사십일; Cuarenta y uno
¿Es un pájaro?
¿Es un avión?
¡No! Soy yo actualizan2
Psdt. Escuchen la canción. Hoy mientras leía la letra en español me pareció perfecta para el fanfic.
- ☀
J. Jungkook
Una semana, una semana de completa tortura donde no habíamos tenido respuesta sobre el estado de salud de YongSun. Ella no empeoraba, ni mucho menos mejoraba. Solo estaba ahí, como un ser inerte, conectada a un montón de máquinas que marcaban cada uno de sus funcionamientos.
El tiempo parecía haber volado, pero eso no significa que cada uno de los días que pasara fuera peor que el otro; después de todo, la persona que más quería era la que estaba entre la vida o la muerte.
- Jungkook, creo que sería bueno que fueras a casa - dijo Jenna tocando mi hombro.
- No quiero - negué y me volví a hundir en la silla.
El cansancio me estaba superando. Prácticamente había estado durmiendo media o una hora durante toda la semana. Jenna me traía ropa para cambiarme, pero jamás dejaba el hospital.
- Jungkook, te ves mal. Y si quieres ser fuerte por YongSun, también debes serlo por ti mismo, ¿Me entiendes?
- Tengo miedo, no quiero dejarla, la necesito cerca.
- Ella está contigo, Jungkook. Justo aquí - dijo tocando mi pecho, justo donde estaba mi corazón - Ve a casa, toma una larga ducha y duermes.
- P-pero...
- Yo te llamaré cualquier cosa que suceda con ella.
(...)
De vuelta al hospital. Los pasillos estaban extrañamente vacíos, a excepción por Taehyung que estaba dormido en un silla.
Fui directo hacia la sala en donde tenían a YongSun, pero antes de entrar logré oír una voz lejana. No podía ser. Rápidamente abrí la puerta, ella estaba ahí, sentada en la camilla, sus ojos abiertos, mirándome. Una sonrisa se formó en sus labios.
- Y-yongSun... ¡YongSun! - grité antes de correr hacia ella, pero no logré dar ningún paso. Era como si estuviera pegado al piso.
- Despierta, tonto - murmuró tiernamente.
- No - negué - Si solo te veré aquí, me quedaré.
- No puedes, Jungkook - dijo aún sin quitar su sonrisa. Lentamente se fue acercando a mi.
- Te extraño - murmuré sintiendo una suave brisa en mi rostro.
- Siempre estaré contigo, ¿Esta bien? No importa lo que pase.
- ¿Volverás? - pregunté. Ella solo sonrió y acercó sus labios a mi mejilla, pero estas nunca chocaron.
Me desperté antes de que sus labios hicieran contacto con mi piel. Estaba empapado en sudor, mi playera estaba pegada a mi torso; Genial, tomé una ducha para nada. Observé la hora; 08.34. Había estado durmiendo por casi doce horas, y para mi era como si hubieran pasado cinco minutos.
Encontré mi celular tirado a un lado de mi cama. Al encenderlo me encontré en la galería donde estaba la última foto que me había tomado junto a YongSun.
YongSun... La extrañaba.
Había tenido un centenar de sueños con ella, y todos terminaban de la misma forma, sin poder sentir su toque. Incluso había tenido algunas alucinaciones, donde la veía en el hospital, pero los médicos dijeron que solo era mi mente y la deshidratación ya que no me había alimentado correctamente.
Lo peor de los sueños, era que solo eran eso; sueños, y al momento de despertar, el horrible vacío que sentía sin ella se volvía más fuerte en mi interior.
Me dí una ducha rápida y cambié mi ropa, nisiquiera alcancé a tomar desayuno antes de que estuviera en la parada de autobuses para ir al hospital. Estaba urgido por sacar mi licencia momentánea, de esa manera podría conducir, al menos por la ciudad. Hace tres días había hecho todo el papeleo junto a Jenna (ya que ella había tomado el cargo de mi tutora) y nos habían dicho que tomaría al menos una semana que me entregaran la licencia. Así que por el momento, me tocaba usar el autobús.
A pesar de que había dormido casi doce horas, el cansancio aún circulaba en mí. El viaje en autobús me tenía aburrido, y debí luchar conmigo mismo para no quedarme dormido.
A lo lejos pude ver mi parada, debía bajar. Más de la mitad de las personas allí, bajo conmigo. Vaya, al parecer no soy el único al que le suceden estás cosas; de todas formas, sentí lástima por cada uno de ellos. Los hospitales no eran un lugar al que frecuentas para reírte como si fuera un circo.
