✨ú n i c o✨

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Los pajaritos cantaban y los rayos de sol entraban por la ventana, el cielo se encontraba despejado y todo apuntaba a que este día sería maravilloso porque… ¡Hoy era el día! 

Así es, el tan ansiado día que la enamorada parejita tanto esperaba, al fin había llegado y no podían estar más felices y emocionados porque: ¡Hoy nacía su hija!

En el momento en el que Hoseok abrió sus ojos, una enorme sonrisa apareció en sus labios. Volteó a su lado, encontrándose con su amado omega profundamente dormido sobre su espalda viéndose tan perfecto como la primera vez que lo vio.

Sin más, un suspiro brotó de los labios del enamorado alfa, para después sentarse sobre la cama y estirarse levemente. Palmeó sus mejillas para despabilarse, para luego volver a poner una enorme sonrisa en su rostro. Se acercó a la bella carita de su esposo y depositó un delicado besito en su boquita entreabierta. Después, se apegó más a su omega, y removió la sábana que lo cubría. 

Hoy sería la última vez que podría hacer esto, tenía que admitir que le ponía triste pero a la vez emocionado. Tomó la orilla de la parte de arriba de su pijama y la alzó hasta su pecho, para así poder admirar esa preciosa pancita de nueve meses que su encantador omega poseía… su ombligo estaba saltado y toda la piel lucía suavecita. Así que sin más, llevó ambas manos al cálido vientre donde dejó unas cuantas caricias. Acercó su rostro a la bonita pancita, plantando cariñosos besitos una y otra vez, logrando percibir el maravilloso aroma a leche y talco que su amado chico desprendía. 

—Hola bebé~ —saludó con sus labios pegados al redondo vientre. —Hoy por fin nos conoceremos… Papi y yo ansiamos tenerte ya en nuestros brazos y llenarte de muchos, muchos pero muuuchos besitos~ —habló con emoción repartiendo más besos y caricias.

Se mantuvo por varios minutos de esa manera hablándole a su cachorrita en voz bajita para no despertar a su amado omega. Pegó su mejilla en la preciosa pancita y la rodeó con su brazo en un cálido y cómodo abrazo. De verdad amaba hacer eso, desde que se enteró de que su hermoso esposo estaba en la dulce espera, había estado mimando su pancita desde que apenas tenía una ligera curva.

Jung Hoseok era un alfa demasiado cariñoso, que amaba consentir a su omega y ahora también a su hijita que estaba próxima a nacer. Sí, se iba a convertir en el padre de una preciosa niña, Hoseok se había puesto a saltar y a llorar de la emoción cuando el médico se los dijo. No le habría molestado tener a un varoncito lo amaría igual. Pero nunca quiso decir, que su deseo siempre fue ser padre de una niña… una niñita a quien proteger, consentir muchísimo y comprarle todos los juguetes que quisiera.

Eres tan dulce… —la adormilada voz del menor llamó su atención. Rápidamente se alzó para mirarlo con ojitos brillantes. —Hola, Hobie… 

—Hola, Taehyungie~ —plantó un dulce beso en aquellos suaves y rosados belfos. —Buen día, amor de mi vida.

—Buen día, alfa de mi corazón… —rió bajito por los múltiples besitos en sus labios y rostro. —Hoy es el gran día, Hobie… 

—Finalmente… —sonrió en grande dejando un beso más profundo en los labios ajenos. —Hoy por fin, conoceremos a nuestra pequeña JooRi~

El omega asintió con sus ojitos dormilones, llevando su delgada mano a su redonda pancita, y así dejar sutiles caricias al sentir lo movimientos de su niña. Se encontró con la mano de su alfa y se obligó a entrelazarlas, ambos sintiendo los movimientos de su hija bajo sus cálidas palmas, haciéndolos sentir sumamente felices y plenos.

