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Valerys caminaba de un lado a otro en sus aposentos, no había dejado de deambular por la última hora mientras refunfuñaba cosas en voz baja.
Aemond no podía hacer más que observarle, le recomendaba a su madre cuando estaba furiosa con Aegon o con su padre, no consideraba el caminar un método efectivo de descarga, lo único que lograba Valerys en ese momento era ponerle más nervioso.

— ¿A quien demonios se le ocurriría comprometerme con Aegon? —Refunfuña —Están locos.

La castaña ha repetido aquello tres veces, el rubio no puede hacer más que suspirar con pesadez.

—Creo que les ha quedado claro que no se soportan —Opina —No creo que sigan insistiendo con esa idea.

—Jamás accedería a algo como eso —Asegura —Sería condenarme a la desgracia —Valerys no puede hacer más que observar el suelo cuando oye una carcajada por parte del niño — ¿Qué pasa?

—El vino sobre la cabeza de Aegon —Aemond rie mas fuerte, tanto que contagia a Valerys con su risa —Fue una ocurrencia muy buena —Reconoce.

—Fue totalmente merecido.

—Aegon estará furioso —Acota el príncipe mientras que ella se sienta a su lado en el suelo.

—Me da igual ese tonto.

—Nadie se había atrevido a hacer algo como eso nunca.

—Alguien tenía que enseñarle a cerrar la boca —Aemond ríe ante el comentario de la niña — ¿Por que los adultos tienen ideas tan descabelladas? —En su rostro se plasma una mueca de disgusto.

—Por que ellos solo piensan en los beneficios que obtendremos... Y no tanto en lo que nosotros queramos en realidad —Explica Aemond —Creo que no tenemos la posibilidad de elegir ciertas cosas —Reconoce —Dudo que te obliguen a casarte con Aegon luego que lo que sucedió, pero te comprometerán con el siguiente príncipe o lord en la lista antes de que puedas pestañear de nuevo.

— ¿Y quien es el siguiente en la lista?
Pregunto ella con curiosidad.

—Como saberlo —El joven suspira —Tu misma lo dijiste, las ideas de los adultos son descabelladas, podría ser cualquier persona.

— ¿Y tu? ¿Con quien vas a casarte?

El rubio se encoge de hombros con un gesto desinteresado.
—No lo se aun.

—Y si pudieses elegir con quien casarte... ¿A quien elegirías? —Pregunta el girasol con inocencia.

A Aemond la pregunta le deja pensativo durante algunos momentos, aunque termina por decidir qué no va a responder esa pregunta con la verdad.

—Nunca lo he pensado —Traga saliva —No tengo a nadie en la mente —Suelta — ¿Y... Tu?

—Todavía no me han interesado los niños de ese modo —Admite.

—Mmh...

La habitación queda sumida en silencio durante algunos momentos, Valerys vuelve a poner de pie mientras incursiona en la recovecos de la habitación hasta que se le ocurre una idea.
Es una niña muy inquieta, y muy torpe también, de no haber sido por qué Aemond estaba cerca habría tropezado dos veces y se habría golpeado otras tres.

— ¿Quieres ir a dar una vuelta en caballo?

— ¿En caballo? —Pregunta el rubio como si fuese una broma.

Ella asiente con la cabeza.
—En Altojardin no tenemos dragones pero si caballos.

—Nunca monte en un caballo —Confiesa mientras le mira con los ojos entrecerrados y algo de vergüenza.

— ¿Entonces como pretendes montar un dragón? —Valerys suelta una risa divertida —Además si no tienes un dragón ¿Como vas a desplazarte de un lugar a otro? ¿O marchar junto a un ejército?

—Tienes algo de razón... —Admite el joven quien no necesita darle mucha vuelta al asunto, la castaña, aunque le costase admitirlo, tenía razón sobre ambas cosas —Nunca lo había pensado de ese modo.

—Vamos, no perdamos más el tiempo.

Valerys toma la mano de Aemond y tira de ella, el contacto de sus pieles hace que al rubio se le erice la piel más la niña no le deja pensar demasiado ya que prácticamente lo arrastra hasta los establos.
El príncipe se sorprende cuando Valerys no deja que nadie ensille su caballo, sino que, lo hace ella misma sin importar que tan pesada hubiese sido la montura o que tan alto era el caballo.

— ¿Como subo?
Pregunta el joven sintiéndose un tonto de pie frente al caballo sin saber que hacer cuando la jovencita había subido de un tirón frente a sus ojos.

—Pones tu pie derecho sobre el estribo y te impulsas —Indica y baja del equino para mostrarle la acción —Así.

Aemond intenta imitarle y, aunque le cuesta varios intentos, acaba por sentarse a lomos del animal.

— ¿Y ahora? ¿Como hago que se mueva?

Valerys suspira, no es una persona de mucha paciencia.

—Primero salgamos de aquí —Indica mientras se acerca con su caballo al de él.

Ella toma las riendas del animal de Aemond y comienza a cabalgar guiándole, en ciertas ocasiones el rubio siente que va a caer y se ve obligado a aferrarse con mas fuerza al animal. Se siente tonto.

Cuando llegar al prado la castaña le suelta y da las indicaciones necesarias para enseñarle a moverse por si solo.
Mientras que Aemond aprende a dar sus primeros pasos ella se dedica a galopar contra el viento mientras el príncipe le observa sin poder sacarle la mirada de encima. Si antes se sentía tonto ahora comenzaba a creer que era un inútil.

Pese a que el equino triplicaba el tamaño de la niña, ella ejercía todo el control sobre el animal que acataba cada una de sus órdenes. Lo que Aemond, o cualquier otra persona que recién le conociese, no sabía, era que Valerys era, probablemente, una de las mejores jinetes ecuestres de Altojardin.
Tal vez no se le daba bien el leer o escribir pero si había algo en lo que era buena era aquello.

Aemond lo comprobó con sus propios ojos, le sorprendía como Valerys era capaz de incluso hacer que el animal salte cuando él apenas podía moverse.

Cada vez que le ve se convence más que Valerys no es tan desastre como pensó la primera vez que le vio.

Bueno no se ustedes pero yo empiezo a AMAR la forma en la que Aemond y Valerys comparten momentos, me encanta como Aemond se va dando cuenta de ella es una nena con muchos pensamientos tirando a adultos aunque sigue teniendo la inocencia de su edad.
Y es que ahora la diferencia de edad de ambos está súper marcada, mientras que Valerys tiene unos nueve, Aemond está a nada de cumplir sus trece y ya adentrarse en el mundo adolescente pero con una pata en su niñez.

Así que nada si les gusto no olviden votar y comentar, ya saben que en TikTok están los ediiiits.
Y sigan dándole amor a la novela que me encantaaaaa.

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