vol. 4
HyunJin esperaba pacientemente cerca de los casilleros, esperando que su girasol apareciera en su campo de visión.
—Hola bonito — le llamó una masculina voz acercándose a dónde estaba —. Mi amigo y yo te vimos desde hace unos minutos, no quería interrumpirte, pero tu belleza me cautivó más.
El castaño le miró con fastidio, poniendo una mano en esos pectorales que comenzaban a atacar su vista.
—Eres un idiota, MinHo, eso es lo que eres.
El pelimorado se alejó tras intercambiar varias risas con su mejor amigo.
—¿Qué hacías? — preguntó nuevamente, luego de apoyarse en varios casilleros para encender el cigarrillo que mantenía entre sus labios —, luces un poco aburrido, Hyun.
—No te importa — respondió seco, sin muchas ganas de hablar con aquel par tan irritante.
—De seguro espera a Chan — ChangBin tapó su boca con ambas manos luego de caer en lo que acababa de decir.
—¿Esperas a mi Channie? — cuestionó el pelimorado, dándose la libertad de ponerse lo suficientemente cerca del rostro del menor.
—No te importa, MinHo — se atrevió a escupir, para después empujarlo lejos suyo una vez más —. Deberías dejar en paz a Chan, a él no le importas.
Aprovechó que aquel se había girado con la intención de reírse con su amigo, mientras esperaba a ver por detrás de ese par a la persona que ansiaba desde hace varios minutos.
—No es necesario que hables por Chan, yo sé que aún siente cosas por mí.
—Sí claro, cosas como asco y repugnación — fue lo último que soltó antes de ser pegado contra los casilleros con dureza.
—No intentes jugar conmigo, Jinnie — susurró MinHo contra su rostro, soltándole algo de humo contra sus perfectas facciones —. Dile a Chan que cuando quiera, seguiré a sus pies, pero que no tarde demasiado, porque sí su primo vuelve a darme otra mamada, no habrá vuelta atrás.
El agarre contra su camisa se soltó, pues MinHo ya se encontraba lejos de él junto a su compañero, mientras reían y eran regañados por estar fumando en las instalaciones.
—¿Qué hacía MinHo aquí? — preguntó un Chan notoriamente molesto, llegando por su lado.
—Agh, Chan, me asustaste — se quejó mientras llevaba su mano derecha contra su pecho, en una falsa dramatización —. Solo vino a molestar, ya sabes, aún espera que vuelvas con él.
—Es un idiota — asintió en compañía de su mejor amigo, este situándose rápidamente a su lado —. Ey, mira, Felix va por allá.
HyunJin dejó de observar el punto ciego en las instalaciones, justo para echar el vistazo a dónde su mayor había mirado.
Felix caminaba en compañía de sus amigos, lucía tan fresco y tan divino mientras sonreía, dejando de lado la pesada carga del tanque de oxígeno que llevaba consigo y el cansancio interno que tenía que soportar.
—¿Crees que se inoportuno que vaya a saludarle? — cuestionó esperando respuesta del otro a su lado, sin embargo, solo recibió un gran silencio por consecuencia.
—No me habías dicho que Felix tenía un amigo tan lindo — el pelirrojo codeó por sobre sus costillas, llamando su atención.
—Chan, literalmente son el mismo — rodó los ojos luego de sentir el fuerte golpe del pálido, lastimando su hombro —. ¡Ey!, ¡Ten cuidado!, Tengo piel sensible.
—No son iguales, el que está situado al lado izquierdo de Felix....— dejó sus palabras en el aire tras suspirar ilusionado —; él es perfecto.
—Siguen siendo iguales para mí — calló al instante cuando la mirada amenazadora de Chan cayó sobre de él —, ¡Pero está bien!, Intentaré hablar con Felix, ¿Te gustaría venir conmigo?
Chan por su parte negó, lamentablemente aún tenía cosas por hacer antes de entrar a sus respectivas clases.
—Debo ir con JeongIn, no sé que tiene él para hacer que todo lo que toca, se destruya — ambos ríeron —, pero quizá vaya a hablarle en la hora del almuerzo.
