Un Café encantador

2da parte de: Una boda encantadora

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Kaminari arrastró sus pies por el pavimento con pereza.

—No beberé nunca más en mi vida. -Dijo antes de bostezar.

Bakugo lo miró divertido.

—No te mientas a ti mismo, sabes perfectamente que volverás a hacerlo. -Le dijo con diversión. —Además que eres más divertido alcoholizado, cometes muchas locuras.

Kaminari se quejó en voz baja.

Sabía de que le hablaba su amigo.

—¿Es porque besé a aquel barman no? -Preguntó con aire decaído. —Ni siquiera le pedí su número, soy un idiota.

Katsuki lo miró con una ceja en alto y luego soltó una carcajada.

—¿En serio no lo recuerdas? -Le preguntó divertido.

Denki lo observó unos segundos y ladeó su cabeza.

—¿Qué más debería recordar? Incluso si no recordaba el beso tú me lo harías acordar con esa bendita foto que mandaste a nuestro viejo grupo de la clase A. -Le comentó mientras se cruzaba de brazos.

Resulta que cuando el de ojos rubí vió la foto que Denki había publicado en su Instagram no había tardado en tomar venganza, mandando la foto que había logrado tomar donde claramente se veía como Kaminari besaba al barman.

¿Lo peor? Que todos se pusieron a mandar las fotos que habían tomado mientras el rubio hablaba/coqueteaba con Shinsou, y eran muchas.

Al parecer Denki estaba haciendo una mueca graciosa, porque Bakugo soltó otra carcajada.

—Oh, mira es el café que frecuentabamos cuando íbamos al instituto. -Comentó un tanto nostálgicos el de ojos rubí.

Denki sonrió con emoción, le traía tantos buenos recuerdos.

—¡Entremos! -Le pidió a su amigos antes de tomarlo del brazo y arrastrarlo hacia el acogedor lugar.

No había cambiado mucho a pesar de que ya había pasado bastante tiempo.

—Oh... ¿Recuerdas que ahí es donde Todoroki y Midoriya tuvieron su primer cita?¿Y que allí atrás de ese árbol de la esquina nos ocultabamos todos para observarlos mejor? -Dijo totalmente sumido en sus recuerdos.

Katsuki bufó mientras se sentaba en un lugar cerca de la ventana, su favorito en la época de antaño.

—Lo que yo recuerdo es sólo eras tú junto a los escandalosos de Mina, Serio, Uraraka e incluso ese idiota de anteojos, Iida. -Le respondió mientras abría el menú y decidía que elegir.

Kaminari rodó sus ojos y se sentó frente a él.

—No amargues mis bellos recuerdos. -Pidió mientras él también analizaba qué pedir. —Cambiando de tema mi querido amigo... ¿Qué pasó con ese sensual DJ?

Bakugo apretó sus manos y por ende terminó arrugando un poco aquel lindo menú.

—N-no es de tu incumbencia. -Los ojos de Kaminari se abrieron con sorpresa.

¿El gran Bakugo Katsuki había tartamudeado?

Denki llevó una mano a su boca y en ese momento el teléfono del de ojos rubí, que se encontraba en la mesa, vibró y se encendió con un nuevo mensaje.

Rápidamente el rubio ceniza tomó su teléfono.

—¿Qué me estás ocultando? -Le reprochó el de ojos dorados mientras se cruzaba de brazos. —¿Acaso... Conseguiste su número?

Los ojos de Katsuki se abrieron con sorpresa y Denki pudo observar un fugaz sonrojo.

—¡Oh dios sí lo conseguiste! -Exclamó mientras lo apuntaba acusadoramente. —¡Tengo que contarle ésto a los demás! -Dijo mientras sacaba su teléfono.

Había que adular los excelentes reflejos de Bakugo, después de todo tardó menos de dos segundos en arrebatarle el aparato al rubio.

