádicas, por lo cual esta sería la primera vez que interactuará de forma profunda con otra persona y no sea solo un leve intercambio de palabras.

Deberá ser prudente para saber que decir y que no decir para no decir algo comprometedor que la perjudicarse a sí misma y a Kal-El... lo que en verdad es demasiado pedir.

Zach también se abochornó. Hace un momento estaba de lo más ofuscado porque sus colegas no lo toman en serio y deseaba cerrarles la boca al lograr lo que ninguno ha hecho, ¿Y ahora de repente una bella chica que no conoce le pedía salir con él?

Tantas emociones en un lapso de tiempo tan corto.

-Pues... este... sí, creo que sí puedes venir conmigo- accedió luego de carraspear.

-¡MUCHAS GRACIAS!- por la emoción, ella le dio un aplastante abrazo -¡En verdad no sabes lo mucho que esto significa para mí!- no vio cómo se puso azul por la falta de aire.

-Ah... ah... no puedo res... respirar- cuando dijo esto casi expulsado su último aliento, ella lo soltó pidiéndole disculpas -tú... ¿Eres nueva por aquí...? No te he visto antes... ¿Eres una aspirante a camarógrafa o reportera que apenas está comenzando?- intuyó al llevarse una mano al pecho respirando agitadamente.

-¡Claro que sí! Recién llegué justamente hoy a ayudarles con esa banda de malosos. Mi nombre es...- justo cuando iba a decirle su nombre terrenal, recordó que ya no tenía la peluca café y los lentes puestos que cubrieran su verdadera identidad.

Debía decirle otra cosa para que no la relacionara con Lincoln.

-Zor... Kara-Zor. Ese es mi nombre- le mintió con la verdad al decirle su original nombre Argoniano y no el terrestre que recibió por parte de su familia adoptiva -¿Cuál es el tuyo?- imitó lo que los humanos hacen al presentarse y eso fue extenderle la mano derecha.

-Zach Gurdle, un placer cono... ¡AUCH!- gritó porque ella no pudo evitar apretarle la mano cuando le correspondió el gesto haciendo le volviera a pedir disculpas -sí que eres fuerte... y tienes un nombre muy raro, ¿De dónde vienes?- al sobarse generó el sonido de huesos triturados.

-Oh, de un lugar muy lejano, de Argo- esta vez no se pudo morder la lengua y dijo la verdad sin tapujos, por lo que se tapó la boca con ambas manos al percatarse muy tarde de lo que hizo.

-¿Argo? Nunca he oído de una ciudad que se llame así. ¿Es de Europa o algo así?

-¿Europa? No, no. Es... una ciudad que casi nadie conoce y que... ahora mismo está deshabitada- de nuevo tuvo que recurrir a una verdad a medias sonriendo nerviosamente.

-Ah... ya entiendo, sé de dónde vienes- perdió el aliento cuando él pelirrojo dijo esto -¿Es de una de las ciudades Ucranianas que quedaron devastadas por culpa de esa guerra con Rusia, cierto? Lo lamento, no quise hacerte sentir mal- creyó que pertenecía a esa parte del mundo asediada por la guerra entre esas naciones que ha costado la vida de tantos inocentes antes de que Superman interfiriera y le pusiera fin.

-¿Uh? ¡SÍ, SÍ! ¡justamente vengo de ahí!- no tenía idea de a qué se refería, pero le siguió la corriente para que no sospechase.

-¿Entonces porque estás aquí?- raro se le hacía a Zach que una "Ucraniana" quisiera indagar en un asunto que hasta al momento ha perjudicado a ciudadanos norteamericanos.

-Lo que pasa es que esa banda de malosos le ha causado un fuerte dolor de cabeza a mi primo y quiero que los detengan para que no lo sigan molestando a él y a nadie más- Leni continuó con sus verdades a medias.

-Ya veo. Entonces esos infelices son peores de lo que todos creímos si ya afectan a personas de otros países...- dedujo Zach frotándose el mentón -entonces bienvenida al Daily Planet. Si en verdad quieres detenerlos, ven conmigo. Tengo una pista que tal vez nos conduzca a ellos.

-¡Claro, claro! Guíame y ahí iré- otra vez feliz presionó uno de los botones del ascensor para que bajara, pero este permaneció en su lugar -¿Qué le pasa? ¿Se descompuso?

-Eh... estás presionando el botón que mantiene las puertas abiertas- la corrigió y tocó el botón con el que bajaron -si en verdad eres nueva aquí, entonces te sugiero que no te separes mucho de mí. Aquí las cosas son diferentes de dónde vienes y un mal movimiento podría traerte problemas muy graves- creía que no sabía cómo funcionaban las cosas en suelo Norte Americano y que debería echarle un ojo para que no hiciese nada indebido.

Si tan solo supiera con quién está tratando realmente...

(...)

-Veamos si aquí se siguen usando estas monedas...- Zach miró la moneda que consiguió de esa criminal y luego el enorme establecimiento de Juegos Arcade y demás medios de entretenimiento que estaba delante suyo.

-¿Aquí es dónde los criminales se reúnen para hacer sus planes malévolos? ¡Pero si este lugar se ve de lo más divertido!- para Leni, ese sitio era el equivalente a Disneylandia.

-Uh... no, bueno, eso es lo que vamos a averiguar ahora- la miro desconcertado por tal actitud y le pidió que entrasen.

-¡WAUUU!- soltó un enérgico gemido de sorpresa al ver el interior de lugar, todas las atracciones que tenía, sus luces coloridas y las personas que se divertían a lo grande.

Sentía que acaba de llegar al Paraíso (O al equivalente al Cielo que tienen los Argonianos)

-Bien, Kara. Yo haré unas preguntas y tú echa un ojo si descubres algo misterioso, pero lo más importante es esto- le pasó unas fotografías de los jóvenes que lucharon contra Lincoln -si ves a alguno de estos dos, me lo avisas enseguida, ¿Entendido?

