일곱; Siete
J. Jungkook
— Todo esto es tu culpa — susurró YongSun mientras éramos dirigidos a la oficina del director.
— Es tú culpa; no mía— enfatice.
—Si hubieras dejado la puerta abierta...
— Si no te hubieras quedado encerrada ahí dentro...
Ambos comenzamos una guerra de susurros tras la espalda del director.
— Entren hacia adentro, por favor
— Ni modo que entremos para fuera— dijo YongSun en un tono bajo, provocándome una carcajada.
— ¿Sucede algo, joven Jeon?
— Nada— respondí fulminado a la chica con la mirada.
— Tomen asiento— pidió el hombre— ¿Me pueden explicar por qué estaba ahí dentro?
— Pues...yo me quedé encerrada ahí, así que comencé a pedir ayuda y Jungkook entró, pero resulta que la puerta se cerró y ambos quedamos encerrados.
— Muchos chicos me han dicho lo mismo que usted, señorita Kim.
—A YongSun la encerraron ahí — dije provocando que ésta me mirara con la boca abierta.
—¿Eso es verdad? — le preguntó.
— Si— dijo en un suspiro.
— ¿Quiénes fueron?
Miré a YongSun en busca de una respuesta y esta asintió mirando hacia otro lado; entonces respondí: —Hay un grupo de chicas, tres en total, que molestan a YongSun. Solo sé que la principal es Seoyeon, pero desconozco el nombre de las otras.
—Youra y Danbi— completó YongSun en un susurro.
— Lo siento, Sunshine, pero no puedo hacer nada sin pruebas. — ¿Acaso todo el mundo la llama Sunshine?
—¿Que la dejen encerrada no es suficiente prueba para usted? — dije ligeramente molesto.
—Yo si les creo, pero el concejo no se hará cargo si no hay pruebas concretas.
—Bien — espeté.
—De todas formas, llamaré a las chicas para hablar sobre eso; pero no tendrán sanción alguna. Tráiganme pruebas y ellas serán castigadas. Ahora pueden irse.
—Claro— dijo YongSun parándose de su asiento sin más. — Vamos Jungkook.
—¡Alto! — gritó el profesor haciendo que YongSun se sobresaltara— Antes quería hacerles una pregunta... A ambos.
—Pues, pregunte — habló YongSun encogiéndose de hombros.
—¿Que son ustedes dos? — pregunto apuntándonos acusadoramente a ambos —Estaban muy cerca cuando los encontré.
—Pues... es que yo, Jungkook, n-no e-es— tartamudeó YongSun cubriendo su rostro entre sus manos.
—Esta chica no se callaba nunca, y le cubrí la boca para que dejara de hablar, — Bueno, no era del todo mentira ¿Verdad?
—Está bien, los dejaré ir. Espero no volver a verlos encerrados en algún lugar. Y tomen — dijo entregándome un papel — necesitarán esto para entrar.
Salí tras YongSun y cuando estábamos por completo afuera me dio un golpe en el brazo.
— ¿Porque fue eso? — me quejé.
— ¿Por qué hiciste eso? — preguntó molesta, pero un sonrojo comenzaba a esparcirse por sus mejillas.
— ¿Qué cosa?
— Eso en la oficina, cuando te acercaste mucho y....y
— ¿Y qué? ¿Te gustó? — pregunté poniendo nuevamente mi rostro cerca del de ella.
— ... N-no.
— Tardaste y tartamudeaste— la acusé.
— ¡No es verdad!
— Si, claro — hablé sarcástico. — Al menos logré que te callaras.
— Eres un maldito odioso — gruñó ella cruzándose de brazos.
— Y tú una molesta parlanchina. — Yongsun mostró su lengua en mi dirección y solo rodé los ojos. — ¿Dónde nos juntaremos hoy?
—¿Ya estás emocionado por verme? — molestó.
—ja ja ja, no— respondí serio.
—¿Piedra, papel o tijera? — preguntó sonriendo.
—Esta bieeeen.
