Una boda encantadora

El chico acomodaba constantemente su traje, tratando de disipar sus nervios mientras esperaba en el altar.

Su amigo sonrió.

—Tranquilo Bro, la espera ya está por terminar. -Denki le acomodó la corbata. —Ay... Mis dos polluelos se están por casar. -El rubio se secó unas falsas lágrimas.

Sero bufó.

—El niño del grupo eres tú, así que cállate. -Kaminari rió y volvió a su puesto.

La marcha nupcial comenzó y todos los presentes se pusieron de pie.

Mina entró del brazo con su padre.

Su vestido era hermoso, ajustado y corto, con una gran cola que se arrastraba mientras ella caminaba con firmeza hacia su amado.

El señor Ashido le sonrió a Sero.

Los ojos de los dos enamorados parecían brillar cuando al fin estuvieron frente a frente.

El cura carraspeó un poco.

—Queridos hermanos, hoy estamos aquí reunidos...

La boda fue asombrosa.

Las chicas y Midoriya terminaron llorando como bebés.

Tal vez algunos digan que Kaminari también lloró mucho, es mentira.

Se encontraban en medio del banquete, el rubio compartía su mesa con Bakugo, Todoroki, Midoriya, Iida y Uraraka.

—Oye Bakugo... -Susurró Denki lo suficientemente fuerte para que sólo su mesa lo escuchara. —Ese lindo DJ no te quita la vista de encima.

Izuku reprimió una risa.

—Pensé que era el único que lo había notado.

—Yo también lo noté. -Agregó Uraraka.

Kaminari le dió una mirada rápida y se giró sonriente hacia un Bakugo con el ceño fruncido.

—Es bastante guapo, aprovecha la ocasión. -Le dijo guiñando un ojo.

El DJ era pelirrojo y parecía que tenía una sonrisa plasmada en su rostro las veinticuatro horas del día, mostrando alegremente su dentadura similar a la de un tiburón.

—Además parece un chico fuerte... Mira como se le ajusta el traje a sus músculos, creo que ya estoy babeando... -Iida frunció el ceño al escuchar a su novia. —Tranquilo, tú también estás bien dotado y me gustas más.

—¿Pueden dejar de fastidiar malditos extras? -Les dijo el de ojos rubí con un tono que pretendía ser enfadado, pero el ligero sonrojo en sus mejillas no pasó desapercibido.

Midoriya le sonrió dulcemente.

—Podrías ir a hablar con él Kacchan, no pierdes nada con intentarlo. -El pecoso lucía totalmente angelical mientras le sonreía de esa forma.

Bakugo bufó.

—Lo dice el que casi llora cuando le sugerí hablar de sus sentimientos con el bastardo mitad y mitad. -Izuku se sonrojó completamente y ocultó su rostro con sus manos.

Todoroki acarició los rebeldes rizos de su novio.

—¿Te pusiste muy nervioso Izu? -Preguntó.

Uraraka y Denki ya se encontraban sacando sus teléfonos para capturar ese bello momento de la pareja.

Se escuchó un carraspeo a través de los parlantes y todos se giraron hacia el escenario, donde Sero sostenía el micrófono y sonreía nervioso.

—Bueno... Primero que nada quiero agradecerles por estar hoy aquí, es uno de los días más felices de mi vida y me alegra poder compartirlo con ustedes. -Centró su mirada en Mina, que estaba sentada mirándolo con una sonrisa llena de amor. —Mina... No sé cómo expresarlo correctamente pero... Gracias, gracias por aceptar compartir tu vida conmigo, gracias por siempre estar ahí para mi, gracias por amarme tanto como yo te amo y... Gracias por hacerme el hombre más feliz.

Mina sollozó un poco.

—Te amo Mina, y siempre te amaré.

Todos vitorearon y felicitaron a la feliz pareja.

—Bueno... Si alguien más quiere decir algunas palabras. -Sero miró hacia quien, obviamente, quería hablar.

Kaminari alzó su mano y captó la atención de todos.