-...- ella no respondió al mantener la boca abierta debido a la emoción que sentía hasta que él colocó las fotos frente a su cara -ah... ¡Entendido, entendido! Te avisaré si veo a estos dos.

Olvido rápidamente el propósito por el que estaba ahí y miró como las personas se divertían haciendo cosas que nunca vio ni en Smalville ni en su planeta de origen.

Puso su atención un joven que bailaba ante una máquina que entonaba una canción pegajosa y que se llevaba los aplausos de las personas cercanas. Quedó maravillada por los pasos de danza que usaba y los diferentes movimientos que hacía con la parte superior de su cuerpo.

-¡PERO QUÉ DIVERTIDO ES ESO! ¡¿Cómo se juega?!- lo vio con un brillo de ilusión en sus ojos.

-Eso es fácil, linda. ¿Ves las flechas en la pantalla? Lo que debes hacer es seguir sus indicaciones pisando con los pies las flechas en la plataforma en la que bailas, ¿Te me unes?

-¡CLARO QUE SÍ!- no lo pensó dos veces y se paró a su lado viendo fijamente el monitor.

-Veamos si me aguantas el ritmo, preciosa- metió una moneda en la máquina y la activo.

Todos los espectadores rieron cómplices al dar por hecho de que ella sería vencida con suma facilidad por ese hábil bailaren que no se ha equivocado en sus pasos en todo el tiempo que ha realizado con maestría los movimientos que le ha impuesto esa máquina de baile.

Solo para compartir el mismo semblante de asombro porque Leni movió las piernas, siguiendo al pie de la letra las flechas de la pantalla, tan rápido que creó las mismas líneas borrosas que hizo antes al sacar dinero de ese cajero automático.

Generando un resultado igual al ejercer tanta fuerza que la máquina no lo pudo soportar más y comenzó a expulsar humo antes de que la pantalla estallara soltando una lluvia de chispas.

-¡ES MÁS DIVERTIDO DE LO QUE CREÍ! Y parece que fui la ganadora, ¿No?- sonrió emocionada sin comprender el daño que hizo (Para variar) y sin percatarse de como la veían los demás.

Siguió curioseando y vio algo que no le resultó para nada de su agrado.

A un niño que con un martillo de plástico golpeaba a unos topos de goma que salían aleatoriamente de unos agujeros de otra máquina.

-¡OYE, NO MALTRATES ASÍ A ESOS POBRES ANIMALITOS! ¡¿QUÉ TE HAN HECHO PARA QUE LES PEGUES ASÍ?!- lo regañó.

-¿Animalitos? Pero si estos topos son de mentira- no comprendía el motivo de su regaño.

-¿De mentira?- usó su Visión de Rayos X para ver cómo eran esas criaturas y el mecanismo interno de esa atracción -¡AH, ES CIERTO, NO SON DE VERDAD! ¿Cómo se juega eso?- enseguida recuperó su entusiasmo infantil.

-Sencillo, solo debes golpear a esos topos cuando salgan de los huecos con este martillo.

-¡Eso también se oye muy divertido! ¿Puedo intentarlo?

-No creo. Ya gasté mi última moneda en esto y no tengo dinero para comprar más.

Leni no podría simplemente aguantarse las ganas de jugar con eso y volviendo a usar su aguda visión buscó monedas para poder usarlas en las atracciones.

Divisó los artefactos que cambian los billetes verdes por monedas. Debido a que todavía cree que el dinero en depósitos parecidos a esos es regalado, fue sin pena alguna a sacar unas monedas al abrir de un jalón las pequeñas puertas de metal que las contenían para regresar con el niño (Que se unió a la larga lista de personas que se han impresionadas por sus hazañas sobrehumanas)

-¿Con esto bastará para poder divertirme?- le mostró las decenas de monedas que tenía en manos y él asintió despacio -¡HA JUGAR SE HA DICHO!- metió algunas en la ranura de la máquina.

Con el mismo martillo que él usó, golpeó a los topos usando la misma velocidad exagerada que ha utilizado varias veces ya sin dejar que ninguno se le escapase, porque para alguien con sus reflejos, este era solamente un juego de niños... ¡Porque es justamente eso mismo! Una atracción para niños y no para... ¿Una adolescente espacial supremamente infantil y despistada? Lo que sea.

Volviendo a generar humo y chispas a la pobre maquinaria, creando más de esas líneas borrosas, hasta que al darle un golpe final al topo que quedaba, terminó por descomponer la atracción.

-¡GANÉ, GANÉ, GANÉ!- dio unos leves saltos de victoria volviendo a ignorar la expresión de asombro que le generó a quiénes la vieron -¿Qué es eso que sale de ahí?- señaló unas hileras de boletos que salían de otra ranura de la ya inservible atracción.

-Uh... son... son unos tiquetes que sirven para comprar cosas en la tienda de regalos y mientras más tengas, más cosas podrás comprar- explicó el niño -podrías... ¿Darme algunos? Ya sabes, por haberte enseñado a cómo usarla- no pasó la oportunidad en querer sacarle provecho.

-¡CLARO, TOMA!- con toda cortesía, Leni le dio al menos la mitad de todos los tiquetes haciendo que sonriese enormemente y fuera a comprarse algo -¿Qué otros divertidos juegos habrán?

Lo que ahora llamó su atención fue un grupo de jóvenes que hacían una competencia ante una máquina que tenía adosada una pera de boxeo y el objetivo es golpearla con todas sus fuerzas.

-¡DEBILUCHO!- hizo mofa el líder del grupo por el resultado de uno de sus amigos -¡¿No hay nadie en este lugar que esté a la altura de un verdadero hombre como yo?!- fanfarroneó al flexionar los bíceps y besárselos.

