사십일곱; Cuarenta y siete

J. Jungkook

Lo siento, Jungkook, pero no estoy preparada para esto — dijo dando media vuelta y caminado hacia la salida.

— ¿Qué? Yooongsuuuuun — alargué yendo a buscarla — Hemos estado quince minutos parados aquí, pensé que eras más segura de ti misma. Te van a amar, lo sé.

— No es eso lo que me preocupa, todos me aman.

— Dios, que poco modesta — dije rodando los ojos — Ven, vamos — tomé su mano y caminé junto a ella hacia la puerta.

La temporada de fiestas navideñas ya había comenzado, así que era momento de la reunión familiar que mi abuela realizaba. Habíamos llegado temprano a Busan, pero habíamos estado en el jardín por más de quince minutos debido a que YongSun no quería entrar.

— ¡No puedo creerlo! — gritó mi primo — Pero si es Jeon Jungkook, pensé que te habían abducido los alienígenas o algo así, y mira, ha traído una chica, una muuuy linda chica.

— Oye, aléjate de ella, Jimin — dije poniendo a YongSun detrás de mí.

— ¿Qué te pasa, primito? ¿Tienes miedo a que me robe a tu chica? — Jimin me empujó a un lado y se acercó a YongSun, la cual estaba riendo.

— Park Jimin, para tus deseos y órdenes — rodé los ojos por su ocurrencia.

— Kim YongSun, la nov- amiga de Jungkook — se corrigió y sonrió.

— Pero mira, tú si que tienes dientes. Jungkook, pensé que cuando te consiguieras una chica sería tan emo como tú.

— Yo no soy emo — gruñí.

— Si si, lo que sea, ratita — dijo sin prestarme atención — Vamos YongSun, te enseñaré la casa — tomó a YongSun y se la llevó de ahí.

Me tomé un momento para observar la casa. No había estado en algunos meses pero las cosas no habían cambiado tanto. A medida que me acercaba a la sala, los ruidos se iban haciendo cada vez más fuertes y me preparé mentalmente para la considerable cantidad de gente a la que tendría que saludar, pero cuando entré había un círculo formado al rededor de YongSun la cual estaba siendo abrazada por Jimin mientras respondía algunas preguntas.

— Hey — saludé tomado asiento en una de las sillas.

— ¡Jungkook! ¿Cómo está mi sobrino favorito? — dijo mi tío pasando su brazo por mis hombros.

— Eso mismo nos dijiste a nosotras — dijo Mía, una de las gemelas. Si, digamos que los Jeon también eran conocidos por sus embarazos múltiples.

— Uhu — afirmó Lía — Dime, Jungkook, ¿Esa chica de allí es tu novia?

— Algo así — respondí un tanto incómodo mirando como YongSun reía junto al resto de mis familiares — ¿Donde está la abuela? — pregunté cambiando de tema.

— Por ahí, ya sabes que nunca se está quieta.

Rodé los ojos y me levanté de mi silla en busca de mi abuela. La casa era demasiado grande como para que un par de ancianos vivieran solos, por lo cual a ella le encantaba que hubiese mucha gente en la casa y sobretodo para las fiestas, en donde solía hacer reuniones familiares e invitar a todos.
Desde pequeño, solía pasar la mayor parte del día en esta casa jugando con Jimin y las gemelas a las escondidas, o al menos así lo era hasta aue a mi padre se le había ocurrido la magnífica idea de prohibirme venir sin darme alguna razón.

— Jeon Jungkook — escuché decir a alguien a mis espaldas — Mira que grande estás, a tu abuela le dará mucho gustó verte.

— Hola, abuelo — lo saludé.

— ¡Jungkookie! — de inmediato se formó una sonrisa en mi rostro, con tal sólo escuchar su voz. Mi abuela había cumplido un rol muy importante en mi vida luego de que mi madre nos dejara; ella se encargó de cuidarme y hacer que pasara los mejores años de mi vida — Estás tan grande, ya no eres el pequeño niñito que le temía a la oscuridad — dijo apretujándome entre sus brazos mientras mi abuelo reía — Ahora, ¿Donde está la chica? Necesito aprobarla, aunque creo que es algo bastante serio si la has traído con nosotros.

— Algo así — murmuré — Debe estar por...