Hoseok volvió a bajar a la preciosa pancita, sin soltar la mano de su amado esposo. Pegó su mejilla cerca del tierno ombligo saltón percibiendo los movimientos ahí dentro, mientras que con su mano libre acariciaba el costado del suavecito vientre. —Está pateando… 

Suspiró con una ligera mueca de incomodidad en su rostro. —Sí, lo hace… 

—¿Te duele? —alzó su rostro preocupado. 

Taehyung negó relajando su expresión. Sonrió dulcemente arrugando su nariz. —Muy poquito, tranquilo… 

—Bueno…  —volvió a recostar su mejilla en el bonito vientre. Taehyung llevó su mano libre al castaño y despeinado cabello de su alfa, acariciando con ternura. —Mi omega es increíble y muy fuerte…

El embarazado soltó una baja y ronca risita, que le hizo también bostezar. Se estaba dedicando a aprovechar al máximo ese íntimo momento, porque sería el último ya que su embarazo finalizaría este mismo día. Y en serio va a extrañar la actitud acaramelada que su alfa tenía en las mañanas con su pancita. Se podría decir que todos los días y todo el día, Hoseok se la pasaba mimando su vientre y hablando con su bebé… pero definitivamente, para el omega, sus momentos favoritos eran en las mañanas, con ambos adormilados y cabellos revueltos. 

Taehyung amaba despertar, sintiendo las caricias y besitos que su alfa le dedicaba a su pancita. Sobre todo estaba enamorado de la manera en que Hoseok le hablaba a su bebita… de verdad no podía haber encontrado a un mejor padre para su hija…

Después de que estuvieron por alrededor de diez minutos en cama, regalándose mimos y besitos. El alfa ayudó a su omega a salir de la cama para llevarlo al cuarto de baño, donde lo desvistió por completo, con extrema delicadeza y así entrar juntos a la ducha. El alfa, lavó a su omega con mucho amor, sin dejar de sostenerlo de la cintura, temiendo en que podría resbalarse.

Minutos más tarde, Hoseok ayudó a su precioso esposo a vestirse con ropa cómoda, que constaba de un cómodo conjunto deportivo de algodón. El otoño había llegado hace dos semanas y allá afuera ya se sentía más fresco y Hoseok no quería que su amado omega pescara un resfriado.

Ya que ambos se sintieron listos y cómodos, bajaron a la cocina, donde Hoseok se dispuso a preparar el desayuno, mientras que Taehyung reposaba en el sofá reclinable del living, dedicándole caricias a su vientre… ya cuando la comida estuvo lista, ambos desayunaron entre risitas y besitos, con toda la tranquilidad del mundo.

Una hora después, ambos yacían sentados en el living con las manos entrelazadas con los nervios comenzando a surgir. El bolso del bebé se hallaba en otro sofá, junto con el bolso de Taehyung. Alfa y Omega se miraron a los ojos, regalándose unas nerviosas sonrisas. Taehyung llevó una mano a su pancita, tratando de calmar a su bebita a quien parecía haberle contagiado los nervios. Hoseok cubrió la delgada mano con la suya, dejando sutiles caricias con su pulgar.

—Entonces… ¿Nos vamos? —preguntó el alfa sin dejar de sonreír, sujetando la mano de su omega con más fuerza.

Tae sonrió con un ligero rubor en sus mejillas. Relamió sus labios y asintió. —Vamos…

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El aroma a desinfectante invadía la habitación de hospital en la que los futuros padres se encontraban. Taehyung ya se hallaba vestido con una bata blanca con puntitos azules por todos lados, mientras yacía recostado en la cama con las piernas abiertas y sus mejillas muy rojas. A su lado estaba su amado alfa, sujetando su mano como siempre para brindarle su apoyo.

—Bueno Taehyung… —el médico salió de entre las piernas del joven omega, quitándose los guantes en el proceso. —Estaba por decirte que si no entrabas en labor de parto dentro de un par de horas, te lo íbamos a inducir. —se quitó el cubrebocas y Taehyung bajó sus piernas. —Pero al parecer ya te encuentras en ello.

—¿D-De verdad?

Asintió. —Así es, dime ¿Has sentido molestias o algún dolor?

