#40#
Poco a poco fue despertando de aquel profundo y confuso sueño. Aunque en verdad, estaba muy cómodo pues el colchón donde dormía era muy amplio y suave así como las sábanas que parecían estar hechas de las más fina y suave tela del mundo. De esa que sólo la gente millonaria es capaz de obtener y con un olor peculiar pero agradable que podía durar varios días.
Sus ojos café recorrieron toda la habitación. Cayendo en cuenta que no sabía donde se hayaba pues jamás había visto habitación tan grande y lujosa. Tan hermosa. Pero en cuestión de pocos minutos su memoria se refrescó, recordando las últimas horas que vivió antes de caer en ése repentino y profundo sueño por no agregar también, raro. De pronto se puso alerta y una extraña preocupación lo invadió. Su querido novio, ése atractivo joven rubio, aquel come doritos y dramático se había convertido en un verdadero ser...
Un demonio.
No lo quería creer, pero aunque le costaba admitirlo era la realidad. El mundo estaba en un caos y más durante el tiempo que estuvo inconsiente. Dormido. ¿Qué habrá pasado? ¿Durante cuánto tiempo durmió? Y aún así lo poco que sabía no le era suficiente para responder con exactitud la pregunta de donde se encontraba él en esos instantes. O donde estaba Bill.
Se sentó en la cama dando otra mirada por el inmenso y elegante lugar, y sus ropas. Ahora que lo notaba lo único diferente era que ahora traía aquel abrigo amarillo que le tejió a su novio hace más de un año, puesto encima suyo. Estaba seguro que era ese mismo. Todavía traía el olor del rubio. Algo seductor y único. Embriagador, avergonzado de oler con deseo dicha esencia de su pareja. También notó que debajo del abrigo no llevaba nada puesto, sus típicas playeras anaranjadas con chaleco azul marino no lo traía puesto. Osea que... Alguien tuve que medio desnudar lo para quitarle esas prendas y ponerle el cómodo abrigo amarillo. Y de tan sólo pensar en el responsable un rubor notable se dibujaba en sus suaves y adorables mejillas.
Otra cosa era que no tenía muchas ganas de salir de la habitación para recorrer el lugar entero de donde se encontraba. Aunque apostaba que muy posiblemente Bill se hayaba en el mismo lugar. Tenía miedo por salir a investigar aunque sabemos que su gran curiosidad puede mas con él.
Y todavía seguía sin comprender por qué su novio se tentó al caos... Como su tío había dicho. Un demonio del caos, un ser de discordia. Pero aún así no dejaba de quererlo aunque había ciertas cosas que lamentaba del rubio. Como lo de Steven y que le haya quitado su fisura aprovechandose de su gran confianza en él. Se sintió utilizado en esté último suceso. Quería intentar comprender lo, ser compasivo pero aun así... Sabía que estaba mal.
¿Se había enamorado de alguien que enserio valía la pena? Al menos siempre alegraba sus días y los hacías más divertidos. Por primera vez se sentía amado. Especial.
No se arrepentía de haberlo conocido.
Pero la gran preocupación que abarcaba por su pecho es algo que le impide no hacer algo para terminar con lo que sea que habrá hecho su novio a todo el pueblo.
Quizás ya llevaba veiente minutos en reflexionar todo aquello, pero necesitaba tener la mente un poco clara para poder hablar con Bill una vez lo haya encontrado. Y esperaba que su familia estuviera bien. Protegida.
Recordó que el rubio le dijo que todo eso lo hacía por él, para que el verano no diese su fin, estuvieran juntos y aunque podía ser algo muy lindo de su parte y admirable, aún así sentía que eso no era lo correcto.
Suspiro con pesadez para salir de la habitación con cuidado. Se percató de que solo traía puesto sus calcetines blancos con bordes grises. El piso, apenas podía sentir su frialdad. Es como si en todo el lugar hubiera un aire acondicionado a una temperatura de 24 c' menos. Pero tampoco le molestaba del todo, sólo se sentía un poco frío.