—¡Por supuesto que yo hablaré! -Se levantó con torpeza y se dirigió al escenario, arrebatándole el micrófono al chico. —¡Hola todos! Para los que no me conozcan, cosa que está muy mal, soy Kaminari Denki, el mejor amigo de éstos dos tortolitos, puede afirmar sin titubeo alguno que yo estuve presente desde sus inicios. -Sero había vuelto a su lugar, al lado de su esposa, Denki les sonrió. —Fui el primero en saber de sus sentimientos, ¿Saben lo difícil que fue no intervenir a pesar de saber lo mucho que se gustaban? Que conste que yo hubiese hecho de Cupido sin problemas pero alguien... -Carraspeó y en medio de la tos se escuchó claramente un "Midoriya" —No me permitió hacerlo, aunque bueno, por supuesto que hice de las mías para que adelantaran el proceso, como dejarlos sólos o darle a Sero el empujoncito necesario para que invitara a la bella dama al baile. -Mina le tiró un beso y Denki lo atrapó para colocarlo en su corazón. —Por eso, para mi también hoy es un día muy especial, porque sé que ahora mis queridos amigos encontraron la felicidad, sé que tienen un amor puro y sincero, felicitaciones mis pequeños polluelos, finalmente lo lograron. -Les guiñó un ojo y todos comenzaron a aplaudirlo. —¡Todos aquí tienen pareja, sólo faltamos tú y yo Bakugo! -Agregó antes de bajar.

Se escuchó como claramente el rubio de ojos rubí le gritaba algo como: ¡Muere!

Denki se acercó a la cabina del DJ para entregarle a éste el micrófono.

—Lindo discurso. -Le dijo el pelirrojo.

Kaminari sonrió.

—Lo sé, todo lo hago bien. -El chico rió un poco.

—Soy Kirishima. -Se presentó sonriente.

—Oh, mi amigo, ese rubio gruñón, se llama Bakugo, luego te lo mando. -Le guiñó un ojo y el DJ se sonrojó por completo.

—¿L-lo notaste? -Kaminari soltó una carcajada y se fue sin responderle.

Cuando llegó a su mesa todos lo miraban con curiosidad.

—¿De qué hablaste con el DJ? -Indagó Uraraka.

El rubio se tomó el tiempo de servir agua en su vaso y tomarla antes de responder.

—De lo bueno que soy para dar discursos. -Contestó con simpleza.

La fiesta había comenzado, todos se encontraban en medio de la pista, bailando, riendo y, por supuesto, tomando alguna que otra copa.

En la mesa sólo quedaban Bakugo y Kaminari.

—Oh es un buen DJ. -Mencionó el de ojos dorados. —Aunque yo quiero escuchar una canción en específico, ¿Puedes ir a pedirla por mi?

Bakugo frunció el ceño.

—¿Y por qué no vas tú? -Preguntó con molestia.

Denki llevó las manos a su estómago.

—Es que comí demasiado, y si quisiera levantarme probablemente termine vomitando todo el lugar, sabes que soy capaz. -Le dijo, haciéndole recordar esa fiesta en la casa de Sero.

Katsuki chasqueó la lengua.

—Está bien, dime tu dichosa canción e iré.

No fue tan difícil de convencer.

Kaminari le dijo una canción al azar y vió sonriente como su amigo se dirigía hacia el DJ, que lo miraba embobado.

—Bueno, ya hice mi trabajo, creo que yo también iré a beber algo. -Se dijo a si mismo mientras se levantaba y se dirigía a la barra, se sentó allí y bostezó un poco.

—¿Qué puedo ofrecerle? -Kaminari había sacado su teléfono para revisar sus redes sociales, por lo que ni siquiera alzó la vista.

—Cualquier cosa que tenga vodka me hará feliz. -Mientras compartía memes pudo escuchar el tintineo de botellas y al rato, frente a él, había un pequeño vaso con un líquido color azulado.

Se le hacía curioso por lo que lo tomó con rapidez y alzó su cabeza para agradecer.

—Graci... -Sus ojos se toparon con un chico alto y de cabellera morada más alborotada que la de Midoriya, lucía cansado pero muy, muy atractivo. —as... -Terminó después de tragar saliva.

El pelimorado sonrió de lado.

—Cuando gustes. -Lo miró un corto lapso de tiempo y después agregó:—Tú diste ese discurso, tu nombre era... ¿Kaminari?

Denki asintió alegremente y bebió el shot de un sólo trago.

—Así es, Sero sabía que yo deseaba hablar en su boda y me concedió ese deseo, tan buen Bro... -El chico volvió a prepararle la misma bebida y Denki se percató de algo. —¡Desde aquí puedo ver claramente a Bakugo!

Kaminari sacó su teléfono y sacó algunas fotos en las que se veía a Kirishima y Bakugo hablar.

—Oh, lo publicaré en mi Instagram. -Sonrió y le puso un filtro de corazones a la foto. —"Otro trabajo bien hecho" Bakugo me asesinará cuando lo vea.

Terminó su segundo trago.

—Es raro que Kirishima coquetee con alguien, siempre rechaza todas las insinuaciones y ahora él es el que las hace. -Mencionó el barman mientras apoyaba su codo en la barra y reposaba la cabeza en su propia mano.