HyunJin asintió rápidamente, antes de que el mayor dejara unos suaves golpes amistosos en su hombro.
—Bien, deseáme suerte.
—Suerte.
Con lo dicho, fue que se encaminó a dónde el rubio hacía con sus amigos, no podía negar que entre cada paso que daba, los nervios se apoderaban de su ser, a tal punto que podía sentir sus dedos humedecerse por el sudor.
Una vez que estuviera a una distancia considerada, fue que resopló para sus adentros para aumentar su valor.
—Hola — logró pronunciar tras interrumpir la animada plática que los tres frente a él producían.
—Buen día, HyunJin — fue saludado por aquel par al mismo tiempo, sintiendo una especie de escalofríos recorrer su cuerpo.
—Buen día, HyunJin — aquella voz firme fue quien le saludó por último, creyendo por un instante que estaba viajando en un paraíso por el simple hecho de escuchar su nombre pronunciado por aquellos esponjosos labios.
—Hola, Felix — pronunció lo suficientemente dulce y suave, dándose cuenta hasta después, que el par le veía divertido y el ojiazul frente suyo parecía incómodo —. Quería hablar contigo, ¿Es posible para mí?
El rubio le miró por unos instantes antes de fijarse en los gemelos a su lado, haciéndose lo totalmente desinteresados a la plática.
—Sí, está bien.
—Te vemos después, Lixie — murmuró el más bajo de los dos antes de ser jalado del brazo por el otro sobrante.
La figura de aquellos se fue desapareciendo conforme caminaban por uno de los largos pasillos, hundiéndolos en un silencio sepulcral.
—Por un instante creí que me habías olvidado — pronunció HyunJin dispuesto a romper la tensión creada entre ambos.
—Te reconocí porque tu rostro está por encima del de SeungMin — recordó, pues era cierto que el castaño de la clase de Artes era de los mejores promedios generales de la Universidad.
—Sí, bueno, tiene sentido — intentó sonar convencido, aunque no podía negar que aquellas palabras habían atacado un poco su orgullo —. Te busqué ayer, pero por mala suerte no te vi.
—Ah sí, es que no vine.
—Ya veo...
El silencio les apoderó nuevamente, como si se tratase de una burbuja que solo les envolvía a ellos, pues ciertamente, con la incomodidad o no, parecían hechizados en su propio mundo.
—Dibujé unos girasoles para ti.
La voz de HyunJin pareció romper la atmósfera, pues rápidamente el rostro tranquilo de Felix se había convertido en uno lleno de confusión.
—¿De qué hablas? — preguntó cortado, cómo si la mención de aquella flor le pusiera en defensiva.
—Dibujé unos girasoles para ti, de eso hablo — explicó, cómo si fuera lo más obvio del mundo —. Ay no, ¿Sí tienes la pintura?, ¡Quizá la puse en un lugar equivocado!, ¡Soy un tonto!
—HyunJin — le llamó el rubio, tras darse cuenta que varios pares de miradas curiosas les envolvían —. HyunJin.
—¿Qué sucede?, Estoy a mitad de una crisis existencial.
El pecoso solo atinó a rodar los ojos con fastidio, pues no contaba con que aquel chico frente a él, se lamentara contra su existencia por cometer un simple error.
—Tengo la pintura — admitió, calmando al castaño caramelo al instante —. Así que fuiste tú quien la puso en mi casillero, ¿No es así?
HyunJin calló al instante, permitiéndose admirar al ojiazul frente a él, que solo se mostraba serio por su forma de actuar.
—Yo lo hice — aseguró —, quería darte una especie de agradecimiento, últimamente no tenía inspiración para pintar algo, pero desde nuestro encuentro, parece que todo lo que creí perdido, lo he encontrado.
Felix le escuchaba intentando mantener su lado coherente consigo, pero la forma en que aquel se presentaba, tal vez movía algo más en su interior.
—Gracias por pintar un cuadro para mí, también por la nota, eres muy bueno con las palabras y las pinturas, he de admitir — se encogió de hombros, cómo si de lo que hablaba no fuera lo suficientemente importante para él —, aunque bueno, sí vas a pintar cuadros por cada vez que encuentres a alguien desmayado en los pasillos, voy a ser tu protagonista.