—Uh… no realmente. —le dió una mirada a su alfa, quien acarició su cabello. —Solo que desde que desperté esta mañana, las pataditas me han dolido un poquito y mi bebé ha estado muy inquieta.

—Ahí está. —esbozó una pequeña sonrisa. —esas no eran del todo pataditas, habías empezado con pequeñas contracciones y no te habías dado cuenta, pequeño~ —el omega sonrió con timidez. —Pero tranquilo, es tu primer bebé y es entendible. Ahora, ¿Puedes descubrirte el vientre? Necesito revisarlo.

Hoseok inmediatamente se acercó a descubrir el vientre de su esposo con mucho cuidado. Taehyung se sonrojó nuevamente al sentirse expuesto, afortunadamente el médico también era omega y eso lo hacía sentir más cómodo.

El omega mayor llevó ambas manos a la tierna pancita, tocando los costados y la parte baja. Después, se colocó el estetoscopio que reposaba en sus anchos hombros y lo colocó sobre el vientre. La parejita solo miraba con atención, curiosidad y nervios las acciones del médico, sin dejar de sujetar sus manos.

—Muy bien. —colocó nuevamente el estetoscopio en sus hombros. —Me habías dicho que tu bebita había estado inquieta, ¿No es así? —la pareja asintió. —Bueno, fue porque se estaba poniendo en posición para su nacimiento, ¿Lo ven? Su vientre ahora se encuentra más alargado y eso es porque tu hija ya se ubicó en la parte baja.

—Es verdad… —habló Hoseok asombrado viendo el vientre de su omega. Él sabía perfectamente cómo lucía el vientre de su esposo y definitivamente esta mañana aún tenía su forma redonda.

—Taehyung tiene apenas dos centímetros de dilatación. —informó bajando la bata de su paciente. —así que deberían salir a caminar por los pasillos o al jardín. —la parejita intercambió miradas con ojitos brillantes. —También podrías hacer un poco de yoga, la posición de loto es muy buena para acelerar el proceso.

—De acuerdo. —el omega sonrió con emoción.

—Vayan anotando cada cuánto son las contracciones. —comentó rápido viendo su tableta al recibir una notificación. —A partir de ahora, cada pequeño dolor que sientas será una contracción.

—De eso me encargaré yo. —mencionó el alfa.

—Muy bien. —colocó su tableta bajo su brazo y esbozó una sonrisa. —Vendré más tarde a revisarte, Taehyung-ssi. Ahora si me disculpan, tengo que ir a traer un bebé al mundo.

—¡Buena suerte, SeokJin! 

—¡Hasta luegoooo! —se despidió cerrando la puerta a prisa.

La parejita se rió al ver a su obstetra salir de ahí a toda velocidad. Hoseok abrazó a su omega por los hombros y así plantar un besito en su sien. Taehyung sonrió, llevando la mano de su alfa que aún sujetaba, dejando un pequeño beso en el dorso.

—Hobi, ¿Me tomas una foto? Quiero enviarla al grupo donde están los chicos.

—Claro, cielito. 

Se separó para tomar el celular de su omega y así alejarse un poco para poder tener un buen enfoque. Taehyung hizo una "v" con sus dedos, esbozando una preciosa sonrisa cuadrada que también hizo sonreír al alfa.

Hoseok tomó varias fotos emocionado, se alegraba de que su esposo no estuviera asustado y se estuviera tomando toda esta situación con calma… sin más se acercó de nuevo hasta donde su omega, unió sus cabezas y tomó un par de preciosas selfies con distintas expresiones.

—¡Me encantaron! —decía Taehyung mirando cada una de las fotos en su celular. Poco a poco fue mandando una que otra al chat grupal que tenía con sus amigos. No pasaron ni dos minutos cuando todos empezaron a responder con emoción, diciendo que nada más salían de sus trabajos irían a visitarlo.