— ¡Jungkook! — escuchamos a YongSun — Te estuve buscando por todos lados, ¡esta casa es muy grande! Y creo que hasta... Ouch — dijo cuando notó que no estaba solo. Yo reí por la cara que había puesto, mientras mi abuela la observaba detenidamente — Eh… hola — saludó y mis abuelos la correspondieron — soy Kim YongSun, la amiga de Jungkook.

— ¿Amiga? — soltó mi abuela incapaz de contener su sorpresa. Si, puede que cuando hablé con ella no le dije lo que pasaba entre YongSun y yo.

— Si, es algo complicado…

— Jungkook me había dicho que eran novios.

— Si, éramos. Pero no me malinterpreten, Jungkook me gusta pero él está en un periodo de prueba.

— ¿Qué le hiciste a la jovencita, Jeon Jungkook? — dijo mi abuelo y yo solo levanté mis manos.

— ¿Te gustan las flores, YongSun? — le preguntó mi abuela, aunque creo que eso era bastante obvio ya que la mayoría del tiempo YongSun utilizaba alguna prenda con estampado de flores, e incluso el vestido que llevaba en ese momento también tenía flores.

— ¡Me encantan!

— ¿Quieres venir al jardín conmigo? No me haría nada de mal una ayuda.

— Jungkook, Jimin te estaba buscando — fue lo último que YongSun me dijo antes de irse con mi abuela.

Salgo a buscar a Jimin, pero no me es difícil encontrarlo ya que su risa podría resonar hasta kilómetros de distancia. Cuando él me ve, golpea la silla a su lado un par de veces, invitándome a sentarme junto a él.

(...)

Había estado la mayor parte del día hablando con Jimin, y a YongSun la había visto por pequeños lapsos ya que siempre estaba moviéndose de un lado al otro. Incluso llegué a pensar en que ella era parte de la familia, ya que se llevaba bien con todos y parecía gustarles a todos.

— No sabes quién ha estado preguntándome por ti.

— ¿Quién? — pregunto.

— Im Hani — respondió. Hice una mueca de desconcierto, pues no recordaba quién era — ¿La última chica que conociste aquí?

— Nop — respondí sin recordar.

— Bueno, cómo vas a recordar si estabas tan ebrio, pero ¡Ya sé! A la chica que estuviste a punto de tirártela — mi cara debió ser épica, ya que Jimin no paraba de reír a carcajadas — ¿Ahora recuerdas? —asentí un par de veces, aún en shock.

No era mi culpa, fue un par de días antes de que me fuera de Busan. Estaba tan disgustado por el hecho de que vivíamos lejos y con Jenna, que acepté la primera invitación para no estar en casa, y esa fue la de Jimin a un antro. Conocí a Hani luego de estar intoxicado en alcohol, y eso más las hormonas no me jugaron a favor. Pero todo acabó cuando Jimin quitó a Hani de sobre mí, la cual ya tenía sus manos en mi pantalón.

— Ugh — dije haciendo una mueca de asco — Estuve a punto de ser violado.

— "Violado" no es de dos personas, pero si, la chica te iba a violar.

— ¿De que hablan? — preguntó YongSun sentándose a mi lado.

— De como he salvado la virginidad de Jungkook.

— ¿De Jungkook?

— ¡Of course! ¿No lo sabes? Jungkook era todo un casanovas.

— Jimin... — murmuré entre dientes.

— Eso si, tenía la estricta ley de no liarse con nadie mientras estaba sobrio.

— Wow, me siento un poco decepcionada — dijo YongSun mirándome fijamente.

— Si, pero siempre cuidé su virginidad, nunca llegaron a más ¿O si? No, no lo creo.

— Jimin, puedes callarte e irte — él hizo una mueca de disculpas y miró a YongSun.

— Lo siento — murmuró levantándose de su asiento — YongSun, no creas que Jungkook es malo. Es más, la última vez que vino estaba tan enamorado de ti que no miró a nadie más — dijo antes de salir corriendo, y rogaba para que YongSun no recordara que en ese tiempo aún no estábamos juntos

YongSun tenía la vista pegada en un punto de la pared. Al principio lo quise decir nada, conociéndome, quizás echaba todo a perder; pero luego de unos minutos me decidí a hablar.

— YongSun, yo… yo ya te había contado sobre mi pasado. ¡Prometo que desde que te conozco no he visto a ninguna otra chica!

— Lo sé, Jungkook — sonrió — Es solo que jamás había pensado en ti de esa forma, o quizás tan solo no quería.

— Siento haberte decepcionado — murmuré y YongSun sostuvo mis mejillas con ambas manos.