La distancia entre ellos se había acortado y Denki disfrutó de la vista.

—¿Se conocen desde hace mucho? -Preguntó el rubio para sacar tema de conversación.

—Así es, el frecuenta la cafetería en la que trabajo, como andaba corto de dinero me consiguió éste otro trabajo. -Explicó el pelimorado, que se vió sorprendido al ver que había revelado tanta información a alguien que apenas conocía.

—Me he dado cuenta de que no sé tu nombre. -El rubio ladeó un poco su cabeza y sonrió.

—Shinsou Hitoshi. -Respondió el otro.

Kaminari extendió su vaso vacío.

—¿Me sirves otro Shinsou?

Hitoshi sonrió y volvió a preparar la bebida.

—¡Denki, amor mío, ven a bailar! -Gritó Mina a unos metros de la barra, concretamente entre la pista de baile y la zona de las mesas.

—¡Ya voy mi bella dama! -Respondió con el mismo entusiasmo el rubio. —La gente quiere ver mi talento en el baile, así que debo irme Shinsou. -Se levantó de un salto y sintió como comenzaba a hacerle efecto los cinco shots consumidos. —No te preocupes, ya vuelvo. -Le guiñó un ojo y corrió hacia su amiga.

Había bailado con tantas personas que ya había perdido la cuenta, ¿En qué momento soltó a Uraraka y se fue con Tsuyu?

—¡Me dio sed! -Dijo el rubio mientras le entregaba la dama a Tokoyami.

Llegó a la barra que ya estaba algo llena y se ubicó al lado de una chica conocida.

—¡Jirou, ¿Cómo estás?! -Exclamó con entusiasmo.

La chica bebió un poco más de vino.

—Me di cuenta de algo... -La chica acercó aún más a Denki y le susurró en el oído. —Creo que me gusta Yaomomo.

Kaminari estalló en carcajadas.

—¿De en serio recién lo notas? -Preguntó entre risas.

La chica lo golpeó fuertemente en la cabeza.

—¡Sí y siento que voy a morir! -Exclamó totalmente sonrojada.

En ese momento Shinsou hizo aparición.

—¿Qué quieren tomar?

Denki le sonrió.

—Sorpréndeme. -Le dijo sin borrar su sonrisa.

Jirou pidió más vino y Shinsou se puso manos a la obra.

—¿Te acuerdas cuando me gustabas en el instituto? -Preguntó con nostalgia Denki.

Jirou bufó.

—Recuerdo que intentabas coquetearme en cada oportunidad que tenías. -Kaminari rió.

—Bueno, como siempre te observaba noté la forma en que mirabas a Yaoyozoru, en ese momento me quedó más que claro que nunca tendría una oportunidad contigo. -Las mejillas de la chica se encendieron.

Shinsou les entregó sus bebidas y les dió una mirada curiosa antes de ir a atender a otras personas.

—En ese momento tú te volviste un playboy total. -Dijo Jirou con una sonrisa.

Shinsou estuvo a punto de tirar una copa.

—¡No me recuerdes esa tenebrosa época! Mi crush resultó ser homo, estaba un poco frustrado. -Dijo con un puchero.

La chica rodó sus ojos.

—Dices eso pero tú también resultaste ser homo, y ahora que lo menciono... ¿Soy yo o Mina está tratando de que Tetsutetsu y tú...?

Denki abrió los ojos y tapó la boca de Jirou.

—¡Dios sí!¡No me importa que ella sea una recién casada, la golpearé si vuelve a insinuar que me vaya con ese imbécil! -La pelinegra se soltó de su agarre y comenzó a reír.

—¿Ella no sabe que él y tú...? -Nuevamente, Kaminari tapó su boca.

—¡Deja de hacerme recordar épocas oscuras o lloraré! -Hizo un puchero.

Jirou lo empujó.

—Hablas como si hubiera pasado hace muchos años, fue en el cumpleaños de Todoroki... Hace cinco meses.

Kaminari suspiró, esa se había convertido en una fiesta muy loca luego de que Sero trajera esas infernales pastillas.

Denki sintió una punzada en su nuca y se giró instintivamente.

—J-jirou. -El rubio hizo una mueca. —Es mejor que vayas con Yaomomo, me está mirando como si estuviese pensando que sicario sería bueno para contratar así me mata.

La pelinegra se sonrojó.

—Yo... -Denki le dió un fuerte empujón.

—¡No seas cobarde Jirou, ve y enfréntate a ella! -La chica asintió y comenzó a dirigirse hacia su amada. —¡Si se casan quiero ser el padrino!

