vol. 1

La intensa mirada verde que le veía fijamente días atrás, Felix no podía sacarla de su cabeza. Suspiro tras suspiro era lo único que lograba formular después de pensar una y otra vez en el incidente que casi le provocaba un mal sabor de boca a su familia.

—Felix — un leve susurro se sentó detrás de él —. Felix, tss, voltea.

El rubio chasqueó la lengua totalmente disgustado, encontrándose con el bonito rostro de uno de sus mejores amigos, el cual le sonreía cálidamente indicando algo con su mirada.

—No haz hecho el trabajo — sonrió SeungYeon amplio mirando por encima de su hombro la hoja de papel en blanco —, ¿En qué piensas?

Felix dirigió su mirada al mismo punto que uno de sus amigos miraba, mordió con fuerza su labio inferior, cayendo en cuenta que efectivamente, no podía mantenerse enfocado en el trabajo que debía entregar en esa clase.

—Hwang HyunJin — el rubio se giró enseguida, encontrándose con la llegada del gemelo faltante —. Hwang HyunJin es en lo que piensa Felix.

El pelinegro se sentaba en su asiento, extendiendo a su hermano y a su amigo la hoja de respuestas de los ejercicios que debían realizar.

SeungYeon chilló en su lugar, totalmente emocionado por lo que acababa de escuchar.

—¿De verdad? — cuestionó con un brillo inexplicable en sus orbes.

—SeungMin, cállate por un demonio — espetó Felix, totalmente fastidiado.

El par de gemelos rieron por la reacción de su amigo, el cual había ocultaba su rostro entre su suéter azul pastel mientras que copiaba los ejercicios resueltos.

—Entonces es verdad — canturreó SeungYeon dando aplausos eufóricos.

—Claro que es verdad — murmuró SeungMin con gracia, ganándose varios gritos de emoción por parte de su hermano —. Felix tuvo un desmayo en medio de los pasillos hace unos días, HyunJin lo encontró y lo llevó a la enfermería.

Felix se levantó de su asiento, llamando la atención de aquel par que susurraba cosas sobre él y su primer encuentro con el chico del salón de arte.

—Iré a entregar el trabajo, termina rápido Yeon — murmuró entregándole la hoja con las respuestas al gemelo faltante —. Y por favor, dejen de hablar de Hwang HyunJin, no lo conozco siquiera.

Ambos chicos miraron a su amigo alejarse de ellos, llegando a una conclusión de su comportamiento lejano y arisco.

—Yo creo que se comporta así porque le atrajo HyunJin pero no se quiere ilusionar — susurró SeungYeon, atento a terminar sus notas.

—Es obvio eso — concordó SeungMin, resopló con fastidio mirando a su amigo a la lejanía —, quizá otra vez cree que no está a su altura.

SeungYeon chasqueó la lengua molesto, indicándole a su hermano que estaba de acuerdo con él.

—Felix merece más.

SeungMin sonrió de lado, ahora jugando con los cabellos de su gemelo, provocándole unas cuantas risas.

—Eso lo sé.

Los tres chicos caminaban con rumbo a la cafetería, SeungYeon había insistido demasiado en ir a pasar la hora libre ahí y no en el salón de diseño gráfico como acostumbraban.

—Bien, iré por nuestro almuerzo, no tardo.

SeungMin se retiró de la mesa en donde había dejado a sus amigos sentados, Felix disfrutaba de una deliciosa leche de fresas, mientras que SeungYeon a su lado esperaba pacientemente por su hermano.

—Oh mira, es HyunJin.

Felix cerró sus ojos por un momento, con su amigo viendo por encima de su hombro con una sonrisa maliciosa.

—Yeon— miró de mala manera a su amigo, que le restaba importancia a su mueca de disgusto —. Por favor ya basta, ¿Qué tengo que ver yo con HyunJin?, Exacto, nada.