Al abrir la puerta no sabía a donde ir, su cabecita giró en varias direcciones donde sólo podía ver pasillos y puertas con algunas decoraciones deslumbrantes. No quería perderse, pensó en mejor regresar a la habitación donde despertó y mejor esperar a que alguien viniese por él, sea quien sea. Claro, si no fuera por que desde que abrió la puerta se hizo sonar más claro las melodías de un piano.
Y sólo siguió la música. Queriendo encontrar al responsable de bellas melodías.
Y no estaba muy lejos a decir verdad. Sólo le tomó algunos segundos. Casi un minuto entero. Abrió la puerta con timidez esperando no interrumpir algo importante. Por suerte no se encontró algo paranormal o una criatura mágica en los pasillos. Aunque los cuadros si que les parecía muy raros y algunos de terror.
Sus ojos se dilataron y sorprendieron al ver a su conocido tocar el piano con tranquilidad y prosperidad. Sabía que él tocaba el piano, ya se lo había dicho semanas atrás. Pero nunca lo había escuchado o visto hacerlo. Y era verdaderamente hermoso. Parecía hipnotizado ya no sólo con la música, también con esa imagen de su pareja en el piano. Olvidando casi toda la locura que en realidad está sucediendo.
Hasta que la música se detuvo casi en seco.
— ¡Oh pino!, me alegro que hayas despertado. — saludo Bill sonriente, con cariño y alegre, sacando a Dipper de su pequeño trance.
Hubo un breve e incómodo silencio que al Cipher comenzaba a irritar y al Pines sólo aumentar sus nervios.
Bill se encaminó hacia él, en el marco de la puerta quedando frente a frente. Uno más relajado que el otro.
—¿Dormiste bien?, has estado un día entero dormiendo. Se me hizo imposible despertarte, te veías tan tranquilo y lindo descansando en mis aposentos. Pero es bueno que hayas despertado, ahora podré mostrarte- empezó a decir un poco apresurado pero con emoción. Tenía cosas que contarle a su querido pino ya que al fin había despertado. Explicarle muchas cosas sobre su nuevo mundo.
Después de todo, Dipper será su compañía, aquel con quien gobernará Gravity Falls y... la galaxia entera si es necesario. Su pareja en su reino. Su amado pino.
Aunque intencionalmente fue interrumpido por el menor.
—¿U-Un d-día entero dices? — soltó con sorpresa y poco agrado. Pareciendo le increíble.
¿Qué cosas habían sucedido durante su ausencia? Esperaba que nada grave. ¿Su familia estará bien? ¿Los Doritos serán gratis? ¿Habrá chimichangas en las cenas? Conociendo a Bill, podía ser.
— Sip... — contestó aún con esa energía peculiar. Pero borró su sonrisa remplazado la por una mueca de preocupación al notar la mirada del castaño. — ¿Sucede algo? Te ves un tanto decaído. Espero no estés molesto conmigo por algo. — dijo con leve tristesa.
—Pues la verdad... — se puso a pensar entre sus palabras. Tenía ganas de contestarle que sí hizo algo malo y estaba un poco molesto con él. Pero se contuvo y prosiguió a cambiar de tema. —¿Dónde estoy? ¿Dónde estamos?
— Bueno, eso quiero mostrarte. Nuestra casa, ¡Una gigantesca y hermosa pirámide! — gritó con devoción el rubio, ansioso por enseñarle su nuevo hogar a su pequeño y adorado novio de cabellos castaños y suaves.
Con ilusión de que su amado pino también se pusiera feliz por verla. Compartir ése sentimiento de alegría y emoción.
—¿Pi-Pirámide? — artículo apenas Dipper con cierta sorpresa y confusión. Apretando sus labios como formando un puchero y arrugando sus cejas en ceñal de lo que ya dije, confusión. Una expresión muy tierna para el mayor.