Los dos ríeron a la par, ahora extrañamente cómodos, ya que todo ambiente tenso que les rodeaba, había decidido desaparecer.
—Serás el protagonista de todos los cuadros que desees, Felix.
El rubio levantó la mirada, encontrándose con aquellos orbes verdosos mirándole fijamente, cómo si con aquella simple acción pudiera conocerle lo suficientemente bien.
—Debo ir a clases — interrumpió, justo cuando el timbre se había decidido por sonar —. Gracias por el cuadro.
Antes de que pudiera rechistar, Felix se encontraba lo suficientemente lejos de él, jalando de su tanque de oxígeno y a paso apresurado, intentando llegar a su salón.
Maldijo por lo bajo. Quizá había sido tan rápido justo como Chan le había advertido que no lo fuera, y por eso había logrado que aquel pecoso solo huyera de su lado. Era un tonto apresurado.
Felix caminaba a pasos calmados por los pasillos, si bien había tenido un día bastante atareado, ser fin de semana le aumentaba los ánimos, aunque fuera por un tiempo muy mínimo.
Por suerte, salía de la última clase que terminaba su jornada escolar de ese día, a eso sumando que había logrado zafarse de las preguntas entrometidas de SeungMin y SeungYeon tras su encuentro inesperado con nada más y nada menos con Hwang HyunJin.
Sí, HyunJin.
Suspiró profundamente antes de abrir la puerta de su casillero, pues aunque había logrado zafarse de aquel tedioso par, no era tan fácil soltarse de los pensamientos que inundaban su mente.
No podía negar que enterarse que tras el bonito cuadro se encontraba HyunJin, le había hecho que su travieso corazón saltara con entusiasmo. Por primera vez se sentía importante y que era visible para alguien, y no sólo por ser el blanco de burlas, sino una fuente de inspiración.
Algo mucho mejor que la primera opción, sí es que se ponía a pensar.
Negó con su cabeza antes de tomar todos los libros que habían en su casillero, solo para así guardar unos cuantos en su mochila y llevarlos a su casa para hacer sus respectivas tareas.
Después de retirar estos, su mirada azulada captó al final de tanto papeleo, una extraña figura de un girasol hecho con distintos papeles de tonalidades amarillas. La tomó entre sus dedos antes de dejar todo el monto nuevamente dentro del casillero, a simple vista, la figura no parecía lo más interesante del mundo, era tan ordinaria y común como cualquier otra.
La giró para admirar todos los detalles tras de esta, dándose cuenta que unas letras hacían ahí, dictando una especie de frase.
"«Así cómo son las flores para el Sol.
Tu sonrisa lo es para mí.»
Lamento si fui muy apresurado contigo está mañana, no quería hacerte sentir incómodo ni mucho menos:(
Lo lamenta con su corazón entero. H.H."
Sonrió con dulzura ante lo que decía la nota, ciertamente le parecía un gesto muy tierno. Sí bien había sentido un poco de intranquilidad ante lo que HyunJin le había confesado, no podía evitar pensar que realmente eran palabras que necesitaba escuchar, de alguna forma u otra.
Sacó un post-it de su mochila, dispuesto a escribir una nota rápida para llevarla al casillero que visualizaba como el de aquel castaño.
Terminó de poner el candado antes de comenzar su camino hacia la salida de la Universidad. Una vez que pasó por la última fila e casilleros, fue que dejó tal nota estancada en la que era decorada por una pintura de una colección floral.
Su teléfono sonó en su bolsillo para avisarle que ya habían llegado por él para irse a su casa, sonrió para sus adentros en cuanto respondía la llamada dispuesto a salir y encontrarse con el famoso auto de su madre, sabiendo perfectamente lo que acababa de hacer.
"No hay cuidado, HyunJin, disfruto escucharte hablar, eres interesante:)
Quizá podamos pasar el próximo almuerzo juntos, ¿Te parece?
Te perdona con su corazón entero. L.F."
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top