— Nah, es tu pasado, no podemos cambiarlo — dijo con una sonrisa en sus labios — Me encanta cuando te pones así todo tierno.

— Yo no soy tierno.

— Ouch, a mi me gustan los chicos tiernos — dijo soltándome.

— En ese caso, seré el chico más tierno — dije volviendo a poner sus manos sobre mis mejillas.

— Eres todo un cursi — rió.

Estaba tan cerca que las ganas de besarla eran insoportables, y justo cuando iba a hacer un movimiento para poder besarla -aunque eso me llevara a algún castigo de su parte - alguien nos interrumpe.

— Jungkookkie... Lo siento, no sabía que estaban ocupados — dijo mi abuela. Yo solo me limité a sonreír cuando vi el sonrojado rostro de YongSun y la abracé.

— ¿Qué pasa? — pregunté tratando de ocultar mi sonrisa.

— Surgieron algunos problemitas, así que con tu abuelo tendremos que salir de la ciudad. Lo más probable es que no lleguemos hasta mañana.

— ¿Están bien? — preguntó YongSun sin soltarse de mi abrazo.

— Si, solo son trámites y esas cosas.

— ¿Segura que van a eso? — pregunté levantando ambas cejas antes de comenzar a reír por la cara que había puesto mi abuela.

— ¡Jeon Jungkook! — chilló avergonzada — Ya sabes en donde están las habitaciones, YongSun dormirá en que está al lado de la principal, sola — marcó bien la palabra para que entendieramos a lo que se refería.

— ¿Por queeee? — alargué. Sinceramente pensaba en que mi abuela podría ser más considerada que Nana y dejarme dormir con YongSun.

— Me dijiste que era una amiga, y no me fío de que sólo sea una amiga después de verlos tan juntos.

— L-lo siento — dijo YongSun ocultado su rojo rostro en el hueco de mi cuello.

— Tranquila, cariño. Tú eres un ángel, estoy segura de que el demonio aquí es mi nieto.

— ¡Apoyo eso! — gritó Jimin entrando a la sala.

— ¿No te había dicho que te fueras? — pregunté acercando más a YongSun.

— Pero no me dijiste por cuánto tiempo — respondió guiñando un ojo.

— Bueno chicos, yo me voy. Descansen y cuiden de YongSun. Jimin... Con el dolor de mi corazón, vas a quedar a cargo.

— ¡Yuju! — gritó y rodé mis ojos.

Cada vez que debíamos quedarnos en casa la abuela designaba a alguien que se hiciera responsable donde la mayoría de las veces eran personas mayores a nosotros, pero jamás escogía a Jimin. Y como ahora todos los familiares se habían ido, sólo quedaba Jimin como el mayor del grupo.

— No, mejor Jungkook quedará a cargo.

— ¿Es porque no me quieres, verdad? — Jimin fingió estar dolido y la abuela acarició su cabello.

— Ahora sí, me voy.

— Espera, los iré a dejar — dije antes de que saliera — Jimin, cuida YongSun.

— ¡Oki Doki! YongSun, ¿Te gusta la cerveza?

— ¡Ni se te ocurra, Park! — grité antes de salir de la casa.

(...)

— ¿Cuando conseguiste licencia de conducir? — preguntó mi abuelo cuando nos bajamos del auto.

— Hace unos meses. La necesitaba para ir a ver a YongSun al...

— Ella ya nos contó lo que le sucedió — respondió mi abuela — Es una chica tan fuerte.

— Lo es — estuve de acuerdo.

— Estoy feliz de que tengas una chica así contigo, Jungkook — él sonrió, pero su sonrisa duró poco antes de que hablara de nuevo — ¿Has hablado con tu padre?

— Nisiquiera lo he visto — respondí con desdén.

— Estuvo aquí hace un par de días — dijo mi abuela y yo solo asentí restándole importancia — Jungkook, no odies a tu padre, él no es malo.

— Já. No lo odio, nisiquiera me interesa algo sobre él.

— Jungkook, él aún no supera el día en que tú madre los dejó.

— ¡Se volvió a casar! Eso, para mi, se llama superar. Ah espera, ¿Ya les contó que se divorció otra vez? Pero esta vez no me iré con él, me quedaré con Jenna, quiero que ella sea mi tutora legal.

— Ese es el problema, Jungkook.

— ¿Qué problema?

— Tu madre quiere tu custodia.