-¡HOLA!- por poco se cae cuando Leni lo saludó a sus espaldas -eso que hacen se ve muy divertido, ¿Cómo se juega? ¿Cómo puedo ganar?

-¿Quieres probar tu fuerza contra mí, muñeca? ¡JA! No me hagas reír. Una chica tan flaca como tú no está hecha para un juego de machos- la trató de un modo muy despectivo y machista.

-Pero si deseas intentarlo, el objetivo es golpear esa pera con todas tus fuerzas y gana el que consiga la puntuación de potencia más alta, ¿Crees que tienes la oportunidad de vencerme?

-¡PERO QUÉ DIVERTIDO SUENA!- dio unos leves aplausos -¡Claro que quiero intentarlo!- risas de burlas no se demoraron en volverse a escuchar.

-Entonces mira cómo se hace- el presumido tomó posición de boxeador y le dio un potente golpe al objeto generando una puntuación de 950 -tú turno, linda- se cruzó de brazos seguro de que no logrará ni siquiera hacer 50 puntos.

Toda burla murió cuando Kara, imitando la posición de boxeo de él, asestó un puñetazo tan fuerte que no solo reventó la pera, ¡Sino a toda la máquina! Reduciéndola a unos meros trozos de metal deforme que salieron volando como peligrosa metralla en todas direcciones.

-¿Les gané también?- sacudió las palmas de su manos como alguien que se limpia el polvo y siguiendo sin notar como todos a su alrededor la veían creyendo que estaban en un sueño irreal.

Algo más captó su atención, pero esta vez, fue su olfato. Un delicioso aroma que nunca antes ha recorrido sus fosas nasales y que le hizo sorber manteniendo la nariz en alto para intentar descubrir de dónde provenía tal manjar.

Siendo un puesto de palomitas de maíz el origen de ese aroma.

-¡Pero qué comida tan deliciosa! ¿Qué es?- se relamió los labios, deseosa por comérsela ya.

-Se llaman crispetas. Pero llegaste tarde, estas eran las últimas crispetas calientes que quedaban y deberás esperar a que preparen más- contestó una niña comiendo de una bolsa palomitas.

Leni se desilusionó porque quería comer crispetas ya. Examinó la máquina encargada de hacerlas, notando el pequeño horno que calentaba las semillas para hacerlas explotar y que ahora está frío.

La mejor (O sea la peor) solución para el problema y complacer su hambre fue también dedicarle una débil mirada candente para calentarlo y no tuviera que esperar mucho tiempo para comer.

Pero aun dedicándole una pequeñísima porción de su poder, bastó para generar otra calamidad al haber hecho que el horno estallase junto con las palomitas generando una mini avalancha de este salado aperitivo que rodeó a los más cercanos.

-¡CRISPETAS GRATIS!- el niño que le enseñó como pegarle a los topos se tiró sobre ese cúmulo de Popcorn para comerse todo lo que podía mientras hacía el equivalente a angelitos en la nieve.

-¡SON MÁS DELICIOSAS DE LO QUE CREÍ!- Leni se le unió llevándose con ambas grandes porciones.

-¡Y LO SON MÁS CON SAL Y MANTEQUILLA!- el chico le dio estos complementos para que las degustara como se debía y las otras personas no se demoraron en unírseles.

-¡ESTOY ARRUINADO!- el único en expresar algo diferente a alegría y euforia era el dueño del puesto de las crispetas que se llevó las manos a los costados de la cabeza.

Siguió así por más tiempo, divirtiéndose a lo grande, sin contenerse en lo más mínimo, haciendo mil diabluras manteniendo la más ingenua y alegre de las sonrisas, ignorando por completo a los que quedaban en shock por sus descomunales meteduras de pata, ganando más tiquetes y todavía sin acordarse de que su misión en ese lugar era encontrar pistas sobre INTERGANG.

Pero como dice ese viejo y conocido refrán: toda diversión termina tarde o temprano.

-¡WIHI, YUJU, ARRE TORITO, ARRE!- ahora se encontraba montada en un toro mecánico, teniendo en la mano derecha un algodón de azúcar rosado mientras que con la izquierda sujeta las riendas para no caerse -¡MÁS FUERTE, MÁS FUERTE, YUJUJUIIIHHH!- hizo fuertes meneos con sus caderas.

Que como ya pasó varias veces antes, no midió su fuerza, y la pobre atracción no lo pudo tolerar más y comenzó a fallar expulsando humo y luego tornillos, tuercas y demás trozos de maquinaria hasta estallar por completo y que ella saliese volando por los aires.

-¡PERO QUE DIVERTIDOOOO!- siguió gritando dichosa hasta caer parada sin ningún daño -¡¿Qué más haré?!- miró a las demás atracciones (Que si fuesen seres vivos estarían sudando a chorros por el terror que les genera la idea de ser usadas por ella)

Hasta que vio en un puesto de ventas varios premios, incluyendo unos peluchitos. Muy tiernos se les hizo esos falsos animales caricaturescos, hasta que vio un peluche que emulaba a Superman.

Bajó la mirada ya angustiada al recordar lo que él le dijo en esa oficina. Lo último que quería era molestarlo o preocuparlo, porque en verdad lo que más deseaba era demostrarle de lo que es capaz, que realmente está lista para afrontar todo lo que este mundo le ofrece, tanto lo bueno como lo malo, y que ya tiene el suficiente autocontrol de sus poderes para ser una buena súper heroína que lo ayude en su lucha contra las diversas fuerzas del mal.

