다섯; Cinco

J. Jungkook


— Jungkook, ¿por qué no eres igual de tierno que tus hermanitos? — preguntó YongSun haciéndole cosquillas en el estómago a Myung y dejando que ChooHe le trenzara el cabello.

Sí, así es. Había aceptado hacer el trabajo en mi casa con esa chica parlanchina. Quedamos luego de clases, le di la dirección a Yongsun y ella no hizo más preguntas. Una hora después de que Yongsun llegara, seguíamos en el principio, sin nada listo.

Literalmente había arrastrado a YongSun por los escalones para que no viera a Jenna, sabía todo lo que ella diría: "Jungkook trajo una amiga" "Debes venir más seguido" y todas esas cosas que invadía mi privacidad. Así que, para evitarlas, nos encerré en mi habitación junto con Myung y Choohe.

— YongSun, no crees que deberíamos... hum... ¿hacer el trabajo? — sugerí.

— Pero yo estaba jugando — dijo haciendo puchero.

— Eres molesta ¿lo sabias?

En ese momento el ruido de la puerta cerrándose retumbó por la casa haciendo que los mellizos se pararan abruptamente.

— ¡Mamá! — chillaron los pequeños antes de salir corriendo escalera abajo.

— Bien — suspiró YongSun. — Creo que debemos continuar con el trabajo.

— ¿Continuar? No llevamos nada — dije enseñándole las hojas vacías.

— Pero me entendiste — dijo levantando los hombros. — Mejor ordenemos los juguetes de los chicos.

— Dejaron todos sus juguetes desparramados por mi habitación.

— Si, soy muy tiernos. ¡Oh, mira! Yo tenía uno de estos cuando era pequeña — dijo tomando un pequeño poni celeste entre sus manos. — Solía pasar todo el día jugando con él alrededor de toda la casa. Mis padres me lo regalaron...

— ¿Es-estas bien? — pregunté atropellando mis palabras ya que se había quedado en silencio mirando el pequeño juguete.

—Si, solo... ¡Un carrito de bomberos! — chilló saltando de ahí.

No supe si lo hacía para desviar el tema, o si lo hacía porque tenía serios problemas de infantilismo; pero viniendo de ella, la segunda opción sería la más correcta.

— Tienes muchos libros, Jungkook — dijo ahora pasando por mi repisa llena de libros — ¿Los has leído todos?

—La mayoría de ellos.

— Yo no podría...me aburriría al instante.

— Créeme, he notado eso — dije con una sonrisa ladeada.

—Porque tú eres un aburrido y yo soy muy divertida — agregó tratando de guiñar un ojo.

— No sabes guiñar — la molesté.

— ¿Y tú si puedes?

— Claro que puedo — respondí arrogante mostrándole un perfecto guiño.

— ¡Enséñame! — dijo como una niña pequeña.

— Solo debes cerrar un ojo y mantener el otro abierto, no es nada que no se pueda hacer.

Ella inmediatamente comenzó a tratar de guiñar, pero no podía ya que cerraba ambos ojos a la vez haciendo gestos muy divertidos.

— Ven aquí — la llamé. — Cuando yo te diga, tú cerraras los ojos. — Mantuve mi mano sosteniendo su párpado para evitar que lo cerrara y sostuve sus manos — Bien, ciérralos — dije y Yongsun me hizo caso.

— Oh por dios, ¡lo hice! Otra vez, Jungkook.

Nuevamente hice lo mismo que la vez anterior, pero esta vez ella estaba sonriendo y eso provocaba que se formara una eyesmile en ella.

— Jungkook, los chicos me dijeron que trajiste a una... —Jenna se calló de inmediato al ver la escena entre YongSun y yo.

Resulta que no me había dado cuenta en la posición en la que habíamos quedado; Tenia prácticamente a YongSun acorralada entre la repisa de libros y mi cuerpo casi pegado al de ella, una de mis manos estaba en su rostro y la otra sostenía ambas manos de YongSun para evitar que tratase de quitar mi mano de su rostro.

— Lo siento, yo... yo no quería interrumpir, vuelvo en un momento — se disculpó Jenna.

— N-no se preocupe; Jungkook solo me estaba ayudando ¡Oh, usted es la señora de la otra vez! — Al decir eso, Jenna se quedó mirándola un par de segundos y su cara se iluminó al recordar.

— Por eso pensaba que te había visto antes.

— Esperen — interrumpí. — ¿Ustedes ya se conocían?

— Si... ¡No!, quiero decir si, pero no de una buena manera. Yo tropecé con ella — respondió Yongsun.

— ¿Por qué no me sorprende? — dije sarcástico.

— Bien, yo estaré abajo. Si necesitan algo me llaman — dijo Jenna.

— No necesitaremos nada, así que no te preocupes.

