N.
Capítulo 28.
N.
El sonido del televisor a un volumen bajo fue lo primero que identificó al despertar; frotó su ojo con algo de pereza antes de enfocar la mirada y notar las noticias locales en la enorme pantalla de plasma empotrada en la pared de enfrente; era de día, uno bastante soleado en comparación a lo que podía esperar después del diluvio de la noche anterior. Duncan suspiró y se movió, revolviendo aún más las sábanas de su lado del colchón.
—Buenos días.
La voz de Jared le hizo voltear hacia arriba, pues el pelirrojo estaba sentado apoyando la espalda en la cabecera de la cama, con el mando remoto del televisor en la mano.
—Buenos días— contestó el beta, con voz algo ronca por el reciente despertar, y rodó hasta quedar boca abajo. La noche anterior habían compartido la cama, una enorme y cómoda cama, donde cada uno ocupó una mitad; no sin antes haber disfrutado de ese gran pay de manzana, hablando de trivialidades, esforzándose sorpresivamente muy poco para recuperar ese ambiente que a ambos agradaba.
—¿Qué hora es?— preguntó apoyando la mejilla sobre la almohada para mirarle desde su lugar.
—Casi las diez de la mañana— dijo Jared observando su reloj de pulsera.
—¿Hace mucho que estás despierto?, ¿por qué no me hablaste?
Probablemente la respuesta a la primera pregunta de Duncan era evidente, puesto que el delta ya no poseía ropa de cama, sino unos jeans deslavados, una camisa azul claro de mangas largas, pero enrolladas hasta los codos, y su cabello estaba perfectamente peinado en esa trenza que descansaba sobre uno de sus hombros.
—No quise hacerlo, te veías muy cómodo.
—No hablé dormido, ¿o sí?
Jared rio, —¿hablas dormido?
—A veces.
Estiró la mano y acarició el cabello de Duncan con suavidad y respondió, —no, no lo hiciste.
Después de lo ocurrido la noche anterior, luego de que Duncan se duchara con agua tibia para evitar resfriarse, y él hiciera lo mismo, Jared no supo qué hacer con exactitud, por eso decidió darle su espacio, incluso desde su lugar en la cama, donde estuvo sobre su costado mirándole en la penumbra y velando por sus sueños.
Duncan se dejó hacer, hasta cerró los ojos por unos instantes, pero luego indagó; —Y bien, ¿a dónde iremos hoy?
—Tengo planeado una visita a un lugar especial, uno al que solía ir seguido cuando era pequeño— explicó con sinceridad, sin dejar de pasar los dedos entre el cabello grueso y castaño de Duncan, —pero iremos después de desayunar, ¿quieres que pida la comida de una vez?
—Si estabas esperando por mí, no tenías porqué.
Jared se encogió de hombros y dejó de acariciarle, —no tenía mucha hambre de todas maneras.
—Entonces iré a ducharme— se incorporó y casi saltó de la cama; —no tardo— exclamó al cruzar la amplia habitación, después tomó algunas prendas que estaban sobre la valija y entró al baño.
Jared apagó la televisión y salió de la habitación dispuesto a pedir el servicio al cuarto; era una suite especial, una de las que poca gente pedía, pero que él siempre solicitaba; tenía, además del recibidor, una pequeña sala de estar, un mini-bar y alfombra por todo el piso, no sólo en la recámara.
Después de llamar al servicio al cuarto, caminó descalzo hacia el mini-bar, donde el frigorífico siempre ofrecía su agua gasificada favorita. Apenas tomó un trago alguien llamó a la puerta, era demasiado pronto para que los alimentos hubiesen llegado, ¿quién sería?
—Jared, sé que estás ahí—, claro, había olvidado que Noah amenazó con llevarle la documentación, —es muy tarde para que aún estés dormido—, además él era una de las pocas personas que dejaban pasar desde la recepción hasta el último piso.
—¿Quién dice que estoy dormido?— exclamó al abrir.
—Tan huraño como siempre, podrías saludar primero— Noah chasqueó la lengua tres veces y negó con la cabeza, —supuse que las palabras motivadoras y positivas de ayer no podían durar mucho.
—Sabes cómo soy.
—Desafortunadamente sí, lo sé— dijo y entró al lugar, —eres hosco y seco, pero muy bueno en lo que haces, por eso no solo mi padre, sino la manada entera te respeta.
Jared suspiró, —con tus halagos no vas a convencerme de regresar.
—Tal vez no ahora, pero sé que lo harás algún día— cantarruneó.
El delta fingió pensarlo y confesó, —probablemente tengas razón—, puesto que sabía que la decisión de quedarse en Blue Hills o regresar a Muna no era solo suya ahora, porque incluso estaba la opción de instalarse en Rilltown.
—¿La tengo?— preguntó sorprendido Noah.
—Dije probablemente.
—Si Liam regresara a casa...-
—Escucha, tu hermano no tiene nada que ver— le cortó, como había dicho antes, Noah era un buen sujeto, amaba mucho a su hermano mayor y, a su manera, hacía el "intento de ayudarle".
—Siempre me pregunto qué demonios te vio, te hace falta ser más amable.
Jared había construido esa barrera ante los demás e iba a ser difícil romperla de la noche a la mañana, ser amable por medio de la llamada telefónica la tarde anterior había sido más sencillo que ahora que lo tenía en persona; —¿trajiste el contrato?—, desvió el tema y extendió la mano.