Y divertirse así de irresponsablemente como niña chiquita olvidando su misión autoimpuesta distaba mucho de lo que quería manifestarle, más bien, era todo lo contrario y le daba a él toda la razón (Y más todavía si se toma en cuenta todas las meteduras que ha hecho hasta ahora)

-Creo que ya es hora de que me ponga los enchufes... no, ¿Cómo era? ¡Oh cierto! Ponerme las pilas y descubra dónde está esa banda de malosos...- gimió decepcionada de sí misma y le dio una mordida a su algodón de azúcar -¡SOLO UNA ÚLTIMA ATRACCIÓN Y YA!

Vio como unas personas salían de lo más felices de un simulador de imágenes. Con su curiosidad nata se metió en ese artefacto y tomó asiento para ver las diferentes opciones que había en la pantalla y las indicaciones que debía seguir.

-¿Qué me ponga estos lentes?- miró confundida las gafas de Realidad Virtual que tenía a disposición y se las colocó -no entiendo para qué sirven si no puedo ver nada- tanteó la pantalla y por accidente tocó una de las opciones.

Las Casa de los Horrores.

Dejó de preguntar para que servían las gafas cuando el asiento se movió simulando estar subida en un vagón de una Montaña Rusa, siendo algo que la maravillo al tener la impresión de que se embarcó en un viaje divertido (Tal y como se supone debe generar esta atracción)

Llegando el momento de la verdad cuando entró al lugar en dónde se supone hay cosas tan aterradoras que la harían gritar como loca y correr haciendo un desastre equiparable al que hizo cuando vio a ese chico disfrazado de araña.

-¡Ese tipo de ve muy gracioso! Parece un lindo perrito gigante- señaló a un hombre lobo que aullaba -¡Ese es incluso más gracioso! Su cabeza cuadrada parece una mesa- río al ver a Frankenstein unido a unas máquinas que al llenarlo de electricidad le hicieron soltar un grito gutural al "cobrar vida"

-¿Qué le pasó a ese tipo que está envuelto en vendas? ¿Sufrió un grave accidente o algo así?- vio extrañada a una momia que lentamente se levantó de su sarcófago manteniendo los brazos extendidos hacia adelante expulsando un gemido de lamento.

-¿Ese tipo comió tanta salsa de tomate que se le sale de la boca?- fue lo que preguntó cuando Drácula apareció ante ella soltando un aterrador rugido dejando al descubierto sus filosos colmillos impregnados de sangre.

-Oh, pero pobre niña... creo que alguien debe hacerle un buen maquillaje para que no se vea tan mal- con mucho pesar observó al engendro del Exorcista que hizo girar por completo su cabeza esbozando esa demoniaca sonrisa que ha aterrado a tantas personas.

-¡Que graciosos se ven esos sujetos! Parecen carneros colorados en un asado- vio a unos diablos que con sus tridentes pinchaban a una pobre alma en desgracia mientras reían malignamente.

Lo que para el humano promedio sería un paseo de lo más terrorífico que le haría tener el corazón en la garganta, para ella solo era otro viaje de "descubrimiento y aprendizaje" porque tampoco comprendía el concepto de monstruos horribles que se han visto miles de veces en las películas.

Aunque de entre tantos seres virtuales que no lograban sacarle aunque sea el más pequeño grito, si hubo algo que la alteró de sobremanera

Y eso fue que del techo cuando bajo un fantasma cubierto por una sábana blanca soltando un grito de espanto cayeron diferentes clases de insectos y alimañas... incluyendo arañas.

-No... no, no, no... Spidors... ¡SPIDORS DE NUEVO, AAAHHH!

Volvió a sentir ese desmedido terror, tanto así, que no pudo evitar expulsar una poderosa ráfaga de Rayos Láser que pulverizó sus gafas de Realidad Virtual y la pantalla en la que se habían manifestado esas imágenes, destruyendo la atracción como lo ha hecho con las anteriores, y saliese corriendo agitando los brazos gritando como loca terminando así su para nada sano momento de diversión.

Para el alivio de las demás atracciones, que tal y como si fuesen personas, suspiraron agradecidas por no tener que lidiar con esa destructora imparable.

Pero, ¿Qué habrá estado haciendo Zach en todo este tiempo?

-¿En serio estos tipos suelen venir aquí?- él había estado interrogando a uno de los empleados del lugar en una de las bodegas, lejos de todo el caos generado por Leni.

-Si, de vez en cuando aparecen para jugar un poco. No digas que yo te lo dije, pero creo que son unos traficantes de personas porque varias veces los he visto hablar con jóvenes sin hogar que frecuentan los alrededores del establecimiento y se los llevan a no sé dónde y esos jóvenes nunca más vuelven a aparecer- dijo en susurró, temiendo que alguien los oyera.

-Interesante... muy interesante- tomó apuntes en una libreta -muchas gracias por su ayuda, amigo. Si los vuelve a ver, llámeme- como si de un reportero profesional se tratase, le dio una tarjeta con su número.

-¿Kara? ¡KARA! ¿En dónde estás? Debemos irnos- llamó a su "compañera investigadora"

-¡AHÍ ESTÁS!- la vio con la espalda apoyada contra una pared respirando agitadamente por los nervios -creo que ya sé cómo opera INTERGANG. Esos rufianes toman a jóvenes de las calles y los secuestran, seguramente para obligarles a... oye, ¿Te pasa algo?- le sujetó un hombro.

-Eh... ¡SÍ, SÍ, LO ESTOY, NO TE PREOCUPES!- contestó apurada y se pasó una mano por la frente para secarse el sudor -qué... ¿Qué has descubierto de esos malosos?

-Sígueme, te lo explicaré afuera. No sabemos si esos locos tengan cámaras y micrófonos ocultos por aquí- miró atentamente las paredes, también temiendo que alguien los pudiera oír.

-Bien... bien, vámonos...- soltó un suspiro y lo siguió -¡Ah, casi lo olvido!- sacó de sus bolsillos los muchos tiquetes que ganó -¿Alguien quiere estas cosas? Ahorita no tengo tiempo para usarlas- las dejó sobre una motocicleta simuladora.