—Lix, no te molestes — el contrario intentó acercarse más a su amigo, siendo esquivado de forma frívola por su amigo  —. Solo decía, es que cuando fui al baño me encontré con todo el grupito de BeomGyu hablando de que HyunJin te había recogido y llevado a la enfermería.

El rubio solo atinó a girar los ojos con fastidio, volvió su vista a su preciada caja de leche dispuesto a seguir bebiendo de ella, ignorando por completo al castaño claro frente a él.

—No prestes atención a lo que BeomGyu y sus amigos digan, son chismes y estupideces en su mayoría — soltó restándole importancia, llevando la pajilla de su bebida a sus labios nuevamente —, pero igual, si quieres saber mejor de algo sobre mí, sabes que puedes contarme con toda confianza, por algo somos amigos.

SeongYeon sonrió mostrando sus bonitos dientes, contento por la respuesta que había recibido.

—Dios, son unos salvajes — la voz de SeungMin interrumpió la acalorada plática —. Solo logré conseguir un par de leches de durazno y una especie de Bollos con mermelada, lo lamento Yeon.

SeungYeon negó, extendiendo de forma inmediata sus manos para obtener el almuerzo que había conseguido su hermano para él.

—No importa Min, esto es perfecto.

SeungMin sonrió de lado, tomando asiento entre ambos chicos sentados en aquella mesa.

—Bueno — una vez que se acomodó, tomó de su bebida dispuesto a seguir con lo que sea que ambos hablaban —, ¿De qué hablaban?

SeungYeon se encogió de hombros, dispuesto a que Felix respondiera aquella pregunta por él.

—Nada importante — el pelinegro miró a su amigo con la ceja enarcajada, sin creerle en su totalidad.

—Solo le mencioné a HyunJin, Lix dijo que no tiene nada que ver y pidió no mencionarlo más.

—¡Oye! — espetó Felix, ganándose varias risitas por el gemelo contrario —, jamás te dije que no volvieras a mencionarlo.

SeungMin golpeó la mesa llamando la atención del par que discutía, Felix se sobresaltó en su asiento, luego de caer en cuenta las sonrisas cómplices que se dedicaban ambos hermanos.

—Entonces..., ¿HyunJin?

Felix rodó los ojos fastidiado, dispuesto a beber nuevamente de su deliciosa leche que lamentablemente estaba a punto de terminar.

—Yah — gimió lastimero —. HyunJin simplemente fue amable, él mismo admitió que no era normal llegar y ver a alguien tirado en medio de los pasillos, quiso ayudarme y ya, no es para tanto.

—Bueno si — prosiguió SeungMin, ganándose una vez la atención de los dos sobrantes —, pero sí solo fue amable, cuando te llevó a la enfermería no se hubiera quedado hasta asegurarse de que estuvieras bien.

—¡Hey, es verdad! — concordó SeungYeon, limpiando con sumo cuidado los rastros de mermelada que quedaban cerca de sus labios —, ahí hay doble intenciones.

—Pues piensen lo que quieran — fue el turno de Felix, que hacía totalmente abrumado por la insistencia de aquel par.

—No te enfades, Lixie — SeungMin acarició con suavidad por un lado de su brazo —, solo bromeamos, sabes que sí pides que no hablemos de algo, nosotros lo respetamos.

—Eso exactamente.

Felix sonrió de lado, sí había algo que no odiaba de su vida, era los buenos amigos que tenía en ella, creía que el universo no había sido tan malvado con él, después de todo le regaló una sonrisa, bonito cabello y una personalidad activa y alegre, ¿La mejor parte?, es que aquello venía en doble porción.

—Gracias chicos, son lo mejor que tengo — se sinceró, tocando por completo el corazón de aquel par, que inmediatamente se acercaron a él para envolverlo entre sus brazos —. Aunque a veces sean unos molestos que se pongan en mi contra.

—¡No es verdad! — SeungYeon pegó suavemente en su brazo, rompiendo por completo la burbuja que habían creado.