Y las ganas de juntar sus labios con los de su pino y acariciar con sus pulgares esas suaves mejillas no le faltaron. Pero sencillamente decidió esperar. Luego podría tenerlo entre sus brazos todo el tiempo que quiciese.
Aunque bueno, el tiempo ya no existe ahí. ¿No?
— Exacto. Será nuestro hogar, aunque donde tú estés... Siempre lo será. — dijo con ternura y adoración. Sincero y seguro de sus palabras. No evitó abrazar al chico. Llenarlo de calidez y protección. Sentir su dulce aroma a vainilla, capuchino, nueces y durazno. Con un toque de algo familiar. Cálido. — Te extrañe. — susurró en su oído. Había extrañado abrazarlo como ahora lo hacía.
Ahora Bill creía ya no tener a nadie en su gran locura, más que a su amado castaño de bellos ojos que le recordaban a dos deliciosos chocolates. Sólo podía contar con él pues Dipper es su todo. La idea de tan solo estar seperados la aborrece, la repudia.
— Bill... — escuchar su nombre salir de esos dulces labios, como un bombón derretido es simplemente agradable. Su voz es la sinfonía más agradable y satisfactoria en todo el universo.
Su sonrisa se amplio más.
Deshizo el abrazo para proseguir en su guía.
— ¡Vamos cariño! — dijo para después tomarle de la mano, un poco brusco y guiarle a un recorrido por toda la pirámide y de paso explicarle como se manejarán las cosas.
Después de todo, Dipper tomará un rol muy importante apartir de ahora en su vida como ya había dicho.
Después de todo, Todo rey, necesita una reina. Y Dipper es mas que perfecto para esa ocupación.
Ya imaginaba futuros niños en la pirámide. Y aunque podía ser imposible, quizás luego vería eso con más seriedad. Pero por el momento, Dipper sería su única familia. Si es que Mabel todavía considera unirse les y no como el tonto de su hermano Will y el anciano de Ford.
Luego vería a quien aceptar en su bando. Pues no todas las personas le habían hecho daño. Por ejemplo Soos, Wendy y las amigas de Mabel. Sin mencionar al viejo y simpático Stanley, él ha apoyado su relación con Dipper desde el inicio y lo defendió de su propio hermano. Por mientras, sólo debía centrarse en seguir dominando el pueblo y en su Dipper.
Bill apenas está retornando.
[...]
— Bill, deten toda esta locura. Lo que haces no es lo mejor.
— ¿Acaso quieres regresar a California? Pensé que sólo deseabas estar conmigo aquí en Gravity Falls, al igual que yo. — dijo el rubio con un ensamble entre serio y decepcionado.
Claramente hará todo por convencer a su pareja de que es lo mejor para los dos.
— C-Créeme que quiero. Pero no de ésta forma. — contestó el Pines de cabellera castaña un poco nervioso al principio, pensando en sus próximas palabras. Sintiéndose en una situación algo incomoda.
— Detuve el tiempo sólo por ti Dipper. Que el verano nunca se acabase. Podrás conocer todos los secretos del universo con mi ayuda. — continuó el Cipher insistente. Conocía muy bien los sueños, las metas y gustos de su novio. Confiado en que lograría convencerlo si o si.
No permitiría que se alejara de su lado.
— Pero mi familia-
— Ellos estarán bien. No les haré daño. Ni a tus amigos o a los de Mabel. — dijo interrumpiendo las palabras del menor.
— ¿Dónde ésta ella? — preguntó preocupado.
— A salvo, protegida en una burbuja. Saldrá una vez arregle unas cosas pero créeme que no es nada de que preocuparse. — a pesar de decir eso no evitaba que más dudas en la cabeza del menor se plantearán.
—... ¿Y mis tíos? — preguntó después de un breve momento en pensarlo.
