Capítulo 1.

Casidy Jones.

Las bombas aún caían en la ciudad y en el campo no había exepcion, todo se estaba volviendo cada ves un caos. Mi padre y mi madre decidieron que por el bien de la familia vivieramos en el campo creyeron que las bombas no caerian serca de allí, se equivocaron, la primera bomba dejó paralítico a mi hermano mayor, la segunda bomba mató a mi padre y la tercera pues esa no nos hizo nada pero destruyó nuetro hogar, así que tuvimos que volver a la ciudad a la casa de mi abuela, los días desde que mi padre había muerto y mi hermano quedó en silla de rueda no fueron fáciles, mi madre tenía que trabajar y yo también, mi abuela cuidaba a mi hermano pero el muy terco no sé dejaba ayudar, decía que el podía pero los dos sabíamos que no era así.
  Esa mañana me levanté a acompañar a mi madre a ir de compras al centro de la cuidad, donde estaba el mercado ambulante, a mi madre siempre le amargaba ir de compras por que le recordaba a mi padre, el y ella hacien eso y muchas otras cosas juntos. Nos montamos en la camioneta de mi padre y ella condujo hacia el centro de la cuidad.

-Hija yo iré por las coles y los tomates y tu ve por la carne y el agua- dijo mi madre casi llegando.

-Si mamá- respondí viendo hacia la ventana.

Llegamos y cada una sé fue en busca de los alimentos para un mes más, pasaron aproximadamente unas dos horas desde que estábamos allí y ya era hora de volver, pero el llamado de un soldado nos detuvo.

-¡Atención, todos vengan con migo el general Richardson quiere hablar con ustedes!- exclamó el soldado que parecía ser un novato ¿cómo lo se? Pues no tiene ningún rasguño y parece recién llegado.

Todos fuimos al gran salón, es decir el único salón que quedaba estable desde que las diez bombas cayeron allí y en el campo, ese salón lo usábamos para las reuniones de los pocos abitantes que quedábamos en esa ciudad en ruinas.

Entramos al salón y allí estaba el general junto a cuatro soldados más.

-Se preguntaran ¿por que los he convocado?- dijo el general cuando ya todo habíamos entrado al salón.
-Como ustedes saben la guerra ha empeorado, así que los científicos que trabajan para nuestro Gobierno, ha decidido habrir el proyecto super humanos. Este preoyecto consiste en hacer experimentos en adolescentes y luego en soldados ¿por que los adolescente? Por que si ellos sobreviven los soldados sobrevivirán, así que estoy aquí para llevarme a sólo un adolescente de aquí, puedo observar que ya ahí varios adolescente presentes, vamos hijos si se postulan, sus familias tendrán protección y dinero.

"Protección y dinero" me dije a mi misma "si lo hago la familia estaría bien pero podría morir"

-¿Cuantas posibilidades hay que los experimentos salgan bien?- pregunté levantando la mano.

-Las posibilidades son muchas muchacha- respondió el general.

Yo mire a mi madre, la abrace y en su oído dije.

-Te amo mamá.

-No pienses...- la interrumpi.

-Yo me postuló- dije apartando la mirada hacia ella para mirar hacia el general.

Inmediatamente dos soldados se acercaron a mi y me llevaron hacia el general mientras otro soldado sujetaba a mi madre que lloraba y gritaba desesperada.

-Muy bien jovencita, eres muy valiente- dijo el general acariciando mi cabello.

-Si todo sale bien ¿podré volver con mi familia?

-Si, si todo sale bien volveras con tu familia.

-Algo me dice que no confíe en usted pero mi familia nesesita lo que ofrece así que lo haré, confiare en usted.

-Muy bien jovencita ya es hora de irnos.

-Pero aún no me he despedido de mi madre.

-Ya no hay tiempo.

Un soldado tomó mi brazo y me llevó a una abitacion, allí se encontraba un mujer vestida de soldado y en su mano derecha tenía una pequeña jeringa, otro soldado entró cerró la puerta detrás de el, yo por instinto intente resistirme pero la mujer logró inyectarme la jeringa en el cuello y allí desmayandome.
  Desperté y salte de la cama al ver que había un muchacho observandome.

-¿Quién demonios eres?- pregunté muy enojada y asustada.

-Veo que al fin has despertado, creímos que habías muerto- dijo la misma mujer de la jeringa pero ahora vestida de una especie de mameluco femenino.

-¿Cuanto tiempo dormí?

-Tres días y hoy es el día de los experimentos así que vístete y ustedes mocosos salgan que a ustedes también les toca los experimentos.

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