24
—Zaldrīzoti paghagon perzys isse se tubis —Repite Valerys observando al joven Jacaerys quien camina de un lado a otro del jardín como si estuviese terriblemente nervioso.
—Los dragones... ¿Gargajean?
Se detiene a observarle con el ceño fruncido.
—Escupen —Corrige ella.
—Fuego en... Las... ¿Como dijiste?
—Isse se tubis —Vuelve a repetirle.
—¡En las mañanas! —Exclama el joven con una sonrisa triunfal —Los dragones escupen fuego en las mañanas.
— ¡Eso es! —Valerys le aplaude con una sonrisa simpática en el rostro —Ahora al revez —Indica —Tradúceme mmh... —Se toma un momento para pensar —El buen ruiseñor... Canta... A lo largo del día —Formula, la lección de Jace de aquel día consta en aprender los diferentes momentos que tiene un día por lo que aquella frase es perfecta para que el joven Velaryon practique.
—Se sȳz nightingale sings rȳ... ¿se tubis?
—Has vuelto a decir mañana Jace —Señala.
—Cierto, demonios —Nuevamente el castaño comienza a trazar un recorrido circular sobre el césped.
—Dejémoslo por hoy —Valerys cierra el libro mirándole desde su lugar sentada en el banco de piedra.
—No espera —Se detiene abruptamente para acercarse a ella —Deja que intente una vez más —El entrecejo de la castaña se arruga en una mueca poco convencida —Por favor.
—Esta bien —Suspira —Empieza de nuevo.
—Se sȳz nightingale sings rȳ... rȳ... —Jace hace un esfuerzo por recolectar la información en su cabeza, está seguro de que ya ha oído aquello varias veces, no entiende como no es capaz de retenerlo — ¿Va tubis?
—Se sȳz nightingale sings sīr tolmiot bisa tubis —Los ojos de ambos jóvenes se posan en Aemond Targaryen quien les observa con su único ojo, ni Jace ni Valerys fueron capaces de advertir se presencia antes de que alzara la voz —El buen ruiseñor canta en lo que a lo largo del día —Repite para confirmar —No dices En el día, sino A lo largo de el —Explica.
Jacaerys se siente cómo un verdadero idiota.
—Se sȳz nightingale sings sīr tolmiot bisa tubis... Si... —Él se rasca la nuca —Tiene sentido.
—Con su permiso, sobrino, venía a robarle a tu prometida algo de su tiempo —Aunque Aemond intenta ser cortes, su tono de voz suena desafiante.
—No soy su dueño, ella puede decidir por si misma —Responde el joven del mismo tono.
La mirada del rubio se posa en la castaña quien no hace más que mirar a uno y al otro sin saber qué decir.
—En ese caso...
—Tengo algo de tiempo hasta la hora de la cena —Reconoce ella tras pestañear varias veces y se pone de pie — ¿Gustas caminar?
—De hecho tenía una idea mejor —Aemond se relame los labios.
Esta vez son los ojos del castaño los que van de Aemond a Valerys con la boca entreabierta incapaz de hacer algo más que respirar.
Le costaba comprender por qué parecía como si ellos fuesen dos imanes hechos perfectamente para atraerse, aunque no se miraban directamente sus ojeos, tanto de uno como del otro parecían expresarlo absolutamente todo.
—Bueno yo... —Carraspea para cortar la tensión —Los veré en la cena, supongo —Mira a uno y luego al otro con los labios fruncidos —Diviértanse.
Valerys quiso abrir la boca para hablar pero para ese entonces el castaño ya había pasado frente a sus ojos sin dejarle lugar a decir nada más.
—Eso fue innecesario —Reprocha girándose a observar al príncipe —Le has intimidado.
—Actúa como todo un niño —Aemond sonrie sarcástico.
— ¿Estabas espiando?
—Tal vez —Alza una ceja, la castaña frunce la mirada.
— ¿Por que?
—No sabía que hablases el Alto valyrio.
—No cambies el tema —Entrecierra aún más los ojos —Responde a mi pregunta —Insiste.
—No estaba espiando como tal —Concreta ladeando su cabeza.
