05;
—Llegó tu novio—Natasha apareció a su lado con una sonrisa de burla.
—No es mi novio—la rubia avanzó tratando de ocultar su sonrojo.
—Quisieras que lo fuera—Brandon siguió lo que Natasha había comenzado.
La rubia por su parte los ignoró cuando Steve miró en su dirección, ambos se sonrieron e inconscientemente se abrazaron, cosa que no habían hecho antes. Los agentes de SHIELD que los acompañaban los miraron divertidos. Ambos rubios eran ignorantes a las miradas cómplices que se daban las otras tres personas que los acompañaban, hubiesen seguido en su pequeña burbuja si Phil no hubiese hablado.
-—Agente Romanoff, agente Brandon, él capitán Rogers—los presentó Phil.
—Capitán.
—Empezaron el rastreo, te necesitan en el puente—Brandon se dirigió a su hermano.
—Allá nos vemos.
Phil y Brandon se alejaron de ellos para atender otros asuntos.
Por otro lado Alaia siguió a Steve y a Natasha en silencio, mientras hablaban de lo emocionante que fue encontrar a Steve en el hielo. Más adelante de ellos la rubia reconoció al doctor Bruce Banner luciendo algo perdido, casi se podría decir que era como un cachorro perdido.
—Doctor Banner—Steve fue el primero en saludar llamando la atención del hombre.
—Hola, me dijeron que vendrían-tomó la mano de Steve sacudiéndola y miró a Alaia que lo saludó con un asentimiento de cabeza.
—Dicen que puede encontrar el cubo.
—¿Qué más dicen de mi?
—Solo me importa eso.
—Señorita Stark, el señor está al teléfono—la voz de Jarvis en el intercomunicador que tenía la distrajo de la conversación.
La rubia miró como los demás se alejaban para mirar por el borde de la pista de aterrizaje así que se alejó unos cuantos pasos para poder contestar la llamada de su tío.
—¿Dónde estás?—fue lo primero que preguntó el mayor cuando contestó.
—Estoy en SHIELD—la nave comenzó a moverse indicando que ya iban a despegar—, tengo que irme, hablamos después.
—No vayas a colgar Alaia St...
Alaia se quitó el intercomunicador y se reintegró a los demás cuando iban a ingresar a la nave, Natasha iba frente a ellos guiándolos por los pasillos, Alaia iba tras Steve y Bruce saludando a los agentes que la saludaban. Aún tenía cierta duda sobre el cubo y lo que SHIELD estaba planeando hacer con el, de verdad estaba comenzando a pensar que no debía estar ahí pero ya no podía retractarse.
Cuando llegaron al punto de reunión Alaia se quedó de pie cerca de la mesa esperando a que Fury le diera alguna orden, aunque no confiara mucho en las circunstancias Fury era el director de SHIELD y ella trabaja para SHIELD. Sus ojos fueron a parar en Steve cuando lo vio adentrarse más en el puente y decidió acompañarlo, después de todo la orden de Fury había sido ayudar a que Steve se adaptara.
—Hey—el rubio le sonrió al verla.
—Pensé que no te vería aquí—admitió él.
—Si, fue difícil escapar del dragón que cuida la torre—bromeó—, necesitaba de mi príncipe en brillante armadura.
—No sé sobre la armadura, pero con gusto podría ser tu príncipe.
Sus ojos hicieron contacto y por un momento Alaia olvidó donde estaban y que se supone que debían hacer hasta que Fury la llamó.
—Supergirl, ¿Podrías ayudar al doctor Banner?—la rubia asintió de inmediato—Te dejare saber si te necesitamos.
La chica volvió a asentir y abandonó la sala siguiendo a Natasha y al doctor Banner, dejando atrás cualquier pensamiento que no fuese sobre el cubo y como encontrarlo.
Estuvo en el laboratorio con el doctor Banner por varias horas, casi estaba anocheciendo cuando Brandon apareció por la puerta del laboratorio con una expresión seria. La necesitaban.
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Stuttgart, Alemania
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El viento sacudía su cabello en diferentes direcciones mientras volaba frente al quinjet donde viajaban Natasha, Steve y Brandon. Después de ser avisada de la ubicación de Loki había salido casi de inmediato, la rubia quería acabar con aquel problema de una vez y aunque le parecía algo sospechoso que Loki fuese tan descuidado, no iba a ignorar una oportunidad de atraparlo.