—¡Devuelvemelo, hay que registrar ésto, es un momento muy importante! -Kaminari extendió sus manos para intentar alcanzar su teléfono, sin éxito.

Bakugo tecleó rapidamente en el teléfono del rubio y se lo devolvió con una sonrisa.

—Accidentalmente puse mal tu contraseña muchas veces, no se podrá desbloquear hasta dentro de cinco minutos, el tiempo suficiente para asesinarle. -Le dijo mientras le devolvía el aparato.

Kaminari abrió su boca ofendido.

—¡M-mi teléfono! -Frunció el ceño y miró a su amigo. —¡Me las pagarás Bakug...! -Mientras llevaba a cabo su amenaza movía con frenesí el teléfono en su mano por lo que llegó lo inevitable, el aparato se escapó de las torpes manos del rubio y fue a parar al suelo con un gran estrépito. —¡Mi bebé! -Dijo mientras se acuclillaba para tomarlo, cuando sus dedos rozaron el teléfono unas zapatillas deportivas se detuvieron justo enfrente de su mano.

Denki escuchó claramente como Bakugo reía, se disponía a enfrentarlo cuando una voz hizo que se quedara helado.

—¿Puedo tomar su orden? -Preguntó una conocía voz.

Kaminari levantó su cabeza con temor y... Ahí estaba, Shinsou Hitoshi se paraba frente a él, con una libreta en la mano, una camisa blanca con una placa que decía su nombre y un delantal negro atado a la cintura.

El rostro de Denki se enrojeció hasta las orejas.

A él llegaron vagos recuerdos de la noche del sábado.

«La cafetería en la que trabajo...»

Kaminari no podía decidirse si tenía una muy buena suerte o, al contrario, una suerte pésima.

El rubio estaba demasiado enfrascado en su nerviosismo que no notó que él otro estaba igual, la mano que sostenía la libreta tembló un poco y su rostro se sonrojó levemente.

Bakugo sí lo notó, motivo que lo hizo sonreír aún más.

—Ya levántate del suelo Pikachu, el amable chico nos preguntó por nuestra orden. -Le dijo con voz angelical.

Kaminari se levantó torpemente, con el teléfono en la mano y se sentó obedientemente.

—Y-yo quiero... Un caf... Ah cierto, yo no tomo café. -Soltó una risa nerviosa. —U-un té y... Bakugo, pide el resto. -Suplicó antes de apoyar su frente en la mesa y respirar profundamente.

Tenía miedo de mirar la cara del chico, capaz habían generado un rechazo hacia él y Kaminari lo entendería, ¡Lo había besado sin su autorización!

Katsuki terminó de pedir por ambos y cuando el pelimorado se alejó lo suficiente golpeó la cabeza de su amigo.

—Creo que ya es hora de que te diga qué es aquello que olvidaste. -Kaminari levantó su cabeza curioso. —Verás, justo después de besarlo tú...

El mundo se detuvo.

Kaminari estaba demasiado sorprendido como para intentar ocultar su terror.

—¡¿Que yo dije qué?! -Gritó completamente horrorizado.

Varias personas se giraron a mirarlo curiosos.

Denki enterró su cabeza entre sus manos.

Definitivamente no volveré a beber. -A pesar de ocultar su rostro se podía saber que estaba sonrojado gracias a sus orejas que parecían echar humo.

Alguien palmeó la cabeza del rubio.

—Antes no estaba seguro pero con semejante grito... Sí, definitivamente es Denki Kaminari.

El susodicho alzó su cabeza curioso hacia quien lo había nombrado y se encontró con un rubio de gafas que le sonreía.

—No puede ser... ¿Hizashi Yamada?¿Mic? ¡Oh ha pasado tanto tiempo! -Exclamó alegre Kaminari. —No pensé que aún estarías por aquí.

El hombre soltó una carcajada.

—Bueno, ya no trabajo como mesero, ahora soy... -Se acercó un poco a los jóvenes. —El esposo del dueño del lugar. -Le dijo mientras enseñaba el anillo en su dedo anular.