Jugamos igual que la vez pasada y YongSun volvió a gritar, pero molesta.
— ¡No se vale!
— Si, yo gané ¿a la misma hora?
— Bueno— respondió haciendo puchero.
— Tu labio se quedará para siempre ahí si sigues haciendo eso.
Volvimos a clases recibiendo un pequeño regaño por parte de la profesora, pero se retractó luego de leer la nota que le había enviado el director.
Casi a la mitad de la clase mandaron a buscar a Seoyeon y su séquito de malvadas, e inmediatamente supe que algo malo se le venía a YongSun.
Cuando volvieron a tocar para la hora del almuerzo quería salir rápido, pero gracias a la profesora no pude. ya que me entregó una montonera de papeles inútiles que trataban sobre el reglamento de la escuela. Ni siquiera los iba a leer, nadie los lee. Al terminar de dar su discurso de bienvenida, a pesar de que ya llevaba 4 días en el colegio, me despedí de ella y salí en busca de YongSun.
Busqué por el casino del colegio, pero no estaba; en las salas, pero tampoco estaba.
— Estúpida niña, ¿dónde se habrá metido? — hablaba para mí.
No sé porque la ayudo de todos modos, es molesta y muy infantil; pero también es vulnerable y todos le pasan por encima. Hugh, como la odio por causar preocupación en mí.
Un lugar se me vino a la mente y corrí hasta allá. El gran sicomoro apartado de aquí. Si, debía estar ahí.
Llegué justo en el momento en el que Seoyeon iba a golpear a YongSun, su mano estaba alzada mientras Yongsun cerraba los ojos, pero antes de que pudiera hacer algo, agarré su mano.
—¿Qué haces aquí? — espetó Seoyeon.
—Eres molesta, haces tanto ruido.
—¿Estabas aquí? — preguntaron YongSun y Seoyeon a la vez.
—Si, y ustedes no me dejaban estar tranquilo. — No iba a admitir que busquÉ a YongSun por todo el colegio para evitar que pasara esto.
—Bien, te has salvado YongSun. Chicas, vámonos— dijo llevándose consigo a las otras dos chicas.
—¿Que me miras? — le dije a YongSun ya que desde que llegué no había dejado de mirarme.
—Nada...yo, uhm ¿gracias? N-nos vemos luego— y salió casi corriendo de ahí.
Acababa de encontrarla y ya se había ido, genial.
Pasé el resto del recreo mirando a YongSun comer algunas frituras despreocupadamente junto a un grupo de chicas que reían. Solo para aclarar quería saber si esas chicas no la molestarían otra vez.
Una de las chicas se dio cuenta de que la miraba y codeó a YongSun haciendo un gesto hacia mi lado. Esta se volteó, pero rápidamente esquive su mirada. De todos modos, yo no la estaba mirando por gusto.
Preferí salir de ahí para que no me volviera a pasar algo tan vergonzoso como eso, aparte de que el timbre sonaría en pocos minutos, y me encontré nuevamente con Seoyeon.
—Hey — llamé su atención.
—¿Qué quieres? — habló Seoyeon con su voz de pito.
—No quiero que vuelvas a molestar a YongSun, o mejor, ni te le acerques.
—¿Y por qué debo hacerte caso a ti? ¿Eres su novio acaso?
— ¿Te importa? Solo déjala tranquila, porque para la próxima no me importará si eres chica.
—¿Por qué alguien como tú sería novio de una... cosa?
—No he dicho que soy tu novio — agregué sarcástico.
Las amigas de Seoyeon soltaron una carcajada, pero se detuvieron al ver la cara de esta.
— Bien, tú eres igual que ella, ¡No son nada mas que un pedazo de basura!
—Pero él es muy lindo — dijo una de ellas, creo que era Danbi.
—Gracias— respondí arrogante.
—Agh, nos vamos — espetó una muy enojada Seoyeon girando por sus talones.
—¡Buu! — escuché detrás, ya conocía ese tono infantil así que lo deduje de inmediato.