Lo que le causó que los más cercanos soltaran un colectivo gemido de asombro para enseguida tirársele a los boletos y pelearse con uñas y dientes para quedárselos al igual y como lo hicieron las personas que batallaron para adueñarse del dinero que sacó de ese cajero.

No podía irse sin generar un demencial escándalo final, ¿Cierto?

-¿Entonces lo que debemos hacer ahora es esperar a que esos malvados aparezcan por aquí?

-Exactamente, Kara. Si en verdad ellos están secuestrando a jóvenes, con mucha más razón debemos saber dónde es su lugar de operaciones para que no lastimen a más inocentes. Así que sigue manteniendo los ojos abiertos, porque a menos que ellos nos caigan del cielo, no será nada fácil hallar a unos...

-¡Fíjate por dónde vas, enano!- accidentalmente fue chocado por otro joven.

Casualmente, con el mismo ladrón que usó esa arma congelante contra Superman, acompañado de su colega usando unas gabardinas y gorras con gafas negras para que nadie los reconociera.

-Pero qué groseros- Leni los miró molesta por tanta patanería porque siguieron de largo sin siquiera pedir perdón, hasta llegaron a burlarse.

Pero al haberlos visto fijamente usó su Visión de Rayos X descubriendo que son justamente los delincuentes que buscaban, porque bajo esas gabardinas, usaban los mismos trajes azules y las armas que habían usado contra su noble (Y muy paciente) primo.

-Zach... esos son los malosos que buscábamos- habló con una firmeza que nunca antes a usado.

Porque llegó su verdadera oportunidad para mostrar su valía y lo que puede hacer.

-¿Ah? ¿Cómo lo sabes?- él no se había dado cuenta de eso.

-Es que... vi que llevan las armas que usaron contra mi pri... ¡Contra Superman!- esta vez sí se pudo corregir a tiempo (De puro milagro) -sigámoslos- tomó la batuta y comenzó a seguirlos.

-Está... está bien- sin comprender como ella logro identificarlos, caminó a su lado.

-Sabes bien que a la Abuela no le gusta que llamemos la atención de las personas. No debo recordarte lo que le hace a los que no cumplen sus reglas- mientras los seguían con discreción (Otro milagro por parte de Leni) podían oír la charla que tenía ese par.

-¡Bah! Descuida, soy demasiado inteligente para llamar atención indeseada- presumió el joven del arma helada ignorando que estaba ocurriendo justamente eso.

-Eso es, idiotas, guíennos a su escondite- con la cámara de su celular, Zach los filmaba -Kara, tómale fotos- le pasó una tradicional cámara fotográfica.

-Entendido- arrimándose desde la pared en la que se escondieron, ella presionó el botón... tomándose una foto a sí misma por haber sujetado al revés el aparato.

-¡¿Qué estás haciendo, Kara?! ¡Te fotografiaste a ti!- la regañó al agacharse, pero ella no dijo nada al sonreír tontamente, teniendo la lengua afuera y con los ojos rodando en forma de espiral debido al mareo que le generó el flash a tan corta distancia.

-¿Oíste algo?- la ladrona detuvo su andar al escuchar eso, haciendo que el pelirrojo palideciera al creer que serían descubiertos.

-Debe ser tu imaginación- por fortuna, su compañero no oyó nada y continuó caminando.

-Gracias al Cielo... no nos pillaron. Continuamos- Zach tomó la mano de Leni para seguir y ella no dijo nada al seguir atontada (Cosa que francamente sería imposible) por culpa de la cámara.

Hasta que vieron como la maleante se detuvo ante una pared y jaló un interruptor secreto que hizo que se levantara como una puerta de metal al ser una entrada secreta a su escondite por la que ingresaron sin siquiera tomarse la molestia de verificar si alguien los seguía o no.

-Con que ahí se ocultan... ya los tenemos, idiotas- sonrió de medio cerrando los puños.

-A ver... ¿Cómo fue que abrieron esto?- frotándose el mentón, Zach intentó descubrir como abrir la entrada.

Demostrando tampoco tener en verdad mucho sentido común por querer meterse a la boca del lobo en lugar de llamar a las autoridades competentes para que se hicieran cargo del problema. No es tan diferente de su actual colega de investigación.

-Creo que fue alzando esto- Leni se agachó para sujetar con ambas manos la parte inferior de la entrada.

Dejándolo tan impresionado como las personas que la han visto realizar sus proezas al levantar sin ningún esfuerzo la gran loza de metal hasta abrirla por completo.

-Pero-pero-pero... ¿Cómo tú pudiste...?- casi no podía articular palabras por el asombro.

-Pues... ¿Me ejercito todos los días?- era lo único que se le ocurrió decir a la rubia al percatarse de que hizo algo que el humano promedio no podría hacer.

-Mejor... entremos ya- al ingresar, ella soltó la puerta, que era tan pesada, que generó un leve temblor al caer -en serio eres fuerte... ¿De casualidad no comes espinacas todos los días?- quería bromear para superar su sorpresa.

-No, nunca me ha gustado el sabor de esas verduras ni el de... ¿Cómo se llamaban? ¡Ah si! Del brócoli, ¿Cómo las madres obligan a sus hijos a comer eso tan feo?- pero Leni no captó el chiste y por eso no le pudo seguir el juego.

De repente, varias luces los rodearon dejándolos momentáneamente ciegos.

-¡NO SE MUEVAN!- le gritaron varias personas, y cuando sus ojos se acostumbraron, vieron a muchas armas de energía apuntándoles en todas direcciones rodeándolos por completo.

-¡QUÉDENSE EN DÓNDE ESTÁN!- se les aproximaron, no dudando en disparar si hacen un movimiento en falso.