Kaminari abrió su boca sorprendido, incluso Bakugo lo estaba.

Cuando ellos iban al instituto y frecuentaban aquel lugar habían establecido una amistad con aquel hombre, Kaminari incluso lo ayudaba en su plan de conquista con su jefe, Shota Aizawa.

—¡¿Lo lograste?!¡Felicidades! -Festejó Denki mientras aplaudía emocionado.

Hizashi sonrió alegremente.

—Así es, aunque en serio, sin tu ayuda no sé si lo hubiera logrado, por eso... Déjame invitarte lo que sea que hayas pedido. -Ofreció con una sonrisa.

—Oh no hace falta, sabes que adoro ayudar a las parejas, ¿Sabías que Sero y Mina ya se casaron?¿O que Tsuyu ya tiene dos hijos con Tokoyami? -Le dijo con una sonrisa.

Fue el turno de Mic para sorprenderse.

—Vaya... Sí que ha pasado el tiempo, ¿Cuántos años tienen ya?¿Veintiséis?¿Veintisiete? Vaya que son rápidos. -Mencionó. —Bueno... Aunque Shota y yo tampoco esperamos mucho... Adoptamos a una niña.

Kaminari volvió a emocionarse.

—¡Eso es genial! Ya son toda una familia, que bello... -Dijo con verdadera alegría.

Hizashi rió un poco.

—Así es, somos cuatro en realidad, Aizawa tiene un hijo... Bueno, ahora es mi hijo también, que debe rondar por su edad... Tal vez un par de años menos, ya va a la universidad.

Oh, Kaminari recordaba vagamente al hijo de Aizawa, no podía ponerle un rostro o un nombre, pero sí recordaba que él y Mina se la pasaban cuchicheando sobre lo guapo que era.

—¿Y sigues armando parejas como pasatiempo?¿Has logrado que éste rubio gruñón consiga una? -Le preguntó.

Kaminari soltó una carcajada.

—Por supuesto que sigo haciéndolo, es mi trabajo no oficial y... Creo que al fin logré encontrar alguien que llame la atención de mi querido Bakugo. -Respondió con una sonrisa.

El de ojos rubí chasqueó la lengua y se cruzó de brazos.

—Aquí está su orden.

Oh cierto, Kaminari había olvidado que estaba en medio de una crisis por culpa de sus acciones con el barman, ahora mesero.

La sonrisa de Bakugo volvió a hacer aparición.

Denki se giró hacia el chico que dejaba la raza sobre la mesa y sus ojos se encontraron por un segundo.

Segundo que logró alterar a ambos ya que corrieron la mirada con rapidez, sonrojados.

Kaminari supo que debía disculparse, por lo que se armó de valor y abrió la boca para hablar.

—Oh, él es mi hijo, del que te estaba hablando antes. -Mencionó Hizashi mientras posaba una mano en el hombro del pelimorado.

De repente, otra parte del cerebro de Denki hizo click.

Ya pudo recordar el rostro y el nombre del hijo de Aizawa, por el cual había tenido un pequeño flechazo en su época de instituto.

Comenzó a recordar vagos datos, como que se llevaban tres años, motivo por el cual Denki no se había atrevido a coquetear con él.

—A-así que tú eras el hijo de Mic. -Le dijo con una sonrisa mientras reunía el valor suficiente para mirarlo a la cara sin sonrojarse o ponerse de rodillas a pedirle perdón.

Hizashi asintió.

—Así es, Shinsou, él fue ese chico de instituto que me ayudó con tu padre, ¿Recuerdas que te lo mencioné? Su nombre es...

—Denki Kaminari. -Finalizó el pelimorado por él.

Los ojos dorados brillaron con emoción y no pudo evitar sonreír.

Recordaba su nombre.

Mic asintió confundido.