— Stan en la cabaña con mi hermano, quizás formando un bando contra mí pero hablaré con ellos para que se unan a mí. Y Ford pues... Sólo diré que no creo recibir tener problemas de él. — dijo convincente ocultando una sonrisa siniestra.
Por el momento no le aparecía adecuado que su tierno novio supiera sobre que convirtió a su tío en una estatua de oro.
— No lo sé... Ésto, sigo creyendo que no está bien. Puede haber muchos problemas aún más mayores como el gobierno o-
—Tranquilo, tengo todo planeado. — le volvió a interrumpir sin ser brusco con un ensamble relajado, encogido de hombros. Parecía que ya tenía en su mente cada respuesta a cada posible pregunta que le formule su novio.
— Aún no estoy contento sabes. — escupió el Pines enojado recordando el incidente de hace un día. Cruzado de brazos y claramente molesto.
— ¿Por? — preguntó como si fuese un ignorante del tema. Enojando más al pequeño chico de trece años.
— ¡Mataste a Steven! ¡Yo lo amaba!, pensé que tú también... No debiste hacerlo. — verdaderamente dolía. Sus ojos marrón lo delataban y como formaba un puchero molesto en esos lindos y suaves labios. De un color tan deseable para el rey del raromagedon.
Aún así hizo caso a omiso. Quizás sólo se arrepentía un poco por lo del homicidio del gato.
—Perdón Dipper... Ahora entiendo que eso no fue del todo correcto. De verdad pensé que una muestra de afecto como ésa demostraría mi amor especial por ti. Siendo ése minino nuestra adoración... No quice aterrorizarte. Y-Yo sólo quice... — explicó con mucha preocupación y miedo.
Miedo de que Dipper lo dejase. ¿Quién lo diría? Hasta el más cínico y loco teme a algo. Algo que podría volverlo tan paranoico.
A osa mayor se le encogió su blando y a veces desconfiado corazón. Ver así a Bill y usando esas palabras son su punto débil. No podía pensar en abandonarlo. En destruir su relación con unas sencillas palabras y una sola acción que sería dejarlo. Sólo podía abrazarlo y prometer le que jamás se iría. No quería ver lo triste por él.
Vaya que Bill sabía cómo controlar a su pequeño pino, convencerlo parecía tan fácil y aunque puede parecer algo engañoso y malvado, no permitiría la ruptura de su relación.
— Y-Ya no importa... Te perdono, todos hacemos tonterías muy grandes. Pero espero que algo similar a ésto no vuelva a suceder. No quiero dejarte. Pero tampoco quiero que cometas algo muy malo como para tomar la decisión de dejarte. Y yo no te tengo miedo Bill. Yo te amo. — sonrió con un sonrojo acompañado. Mientras abrazaba al rubio quién correspondió el abrazo.
Ambos sintiendo su corazón acelerado y una calidez bastante agradable por su pecho.
¿Estaba acaso mal o enfermo el tipo de amor que se tenían o su relación?
Bill no quiere engañar a Dipper o lastimarlo y considera que eso es lo mejor, usando la usada pero certera excusa de no querer que el Pines menor le tema y lo abandone. Mientras que Dipper se queda a su lado, apoyándolo a pesar de que eso signifique que cometa un gran error y el fin del mundo.
— Gracias. — le susurró Bill suave y seductor. Dando caricias a la espalda del castaño, por su espalda y en el muslo.
Causando un extraño y agradable coquilleo de leve placer en el menor.
Ambos serán su propia perdición.
Y Bill al final terminó convenciendo a Mason.
¿Acaso ésto tendrá un final feliz?
"Capítulo 40:
Perdición"
Bueno, bueno, bueno....
Otro capítulo más en está historia. Repito que las actualizaciones serán lentas.
¡Hola maravillas del taco ^-^!
Espero lo hayan disfrutado y voten. No les quita mucho tiempo ;^
Nos veremos en el siguiente capítulo.
Pronto se aproxima el final de la segunda parte de ésta historia :v
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