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La joven pareja caminaba por los pasillos del ala de maternidad, escuchando llantos de bebés continuamente. Ambos se miraban con emoción al imaginar el llanto de su cachorrita al nacer…

Un brazo del alfa rodeaba la cintura de su omega, mientras que con la otra sujetaba su mano. Caminaban muy juntitos con pasos tranquilos, mientras mantenían pequeñas charlas banales… y por supuesto que Hoseok no perdía el tiempo para sonrojar a su esposo con halagos, palabras dulces y besitos.

La emoción resurgió en ellos, cuando llegaron al gran ventanal de cristal, donde reposaban los cuneros con todos los bebitos recién nacidos. La bella parejita de enamorados miraba con anhelo a esos pequeñitos… ¿Así de chiquita sería su hija? 

A su lado se encontraron a un joven alfa con lágrimas corriendo por sus mejillas, podrían suponer que él era el padre de una de las criaturitas ahí dentro… Taehyung volteó a ver a su amado esposo con una pequeña sonrisa. Su maravilloso alfa era muy sentimental y sensible, así que probablemente también se ponga a llorar cuando su pequeña JooRi llegue a este mundo… el omega sonrió más grande y con delicadeza, pegó sus labios a la mejilla de su mayor, depositando varios besitos con dulzura. Hoseok le sonrió en respuesta acariciando su espalda y cintura, para dejar besitos en su frente.

Estaban muy emocionados por entrar al mundo de la paternidad.

Minutos más tarde salieron al jardín, donde varios pacientes también estaban tomando aire fresco. Se sentaron en una de las bancas de madera que había en el lugar, respirando con tranquilidad.  Taehyung recargó su cabeza en el hombro de su alfa, permitiéndose inhalar su encantador aroma a vino y vainilla. Este le dejó un sutil besito en la sien, mientras que acariciaba su abultada pancita con amor.

Ouh… —siseo bajito llevando sus manos a su vientre bajo.

—¿Contracción? —lo miró preocupado, llevando las manos dónde su omega las tenía. Él también había sentido una ligera punzada en su lazo.

—Eso creo… —respondió en un murmullo sin dejar de acariciar. 

Hoseok lo atrajo a su pecho cariñosamente, mientras se lamentaba internamente los dolores más fuertes que su omega estaba por sufrir más adelante. —¿Seguro que no quieres una cesárea? Solo te pondrían la epidural y ya no te dolería. 

Negó. —Me da más miedo pasar por algo así… leí que ha habido casos donde la ponen mal y después ya no puedes volver a caminar...

—Eso no te va a pasar, mi amor… pero está bien, entiendo tu miedo… —besó su cabello. —Lo que sea que elijas, yo me mantendré a tu lado, apoyándote.

—Lo sé, Hobie… —se separó un poquito para acunar las mejillas de su alfa y depositar un precioso beso en esos bellos labios de corazón. Ambos sonrieron. —Lo sé… 

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Las horas seguían pasando y la tortura de Taehyung iba en aumento. Poco a poco las contracciones comenzaron a ser más fuertes y recurrentes. Ya eran las nueve de la noche y apenas había dilatado a ocho centímetros… ya estaba pensando en que las epidurales no eran tan temibles como creía.

Se hallaba acostado en la cama vuelto ovillo mientras su amado alfa sobaba su espalda arriba y abajo en un vago intento de distraerlo del dolor. Taehyung gimió adolorido cuando otra contracción llegó… Hoseok hizo una mueca de preocupación y el lobo en su pecho bajó las orejitas al ver a su omega sufrir.

Taehyung comenzó a removerse, hasta quedar sentado en la cama y sus pies colgando, hasta que se hizo más adelante para que sus descalzos pies tocaran el blanco piso. Hoseok lo sujetó de la cintura al ver que quería levantarse, así que le ayudó.

—¿Quieres caminar? —preguntó angustiado.

Negó un par de veces con el ceño fruncido en dolor. —Quiero ir al baño… —se puso de pie correctamente, tensándose casi al instante en el que sintió un líquido correr por sus piernas. —Oh… 

—¿Qué? ¿Qué pasó? —el alfa había sentido el latigazo de terror de su pareja. —¿Otra contracción? —lo recorrió con la mirada de arriba para abajo, deteniéndose abruptamente al ver cómo un charco rodeaba a su omega. —Cielo… rompiste fuente.