—Ajá... Entonces ¿Solo pasabas por aquí y decidiste detenerte donde nos?
—No es mentira lo que dije —Ahora alza ambas cejas —Estaba buscándote —Admite —Dos caballos nos esperan en la entrada de la fortaleza para ir rumbo a Pozodragon —Explica —Pensé que te gustaría visitar a Vhagar después de tanto tiempo.
A la joven se le entrecorta el aliento y no puede evitar soltar media sonrisa cuando ve que Aemond le proporciona una mueca simpática.
El Aemond que Valerys había conocido habría caído a sus pies fácilmente, en cambio el Aemond en el que se había convertido después de tantos años estaba haciendo que ella misma se doblegue ante él.
El príncipe tuerto sabía muy bien como impactaban sus acciones, sus palabras y sus gestos en la joven, le encantaba observar cómo en el rostro de Valerys se desdibujaba su mueca acusatoria para dar lugar a una sonrisa inocente. Él lograba eso con facilidad y le era más que placentero.
El camino a Pozodragon no se hizo largo debido a que la castaña propuso una carrera hasta el lugar, muy evidentemente terminó ganando, a Aemond todavía no se le daban bien los caballos lo cual era inexplicable (para él) ya que montaba a la dragona más grande de poniente.
La bestia dormitaba en las penumbras cuando ellos arribaron, más habían encendido antorchas para poder observarle de cerca.
—No le recordaba tan grande —Admite la joven teniendo que inclinar su cabeza para observarle entera.
—Se achancha con los años —Manifiesta él mientras se acerca a Vhagar con sigilo, para ese entonces la dragona había comenzado a espabilarse —Ven —Indica.
Aunque a Valerys le cuesta comprender aquello da varios pasos en dirección a Aemond.
— ¿Que pretendes ha...?
No termina su oración ya que el rubio se pega a la anatomía de su dragón tomando la mano de la joven para ponerla sobre la piel de la bestia.
—Likirī Vhagar —Pronuncia despaxio sobre la oreja de la joven —Dohaeras —A Valerys se le entrecorta la respiración al escucha la forma lenta y grave en la que Aemond le habla a su bestia —Dohaeras —Él se aleja despacio dejando a Valerys con ambas manos sobre Vhagar —Adelante —Vuelve a indicar —Hazlo tú.
Ella frunce el ceño y le mira sin entender, más el joven hace un gesto con la mano incitándole a hacer lo que él había propuesto, Valerys carraspea nerviosa.
—Likirī Vhagar —La dragona se remueve ante su tacto, ella gime por miedo.
—No le temas, continúa.
Aemond parecía tranquilo, aquello dio calma al girasol.
—Likirī Vhagar.
—Dohaeras —Indica él a su espalda.
—Dohaeras —Imita al jinete —Dohaeras Vhagar.
—Parece que le agradas —Susurra el joven pegando los labios a la oreja de Valerys quien se estremece ante su tacto, la mano de Aemond se posa sobre la suya y le guía hasta un agarre más alto en la piel del dragón.
Ella siente como si espalda se pega al pecho de Aemond mientras sus respiraciones se agitan.
No sabe que sensación le genera más extasié, si sentir el tacto del príncipe Targaryen o el que haya hecho que su dragón le obedezca.
Simplemente amo,
Aemond presentándole a Valerys a Vhagar diosssssss.
Y me sentí muy mal por Jace LPM.
Pero bueno quiero que se note que por un lado Aemond es el mayor y por bastante diferencia, mientras que Jace tiene dieciséis, Aemond tiene ya sus veinte buenos años, por no mencionar que el rubio se formó en estudios y combate, cosa que Jace está haciendo pero al ser más pequeño todavía le falta experiencia, es muy evidente que Aemond sabe que puede someter a Jacaerys y aún más le divierte hacerlo enfrente de Valerys para demostrar, de cierto modo y yo creo que hasta de forma inconsciente, que él es el hombre y Jace El Niño.
Pero bueno, no se olviden pasar por nuestro TikTokkkkk (YoungMadeon_) para ver ediiiiiits.
Y nos vemos esta noche puessss.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top