Eso fue lo último que oí antes de salir de inmediato. Tomé el auto y me devolví a la casa, o al menos eso intenté, porque mi mente estaba tan perdida que a pensas le prestaba atención a la carretera, por lo cual estacioné en un lugar para quedarme allí.
La conmoción de la situación me tenía mal. No podía creer que la mujer a la cual le debía nada más que mi vida, ya que no había hecho ni marcado ningún hito importante en mi vida, quería "apropiarse" de mi, sin siquiera preguntarme o al menos preocuparse de que la conociera, porque mis recuerdos de ella son pocos y borrosos. ¿Sería más baja que yo? ¿Cómo sería su cabello? ¿Me pareceré a ella? Un sinfín de preguntas vagaban en mi cabeza, pero aún así no quería que llegara el momento en el que la tuviera que ver, porque no quería revivir el dolor que me dejó cuando desapareció de mi vida.

Llegué a casa más tarde de lo que había estipulado, pero estaba decidido en que de lo que recién me había enterado no afectaría en mi actuar, mucho menos en mi relación con YongSun y más si tenía planeado que volviera a ser mi novia oficialmente.

A penas entré por la puerta oí las risas de Jimin y la de YongSun, pero esta no era su voz normal.

— ¡Hermano, tu chica es muy divertida! — soltó con voz temblorosa al verme.

— Jimin, ¿Qué has hecho? — dije corriendo hacia YongSun, la que prácticamente yacía en la mesa con un montón de latas de cerveza en frente de ella.

— Oye, yo no pensé que se embriagaría tan rápido y menos con solo beber cerveza.

— ¡Pero si jamás había bebido, idiota! YongSun, ¿estás bien?

— Jungkooookiee — chilló pasando sus brazos por mi cintura — Te extrañeeee muu-hip-choo.

— Estás ebria — dije riendo por su actitud.

— Sip, pero no culpes a -hip- Jiminnie, él solo me dio un po-hip-poquito.

— Ya veremos — dije enviándole una mirada a Jimin el cual solo se reía — Está bien, vamos a la cama. Jimin, tú también.

— Guay, un trío — dijo Jimin tambaleadose al levantarse.

— Ni lo sueñes, Park. Tú dormirás en el sofá de abajo — le dije a Jimin — ¿Puedes esperarme aquí, YongSun?

— Te esperaría hasta el fiiin del mundo — respondió pero no me soltó — Ups, mis brazos no quieren dejarte, Jungkookkie.

— Yo tampoco quiero dejarlos, pero voy a volver, ¿Está bien? — dije soltándome de su agarre y ella asintió.

Hice que Jimin pasará su brazo izquierdo por mi hombro y con esfuerzo logré llevarlo hacia una de las habitaciones. No sería tan malo como para dejarlo dormir en un incómodo sofá y este, apenas tocó la cama se durmió.
Cuando volví a la sala en busca de YongSun, esta se encontraba hablándole a una lata de cerveza, me quedé observándola porque la situación me causaba risa, pero tuve que detenerla cuando iba a abrir una nueva lata para tomarla.

— Hey hey, no más para ti — dije quitándole la lata de entre sus manos y YongSun hizo pucheros — No me vas a convencer, Kim YongSun.

— Está bieeeen — dijo riendo antes de dar un bostezo.

— ¿Tienes sueño? — ella asintió — Ven, vamos a dormir.

Como pude llevé a YongSun en mi espalda desde la sala hasta la habitación que se encontraba en el segundo piso, lo bueno era que ella me dejaba besos en la mejilla cada vez que me detenía.

— Jungkook, ¿Por qué no me quieres, eh? Eres tan lindo conmigo, me dices que amas pero no me pides ser tu novia — lloriqueo al final y me miró haciendo puchero.

— Pero si tú me dijiste que...

— ¡No importa lo que haya dicho! Eso se llama orgullo, Jungkook. Tú solo tenias que decirlo y ¡Pum! Yo iba a aceptar. Nisiquiera tendrías que hacerme un montón de corazones de papel con nuestra historia como leí en una historia, porque me guuuuustas muuucho — pasó sus brazos por mi cintura y yo correspondí a su abrazo.

— Esto va a ser tan divertido cuando despiertes mañana — reí y ella levantó su cabeza.

— ¡No debes decirle a YongSun!

— Pero si tú eres YongSun — dije y ella negó frenéticamente.

— Soy Sunshine, YongSun jamás reconocería que quiere volver contigo.