Al llegar, no vi a ninguno. Una de las enfermeras que pasó por ahí me conoció y me dijo que todos se habían ido hace menos de cinco minutos, asentí y le di las gracias antes de caminar hasta la sala de YongSun.
- Hey, hola - saludé cerrando la puerta detrás de mí - Esto es estúpido - murmuré para mi mismo.
Hace un tiempo uno de los doctores me había recomendado hablar con YongSun, para que me sintiera mejor o algo así. Bah, como si me fuera a responder.
Caminé hacia ella, estaba igual, su rostro pálido, sus labios resecos y su liso cabello enmarañado a los costados de su cabeza. Con delicadeza puse mi mano en su mejilla, con cuidado de no pasar a llevar los tubos que había allí. De verdad la extrañaba, y con cada día ese sentimiento crecía más y más.
Repentinamente la puerta se abrió, dejando ver a la misma enfermera de hace un rato con una bandeja plateada en sus manos. Sobresaltado quité mi mano y ella, al igual que todos, me envió una triste sonrisa. Se acercó hasta YongSun y mojó un trozo de gasa para limpiar sus manos.
- ¿Cómo está ella? - preguntó ella haciendo que la mirara incrédulo.
- Eso debería contestármelo usted - ella rió.
- Nosotros solo podemos ver su organismo, pero hay algo mucho más importante dentro de ella, donde sólo algunas personas pueden ver.
- Si me lo pregunta a mi... Yo la veo igual que hace una semana - suspiré y volví mi vista hacia YongSun - Usted... ¿usted cree que ella pueda escucharme?
- No lo sé, es una de las cosas en las que la ciencia no puede intervenir. Pero algunos pacientes, cuando despiertan, han dicho que pueden escuchar, mientras otros no saben nada de lo que les había sucedido.
Ella lo había dicho, "cuando despiertan" y eso ero algo de lo que nadie sabía, si ella lograría despertar del coma.
- Puedo... - dejé mis palabras en el aire. La enfermera me sonrió y me entregó la bandeja plateada que había traído. Había comprendido mi intención.
- Si necesitas algo solo debes apretar el botón rojo - dijo apuntando el timbre sobre la camilla de YongSun.
Ella se fue y me dejó solo con mi chica. Continúe con sus cuidados y de vez en cuando se me escapaba algún suspiro. Recordaba cada uno de los momentos que había pasado con ella. Fui un completo mal agradecido, ella había hecho tanto por mi.
- Eres mala, Kim YongSun - hablé dejando las cosas a un lado - Me enamoraste completamente, me hiciste dependiente de ti y ahora me dejas solo - solté una risa amarga, mi pena se estaba volviendo rabia, y no con ella, sino conmigo mismo - Me enseñaste tantas cosas, pero ¿Sabes? Se te olvidó enseñarme a vivir sin ti.
Sujeté su mano. Dios, estaba tan fría. Dejé un beso ahí, con los ojos cerrados, rogando para que el tiempo retrocediera y me diera una segunda oportunidad.
- Prometí ser fuerte por ti, YongSun, pero no puedo. Juro que he tratado, pero se me hace tan difícil hacer algo sin ti. Es increíble cómo me hiciste cambiar. Antes... Antes era como un ser sin luz, sin brillo propio, pero apareciste tú y tu brillo, me iluminaste, me convertiste en una nueva persona - las lágrimas se acumularon en mis ojos, haciendo que la figura de YongSun se volviera borrosa ante mis ojos - No sé si me estás escuchando, pero si lo haces, quiero que sepas que no estás sola, siempre estaré contigo, lo prometo. Prometo ser una mejor persona, seré lo que tú quieras, porque te amo tanto, Sunshine. Sé que es difícil para ti, y quizás sientas que no tienes algo o alguien por quien luchar, pero debes luchar por alguien importante, por ti misma. Tú eres la mejor persona que he conocido, vale la pena que sigas aquí, no importa si es conmigo, mientras tú estés bien yo también estaré bien. Pero por favor, vuelve - logré murmurar antes de que mi voz se quebrara y me largara a llorar sobre su mano.
Era el mejor momento para que abriera sus ojos, para que despertara. Pero no, esto no era un jodido cuento de hadas.
Una chispa que encendió todo dentro de mí, esa corriente que sentía cuando estaba con YongSun, otra vez la sentí, después de tanto tiempo. No alcancé nisiquiera a mirar su rostro cuando todas las máquinas conectadas a ella comenzaron a sonar descontroladamente. Con desesperación apreté el botón rojo, y en menos de un minuto un montón de doctores se abalanzaron sobre el cuerpo inerte de YongSun. Sin darme cuenta mis lágrimas corrían por mi rostro, no podía controlarme, no podía soltar su mano, más bien, no quería soltarla.