Cuando alcanzó el lugar donde estaba su objetivo pudo ver a mucha gente arrodillada y un hombre mayor de pie desafiando, dando la señal Steve saltó frente al hombre protegiéndolo del disparo. Alaia se mantuvo en el aire esperando por su señal, Fury le había dado instrucciones de intervenir solo si era necesario.
—Sabes, la última vez que estuve en Alemania y vi un hombre imponiéndose a todos los demás—Steve comenzó a caminar entre la gente—, acabamos discutiendo.
—El soldado, el hombre del pasado—el asgardiano se puso de pie—, Supergirl, la chica de acero—su mirada subió hasta la rubia.
El quinjet apareció tras Alaia y la voz de Natasha pidiendo que desistiera se escuchó por todo el lugar, pero claro que no sería tan fácil. Loki apuntó hacia el quinjet con su arma y disparó, Alaia de inmediato se puso en la trayectoria evitando que el quinjet o algún edificio fuera dañado. Después de asegurarse que todos en el quinjet estuvieran bien descendido cuando Loki logró quitarle el escudo a Steve, sin pensarlo mucho golpeó al asgardiano alejándolo del soldado enseguida.
—Lo pediré nuevamente, desiste.
Loki se levantó del suelo y atacó a la rubia con su cetro mandándola a volar en dirección contraria, cuando la rubia se levantó del suelo dispuesta a acabar con él una música la detuvo, Tony había llegado. El mayor de los Stark aterrizó frente a Loki después de haberlo dejado en el suelo.
—Tú decides, rey de los renos.
—Viniste—la rubia llegó a su lado cuando Loki se rindió.
—Claro que vine, no podía dormir.
—Señor Stark—lo saludo Steve.
—Capitán.
Mientras Natasha y Brandon se aseguraban de llevar a Loki al quinjet Alaia se aseguro de revisar a las personas, ver que nadie estuviera herido. Steve la observaba desde el quinjet, Tony notó enseguida la mirada del soldado en su sobrina y en ese momento las cosas se hicieron claras para él. Su sobrina había estado mucho tiempo en SHIELD últimamente y Steve Rogers estaba con SHIELD, era claro que ambos se veían seguido.
Una vez se aseguró que todos estaban bien Alaia regresó al quinjet donde ya estaban todos listos para despegar, su tío la miró divertido y la rubia lo miró confundida en respuesta. Ya estaban en el aire cuando Fury contacto con ellos y Steve comenzó a sospechar.
—No me gusta.
—¿Qué el profeta se haya rendido?
—Fue muy fácil—la menor de los tres se integró a la conversación.
—Antes no era tan fácil.
La mirada de Steve se detuvo por más de un segundo en la rubia y, claro, Tony lo noto enseguida.
—El tipo es muy poderoso—continuó el soldado.
—Eres muy ágil para ser tan viejo.
—Tony—regaño la rubia al escucharlo.
—¿Qué haces? ¿Pilates?—ignoró por completo la mirada reprobatoria de su sobrina.
—¿Qué?
—Es como calistenia—la rubia se dio por vencida—. Quizá te perdiste algunas cosas en tu tiempo de paleta.
—Oh, Dios—Alaia lanzó otra mirada reprobatoria a su tío.
—Fury no me dijo que lo llamó—Steve decidió ignorarlo.
—Si, Fury no te dice muchas cosas.
—Si Fury me llama el molesto viene conmigo—la rubia intervino nuevamente en la conversación.
Como por arte de magia varios rayos aparecieron de la nada, parecía una tormenta eléctrica pero Alaia no se confiaba.
—¿Te asustan los rayos?—preguntó Steve a Loki.
—No me encanta lo que sigue.
Cuando el quinjet se sacudió y el sonido de algo cayendo sobre ellos llegó a sus oídos todo los recuerdos de cuando era una niña en Krypton llegaron a ella. Había leído sobre los hijos de Odín, y claramente recordaba al dios del trueno entre ellos, pero nunca pensó que iba a tener que enfrentarlos.
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