Y en ese mismo instante, la puerta de la habitación se abrió. La asustada pareja volteó a ver quienes eran, más no mostraron ninguna expresión al ver a dos de sus amigos ahí quienes sí lucían sorprendidos.

Tae, ¿Te hiciste pis?

Un golpe en la nuca resonó. —¿Eres tonto o qué, Jimin? Es claro que rompió la bolsa con líquido amniótico donde se encuentra la bebita. —se acercó a la pareja. —¿Quieren que llame al doctor Kim?

—Por favor, Jungkook… —pidió Hoseok llevando a su omega al baño que estaba dentro de la habitación para limpiarlo.

El alfa menor salió de ahí con mucha emoción para ir en busca del Médico Kim SeokJin, con quién tenía cierto crush. Jimin bufó dejándose caer en el sofá verde claro que estaba dentro de la habitación, se entretuvo en su celular, hasta que vio a los próximos padres salir del cuarto de baño. 

Taehyung no quiso regresar a la cama, mejor se mantuvo caminando de un lado a otro, con una mano en su espalda y otra en su vientre bajo, solo deteniéndose cuando una contracción llegaba. Para su mala suerte, tuvo que volver a subirse a la cama, cuando Jungkook regresó con el doctor Kim.

—Muy bien. —SeokJin alzó la voz, saliendo de entre las piernas del embarazado después de revisarlo. —Un centímetro más, y tú cachorrita estará lista para conocerlos.

—Pero… —habló Hoseok. —Ya rompió fuente, ¿No le pasará nada a mi hija?

Negó. —Pueden durar hasta veinticuatro horas con la fuente rota, tranquilo. —Hoseok se relajó, más volvió a tensarse cuando su omega gimió ante otra contracción.

—¿Cada cuánto son las contracciones? —preguntó el médico sacando su tableta para hacer anotaciones.

—Entre diez y quince minutos. —respondió el alfa mayor de inmediato.

—¡Doctor! ¿No podemos hacer que nazca ya? —preguntó Taehyung con desespero. —Es solo un centímetro lo que falta, ¡Por favor!

—Lo siento, pequeño. —mostró una sonrisa comprensiva. —Ese solo centímetro ayudará a que tu bebé nazca más fácil y que no te lastime. —Taehyung abultó sus labios amenazando con querer llorar. —A todo esto, ¿Cómo los dejaron entrar? —volteó a ver al par de amigos. —Ya no es horario de visitas.

—¡El novio de Jimin! —exclamó el alfa menor. El nombrado le dio un codazo. —¡Ay! El doctor Min nos vio y nos dejó entrar con él. 

—¡No es mi novio! —habló Jimin avergonzado.

—Te gusta el doctor Min, no lo niegues. —acusó Jeon sacándole la lengua. Jimin picó sus costillas así empezando una guerra entre ambos.

—¡Niños, niños! —intercedió SeokJin. —Si siguen así tendré que sacarlos, Taehyung-ssi necesita tranquilidad en este momento.

El par de revoltosos se sentaron correctamente en el sofá. Sobre todo el joven alfa quien miraba con ojitos brillantes al médico omega. Jimin notó eso logrando que una sonrisa como la del gato de Alicia en el país de la maravillas, apareciera en sus labios. —A ti te gusta el doctor Kim.

Jungkook jadeó mirando a su amigo al exponerlo de esa manera, mientras que SeokJin se sonrojó levemente ante la indirecta confesión. 

Carraspeó. —Me llaman cuando las contracciones sean cada cinco minutos —habló refiriéndose a la pareja. —¿De acuerdo?

Hoseok asintió viendo como su omega se encorvaba de nuevo en la cama. El alfa besó la nuca de su esposo, dejando sutiles caricias en su espalda baja, sintiéndolo temblar… SeokJin salió de la habitación, con un Jungkook siguiéndolo con la mirada muy flechado. Jimin le dio otro codazo, haciendo que el joven alfa se lo regresara.