—¿Ya me extrañabas? — pregunté.
—Ni un poquito— respondió.
—¿Acaso no sabes comer?
—¿Ah? ¿Por qué?
—Tienes comida, aquí — dije quitando un poco de migas que tenía en la comisura de sus labios.
—Gra-gracias.
—Uhm...si — dije distraído. — Vamos a clases, el timbre tocó.
Llegamos a la última clase que por suerte era de ética. La profesora hizo que las parejas se sentaran juntas, y por ende YongSun estaba a mi lado, también dijo que el día de hoy se debía jugar a las 20 preguntas y que la otra semana nos tendría una noticia.
—Bien, se pueden ir — anunció luego de que sonó el timbre. — Excepto YongSun y Jungkook.
—¿Qué hiciste ahora? — le pregunté a YongSun.
—Yo no hice nada, quizás fuiste tú— dijo cuando íbamos hacia donde la profesora.
—¿Como han estado?
— ¿Bien? — respondió extrañada YongSun.
— Genial, ¿Cómo les ha estado yendo con el proyecto?
— No hemos hecho mucho— volvió a responder Yongsun por ambos.
—Eso es malo, espero que hoy hagan lo de las 20 preguntas.
—Trataremos— dije esta vez yo, con YongSun nunca se sabe lo que pasara.
—Está bien, les tengo mucha confianza a los dos. Pueden irse.
—Adiós profesora Lee.
—Nos vemos la próxima clase, chicos— dijo saliendo de ahí.
Ambos volvimos a nuestros lugares para terminar de guardar nuestras cosas, en silencio, que obviamente YongSun rompió.
—¿¡Esa es la hora!?— gritó.
Comprobé la hora en mi celular y a ver efectivamente esa era la hora dije: —Si, esa es... ¡El autobús!
La hora de clases había terminado hace 10 minutos, lo mismo en lo que se demoraba el único autobús que me servía para volver a casa.
Ambos salimos corriendo del colegio para ir a la parada de autobuses, justo cuando este había partido. Rogué para que se detuviera ya que no quería caminar hasta casa, y gracias a dios se detuvo.
Dejé que YongSun subiera primero y luego lo hice yo para poder pagar, cuando me giré me di cuenta que el autobús no tenía asientos libres así que no me quedó de otra que quedarme de pie junto a YongSun.
El bus, al hacer un movimiento brusco provocó de que YongSun se tambaleara hacia el lado, pero antes de que cayera la tome de la muñeca haciendo que volviera a su lugar original.
—Gracias— susurró.
—Hoy me has agradecido mucho.
—Creo que si— respondió con una sonrisa.
—Dejaré esta mano aquí por si es que quisieras besar el suelo— dije tomando uno de los lados de su mochila. — Aquí es cuando me dices gracias, otra vez.
—Lo iba a hacer, pero ahora no— dijo haciendo una mueca extraña.
Nos quedamos en silencio luego de eso; de vez en cuando YongSun se tambaleaba, pero no pasaba a más que eso ya que no retiré mi mano de su mochila.
Cuando el bus ya estaba cerca de mi parada toqué el timbre y me bajé, al igual que YongSun. Caminé derecho, y YongSun igual. Doble a la izquierda y YongSun igual... okey, esto era extraño.
—Hoy no vamos a mi casa— hablé.
—Lo sé— dijo como si nada.
—¿Entonces por qué me sigues?
—¿Estas bromeando verdad? — yo negué. — Ya quisieras que te siguiera.
—Aun no entiendo...
—Agh, yo vivo justo... aquí— dijo deteniéndose frente a una casa blanca ubicada en una esquina.
—¿Por qué no me dijiste que vivías cerca?
—No me preguntaste, pero te ahorraste el mensaje para preguntármelo.
—Tienes razón, adiós infantil.
—Te veo luego, amargado— dijo antes de entrar a su casa.
~ • ~
Hola otra vez, me estoy sorprendiendo de publicar todos los días XD
Gracias por leer ♥
[Dale ★ por este Kookie infantil]
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