Jirou le mostró el dedo corazón y se perdió entre la multitud.

Kaminari suspiró y al fin disfrutó su trago, éste parecía un licuado, sólo qué tenía el característico sabor a alcohol.

—¿Siempre haces eso? -El rubio se giró sorprendido hacia Shinsou, quien ahora estaba frente a él, apoyado en la barra.

—¿Qué cosa? -Preguntó antes de darle otro sorbo a esa bebida.

Hitoshi lo miró atento.

—Ayudar a tus amigos con sus problemas amorosos.

Denki sonrió.

—Ser el que dió el empujoncito necesario para que una pareja se concrete es algo increíble. -Explicó alegremente. —¡Quiero otro!

Kaminari ya había bebido mucho y lo peor, había mezclado las bebidas.

No volvió a la pista, se quedó en la barra charlando con Shinsou, en algún momento el pelimorado había terminado sentado a su lado.

—¡Yo le dije a Sero que no las trajera, pero lo hizo! -Exclamó indignado. —Aún así fue una buena fiesta, al fin Todoroki y Midoriya pudieron decir sus sentimientos con ayuda de esas pastillas. -Rió alegremente.

Denki terminó su bebida.

—Pero he hablado mucho de mi, ahora cuéntame sobre tí. -Le dijo con una sonrisa coqueta.

Ah sí, eso en algún punto Kaminari había comenzado a coquetear con él sin disimulo alguno.

—No sé que podría decirte... -Murmuró Hitoshi mientras llevaba una mano a su nuca.

Un gesto que, recientemente había notado Denki, el pelimorado hacía con frecuencia.

—¿Familia?

—Mis dos padres y mi hermana menor.

—¿Estudias?

—Estoy en la universidad, último año.

—¿Mascotas?

—Tres gatos.

—¿Tienes pareja?

Por fin había soltado la pregunta que más le interesaba, Hitoshi apretó sus labios.

—¿Por qué la curiosidad?¿Te interesa? -Cuestionó con una ceja alzada el más alto.

Denki soltó una carcajada.

—Por supuesto que me interesa. -Le guiñó un ojo antes de terminar su bebida.

Shinsou se sonrojó un poco e intentó ocultarlo con su mano.

—No tengo pareja. -Dijo con un hilo de voz.

Kaminari abrió sus ojos con sorpresa.

—¡Eso es genial! Digo, no debe ser genial si te molesta la soltería, yo decía que era genial para mi porque... ¡No, olvida lo que dije! -Exclamó  con sus mejillas rojas.

Kaminari estaba listo para dar el siguiente paso en su plan: Conquistar al guapo barman, cuando Bakugo apareció a su lado.

—Tenemos que irnos Pikachu, ya es muy tarde y estás muy ebrio.

Kaminari hizo un pequeño puchero.

—¡No quiero irme, no seas malo Bakubro!

—Tú mismo me dijiste antes de venir que si se hacía muy tarde o te emborrachabas mucho debía llevarte sano y salvo a tu apartamento, eso es lo que estoy por hacer. -Explicó el de ojos rubí. —Así que levántate, que ya me dió mucho sueño.

Kaminari se cruzó de brazos.

—¡Iré si Shinsou me acompaña hasta la salida!

Bakugo frunció el ceño, estaba pensando seriamente en noquearlo y llevarlo a rastras.

Shinsou pudo percibir el aura asesina del amigo de Kaminari.

—No es problema para mi, mi turno terminó hacer rato yo me quedé porque...

—¡Porque te dije que lloraría y gritaría si te ibas! -Terminó Denki antes de soltar una carcajada.

Hitoshi tuvo que tomar del brazo al rubio porque éste se detenía a cada momento para hablar con alguien, ignorando completamente la mirada asesina que le dedicaba Bakugo.

Al fin llegaron a la salida donde el taxi que había pedido Bakugo ya había llegado, éste entró con rapidez.

—Debes subirte Kaminari. -Le dijo Shinsou soltándolo al fin.

Denki hizo un puchero.

—¡Bien, me iré! Pero antes... -Tomó la camisa del pelimorado y le plantó un beso algo brusco. —¡Creo que te amo, adiós! -Se subió al taxi sonriente y se sorprendió al ver que Bakugo también sonreía.

—Me pregunto cómo reaccionaras cuando lo recuerdes mañana.

YA TIENE SEGUNDA PARTE: «Un Café encantador»

Omg, les voy a confesar algo, el relato iba a ser más largo peeeero, sentía que se hacía muy extenso, disculpen

Tal vez en un futuro haga una continuación, o tal vez no muajajaj

Si ven algún error no duden en avisar

Chaito, Darkness

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