—¿Ustedes ya se conocían? -Preguntó un tanto sorprendido.

Bakugo rió por lo bajo.

—¿Conocerse? Bueno... -Denki pateó fuertemente la pierna de su amigo, mandándolo a callar.

Shinsou respondió por ambos.

—Lo conocí mientras trabajaba en una boda. -Le comentó con una media sonrisa.

Mientras coqueteaba con él en una boda, pensó para sus adentros el pelimorado.

En una boda donde lo besé y le dije que lo amaba, pensó con ironía Kaminari.

—Oh es cierto, ¿Tu turno ya termina no es así? Después de todo vendrá ese amigo tuyo... -Mencionó Hizashi mientras miraba el reloj en su muñeca.

La puerta del lugar se abrió con una suave tintineo.

—¡Mic, quiero lo mismo de siempre! -Exclamó con alegría una voz que hizo que el rostro de burla de Bakugo se cambiara a uno de asombro.

Kaminari soltó una carcajada y miró sonriente a Kirishima.

—¡Kirishima, no esperaba verte aquí! -Le dijo con alegría el de ojos dorados. —¡Ven a sentarte con nosotros, tenemos mucho de que hablar!

El pelirrojo no se hizo rogar y los saludó con una sonrisa antes de sentarse al lado de Bakugo, quien miraba por la ventana ligeramente sonrojado.

********•********

Okay, era difícil establecer si la cosa era graciosa o cómica.

Es que tanto Kaminari como Bakugo se sentían de esa forma.

Ambos estaban al lado del chico que les atraía y eso los ponía inquietos, pero ver a su amigo incómodo por estar en la misma situación hacía que les diera ganas de reír pero luego recordaban a la persona a su lado... Todo era un círculo vicioso.

Denki carraspeó.

—Entonces... ¿Ambos van a la universidad? -Preguntó para sacar algún tema de conversación.

Ambos jóvenes asintieron.

—Yo estudio Música y trabajo como DJ para poder... Bueno, subsistir. -Explicó Kirishima.

Shinsou miró de reojo al rubio a su lado, cuyos ojos dorados lo observaban con interés.

—Yo estudio Economía y Administración, no lo sé, siempre me interesó supongo. -Dijo vagamente mientras huía de la insistente mirada del rubio.

Kaminari sonrió.

—Oh... Tan jóvenes, ¿Recuerdas esas agradables épocas Bakugo? Ahora ambos somos esclavos laborales, tú de ese restaurante de primera categoría y yo de la imbécil de mi jefa que adora explotarme. -Comentó mientras apoyaba su rostro en la mesa y fijaba su mirada en el pelimorado. —Siento que un día de éstos me matará. -Murmuró.

Katsuki bufó.

—No hables como un viejo Pikachu, además yo no iría insultando así a tu jefa, tu hermana a veces puede dar bastante miedo... -Comentó mientras llevaba la taza de café a sus labios, bajo la atenta mirada de cierto pelirrojo.

Kaminari se levantó un poco para mirar sorprendido a su amigo.

—Que tu digas que alguien es aterrador es un tanto inquietante... Aunque no te equivocas al hablar de la loca de Mei, incluso ahora que está embarazada se ha vuelto una verdadera pesadilla...

El recordar a su hermana mayor regañandolo hasta por respirar le hizo tener escalofríos.

—¿Y en qué empresa piensas trabajar en un futuro Shinsou? Yo podría echarte una mano, ser dueño de una parte de la empresa familiar te genera algunos beneficios, ya sabes... -Le comentó mientras alzaba su cabeza y apoyaba el codo en la mesa.

Hitoshi sonrió.

—Bueno, es que aún no me decido... -Mencionó mientras, reuniendo todo el valor necesario, observaba por más de un segundo el rostro del rubio.

Bakugo bufó.

—Kaminari habla en serio cuando menciona que quiere echarte una mano, si me lo preguntas, creo que lo dijo en más de un sentido. -Le dijo con una sonrisa maliciosa.