—¡Chicos! —llamó Taehyung en un quejido.  —Tengo muchas ganas de golpearlos... vengan aquí. —murmuró entre dientes.

Pero ellos simplemente salieron de la habitación espantados, no se imaginaban cuánta fuerza podría poseer Taehyung en ese momento.

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Veinte minutos después, Jeon iba caminando por los blancos pasillos con su celular en mano. Ya no quiso regresar donde sus amigos porque le causaba miedo escuchar a Taehyung sufrir. Sentía que ese momento era solo para ellos dos, así que mejor dejó a la parejita sola.

Se detuvo abruptamente cuando el sutil aroma a frambuesas llegó a su nariz. Caminó sigiloso pegado a la pared, hasta que llegó a otro pasillo. Se asomó con suma precaución sonriendo en grande con sus mejillas rojas al ver a su crush luciendo tan lindo como siempre con esa bata blanca, mientras hablaba con una enfermera.

Por otra parte, Jimin quien venía de tomar agua, vio a su amigo asomarse por esa pared. No se necesitaba ser un genio para saber a quien estaba viendo. Nuevamente una sonrisa malvada apareció en los labios del omega, acercándose con sigilo cuál felino hasta donde estaba su amigo. Una vez tuvo la espalda del joven alfa a solo un par de centímetros… —¡Boo! 

—¡Aaah! —Jungkook gritó y saltó, mientras Jimin se deshacía en risas. El alfa gruñó escondiéndose de inmediato tras la pared, jalando a su amigo de su suéter para también cubrirle la boca. —¿Por qué hiciste eso? ¡Noooo, guácala!

El joven alfa alejó su mano de la boca de su amigo, al momento en el que esté le dejó un lengüetazo. Jimin comenzó a reír de nuevo tocando su barriga la cual ya le dolía. Echó su cabeza para atrás retrocediendo unos pasos, eso hasta que terminó chocando con un pecho. Su piel se erizó y sus ojos se abrieron en grande en cuanto percibió un aroma a menta. Se dio media vuelta encontrándose con el doctor Min.

—¿Qué hacen unos niños merodeando por aquí?

—U-Uh… —las mejillas del joven omega se colorearon de un intenso carmín al ver al atractivo alfa.

—Usted nos dejó entrar. —mencionó JK disfrutando de que su amigo estuviera avergonzado.

—Sí, pero para que estuvieran acompañando a su amigo, no para que hicieran un alboroto por los pasillos. —enarcó una ceja cruzándose de brazos.

—Salimos solo un m-momento… —balbuceó Jimin. El alfa en serio lo ponía nervioso. —Ya nos vamos, ¿Verdad, Kookie? 

Jimin sujetó a su amigo del cuello de su camiseta, retrocediendo junto con el. Para mala suerte de ambos, chocaron con otro pecho. Turno de Jungkook de avergonzarse. Ahora era SeokJin quien estaba detrás de ellos. El par se hallaba sonrojado hasta las orejas que ya no sabían que decían. No tuvieron otra opción más que huir de ahí.

El par de médicos se miraron con una risita burlona al ver a los jovencitos huir muy avergonzados. —¿Cómo se tomará Jungkook saber que ya estás casado?

Kim encogió sus hombros. —Supongo que se decepcionará… es un jovencito muy dulce, pero Namjoon y yo ya tenemos cinco años casados. —se rió bajito. En serio amaba a su alfa. —Jeon aún es muy joven, podría encontrar a alguien de su edad.

Min asintió. —Bueno, me tengo que ir.

—Hey. —lo sujetó del brazo. —Tu no tienes ningún compromiso, puedes ir detrás de Park.

Se soltó dándole la espalda a su colega. —Tal vez lo haga… 

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Los sollozos bajitos de cierto omega, hacían sentir sumamente triste y preocupado a su alfa. Se hallaban abrazados sobre la cama a petición del menor. Taehyung quería que su alfa lo abrazara, nada más. Así que frente a frente, ambos con las manos sobre el abultado vientre, Hoseok trataba de hacer lo posible por calmar a su omega.

