49

Un portazo hace que Aegon casi salte de la cama a causa del susto, una ojeada rápida a sus aposentos le sirvieron para ponerse en contexto: A su lado se encontraba Valerys igual de pasmada que él, y para suerte de ambos llevaba la ropa puesta lo que indicaba que la noche anterior no había sucedido nada lujurioso. Por el contrario la castaña había golpeado su puerta después de la medianoche cuando el se encontraba sobre su cama observando el techo mientras degustaba maníes, había sido la salvación a su aburrimiento y habían conversado durante más de la mitad de la noche, el fundirse desnudos en una noche de pasión había sido bueno pero al rubio le había resultado aún más fascinante oír todo lo que la castaña tenía para decir; entre risas habían recordado juntos, recostados boca arriba sobre la cama con los ojos puestos en diferentes puntos perdidos de la habitación, aquellos años donde habían compartido asilo en la fortaleza roja y cada uno había podido explayar sus puntos de vista y pensamientos.
Aegon le había confesado a Valerys que odiaba la forma en la que le hacía sentir cuando era un niño pese a que también era la parte que siempre le había gustado aunque era demasiado tonto y orgulloso como para admitirlo. Le había contado también que siempre supo que les seguiría aquella noche en el lecho de pulgas y que solo pretendía que ella se espantase para que no volviese a molestarle ni a él y ni a su hermano jamás aunque no salió como esperaba.

No sólo habían conversado sobre su pasado en común, también habían compartido varías experiencias, Valerys le había relatado sobre la vez que había nadado desnuda en un lago con sus amigas y fueron atrapadas por Jace, Aegon por el contrario había hablado acerca de una de sus muchas noches estando ebrio cuando confundió a su hermano con una mujer.
Todo eran risas hasta que ambos acabaron durmiéndose.

Y así es como llegaron hasta ese momento donde Alicent les miraba con los ojos abiertos como platos casi sin poder creérselo mientras agradecía que ambos tuviesen la ropa puesta.

—Por todos los dioses mamá —Aegon paso ambas manos por su rostro buscando espabilarse provocando que la mujer soltase un suspiro exasperado.

— ¿Podrían ser algo más... Discretos?

—Estamos en mi habitación y tengo puestos mis pantalones ¿Que más discreto quieres que sea? —Aquello logra que Valerys se sonroje mientras oculta su rostro entre sus rodillas pegadas a su pecho.

—Esto es serio Aegon —Declara y traga saliva a punto de decir aquello que hará que ambos dejen de estar tan divertidos —Tu padre esta muerto.

Valerys deja de sonreír de golpe y levanta su cabeza para comprobar que el rubio a su lado también se ha quedado pasmado por no decir casi petrificado.

—Oh... —Fue lo único que pudo articular.

—Y vas a ser coronado en dos días.

—Eso es muy poco tiempo —Murmuro el joven lo que hizo que la reina consorte se acercara a ellos un par de pasos.

— ¿Dejarías pasar más tiempo? —Alicent no recibe respuesta —Vístanse, hay cosas de las que aún debemos hablar.

La mujer se voltea de un solo movimiento y abandona la habitación tan rápido como ha ingresado a ella.
Valerys se toma el trabajo de analizar el rostro perdido de Aegon, parece estar pensando en algo pero no sabe descifrar si es bueno o malo en conjunto se pregunta si debería mencionar lo que Aemond le ha confesado preguntándose si siquiera estaba al tanto de ello.
Un escalofrío recorrió la espalda del rubio al pensar aquello mientras apretaba los dientes, hacía pequeños gestos que denotaban que no estaba feliz e incluso podía decirse que se le notaba temeroso.

—No creo que esto sea buena idea —Fue él quien rompió el silencio removiéndose un poco en su lugar —No... No estoy listo, todos lo saben —Traga saliva con dureza mientras observa las sábanas blancas —Solo seré el hazme reír del pueblo —Sus ojos se clavaron en la castaña y era de aquellas miradas que lo decían absolutamente todo, tenía el ceño fruncido y los ojos entornados en un gesto de preocupación.

Valerys extiende su brazo hasta encontrar la mano del rubio con la cual entrelaza la suya dándole un ligero apretón —Demuéstrales que se equivocan —Susurra observando como Aegon se deja caer hacia un lado apoyando la cabeza sobre sus piernas ahora extendidas —Tu puedes hacer que las cosas cambien.

—Tal vez debería dejar que Aemond tome ese lugar —Aprieta su mandíbula.

—No actúes como un cobarde —Ella entrecierra los ojos aunque el no pueda verle —No te pareces en nada al idiota que casi hace que su dragón me incinere.

—Creo que ya no soy ese idiota.

—Pero ese idiota no es más valiente que tu, ¿O si?

—Si... Tal vez —Suspira resignado mientras se remoja los labios.

—Aegon, esto no tiene ningún sentido —Valerys suelta una bocanada de aire mientras su gesto se endurece —Un rey no debe dudar —Afirma —Toma decisiones, cree en tus decisiones y defiéndelas —Declara —Haz buenas elecciones y el pueblo no necesitará saber si eres valiente o cobarde, listo o tonto, ellos van a creer en ti —Ella pone un dedo sobre su hombro señalándole entonces el se gira apenas para que sus ojos celestes se claven en su rostro.