El tiempo para las bromas y escenarios estúpidos y ridículos llegó a su fin.

-Zach...- Leni no pudo evitar apegársele asustada, con el corazón latiéndole a toda potencia.

Tendrá poderes parecidos a los de Lincoln, con los que podría hacer calamidades mil veces peores que una bomba atómica, pero sigue siendo una jovencita que nunca estuvo en una situación de peligro mortal como esta, por lo que reaccionó como lo haría cualquier humana en su lugar.

Una amarga cucharada de realidad.

-No te separes de mí- ejerciendo el rol del "caballero en brillante armadura que debe salvar a la damisela en peligro" Zach puso sus puños en posición de pelea a pesar de estar tan aterrado como ella.

-Bueno, bueno, bueno, pero miren a quiénes tenemos aquí- les habló de repente la Abuela acercándoseles teniendo el cetro en la mano derecha y golpeándolo despacio contra la palma izquierda -¿Por qué estos pequeños ratoncitos curiosos vienen a husmear en la casa de la abuelita? ¿No saben que es de mala educación entrar así a la casa de otros?- los regañó como si de unos niñitos que acaban de hacer una diablura se tratasen y les apuntó con el cetro.

-Kara, sígueme la corriente- susurró Zach -verá, señora, es que oímos que INTERGANG recluta a jóvenes y mi novia y yo venimos aquí a unirnos a ustedes porque nos encanta la labor que han hecho hasta ahora- tuvo la suficiente velocidad de pensamiento para pensar en un pretexto (Por más estúpido y simplón que sea) y rodeó los hombros de Leni con el brazo derecho.

-¿Qué no se supone que estamos aquí para descubrir su base de operaciones y...?- también hablando en susurro, Leni iba a volver a meter la pata hasta el fondo, pero él la cayó con un codazo en el estómago.

La Abuela se cruzó de brazos para verlos fijamente. Enarcó una ceja y la arrugada piel de su cara se contrajo en una mueca con la que decía que no les creyó en lo más mínimo, haciendo que el pelirrojo sonriera nervioso ya sudando como un condenado a muerte (Porque en efecto, podría ser asesinado en cualquier momento)

Pero al mirar a la blonda, entrecerró los ojos y su expresión cambio. De alguna manera, podía notar que era no era una simple chica y que era más que humano.

Averiguará primer de quién se trata antes de ordenar que los exterminen.

-Déjenme decirles cómo trabajamos aquí, mis angelitos- comenzó a caminar lentamente alrededor de ellos haciendo que el camarógrafo se tragase un nudo que se le formó en la garganta.

-Yo busco a los corderitos perdidos que la sociedad a abandonado cruelmente- acarició la mejilla de uno de sus fieles seguidores -los recojo amorosamente bajo mi protección y les doy el poder para que puedan enfrentarse a los horribles males que hay en este mundo- fingió hablar dramáticamente al llevarse una mano al pecho y esbozar una expresión de pesar.

-"Lo que faltaba, que INTERGANG sea en verdad una secta religiosa dirigida por una loca que se aprovecha de los desvalidos y los vuelven sus perros falderos"- Zach no se demoró en comprender que era lo que realmente pasaba.

-Oh... ¿Eso significa que usted es como una de esas monjas que ayuda a los necesitados que viven en las calles y los lleva a un refugio para que puedan tener una mejor vida?- pero a Leni, todo eso que le dijo la anciana le parecía un gesto de lo más altruista.

-Exactamente, mi niña, exactamente. ¿Quién más aparte de mí se preocupa por los jóvenes desamparados de esta ciudad que no tienen nada y lo han perdido todo?- con una sonrisa socarrona, palmeó la cabeza de otra de sus subordinadas.

-Entonces... ¿Todavía desean formar parte de mi familia?- les apuntó con su cetro que volvía a estar rodeado por energía morada.

-¡Claro que sí! Aceptamos- con tal de que no los aniquilen, Zach accedió volviendo a rodear a Leni por los hombros y le tapó la boca para que no dijese otra de sus babosadas.

-Me alegra saber eso, mis nuevos pequeños- suspiró aliviado cuando ella dejó de señalarlos -pero no tienen el aspecto adecuado- confundido quedó ante estas palabras.

-Sus ojos son límpidos y su piel es suave. La vida no los ha marcado como a mis niños- si no fuera porque Zach le había cerrado la boca, Leni seguramente habría dicho que perdió a su mundo y a todos los que fueron importantes para ella ahí.

-Pero eso es algo que puede arreglarse. Niños, alístenlos para su adorada abuelita.

-Entendido, Abuela- dejando las armas a un lado, sus súbitos se dispusieron a descomponerlos a base de golpes para que ella los pudiera moldear a su antojo.

-Kara, ponte detrás de mí- de nuevo ejerciendo el papel de protector, Zach tomó una barra para pelear por sus vidas al saber que no podrá salirse de esto solo con palabras.

Valientemente intentó golpear a uno de los criminales, pero fácilmente lo tumbaron de un puñetazo al rostro y todos esos delincuentes juveniles comenzaron a molerlo a patadas, deleitándose con los gritos de agonía que generaba.

Algo que el noble corazón de Leni dispuesto a ayudar a los necesitados no iba a tolerar.

-¡DÉJENLO EN PAZ!- tan molesta como lo estuvo cuando ayudó a ese ladrón de los "policías opresores" y cuando le gritó al niño que golpeó a los topos de goma, mando a volar de un solo manotazo a varios de los que agredían al pobre camarógrafo.

Si se lo propusiera, podría despedazar de un solo golpe a cualquiera de ellos, pero al igual que Lincoln cuando lidia contra criminales humanos, se contenía y les pegaba conteniéndose porque lo que menos desea es manchar sus manos con sangre y lastimar de gravedad a alguien más... al menos, no intencionalmente.