Claramente la respuesta era afirmativa, ya que Noah tenía un sobre amarillo de buen tamaño en la mano, iba a ofrecérselo cuando algo despertó su sentido de alerta; olfateó el ambiente, entrecerró los ojos y dijo, —hay alguien más aquí.
—¿Habrá pay de manzana para el desayuno, o solo para la cena?— la voz de Duncan se escuchó justo antes de que apareciera en el campo visual de ambos, con el cabello ligeramente húmedo y también descalzo, sonrió en cuanto cruzó la mirada con el muchacho de cabello oscuro; —oh, tú debes ser Noah— dijo.
—¿Y tú quién diablos eres?— gruñó frunciendo el ceño y mirando con algo de recelo a Duncan, —no recuerdo haber recibido algún informe del concejo
—¡Noah!— interrumpió Jared; Noah era un beta, pero esta vez no pudo evitar que su tono sonara a amonestación, no iba a permitir que intimidara a su pareja.
—¿Qué?— Noah centró su atención en Jared.
—Su nombre es Duncan, está conmigo y no necesita el permiso del concejo.
El nombrado lo pensó un instante, con todo lo sucedido había pasado por alto la notificación al consejo y los "trámites usuales"; aunque era un alivio que Jared fuera influyente, de lo contrario quién sabe qué consecuencias habría por ingresar de esa manera a un territorio ajeno.
—El concejo debe aprobar la presen-... espera, ¿qué quieres decir con que está contigo?
—Exactamente eso, que está conmigo— Jared caminó hacia Duncan y le tomó la mano, —estamos juntos— entrelazó sus dedos.
Duncan se sintió feliz e inconscientemente sonrió, bajó el rostro para ocultar aquél gesto, pues pensó que una sonrisa estaba un poco fuera de lugar, sobre todo porque Noah parecía incómodo.
Noah miró a Jared, luego a Duncan y de regreso, rascó su propio cabello y exclamó, —eso es imposible, dijiste que nunca-, ¡no puedo creerlo!
—Sí, sé lo que dije, pero estaba equivocado.
Así como Noah dedicó unos segundos a estudiar las manos entrelazadas de aquellos dos, Duncan también le miró minuciosamente, el sujeto era de su misma estatura y edad, o muy similar, de cabello castaño oscuro, piel clara, nariz respingada y labios delgados, también tenía un lunar estratégicamente sobre el labio superior derecho y ojos verde aceituna, sin duda un chico muy guapo; y había dos iguales.
—No puedo creerlo— repitió Noah con menos entusiasmo que la primera vez, —pero supongo que, así como mi hermano no eligió enamorarse de alguien como tú— dijo mirando a Jared, —no puedo juzgarte por estar en una situación igual.
Vaya, no era la mejor manera de decir las cosas, pero estaba bien, ¿o no?; pensó Duncan.
—Y en cuanto a ti— Noah miró a Duncan, —mucha suerte, porque creo que no sabes del problema en el que estás, Jared es muy arisco y huraño.
—Dame el documento de una vez— ordenó Jared.
—¿Ves? Te lo dije.
Inmediatamente alguien llamó a la puerta y pronto el carrito de servicio con bastantes alimentos se encontró en el interior de la habitación, donde un pay de manzana completo relucía en el medio.
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—Duncan, ¿cierto?— exclamó Noah antes de "robar" una uva del plato del carrito.
—Sí, así es.
—Y, ¿dónde se conocieron?, ¿en alguna de las extravagantes misiones que la manada de Muna encomienda a Jared?
Duncan rio, —podría decirse que sí, él llegó como parte de la escolta personal de la alfa que se iba a casar con mi amigo— explicó, mirando de soslayo hacia a la sala, donde Jared se había instalado con una taza de café en mano, en el sofá individual, a leer las correcciones del contrato; Duncan y Noah se hallaban en la barra del mini-bar, donde habían llevado el carrito.
—¿Fue un matrimonio arreglado?— preguntó intrigado.
—En un principio sí, pero nunca se concretó.
Duncan no se sintió incómodo ante el otro beta, Noah era sencillo, pero observador, inteligente y bastante disimulado en su presencia, pues la enorme cicatriz que surcaba el rostro de Duncan no pareció importarle.
Noah repitió lamentar el hecho de que Jared hubiera rechazado a su hermano, pero no por ello culpaba a Duncan, él pensaba que había cosas que no podíamos elegir. Debido a la información que Jared le había dado sobre la naturaleza de los gemelos, Duncan pensaba que tal vez nadie mejor que Noah y Liam comprendían en verdad eso del "destino y situaciones que no están en nuestras manos cambiar". Fue entonces que el tema de las parejas verdaderas salió a flote y Noah se mostró muy sorprendido al saber que un cambiaforma y un humano tenían la posibilidad de ser pareja, justo como Julián y Mauricio. Duncan intuyó que era debido a la condición de su hermano, pero prefirió callárselo, únicamente le habló sobre lo felices que eran sus amigos y eso pareció interesar mucho a Noah.
La plática hubiera continuado de no ser porque Jared firmó los documentos, se los entregó a Noah y prácticamente lo echó del apartamento, recordándole que no debería perder el tiempo allí, que tenía muchas cosas qué hacer como encargado de la agencia de seguridad.
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ESPACIO PARA CHARLAR. ¡Hola! Pues, allí está el dueño de la voz "misteriosa" al teléfono cada vez que en la pantalla del móvil de Jared aparece una N. Fue algo corto, lamento eso, solo puedo decir que el siguiente capítulo ya está agarrando forma (en mi mente, ok-no), espero que pronto quede listo. Gracias por leer, muchas por votar y muchísimas más por comentar. <3
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