— ¿Tu... Tu crees en mi?

—Lo hago —Murmura ella sin romper con el contacto visual.

Ambos se quedan callados, Aegon abre su boca para decir algo que al final termina por no formular y en su lugar termina quedándose quieto mientras contempla su rostro. Aquellas palabras habían resonado en sus oídos como si fuese la melodía más hermosa que hubiese escuchado nunca, ella creía en el, de verdad creía en el y no solo era por qué era la única opción... No por qué él era el primogénito sino más bien por que era el.

—Val... Creo que te amo —Confiesa sin quitarle los ojos de encima —Olvida eso eso —Carraspea mientras frunce el ceño —No lo creo, te amo.

[...]

La sala del consejo estaba más poblada que algunos días pero menos que otros, el maestre Orwyle estaba de pie en la punta de la mesa mientras que a su lado estaba Alicent Hightower, a su izquierda también de pie se encontraba Otto, la mano del rey, a la derecha estaba Ser Criston Cole y luego estaban ellos dos, Aegon y Valerys, en el otro extremo de la mesa.

—Tardaron demasiado —Regaña, Aegon da un paso al frente con firmeza.

— ¿Que es lo que tienes para decirme, madre?

—Previendo que tu coronación será en dos dias —Revee su abuelo, Otto —El consejo cree que es mejor que tomes como esposa a tu prometida lo antes posible, por no decir hoy mismo. Y reafirmes tu posición para tener pronto un heredero.

— ¿Mi... Prometida?
El ceño del rubio se frunció de pronto, entonces Valerys entendió que ni el ni ella habían sido participes de la jugarreta de sus padres con los acuerdos.

—Lady Valerys Tyrell —Aegon tiene qué haces un esfuerzo por que su mandíbula no se desprenda de su craneo.

Se ha quedado lo bastante aturdido como para no poder articular ninguna palabra con más de una sílaba y por momentos comenzaba a creer que era una broma pero al fijarse en los rostros serios de todos se dio cuenta de que hablaban en serio e incluso la misma castaña a su lado estaba acallada y no parecía que fuese a inmutarse.

— ¿Que? ¿Desde cuando?

—Como lo oye, príncipe, las primitivas se firmaron en el año 123 Después de la conquista —Indica el maestre Orwyle tomando la palabras  Un acuerdo entre su padre, el difunto rey, y Orland Tyrell, la mano de su hija sería entregada al próximo rey de Poniente, no importa a qué casa perteneciese.

El rubio se vio obligado a girar su cabeza de forma exagerada en dirección a... su prometida.

— ¿Por que no pareces querer arrojarme el vino de la mesa?

Ella arqueó apenas sus labios hacia arriba en una sonrisa dulce —Por que ya lo sabía —Afirma haciendo que el rubio se sorprendiese aún más, apenas podía respirar y estaba agradecido de poder controlar las facciones de su rostro o todos habrían averiguado sus deseos por salir corriendo aunque no estaba seguro de por qué —No desde hace mucho —Aclara.

—Bueno... —El observa a Valerys con el rostro más relajado que pudo esbozar en ese momento —Al menos no hemos desperdiciado el vino.

Aquello hizo que Alicent Hightower rodase los ojos exasperada, la esperanza de que su hijo se convirtiera en un hombre cada vez se iba desvaneciendo.
—Eres un imbecil, Aegon.

—Majestad —La voz de Valerys se alza entre los presentes sonando como una estridente reprimenda —Siendo Aegon mi... Prometido, no puedo dejar que le insulte frente a mi, por mas que se trate de su propia madre —La mirada de Valerys inflige cierta presión sobre la mujer que abre la boca y vuelve a cerrarla sin saber que decir.
Aegon inhala una bocanada de aire profunda e intenta reprimir el hecho de que quiere darle un abrazo y besarla hasta que sus labios se hinchasen de tanto rozar su piel.

Alicent observa a su padre en busca de alguna respuesta que no encuentra más el hombre es quien toma la palabra: —No hay tiempo para esto, tenemos una boda que planear.

BUENASSSSSS.
Si ya se que estoy actualizado A LAS DOS DE LA TARDE, pero es que mi mañana fue uffff.

¿Como estannnnn?

Quiero aclarar una cosilla, partidarios de que en el libro Essie (La madre de Gaemon) confiesa que Gaemon en realidad no es hijo de Aegon (Supuestamente no es pero mmmm, tengo mis dudas) ella lo hace a finales del 130 DC, por tanto todo el 129 DC se cree que es su hijo, incluso Aegon le llega a apreciar muchísimo, para mejor Aegon III (hijo de Rhaenyra) lo llega hasta considerar un amigo.
Pero en esta historia Essie simplemente abandono a Gaelon a su suerte so... el mundo aún cree que es hijo de Aegon y nadie puede desmentirlo.
Tampoco sabemos a ciencia cierta si es su hijo o no, es algo que en realidad está tomado muy de los pelos.

ASÍ QUE NADA, no se olviden de pasarse por mi TikTok (ItsRaughan) y por nuestra novela El dragon de dos cabezas que cada vez está más uffffff.

LOS AMOOOOO, tengan hermoso día!

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top