—¿Ves?, Eres un brusco, Yeon — el pelinegro negó, le mostró su lengua en señal de grosería mientras hacía reír más al rubio.

—Bueno chicos, sigamos con el almuerzo — fue el turno de SeungMin para romper el abrazo.

Los otros dos restantes asintieron, siguiéndole su acción y quedando en completo silencio.

—Parece que estás muy entusiasmado con el chico que acabas de conocer, HyunJin.

El castaño se giró, encontrándose con la atenta mirada de su mejor amigo siguiéndole todos sus movimientos.

—No sé de qué me hablas — respondió indiferente, siguiendo con los trazos que llevaba dibujando desde hace unas clases antes.

—Todos hablan de que ayudaste al chico de Diseño Gráfico por un problema que tiene en la respiración.

HyunJin resopló con suavidad, asintiendo en leves movimientos de cabeza, sabía que no podía ocultarle nada al chico frente a él.

—Felix se me hace muy interesante, es lindo y tiene los ojos más preciosos que he visto.

Bang Chan, a su lado, le miraba insistente, intentando que siguiera hablando del dueño de sus distracciones, ya que no era una sorpresa para todos que HyunJin se encontrara totalmente en su mundo después de lo ocurrido hace unos días.

—No sé, quizás me llamó bastante la atención para mi gusto — respondió, encogiéndose de hombros evitando cualquier mirada fija en su persona, ya que era alguien de ponerse nervioso por cualquier mínima acción —, quisiera acercarme al menos otra vez a él, ya sabes, para saber sí él está interesado en mí como yo en él.

Chan negó dándole leves palmadas en su espalda, HyunJin dejó de prestar atención a su trabajo para ver mejor a su amigo, que no paraba de reír.

—HyunJin lo haz visto a lo mucho cinco veces en lo que lleva de la semana, y solamente haz hablado con él una vez, ¿No crees que vas un poco rápido?

El ojiverde negó, cayendo en cuenta que efectivamente, estaba yendo un poco muy rápido.

—Hey, no — Chan lo sacudió por los hombros, intentando que alzara la mirada —, puede que vayas un poco rápido, pero sí en verdad te llama la atención como dices, puedes intentar primero en ganarte su confianza, hacer que se sienta cómodo contigo y ya después dejar que las cosas fluyan.

HyunJin mordió el interior de su mejilla, un poco más inseguro que antes.

—¿No crees que le moleste?— cuestionó en un hilo de voz, totalmente desanimado.

—¿Tú?, ¿Molestarlo? — el mayor negó rodando los ojos con diversión —. HyunJin, eres un rayito de felicidad y alegría, eso no es molesto ni siquiera para alguien que base su personalidad en ser frío. Vamos, todo saldrá bien.

El castaño pareció pensarlo, realmente ese chico había vuelto un desastre su mente y corazón. En realidad, hablar con él no era lo que temía, sino caer por él desde el instante en que sus orbes azulados lo miraran solamente a él.

Pero necesitaba una buena excusa para lograr acercarse sin cruzar la línea de amable y molesto a la vez.

—Joven Hwang, me sorprende muchísimo la forma en que ha progresado.

HyunJin alzó la mirada, viendo detrás de él a su profesor de Arte, que veía fascinado el retrato dibujado sobre su banquillo de trabajo.

—Es un girasol, ¿No?

Entonces como si de un milagro se tratara, una idea pareció iluminar su mente, totalmente dispuesto a comenzar con su cometido.

Giró su cabeza en dirección de su profesor, por primera vez le alegraba ver aquel rostro maduro cerca suyo.

—Si Profesor Han, es un girasol.

algo que se me ha olvidado aclarar, es que en efecto seungmin tiene un gemelo, el cual se llama seungyeon.

así que si no había quedado del todo claro, ahí está jeje.

nos leemos a la próxima!

len

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