Las vacaciones

La primera parada de las vacaciones no pudo haber sido un mejor lugar: Se habían detenido en un planeta que consistía de un enorme "tubo de agua" que serpenteaba por todos lados, contenido por banderines y anillos de diversos colores. Mario y Luigi identificaron la galaxia de inmediato.

Luigi: ¡Mario! ¿Sabes donde estamos?

Mario: ¡Por supuesto! Es la galaxia surf, el abuelo solía contarnos historias de este lugar. ¡Ven, vamos a ver si aún conserva ese récord!

Ambos salieron corriendo a la tabla de récords que estaba a la par del podio. Al llegar, notaron que el primer lugar le pertenecía a "Mario Bros." Tal parecía que aún después de todos estos años, su abuelo seguía poseyendo el récord. Estaban discutiendo sobre si deberían intentar batir ese récord cuando Yoshi se les acercó.

Yoshi: Heyyy Mariooo... ¿Se te apetece una carrera? Ya sabes, para decidir de una buena vez quien es el mejor de los dos.

Mario: No lo se Yoshi, ¿Destrozarte en esta carrera cuenta como maltrato animal?

Ambos se echaron a reír, al igual que Luigi; a Yoshi le agradaba cuando Mario se ponía arrogante por bromear. Ambos hablaron con el encargado y fueron a cambiarse. El resto del grupo simplemente se sentó a observar la carrera.

Daisy (A Rosy): ¿Sabías que esto iba a suceder?

Rosy (Haciéndose la inocente): Nop, no tenía ni idea. Sólo pensé que visitar esta galaxia despertaría un poco el instinto competitivo de Mario, pero era sólo un pensamiento.

Daisy : Siii, un pensamiento.

Mario y Yoshi finalmente salieron de los vestidores y se dirigieron a la salida. Ambos montaron sus respectivas mantarrayas. La señal de salida sonó y comenzó la carrera. El grupo apoyaba a ambos por igual, por lo que en ese sentido estaban parejos. A ambos les costó un poco acostumbrarse a las mantarrayas, eran completamente distintas a una tabla de surf convencional. De los dos, Yoshi era el más agresivo, cortando curvas y metiéndose en el camino de Mario.

La carrera era intensa, pero llegando a la meta se puso peor. Ambos se empujaban mutuamente, parecía que iba a ser un final de fotografía, cuando sin previo aviso, Mario se hizo a la orilla y saltó de la pista. Todos se sorprendieron, ¿que le había pasado? Yoshi no se quedó a averiguar por supuesto, pero siempre manteniendo "un ojo abierto" por si acaso. Y vaya si no tenía razón, de la nada Mario saltó de quién sabe donde y voló por encima de la cabeza de Yoshi, llegando primero a la meta y derribando a nuestro querido dinosaurio.

Todos comenzaron a vitorear su nombre mientras ayudaba a Yoshi a ponerse de nuevo en pie.

Yoshi: ¿Qué rayos hiciste?     
 
 Mario: Ya sabes, tomé un atajo.

Ambos comenzaron a reír. Al salir de la pista, Rosy se acercó corriendo a ambos.

Rosy: ¡Mario! ¿Ya viste la tabla de records?

Mario no esperó a que dijeran otra palabra y salió corriendo a la tabla. Al llegar notó que habían dos Marios en los dos primeros lugares. El segundo lugar tenía el tiempo de su abuelo, lo que sólo significaba una cosa.

Mario (gritando eufórico al espacio): ¡Ves eso universo, hay un nuevo rey del mantasurf y su nombre es... bueno sigue siendo el mismo que el del anterior poseedor del récord pero es una persona completamente distinta!

Todos comenzaron a reír, al igual que Mario. Rosy tenía razón, unas buenas vacaciones si que habían ayudado a levantarle el ánimo.

Mario (A Rosy): ¿Y bien capitana, cuál es el siguiente destino?

Rosy (Soltando una risita): Oh, ya verás.

La siguiente parada del grupo fue en la galaxia Troncos Huecos. Todos se lanzaron del super tobogán del arbolón más de una vez. Aunque en el caso de Mario y Luigi una vez bastó, digamos que el lugar les traía malos recuerdos. El resto del día se lo pasaron caminando entre los bosques y escalando los árboles.

Al día siguiente, pararon en la galaxia Nieve y Lava, donde se divirtieron haciendo estatuas de nieve y haciendo guerras de bolas de nieve. Mario sugirió pasar a la parte más "candente" de la galaxia pero el grupo no estaba muy seguro. Mario terminó aceptando la decisión, después de todo, no todos disfrutaban tanto los ambientes cálidos como él. 

Al terminar el día todos regresaron al observatorio exhaustos.

Rosy : Muy bien, la próxima será la última parada antes de regresarlos a casa.

 Todos alegaron la decisión, pero finalmente la aceptaron. Tarde o temprano tendrían que regresar y además, ya habían invadido la casa de Rosy por suficiente tiempo.

Mario: ¿Y, dónde será la última parada?

Rosy (Sonriéndole): En la galaxia Arenas Blancas.

Mario no pudo evitar devolverle la sonrisa. De todas las galaxias que había visitado, esa era su favorita. Solía ir allí sin ningún motivo y fingir que estaba de vacaciones. Además, le recordaba mucho a la isla Delfino, un lugar al que solía ir de vacaciones con su familia cuando él y Luigi eran niños. Al parecer, su abuelo también había ayudado a esta isla, y pues, les debían mucho a él y su familia, por lo que cada vez que llegaban recibían un trato preferencial.

Todos se regresaron a sus habitaciones para descansar, mañana sería un gran día. Todos estaban emocionados, a excepción de Mario y Rosy, quienes estaban nervioso por diferentes motivos. Después de mañana quien sabe cuando volverían a verse, por lo que era su última oportunidad para confesar sus sentimientos. Aunque ninguno de los dos sabía cómo. En el caso de Mario, aún tenía dudas de si hacerlo o no; y en el caso de Rosy, su plan se había ido a la basura en el momento en que estas vacaciones se convirtieron en vacaciones de grupo. Debía encontrar la manera de tener un momento a solas con Mario, pero no sabía cómo hacerlo sin que fuera tan obvio, más por el resto del grupo que por él.

Mientras, Mario entró a su habitación y se volvió a asustar. Geno estaba sentado en su cama, como observándolo ¿quién lo había sacado de su gabeta? Esto se ponía cada vez más raro. Mario tomó el muñeco, lo puso en la gabeta donde estaba, hecho llave y guardó la llave en el bolsillo de su pantaloneta. Se puso su pijama y se acostó, evitando pensar en todo lo raro del viaje. Y aunque estaba seguro de que nada raro iba a pasar, una parte de él no podía parar de decirle que había sido un error no traerse su traje y sus power-ups con él. 

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