Las contracciones ya eran cada cinco minutos, así que Hoseok envió a Jimin por el doctor Kim ya que Jungkook esta vez no se atrevió. La habitación se hallaba impregnada del aroma de Hoseok, para tratar de transmitirle calma a su omega, pero era casi imposible, las dolorosas contracciones no lo dejaban tranquilizarse. No podía hacer otra cosa, más que abrazarlo, regar besitos por todo su rostro y acariciar su pancita.

Taehyung tenía su rostro hundido en el cuello de su amado alfa sin dejar de sollozar. Él solo quería que su bebita naciera ya… y el alfa no pudo evitar gruñir al ver a su omega sufrir, ¿Cómo se atrevían a tenerlo tanto tiempo sufriendo?

—Hobie, me duele muchoooo. —sollozó humedeciendo el cuello de su mayor.

—Lo sé, mi amor. —suspiró angustiado. —Resiste solo un poquito más, el doctor ya viene.

Y dicho y hecho, SeokJin entró con Jimin siguiéndole. Hoseok se puso de pie al ver al médico entrar, entonces ayudó a su omega a acomodarse para ser revisado. Cosa que fue un poco difícil, pues Taehyung realmente la estaba pasando mal.

—Taehyung, estás listo. —un par de enfermeras entraron mientras él subía correctamente los soportes a los lados de la cama. —Hoseok-ssi, ayúdame a colocar las piernas de tu esposo sobre los soportes.

El alfa acató el pedido de inmediato, en tanto el médico se quitaba su bata se la entregaba a una enfermera, y otra le colocaba un traje azul esterilizado, con cubrebocas, gorro y guantes nuevos. Las enfermeras habían traído los instrumentos necesarios sobre una mesita esterilizada. A Hoseok también le colocaron un traje azul como el de SeokJin.

Jungkook se quedó afuera de la habitación, sentado en uno de los sofás del pasillo, puesto que solo se permitía que un alfa —el padre— estuviera presente en el parto. Jimin se quedó adentro, después de que también le colocaran un traje esterilizado. Él iba a grabar el nacimiento de la pequeña Jung.

—Pronto dejarás de sentir dolor, amor mío. —habló Hoseok a lado de su omega, sujetando su mano con fuerza.

—E-Estoy asustado… —tragó, sintiendo llegar de repente las inseguridades y miedos. —¿Y si no puedo? ¿Y si no lo logro? ¿Y si algo le pasa a-…?

—Shh… —besó su mano una y otra vez. —No digas eso, Taehyungie… claro que podrás, eres muy fuerte mi precioso omega. —plantó un beso en su frente por unos segundos. —Y yo estaré aquí contigo, no me iré… Te amo, Taehyung.

—Yo también te amo, Hoseok… —sollozó. El alfa limpió sus húmedas mejillas con un pañuelo, cuando otra contracción lo hizo encogerse en su lugar. El alfa se sorprendió al haber sentido el latigazo en su lazo.

Ya todo estaba listo. Solo estaban esperando a una nueva contracción, para dar comienzo con todo. SeokJin se hallaba entre las piernas del embarazado con dos enfermeras a sus lados, Hoseok a lado de su omega y Jimin un poco alejado, pero con cámara en mano manteniendo silencio.

La contracción llegó, el omega presionó la mano de su alfa y pujó. Eran exactamente las doce de la noche y finalmente, la cachorrita estaba por nacer. Taehyung estaba poniendo todo su esfuerzo en tratar de traer a su bebita al mundo. Hoseok se dolía por su chico, sin dejar de darle palabras de aliento, se sentía inútil al solo poder ser capaz de hacer eso, sobre todo cuando sentía el sufrimiento de su omega por el lazo que los unía.

—¡De nuevo! —exclamó el médico animando al joven embarazado a pujar nuevamente.

—¡Tu puedes, cielo! —alentó el alfa limpiando el sudor de la frente de su adolorido esposo.