Limitándose a mandarlos a volar de simples golpes y cayesen como moscas al chocar contra las paredes, viejas atracciones y diversos artefactos de alta tecnología que ellos han hurtado.

-¡¿PERO QUIÉN ES ESA CHICA?! ¡¿CÓMO TIENE TANTA FUERZA?!- preguntó la ladrona con el lanzallamas al sobarse la quijada mientras que su colega y varios más retrocedieron como cobardes al ver que jamás podrán ganarle a base de golpes.

Abuela se limitó a mantener los brazos cruzados y el ceño fruncido por ver como sus "adorables niños" eran vencidos tan patéticamente. Corroboró que ella no es una simple humana, que era algo diferente a todo lo que hay en el mundo y que no podría someter tan fácilmente como lo ha hecho con todos los jóvenes que la adoran tan ciegamente.

Lo que la hizo sonreír ladinamente al pensar en lo que logrará cuándo la vuelva parte de su familia.

-¿Estás bien, Zach?- Leni lo ayudó a pararse después de apartar a todos los que le pegaron.

-Ay... lo estaré...- tosió escupiendo sangre y sobándose la cabeza -pero... tú... ¿Cómo pudiste...?

-Bravo, mi niña, bravo- Abuela dio unos leves aplausos -sin dudas eres mucho más de lo que aparentas y te volverás una importante adquisición cuando te haya moldeado a mi voluntad.

-Niños, déjense de juegos y enséñeles buenos modales- fue una orden para que la atacasen con sus armas de avanzada tecnología.

-¡SERÁ TODO UN PLACER!- todos aquellos que tenían armas escupe fuego le apuntaron.

-¡ZACH, CUIDADO!- por instinto, la rubia lo abrazó protectoramente.

Recibiendo toda su espalda las llamas con la que los atacaron y que reducirían a cenizas a cualquier persona que sea impactada con ellas porque el calor era tan intenso que derritió el piso detrás de sus talones creando una intensa nube de humo.

Que al disiparse los dejó a todos sin habla al revelar a una completamente ilesa Leni que todavía abrazaba a Zach que tampoco recibió daño alguno.

Eso no era todo, sino que su ropa al desintegrarse, mostró algo más asombroso e inesperados (Y no precisamente su cuerpo desnudo en todo su esplendor)

Porque debajo de esas ropas, Leni usaba una camiseta azul oscura de manga corta, falda, capa y muñequeras rojas, y lo más importante, una S dentro de un triángulo invertido tanto en el pecho como en la espalda iguales a las de Superman.

Un genuino traje de súper héroe, en toda letra.

-Gracias al Cielo que el traje que confeccioné en secreto con el mismo material del disfraz de mi primo pudo soportar todo ese calor; que enorme pena me daría andar desnuda por ahí- suspiró aliviada y se sacudió las cenizas en su falda.

-Y como último detalle...- sacó de un bolsillo sus clásicas gafas negras redondas con marco blanco para colocárselas sobre su cabeza.

-¡ES HORA DE DEMOSTRAR LO QUE SUPERGIRL ES CAPAZ DE HACER!- hizo una pose heroica al poner las manos a cada lado de su cintura, intentando verse lo más imponente posible... hasta que las gafas sobre su cabeza se bajaron tapándole los ojos.

Ahora la expresión que todos los que estaban ahí era una de: "¿Esto en verdad está pasando?"

-... ¿Supergirl? Eso quiere decir... ¿Qué en todo este tiempo estuve junto a una súper heroína?- era lo único que a Zach se le ocurrió preguntar al apenas superar su asombro.

Tuvo una noticia de primera plana en literalmente sus narices y no la captó enseguida.

-Zach, quédate ahí y descansa mientras yo me hago cargo de esos bellacos- ella giró un poco la cabeza hacia atrás para dedicarle una sonrisa de seguridad igual a la que esbozaría Kal-El.

Él asintió y sacó su celular para filmar lo que la recién bautizada Supergirl hará a continuación.

-¡ANIQUILEMOS YA A ESA IDIOTA!- cuando superaron el asombro y perplejidad, los lacayos de la Abuela iban a volver a abrir fuego.

Leni, contrario a lo esperado, pudo reaccionar rápido al usar los mismos reflejos que utilizó en las atracciones de ese Arcade al elevarse unos metros en el aire y lanzar esas delgadas líneas Laser con las que destruyó cada una de las armas escupe fuego que ellos usaron antes generando varias explosiones y lastimándoles las manos.

-Sin esas potentes secadoras de pelo ya no se creen tan rudos, ¿Verdad?- sonrió complacida al cruzarse de brazos.

-Tal y como lo sospechaba, tú no eres una humana, eres una... ¿Kryptoniana como el idiota que cuida esta ciudad?- la Abuela volvió a tener los brazos entrecruzados examinando la situación -no, tú eres otra cosa, muy parecida pero a la vez muy diferente...- afiló la mirada frotándose el mentón.

-¿Kryotoniana? ¿Es que usted conoce el planeta de origen de mi primo?- Kara se confundió por sus palabras.

Zach también se desconcertó, pero al saber que Superman tenía una prima de la que nunca antes ha hablado.

-"Si con esto no me ascienden a reportero, no sé que más lo hará"- se guardó esa y muchas otras más preguntas para otra ocasión y continuó filmando.

-Eso no importa ahora. Lo que importa es que tuviste la osadía de lastimar a mis queridos niños. Por lo que la abuelita te impartirá unas valiosas lecciones de modales... ¡AHORA MISMO!

De su cetro expulsó esa energía morada que al dar contra Leni la tumbó generándole el mismo dolor que alguien que mete un tenedor en el tomacorriente. No le dio le dio el chance de reponerse y la volvió a atacar con esa descarga haciendo que chocase contra varias cajas.