Ambos chicos se sonrojaron y Denki se giró furioso hacia su amigo.

—Si yo no ando mencionando las tremendas ganas que le traes al DJ te pido que te abstengas de volver a decir algo similar mi querido Kat. -Le dijo mientras se cruzaba de brazos.

Kirishima escupió el café que estaba bebiendo y Bakugo se sonrojó hasta las orejas.

—¿Cómo te atrev...? -Salvado por la campana.

Más bien, la vida de Kaminari se salvó gracias a su propio teléfono, atendió con rapidez al saber que se trataba de su hermana mayor.

—¿Qué pasó?¿Es el bebé?¿Ya viene? -Preguntó con entusiasmo.

La chica chasqueó la lengua.

¿Ered idiota? Apenas estoy de cinco meses, es imposible que ya nazca.

Denki rió por lo bajo.

—¡No te rías te encuentras👀en graves problemas! -Kaminari enderezó su espalda. —¡Has dejado un desastre de papeles en la oficina y no encuentro la carpeta que te pedí con urgencia las hoy!

Kaminari bufó.

—Ya te las envié a través de tu secretaria, además...

¡Le enviaste la carpeta equivocada, ahora mueve tu trasero hasta aquí y dame los papeles que sí son! -Exigió antes de cortar.

Denki suspiró con pesadez.

—El deber llama... -Mencionó mientras hacía un pequeño puchero.

Bakugo observó el reloj en su muñeca.

—Yo también debo irme, pronto comenzará mi turno. -Mencionó con voz desganada.

Kirishima hizo una mueca.

—Nosotros tenemos que ir a la universidad así que salgamos juntos. -Mencionó mientras sacaba su billetera.

Todos fueron a la caja a pagar sus respectivas bebidas y Denki podía jurar que Aizawa lo miró de mala manera, pero eso era imposible ¿No?

Caminaron un par de cuadras, charlando tranquilamente, Kirishima y Bakugo iban delante con Shinsou y Kaminari a pocos metros.

—Oh es una lastima que hoy no hayamos podido charlar debidamente. -Se lamentó Denki mientras paraban en la esquina en que sus caminos se separaban.

Shinsou asintió.

—Aunque nunca pensé que volvería a verte. -Mencionó con una sonrisa.

Kaminari inspiró hondo antes de meter la mano en su bolsillo y sacar una pequeña tarjeta blanca.

—Bueno, yo ya debo irme... -Dió un paso hacia el pelimorado, indeciso. —Sobre lo de la otra noche... No me arrepiento de nada de lo que hice o dije. -Confesó sinceramente. —Así que si te interesaría darme una oportunidad yo... -Le entregó la tarjeta. —Estaría más que dispuesto, adiós Hitoshi. -Tomó el rostro del chico y con rapidez le dió un casto beso para luego retirarse avergonzado.

Kaminari no pudo resistir la tentación y volteó a verlo una última vez, Shinsou estaba sonrojado y aún lo miraba, el pelimorado le dió una sonrisa y asintió levemente.

El fuego de la esperanza se encendió en el pecho de Denki Kaminari y no miento al decir que lo mismo había pasado en el de Hitoshi Shinsou

Volví siiii

Perdón por la tardanza, yo no voy a poner excusas y les voy a ser totalmente sincera... Estaba leyendo mangas BL que no me permitían seguir escribiendo JAJAJAJ

Igual ahora tuve como un brote de inspiración así que esperen más historias.

¿Ya les mencioné esa increíble historia que estoy por publicar?

¿Ya les dije que vayan a darle una oportunidad y leer el prólogo que publiqué?

¿Ya les mostré la asombrosa portada?

Ahora, en serio, denle una oportunidad xfa

Bueno, no se olviden de votar y comentar, espero que les haya gustado la 2da parte de Una boda encantadora.

Les amo con todo mi corazón, Darkness

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