— ¡Jungkook! — me regañó YongSun, y luego con una sonrisa dijo: — Gracias.

— Por nada, pequeña — dijo Jenna con una sonrisa saliendo de mi habitación.

— ¿Por qué eres así con ella? — preguntó YongSun.

— Por la misma razón que tú dejas que Seoyeon te trate mal. — Ella iba a reclamar nuevamente, pero mis hermanos entraron gritando a mi habitación.

— Appa, quiero jugar.

— ChooHe, ya te he dicho que es Oppa, no Appa.

— Bueno Oppa — dijo dando una sonrisa y mostrando los dos dientes que le faltaban.

— Hyung, yo quiero jugar contigo.

— En otro momento, ahora YongSun y yo debemos hacer tarea — dije inclinándome a su misma altura.

— Por mí no estaría mal — habló YongSun. — La maestra dijo que no era obligación hacerlo todos los días...

— Se lo que dijo — la interrumpí.

— ¿Ves Oppa? ¡podemos jugar!

— Okey— suspiré rendido. Los mellizos eran mi debilidad. — ¿A qué quieres jugar?

— A la mamá y al papá. — YongSun y yo nos miramos inmediatamente.

— ¿N-no pre-preferirías jugar a otra cosa? — habló una nerviosa YongSun.

— No, Myung y yo queremos jugar a la familia.

— ¿Y qué tal si jugamos a la princesa y sus caballeros?

— ¡Si! Hee, yo quiero jugar a eso— dijo Myung.

— Bueno, YongSun y yo seremos las princesas; y tú con Myung serán los caballeros que nos salven de un dargón —dijo poniendo uno de los juguetes de Myung entre nosotros.

Desde que los mellizos nacieron he sentido la necesidad de protegerlos y consentirlos. Solo ellos logran sacarme una sonrisa verdadera.

A pesar de ser casi iguales en apariencias, son muy distinto en cuanto a personalidades; Myung es callado y muy tímido, en cambio ChooHe es muy extrovertida y le gusta hablar.

— ¡Si, Myung ha rescatado a la princesa Hee del malvado dargón! — dijo luego de que Myung fingiera golpear al dragón para llegar donde su hermana y darle un tierno beso en la mejilla.

— Se dice dragón — corrigió el pequeño Myung.

— Como sea. Jungkook aun no rescata a su princesa — dijo ChooHe haciendo que Jungkook volteara los ojos.

— Yo no soy su princesa.

— Ella no es mi princesa —dijimos al mismo tiempo.

— Si lo es. Hyung, tú me has dicho que siempre debemos proteger a nuestra princesa.

— Pero yo hablaba de ChooHe, no de esta chica molesta.

— Exac... Hey, yo no he hecho nada ahora— se defendió YongSun.

— Oppa Jungkook, me enojaré si no salvas a YongSun.

— Está bien. — Tomé a YongSun del brazo e hice que pasara sobre el pequeño dragón de juguete, para así llegar al lado de los mellizos— ¿Están contentos? — Ambos negaron con la cabeza — ¿Y ahora que debo hacer?

— Debes besar a la princesa — dijo ChooHe.

— No, no, no y ¡no! — habló una muy sonrojada YongSun— ¿Y si mejor beso al dragón?

— Yo no la besaré — me negué.

— ¡Debes besarla, Jungkook!

— No, él no lo hará. Mejor lleguemos a un trato ¿Les parece?

— Si — chillaron ambos pequeños.

— Si yo no beso al Jungkook y él les comprará golosinas.

— ¡Si, dulces! Yo quiero una paleta de fresa.

— Yo quiero chocolates — aplaudió Myung.

— Me quedaré sin dinero — susurré en el oído de YongSun.

— Oh vamos, yo no quiero besarte. Mañana te pago el almuerzo.

— Es un trato— dije levantándome de ahí —Bien... ¿Quién me acompañará?

(...)

— Jungkook — dijo Choohe.

Veníamos de regreso luego de comprar los dulces que los chicos querían, y aprovechando compré una soda para mí y para YongSun, ya que ChooHe me había obligado a traerle una también.

— ¿Sí? — pregunté dándole un sorbo a mi bebida.

— ¿Sunshine es tu novia? — inmediatamente me atraganté y comencé a toser — Oppa...oppa ¿estás bien?

— S-si ¿Por qué preguntas eso?

— Porque ella es muy linda y cariñosa, ¡Es como una princesa!

— No, YongSun no es mi novia.

— Ouch — dijo haciendo una mueca triste. — ¿Pero volverá a ir a casa?

— Lamentablemente sí — dije sonando cansado de solo imaginarlo. Yongsun estaba cambiando todos mis planes.

~•~

Hey, ¿Como han estado?

gracias por leer.

[Dalepor este Jungkook. No ganas nada pero es bonito]


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