— ¿Ah sí? ¿Y qué más no reconoce YongSun cuando está conmigo?

— De que te ama demasiaaaaaado, ¡ah! Y también de que se mueeere porque le des un beso. ¿Oye, y si me besas a mi y no le decimos a YongSun?

— Uhm, no lo creo. Eso sería aprovecharse de tu estado — dije tocando la punta de su nariz — Pero me muero por besarte — me acerqué más y ella hizo lo mismo.

— Eres tan lindo, Jungkook — YongSun pasó su mano por mi mejilla y no fui capaz de contener un suspiro.

— Tú eres perfecta — dije y ella volvió a negar.

— No lo soy, y por eso te amo, porque aunque no sea perfecta tú estás conmigo — ella sonrió y no pude contenerme más así que la besé, la besé con todas las ganas que había acumulado durante tanto tiempo.

— Te amo tanto — murmuré sobre sus labios — tanto tanto — dije antes de volver a mover mis labios sobre los suyos.

Ladee mi cabeza para tener mayor accesibilidad, incluso llegando a sentir el sabor de la cerveza. Uno que otro suspiro se escapaba de la boca de YongSun, y sus manos se aferraban a mi camiseta. Supe que era tiempo de acabar con el beso cuando comencé a sentir la ansiedad de tener a YongSun más cerca de mi.

— ¿Te sientes bien? — pregunté acariciando su cabello y ella asintió — ¿No estás mareada?

— Un poco — gesticuló con su mano — Pero tengo sueño.

— Entonces vamos a dormir — dije cubriéndonos a ambos con las mantas.

— Recuerdo que tu abuela nos dijo que no podíamos dormir juntos.

— Estoy a cargo, puedo cambiar las reglas. A parte, tengo la excusa de que debo cuidarte.

— Que astuto, Jeon — sonrió y me dio un corto beso en los labios — Por eso me gustas tanto.

— ¿Qué estás haciendo conmigo, YongSun? — pregunté acercándola más a mí — Me tienes completamente atado a ti — murmuré acariciando su cabello y cuando noté que se había dormido dejé un beso en su cabeza y cerré los ojos para dormir.

A la mañana siguiente me desperté de más abruptamente posible, YongSun literalmente había pasado sobre mí para correr hacia el baño. En cada momento se quejaba del dolor de cabeza y de la vergüenza que sentía porque yo la estaba mirando.

— Esto es horrible — dijo cepillándose los dientes como por tercera vez.

— Era algo obvio — respondí siguiéndola hacia la habitación — No hagas movimientos tan bruscos — dije cuando se lanzó a la cama.

— ¡Estoy vacía! Ya devolví todo — dijo haciendo una mueca de asco — No sé cómo me soportas.

— ¿Recuerdas lo de anoche? — pregunté acostándome a su lado. De inmediato YongSun brusca movió su rostro hacia el otro lado, evitando mi mirada — YongSuuuun, no seas así — dije colocándome sobre ella, obligándola a mirarme.

— Que vergüenza — murmuró con sus mejillas completamente rojas.

— Oh vamos, ¿Quieres que te bese? Porque mueres porque te bese, ¿No es así? ¡Ah espera! Le prometí a Sunshine que no te diría nada.

— Jungkook, basta — se quejó evitando mis ojos.

Tan solo podía reír por verla en ese estado. Cada vez que quería  mirarla a los ojos, ella desviaba su vista hacia algún otro lado. Descendí para besar sus labios, y lo repetí una y otra vez hasta que algunos golpes en la puerta principal me interrumpió.

— Vuelvo en un rato — dije levantándome.

— Te acompaño — dijo ella acomodando su cabello antes de bajar junto a mí.

Al principio pensé que podían ser mis abuelos, los que quizás ya habían llegado de su viaje. Pero no fue así.

— ¿Jungkook? — preguntó la mujer frente a mí.

— ¿Uhm, si? — dije extrañado de que hubiera dicho mi nombre.

— ¿No me reconoces? — insistió.

— ¿Debería?

— Jungkook, soy tu madre.

~ • ~


Los problemas jamás se acaban aquí BSBABBABSF

En otras noticias, a Sunshine no le quedan más de cinco capítulos, así que vayan preparan12

En Chile, ¿Por quien votaron o por quien hubieran votado?

Espero que las haya gustado el capítulo ♡

[Dale ★ porque es Jungkook y punto]

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top