- Debes dejarla - susurró alguien a mi lado, despegando suavemente mi mano de la suya.
Me derrumbé por dentro cuando no sentí su mano, otra vez estaba solo, quizás ahí es donde pertenecía, a una soledad interminable que me tome en mil pedazos y no me deja seguir adelante.
- Desfibrilador - oí a uno de los doctores gritar. Quizás habré hecho algo, o me habré asustado, porque la persona que había estado conmigo me susurró que me mantuviera tranquilo, que todo saldría bien.
Luego de eso los recuerdos se vuelven confusos.
Estaba en una sala completamente blanca, Jenna estaba delante de mí, sus manos en mi rostro, pero no la sentía. Solo podía observar el brazalete que le había dado a YongSun al rededor de mi muñeca, después de eso ya no vuelvo a recordar más.
(...)
-Todo va mejorando, Jungkook. Si sigues así, muy pronto estarás totalmente recuperado - el hombre de alrededor de unos cincuenta años golpeó suavemente mi espalda y sonrió.
- Gracias - le sonreí de vuelta antes de bajarme de la camilla. Volví a tomar mi mochila y la coloqué en mi espalda.
Dos semanas y tres días habían pasado desde el incidente de YongSun. Los doctores nos habían dicho que ella había emitido alguna fuerza y como su organismo aun no estaba preparado, había reaccionado de esa manera. De alguna manera eso me habia dado alguna esperanza de que estaba mejorando, aunque los doctores me dijeron que no debería ilusionarme.
Caminé rápido por los pasillos del hospital, llegaría tarde a clases, estaba seguro.
- Jungkook - escuché que alguien me llamaba. Sonreí al ver a Gyeong unos metros más allá.
- Hey - la saludé.
- ¿Cómo estás, cariño? - preguntó ella tocando mi frente - ¿La fiebre se ha ido?
- Sip - respondí - Acabo de salir del control, el doctor dijo que mi anemia está mejorando.
- Oh cariño, estoy tan feliz por ti - dijo envolviendo sus brazos a mi alrededor. La quería mucho, ella era la enfermera que estuvo conmigo el día en que le sucedió eso a YongSun, la que estaba encargada de sus cuidados y, por lo que me habían dicho, la que me tranquilizó después.
Si me lo preguntas, aún no sé lo que sucedió conmigo. Quedé en estado de shock casi por un día completo, del cual no recuerdo casi nada. Luego me detectaron anemia, irónico ¿no? YongSun había tenido lo mismo. Yo mismo era el culpable de lo que me estaba pasando, no me había preocupado de mi alimentación y de mis horas de sueño, la consecuencia, anemia.
- Ve, estás tarde a clases.
- Uhm, Jenna me pasó las llaves del auto. Si no hay mucho tráfico quizás llegue a la hora - le di un rápido abrazo - Recuerda...
- Llamarte si le pasa algo a YongSun, lo sé Jungkook - sonreí antes de despedirme y salir del hospital.
Las clases habían comenzado hace más de una semana. Jenna, Gyeong, Nana y Taehyung se habían encargado de regañarme hasta el cansancio para ir a clases, y bueno, aquí estaba.
- Juuuuung Koooook - alguien gritó a mi lado.
- JungSu, estoy al lado tuyo, no es necesario gritar.
- ¿Tomaste tu medicina? - preguntó. Oh sí, el sabía sobre mi anemia, quizás porque a Tae se le hubiera escapado mientras JungSu había ido a visitar a YongSun.
- Lo hice, estoy mejorando - respondí con orgullo.
Al parecer casi toda la escuela se habia enterado sobre lo de YongSun. Al principio las miradas de lástima eran tantas, que no las podía soportar, pero luego, con el pasar de los días eran cada vez menos. JungSu también me había ayudado en eso, la zanahoria resultó ser un buen chico después de que lo conocí, aunque me seguía molestado en hecho que le le haya gustado a YongSun cuando era pequeña. Qué linda, me imagino a una mini YongSun corriendo por todos lados.
- Tierra llamando a Jeon, heeey - JungSu sacudió su mano frente a mi rostro.
- Lo siento.
- ¿Pensando en tu chica? - le envié una sonrisa triste - Estará bien, Jungkook.
- Ya ha pasado casi un mes y aún no nos dan una respuesta clara.
- Ya sabes cómo es YongSun, Jungkook. Ella es tan cascarrabias que despertará cuando a ella se le dé la gana - dijo haciéndome reír.
- Espero que no sea por mucho. No sé cuánto tiempo más soportaré sin poder ver su sonrisa. En fin, ¿Cuál es la próxima clase? - pregunté con esperanza de que JungSu comprendiera que no quería seguir hablando del tema.
