Gente estúpida.

Capítulo 26.

Gente estúpida.

La ciudad era bonita y muy limpia, las calles estaban circundadas por áreas verdes; arbustos y plantas hacían el ambiente muy agradable, así que no fue difícil hallar y ocupar una banca debajo de la sombra de un frondoso árbol. Definitivamente se estaba más cómodo que en aquella fría silla metálica.

Duncan separó las piernas, apoyó los codos sobre cada rodilla y echó su cuerpo hacia el frente, encorvándose, tapando su rostro con ambas manos.

La sensación no fue nueva, pero sí más intensa, era como cuando su madre le enfrentó y le dijo que sus captores le habían hecho mucho daño y que ni con la mejor intervención médica disponible habían podido rescatar su globo ocular. Después de haber llorado en brazos de su madre, y a solas esa misma noche, había reprimido ese malestar en alguna parte, acallándolo con su optimismo y buen humor; no dejó que la manada de Muna le hiciera daño en ese sentido, sólo el constante rechazo de Jared estuvo a punto de agrietar esa barrera, cuando empezó a preguntarse si en verdad era merecedor de alguien como él: Jared era alguien entrenado y muy capaz; en cambio, él era solo un lobo ultrajado, crecido en un pueblo, que había incluso pasado noches en la intemperie en su forma animal. Después, debido a lo ocurrido con los coyotes, ya no tuvo tiempo de seguir pensando y atormentándose con ello, a partir de entonces las cosas parecieron marchar bien. Pero cuando Jared le dijo quién era en realidad comenzó a preguntarse de nuevo muchas cosas, su pareja era inteligente y pudiente, tanto que un lujoso complejo de hoteles era sólo una de sus muchas posesiones. Eran muy diferentes, ¿en verdad las cosas entre ellos iban a funcionar?, seguramente Jared estaba rodeado de "gente importante" y si él estaba alrededor ya no sería solo contar chistes y bromas para disimular su nerviosismo, las cosas se pondrían bastante serias.

Escuchó que alguien se arrojaba al césped, incluso llegando a derrapar y aterrizar de rodillas frente a él, a sus pies; estaba tan sumido en sus cuestiones que sólo reaccionó cuando sintió unos cálidos dedos rodearle las muñecas, tirando con suavidad de ellas para descubrirle el rostro.

—¿Qué te sucede?, ¿te sientes mal, te duele algo?

Duncan ladeó el rostro, desviando la mirada y a la vez haciendo que el flequillo le tapara la cicatriz de su ojo; no podía enfrentar las cejas arqueadas de Jared, esas que mostraban su genuina preocupación.

—No, nada.

—Claramente algo te está molestando, dime qué es, por favor— pidió Jared.

Duncan estuvo renuente, dándose cuenta de que probablemente era estúpida la razón de su sentir, que estaba dándole demasiada importancia al asunto y que lo mejor era callar; pero al final le miró de nuevo, recordando las palabras de su amigo.

"Oye, deberías dejar que los demás se preocupen por ti de vez en cuando; ¿qué harás cuando Jared quiera cuidar de ti?, ¿le echarás de tu lado?"

—Sólo estaba recordando algunas cosas— decidió mencionar lo ocurrido primero, y se encogió un poco en su lugar, —cuando me quedé dormido en el auto esta mañana soñé con lo sucedido durante mi captura, Elías dijo que le había hecho daño a mamá, me sentí muy enfadado y a la vez inútil.

Jared, desde su lugar arrodillado en el pasto frente a él, tomo las manos de Duncan entre las suyas, —sólo te estaba provocando— le besó las manos y agregó, —no debes sentirte responsable por eso.

—Sé que no debería, pero no pude evitarlo, terminé rajándole la garganta y con una navaja incrustada en mi abdomen— suspiró, —ahora, además de ser un pueblerino y asesino, soy feo, seguramente le doy miedo a los niños— esbozó una sonrisa forzada, fue la forma más "sutil" que encontró de tocar de manera general el tema que le estaba incomodando, sobre su procedencia y apariencia física.

El delta hizo una mueca, como si un repentino y rápido dolor físico le hubiera atacado; —¿la escuchaste?— preguntó.

—Fuerte y claro.

—Valentina es buena, pero está muy mimada, sus palabras y prejuicios son el reflejo de su madre, una mujer frívola e interesada— explicó.

—¿Es tu manera de justificarla?

—No, sólo digo que no puedes dejar que te afecte el comentario de una niña.

—Debes admitir que tiene algo de razón, y no creas que no noto cómo me mira la gente, incluso Bob lo mencionó, admito que fue amable, pero esto no es algo que se pase por alto— soltó su mano derecha y señaló su rostro.