-¡ESO ES, ABUELA, BIEN HECHO!- sus seguidores la alentaban, maravillados por la demostración de poder que ella les ofrecía.

-¡KARA!- pero Zach se había horrorizado al creer que vería morir a su compañera de investigación.

Las risas y gritos de júbilo de los integrantes de INTERGANG desaparecieron cuando Leni salió de entre las cajas destruidas, caminando lentamente al tener los brazos extendidos para detener con las manos el poder generado por el cetro de esa anciana rugiendo del dolor y esfuerzo.

-¡ES IMPOSIBLE!- la líder de la organización quedó tan impresionada como sus seguidores y aumentó la potencia de su arma.

Pero Supergirl continuó su paso lento y firme, dispersando en distintas direcciones esa energía morada que al dar contra los artefactos robados los hacía estallar, hasta que al llegar hasta la Abuela sujetó con ambas manos el cetro bloqueando la boquilla de la que salía ese poder.

Lo que generó una explosión que mandó a volar a esa para nada dulce anciana y chocase contra unas cajas tal y como lo hizo con la última Argoniana con vida.

-Auh... auh... esto sí que dolió... tanto como que cuando toqué por accidente esa reja eléctrica el mes pasado- sopló sus manos que humeaban un poco.

-¡ERES INCREÍBLE, KARA!- Zach le puso una mano en el hombro -diría que eres tan fuerte como Superman- su cumplido la hizo sonreír presuntuosa y que volviera a poner las manos en su cintura.

-Pero... ¿Dices ser prima suya? ¿Cómo? Si él dijo ser el último de su especie- entreabrió la boca por no saber cómo explicarse sin revelar más información clasificada.

-¡¿Está bien, Abuela?!- los otros jóvenes fueron a ayudar a su matriarca que también humeaba.

-Lo estaré, mis pequeños corderitos- al incorporarse sobándose la cabeza, le dedicó una mirada de muerte a quién tuvo el descaro de humillarla de esta manera.

-No creas que me podrás vencer tan fácil, mi querida nietecita- sacó un raro dispositivo.

Igual al que usaron esos maleantes para huir de Superman, porque al accionarlo, creó un portal luminoso que encegueció a todos los presentes.

-¡¿PERO QUÉ ES ESO?!- exigió saber Kara tapándose la cara con el antebrazo derecho.

-La verdadera diversión apenas comienza, linda.

Al decir eso, de ese vórtice salieron tres chicas con también trajes pintorescos.

Una era muy alta y corpulenta, con un traje rojo con toques amarillos y visor negro.

Otra usaba poca ropa, como si de una salvaje se tratase, abundante pelo verde desarreglado, con garras filosas y una sonrisa maniática.

Y la última tenía un traje negro que la cubría desde la cabeza hasta los pies, con unas largas bandas de metal flexible alrededor de su cuerpo y a la que no se le podía ver la cara porque algunas de esas bandas plateadas le rodeaban la cara como si fuesen vendas.

-¿Nos llamaste, Abuela?- habló la del traje oscuro con un tono desinteresado.

-Stompa, Mad Harriet, Lashina, esta tontuela quiere jugar duro. Hagan de sus últimos segundos inolvidables- ordenó que la hicieran sufrir de las peores maneras existentes.

-Será todo un placer- la más grande del trío se tronó los nudillos y al caminar generó temblores leves, Mad Harriet creó unas chispas al frotar sus garras entre sí al soltar una demencial carcajada y Lashina hizo un chasquido al agitar una de sus bandas flexibles como un látigo.

-Mi primer día como súper héroe, ¡¿Y ya me estoy enfrentando a súper villanos que me quieren lastimar?!- a la mente de Leni vino lo que Lincoln le dijo sobre que la vida de un héroe no es color de rosas porque en algún momento lidiará con poderosos enemigos a los que no le temblará la mano para exterminarla.

Porque todo lo que vivió hasta ahora solo ha sido la punta del iceberg en la vida que eligió en su infantil afán de quererle demostrar a Superman que puede ser un héroe a su altura y que puede hacer lo mismo que él, aún sin contar con varios de los requisitos fundamentales para lograrlo.

Capítulo dos completado el 07/06/2023.

Eso fue todo por esta vez (De inmediato pongo la tapa de un bote de basura delante de mí para defenderme de todas las cosas que me lanzan)

¡PERDÓN, PERDÓN! En verdad lamento mucho haberme demorado tantos meses en actualizar el primer fic que hice este año. Es que como he estado ocupado en mis otros fics, haciendo capítulos también increíblemente largos y otras cosas, solo hasta ahora he podido continuar con este cuento.

Qué a modo de compensación, lo hice así de grandote (Más de 15 mil palabras :P) mostrando todas las meteduras de pata que Leni hizo al poner el primer pie en Ciudad Metrópolis, ¡Porque por algo el fic se llama así, un caos ambulante! XD

No tienen idea de la risa que me dio escribir todas las babosadas que ella hizo, como casi le generó un infarto a Lincoln de la sorpresa y cuando hace equipo con Zach, ¡En serio es peor que una bomba atómica! Y eso que no ha pasado ni un solo día en esa ciudad.

En cuanto a INTERGANG y la vieja que los dirige... pues si han visto la vieja serie animada de Superman ya entenderán lo que realmente ocurre y quiénes son ellos, y si no, pues lo verán más adelante y como la cabeza hueca de Kara... ¿O la sigo llamando Leni? Que carajos, deberá unir fuerzas con su MUY paciente primo para detenerlos y evitar que hagan una atrocidad que ponga en peligro a todas las personas de Metrópolis... pero si se toma en cuenta lo que ella ha logrado en tan poco tiempo, esa organización de criminales ya no suena a tan mala opción, ¿Verdad? XD

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top