- Ética.
(...)
Juro que trataba de prestar atención a cada historia que mis compañeros contaban, pero estaba tan centrado en la caligrafía de YongSun en mi cuaderno, que atención era lo que menos tenía.
- Bien, muchas gracias chicos. Ahora le toca a Jungkook...y YongSun - susurró lo último acaparando mi atención - Si no quieres, no debes hacerlo Jungkook, ¿Está bien?
- No no, quiero hacerlo - sonreí tranquilizándola - Pero... ¿Qué debo hacer?
- Lo que conociste de tu pareja y lo que más cambió en ustedes.
- Oh, está bien - me aclaré la garganta sintiendo la mirada de todos mis compañeros de clase. En la otra esquina JungSu me sonrió e hizo señales de ánimo con sus manos - Que conocí de YongSun... Conocí que cuando quiere puede ser la persona más tonta, distraída e insoportable de todo el mundo. Cuando se propone algo puede llegar a ser tan persuasiva que molesta - dije haciendo reír a algunos de mis compañeros - Aunque eso queda completamente de lado cuando miras su sonrisa o escuchas su risa, simplemente te provoca una paz indescriptible. Prefiere salir dañada ella a otra persona, es tan paciente que me sorprende. Ella es la persona que te anima a seguir y no darte por vencido en el camino, y cuando caes, ella está ahí para ayudarte a ponerte de pie. Lo que más a cambiado de nosotros, soy yo. Gracias a ella dejé de ser un idiota con todo el mundo, me convertí en una nueva persona sólo por ella.
Algunos aplaudían, y otros solo sonreían. Por mi parte, yo estaba feliz de haber mostrado como era YongSun, mi YongSun.
El resto del día me la pasé contando los minutos para volver al hospital. Aunque, bueno, siempre lo hacía. Cuando la campana tocó, fui el primero en salir corriendo del salón hasta el estacionamiento.
Al llegar al hospital, rápidamente saludé a Gyeong y ella tan solo rió. Entré a la sala donde estaba YongSun y por fin, en todo el día, me pude sentir más tranquilo, por fin estaba con ella.
- Hola cariño - la saludé tocando su mejilla - ¿Me has extrañado tanto como yo a ti? - la melancolía se apoderó de mí, ella no me respondería - Sabes, mi anemia está mejorando muy rápido, aunque si despertaras quizás curaría aún más rápido.
Saqué los cuadernos de mi mochila y comencé a hacer la tarea que nos habían dejado. Ugh, YongSun tendrá que ponerse al día con mucho, claro, si es que despertaba.
No, no Jungkook, ella despertará.
- Esto no es para nada difícil, pero para mí es mejor que no entiendas, así, tendré que estar mucho tiempo contigo para enseñarte - la observé con una sonrisa que lentamente fue desapareciendo - Tres semanas y cinco días; YongSun, deja de torturame.
Media hora más tarde, estaba casi dormido con mi cabeza apoyada en la mano de YongSun. Ya estaba acostumbrado a la incomodidad que me provocaba ubicarme en posiciones extrañas para estar lo más cerca posible de YongSun sin lastimarla o tocar algún implemento.
Nuevamente esa corriente, la misma que había sentido hace unas semanas atrás, recorrió desde mis dedos, pasando por mi columna hasta incrementar los latidos de mi corazón. En menos de un segundo ya estaba totalmente despierto con la mirada en YongSun.
- No puede ser - murmuré en shock.
Los ojos de YongSun estaban totalmente abiertos, ella estaba mirándome, pestañeo un par de veces antes de que asimilara que esto no era uno de mis tantos sueños, esto era real. Rápidamente apreté en botón rojo, con las lágrimas de emoción corriendo por mis mejillas.
- Bienvenida otra vez, amor.
~ • ~
Esperen un momento, estoy en shock ...
...
...
No, sigo en shock. Hasta yo me emocioné con el final.
No me odien, ya la hice despertar ♡
Dos cosas:
1) ¿Escucharon el nuevo álbum? Es HER-MO-SO
2) FELICES FIESTAS A LAS CHILENAS 🇨🇱 ¿Cómo la pasaron? ¿Cuantos terremotos? ¿Los choripanes?
En fin, espero que les haya gustado el capítulo :( ♡ Sé que me tardo demasiado, y realmente odio eso. Me convertí en lo que juré odiar. Trataré de seguir con el próximo ya que por el momento no tengo más fanfics.
[Dale ★ si piensas "¿¡POR QUÉ ESTE HOMBRE ESTÁ TAN BUENO?! DEBERÍA SER ILEGAL"]
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