—¿Es eso lo que te molesta?— Jared mordió su labio inferior y continuó, —¿qué te parece si consigo al mejor oftalmólogo especialista y cirujano plástico para que lleve tu caso?

—¡No!— respondió de inmediato, negando y frunciendo el ceño, —no quiero tu dinero.

Duncan había mencionado algo sobre ser un pueblerino y Jared se dio cuenta de que probablemente le había ofendido con ese comentario, definitivamente debía mejorar sus habilidades sociales, sobre todo las personales y tener más tacto y empatía, porque lo que menos deseaba era dañar o alejar a su pareja, así que mejor pidió, —perdóname, no quise insinuar eso; solo dime entonces qué hago para que te sientas mejor—, Jared tenía miedo, nunca había tenido la necesidad, o el compromiso siquiera, de reconfortar a alguien, ¿y si lo echaba a perder?; conteniendo la respiración, se aventuró a alargar la zurda y acariciar la mejilla del castaño, desde su posición en el suelo tuvo que elevar la mano.

Duncan se dejó hacer, disfrutando de la caricia que no solo fue por su mejilla, sino que llegó hasta su frente, echando hacia atrás su rebelde y ya largo flequillo. El tacto de Jared era cálido y reconfortante, sabía que solo había una manera de tener suficiente de él, así que, respondiendo a su petición, le señaló su lado en la banca, invitándole a sentarse. El delta se puso de pie y con cuidado ocupó el lugar a la derecha, Duncan tiró del brazo de su pareja y se envolvió en él, pegándose a tu torso, prácticamente exigiéndole un abrazo.

—Cuando piense y diga tonterías, cuando me comporte como un idiota, sólo abrázame— pidió, refugiado en el costado de Jared, —he escuchado que el contacto con tu otra mitad sana muchas heridas, no únicamente físicas.

El otro le apretó con firmeza y respondió, —no creo que digas tonterías, tienes razón, la gente te mirará y realizará un mal juicio, eso es algo inevitable, pero tus amigos y familia saben que eres alguien increíble, has salvado a muchos, no solamente a Mauricio y Johan— frotó el hombro y brazo del castaño, pegándolo a él más si eso era posible, y agregó, —me enseñaste que hay gente buena, me devolviste la esperanza en los demás, nunca antes había considerado salir con alguien, mucho menos tener algo serio, esto es nuevo para mí— confesó.

—En general lo estás haciendo bien— le elogió Duncan, por supuesto, su humor no podía faltar.

—Pero no es suficiente, —suspiró, —porque si lo fuera no la estarías pasando mal.

—No es tu culpa, son mis temores e inseguridades— dijo con soltura, sin haberse despegado aún.

—Todos los tenemos, yo pasé gran parte de mi vida huyendo del recuerdo de mi padre y renegando de él, impidiendo que los demás se acercaran lo suficiente porque pensaba que todos me harían daño y me abandonarían; hasta que te conocí— le besó la coronilla, —¿sabes por qué me fui a Muna?

Duncan negó con la cabeza desde su lugar.

—No solo fue por petición de mi abuela, sino porque tenía miedo de estar rodeado de gente que me señalara como el nieto del empresario exitoso, personas interesadas y superficiales; Carol, la madre de Valentina es un buen ejemplo.

Sintió la respiración tranquila de Duncan, y cómo comenzó a juguetear con los botones de su camisa, le estaba escuchando atento, así que continuó; pensó que, tal vez, si desviaba el tema un poco y le hablaba de otras situaciones, su ánimo mejoraría, eso debía funcionar, era la primera vez que tenía que alentar a alguien y esperaba que su táctica diera resultado.

—La gente puede ser cruel, y mucho, sobre todo cuando las cosas o personas no se ajustan a lo que esperan para alcanzar lo que quieren; como sucede en la manada de Blue Hills— explicó Jared, —el alfa tuvo dos hijos, gemelos, el mayor es Liam y el menor, sólo por unos minutos, se llama Noah; cuando fue tiempo, todos esperaron su transición, Noah tuvo su primer cambio apenas cumplió diecisiete años, él nació siendo beta— aclaró, y eso no era imposible, pero sí poco usual, contadas veces aún con dos padres alfas podía incluso haber un cachorro omega. —El caso de Liam fue diferente— continuó Jared, —él nunca cambió, Liam nació siendo sólo un humano.

Duncan se removió evidentemente sorprendido, despegándose un poco para poder mirarle, —¿un humano?, ¿es una broma?

Jared negó, —me temo que no, cuando mi entrenamiento comenzó, Noah y yo estuvimos en el mismo grupo; Liam lo intentó, pero al ser más frágil no pudo seguirnos el paso, me consta lo mucho que se esforzó, pero finalmente, por petición de su madre, se dedicó únicamente a los estudios y comenzó a llevar una vida con actividades puramente de humanos.