Las lágrimas salían sin parar, acompañadas de dolorosos sollozos. Pero aún así, se evitaba soltar en llanto, eso solo drenaría más sus energías… otra contracción llegó y Taehyung volvió a pujar con mucha fuerza, presionando la mano de su alfa, quien hizo una mueca de dolor.

Taehyung está sintiendo más dolor, Taehyung está sintiendo más dolor. —Hoseok se repetía una y otra vez en su mente, para soportar los apretones en su mano.

—¡Hyung! —llamó Jimin acercando la cámara a él. —¿Cómo se siente?

Hoseok negó regresando su atención a su omega, mientras que Park ahora se acercaba al embarazado. —¿Taehyung?

—¡Cállate, Park Jimin!

Jimin se encogió en su lugar, optando por volver a quedarse en silencio. Pero el silencio no reinó en esa habitación de hospital, pues un grito resonó en todo el lugar que seguramente incluso Jungkook alcanzó a escuchar. El cuerpo de Taehyung se dejó caer sobre el colchón, mientras su pecho subía y bajaba agitado.

El silencio que se había hecho presente por unos segundos, fue roto gracias a un precioso llanto, que hizo emocionar a cierto alfa hasta las lágrimas. El agotado omega alzó la cabeza en busca de su bebita, hasta que se cruzó con los ojos cristalizados de su alfa. Rápidamente sus ojos también volvieron a cubrirse de lágrimas.

—Lo lograste, mi vida… —murmuró el alfa en un hilo de voz.

—¿L-La escuchas? —Hoseok asintió. —Ella está llorando, Hobie… nuestra bebita…

Una enfermera se acercó con la pequeña limpia, envuelta en una manta blanca. Los nuevos padres la miraron emoción y lágrimas, admirando a la cachorrita que fue colocada en el pecho del menor… la pequeña no dejaba de llorar, haciéndole saber a sus padres que había llegado.

Hoseok se sentó en la orilla de la cama, rodeando los hombros de su omega, dejando pequeños besitos en su sien sin dejar de sollozar. Taehyung no dejaba de mirar a su bebita con tanto amor, incrédulo al darse cuenta de que finalmente la tenía en sus brazos… Hoseok no dejaba de soltar lágrimas, sin despegar la mirada de su primogénita.

—Por la luna… Taehyung, mírala —lloró. —E-Es preciosa… 

—L-Lo es, ¿Verdad? —sonrió viendo la dulce carita, como poco a poco dejaba de llorar. —Hola, cachorrita, finalmente nos conocemos mi niña…

—Bienvenida a nuestras vidas… —el alfa se hallaba demasiado sensible, no podía parar de llorar y eso al omega le parecía tan adorable.

El doctor Kim miraba con ternura a los nuevos padres, que no se atrevía a interrumpirlos. Llevó la mirada al responsable de capturar todo el momento, pero el pobre omega también sollozaba en silencio al ver a sus amigos reunirse con su bebita.

—Por Dios… mi vida, muchas gracias —lloró sin despegar la mirada de su hija. —gracias por tu esfuerzo, gracias por traer a nuestra hija al mundo… g-gracias…

—Hobie… —su voz se quebró cuando su alfa lo abrazó con fuerza. Finalmente estaban completos… felices y plenos con su pequeña pero muy preciosa familia.

—Disculpen… —la voz de SeokJin los sacó de su burbuja. —Lamento interrumpir pero, ¿Que nombre le pondrán a su cachorrita?

A su lado se hallaba una enfermera con una tableta en mano, lista para anotar el último dato de la pequeña recién nacida. La pareja se dedicó una preciosa mirada destellante, se sonrieron antes de sellar sus labios en un pequeño besito.

—JooRi… Jung JooRi. —mencionó Taehyung con una lágrima deslizándose por su mejilla. Hoseok sonrió sintiendo el lazo cálido y rebosante de amor. —JooRi… quien vino a iluminar nuestras vidas… ella, nuestro Sol bebé...

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Ah~ tenía muchas ganas de escribir un OS así:") ¡Espero les haya gustado!💖

—Sony✨

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