Duncan tragó fuerte, no imaginaba el sentir de Liam, todos esperaban mucho del primogénito de un alfa, y él ni siquiera podía cambiar.

—¿Recuerdas que te dije que alguien me había confesado sus sentimientos, pero le rechacé?— preguntó Jared, al recibir un cabeceo afirmativo como respuesta, dijo, —fue Liam, cuando le dije que no estaba interesado se enojó, no conmigo, sino porque pensó que la razón de mi rechazo era debido a su condición de humano, así que desapareció, no quiso ver a nadie, ni a su madre, Noah le encontró hambriento días después en su dormitorio de la universidad.

Duncan permaneció pensativo, luego, abrazándose de nuevo a él, hizo una de muchas preguntas que asaltaron su mente, —¿dónde encaja Carol en todo esto?—, porque Jared la había mencionado en un principio, como el ícono representativo de la superficialidad e interés.

—Tanto Liam como Noah son muy capaces, incluso Noah es el presidente de la agencia de seguridad, así que por los negocios no hay problema, pero en cuanto al liderazgo de la manada el siguiente en la línea sería el tío de los gemelos, quien sorprendentemente rechazó el cargo y por eso su hermano mayor, el padre de Liam y Noah, continuará a la cabeza; Carol es la cuñada del alfa, y desde que contrajo matrimonio fue muy clara al decir que no quería tener cachorros, que no le gustaban los niños, entonces, cuando su esposo rechazó el mando de la manada no estuvo muy contenta y coincidentemente quedó embarazada al poco tiempo; yo creo que Carol ve a Valentina como la forma de tener el liderazgo de la manada, ya que ser sobrina de sangre del actual alfa es la oportunidad perfecta; Noah no lo dice, pero estoy seguro que piensa lo mismo de Carol, aunque guarda sus comentarios al respecto.

Duncan pensó que eso era horrible, se compadeció de la pequeña, al menos tenía el afecto de su abuelo y de quienes la rodeaban, o eso esperaba.

—¿Por qué me cuentas esto?— quiso saber.

—En general, por dos razones; primero, porque pienso que la mayoría de la gente es estúpida y siempre juzgarán a la primera oportunidad, pero también pienso que no debemos fiarnos de ello, lo importante es confiar en la gente que nos conoce y aprecia, solo ellos nos dirán la verdad; Noah ama mucho a su hermano sin importar su naturaleza, pero Liam no lo entiende y sufre por su condición; en cuanto a ti, estoy seguro de que Julián sabe que eres el mejor amigo, y Johan ya expresó lo piensa al respecto.

Duncan sonrió, claro, el menor había dicho que era genial; —¿y cuál es la segunda razón?— le incitó a continuar.

—Me parece que serías de gran ayuda para Liam; con todo lo ocurrido, incluyendo mi rechazo, el nacimiento de Valentina y las miradas sobre él, decidió irse, huyó a un territorio neutro, sin manadas, solo humanos; se apartó de nuestro mundo.

—¿Ayuda?— rio de manera floja, —no lo creo.

—Te lo dije antes, tienes el poder de demostrar que, aunque haya maldad, también existe la esperanza, personas que no juzgan y que hacen las cosas sin pedir nada a cambio.

—¿Has escuchado lo utópico que suena eso?

Jared le liberó del abrazo, pero tiró de él para enderezarle y poder verle de frente, —¿qué tengo que hacer para que me creas?

El beta le miró a los ojos, el brillante azul y café le recordaba el claro cielo y el bosque de Rilltown.

—Quedarte conmigo— respondió por fin, —aunque la gente estúpida me señale, por favor, no te avergüences de mí.

Jared sintió molestia, enojo y tristeza, Duncan estaba herido y solamente él podía curarle; así que con cuidado le beso en la frente, la cicatriz ocular, la nariz y la comisura de sus labios, —por supuesto que me quedaré, pensé que estaba claro; eres maravilloso y es un orgullo para mi ser tu pareja.

----------

ESPACIO PARA CHARLAR:En el capítulo anterior dije viernes y/o martes por la noche, así que todavíaestoy a tiempo 😊 Tampoco dije cada cuantos martes habría capítulo(jajaja), lo siento, estuve un poco-mucho ocupada últimamente, así que mildisculpas por los errores de dedo, redundancias y repetición de palabras, no loreleí lo suficiente. // Creo que evidentemente calculé mal, así quemejor no digo cuando falta para que termine este libro, no se angustien oestresen, sólo gócenlo ~ [jajaja]. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top