Enterarse que el viejo Stan ocultaba una clase de  máquina dimensional y que aparte tenía un gemelo que había estado desaparecido entre dimensiones por un accidente hace varios años además que tuvieron que arreglárselas para hacer que el FBI regresarán por donde vinieron sin recordar algo sospechoso de aquel pueblo; fue algo difícil de procesar en un día.

Hubo un momento de silencio, donde un ambiente tenso llenaba el aire pero poco a poco se descubrió más sobre el pasado de sus tíos abuelos. Y aunque las cosas no se solucionaron del todo, se podría afirmar que por el momento las cosas estarían un  poco calmadas. Apesar de que Ford se la pasaría la mayor parte del tiempo en el sótano y en un cuarto secreto por sus experimentos.

Con el paso de algunos días conociéndose cada vez más, llego el histérico momento donde las presentaciones de los jóvenes invitados no esperaron más.

—¿Cipher? — su voz sonaba algo temblada, preocupada y hasta se podría decir nerviosa. Ford se veía entre molesto y sorprendido por escuchar el apellido de aquellos dos chicos de catorce años.

—Él es Will... — dijo Mabel con una sonrisa dulce.

—U-Un gusto. — dijo el peliazul alzando su mano para estrecharla con el mayor.

—Lo mismo digo. — respondió después de un breve tiempo de pensarlo, recordando sus viajes entre las dimensiones correspondiendo el apretón de manos con una sonrisa agradable.

Ford recordaba que Will Cipher en todas sus otras dimensiones, o al menos en las que él había visitado era un ser o persona verdaderamente buena, amable con pensamientos que sólo buscaba la paz en cada lugar, e incluso podría ser poderoso si se metían con lo que el más quería.

—Y él es Bill. — dijo la castaño señalando ahora al rubio.

Sin embargo, su expresión cambio drástica mente.

Bill Cipher.

Peligro en cualquier lado. El mismo mal y poder en una sola persona. En un sólo cuerpo de energía. La persona o ser que más podría odiar y detestar en cualquier universo.

Furioso y temoroso,  se alejó un poco de él mirandolo como si quisiera asesinarlo, lleno de desconfianza e intriga. Todos los presentes lo notaron y sólo se sorprendieron y extrañaron por la repentina actitud de Ford hacia Bill. Un rubio que según ellos, apenas había visto y ahora sabía su nombre.

Dipper, Mabel, Stan, Soos, Will y Bill no entendía por qué esa reacción. El rubio sólo hizo una mueca de molestia aunque tampoco le dio mucha importancia que un extraño desconfíe de él. Un viejo que no le importaba su opinión aunque quizás sería un poco complicado pues ese viejo era un familiar de Dipper  y al parecer, su ídolo al saber que había escrito los Diarios.

—¿Qué ocurre Ford? Es sólo un mocoso. — dijo su hermano cruzado de brazos y mirandolo igual, extrañado, confundido.

—No es sólo eso... — empezo a explicar apretando los puños recordando malos momentos que le dejaban un mal sabor de boca. — Dónde sea, en cualquier universo o dimensión, Bill es un verdadero peligro.

—¿Qué? — soltaron al unísono Soos y Dipper.

—¿Qué tratas de decir? — preguntó la castaña con una mueca para nada satisfecha.

—Se que el chico puede llegar a ser insoportable pero tampoco exageres. Además apenas lo acabas de ver... — dijo esta vez Stan de la manera mas comprensible posible.

—¡No entienden!

—¿Qué cosa? ¡Si no lo explicas no podremos entender el problema! — le respondió su gemelo ciertamente molesto.

Fueron sólo unos segundos de silencio incómodo para que Ford, al fin hablará sobre el tema.

—Bueno... El apellido Cipher se conoce como el apellido del mal. — empezó mientras le daba una rápida mirada a todos quienes le ponían atención pero sus miradas reflejaban extrañes. — En todas las dimensiones y universos un Cipher siempre es de alguna forma poderoso, importante, temible o especial de cierta forma. Es una extraña paradoja, creo. Will es el único Cipher que se podría decir, es bueno o por lo menos más piadoso. — se encogió de hombros esperando alguna respuesta o pregunta de los demás.

—Pero nuestra madre... — excusó Will.

—Seguramente el apellido de tu madre no era Cipher hasta que se casó y tuvo que cambiarlo. Son muy pocas personas en la actualidad que poseen y hacen honor al apellido. Casi extintas. Pero puedo asegurar, que todos los Bill's tienen algo en común, que es la locura pura, la discordia y que de alguna manera saben más que cualquier humano. Siempre están relacionados con algo maligno.

—Entonces... Eso quiere decir que... — dijo Mabel mientras hacia un ademán con sus manos para que terminará su explicación que apenas podía entender.

—No confío ni confiare nunca en un Cipher, y mucho menos en ése   Bill. — dijo mientras miraba fulminante al nombrado quien apenas prestaba atención a lo que decía el anciano. Todos se miraban un poco incómodos sin saber que hacer exactamente. En cambio Dipper, intentaba reflexionar con la mirada en el rubio.

—Pues a mí no es cómo si me importara su opinión. Hasta dónde yo sé, sigo cuerdo. Y no me interesa dominar algo o causar discordia

—Quizás ahora no, pero en algún momento querrás.  Siempre es así. No puedo hacer nada contra ti pero eso no significa que no estaré alerta. Después de todo, Eres el caos en persona. Pero preferiría que no estuvieras en mi cabaña. — era evidente lo decidido y molesto que se encontraba, Ford se acercó al menor para hecharlo del lugar, pero alguien se interpuso entre ellos.

—¡NO! Bill no se irá. — Dipper miró desafiante a su tío, con algo de temor pero muy seguro de que ésta vez, proteger a Bill. Era el más bajo de los dos, pero si se ponía enfrente del Cipher, Ford no le haría daño.

Bill lo miró un poco sorprendido pero lleno de esa calidez en su pecho al saber que su novio lo defendía, que a pesar de todo lo que le había dicho su ídolo, todavía se atrevía a estar a su lado para protegerlo y apoyarlo, eso lo hacía muy feliz.

—¿Por qué lo defiendes? — preguntó con cierta confusión en su mirada. Su sobrino/nieto se mordió ligeramente el labio mientras con sus orbes miraba de reojo a Bill, y después de pensarlo un poco ya decidido, con su voz un poco temblorosa le contestó:

—...¿Por qué no defender a la persona que quiero? — Bill no sabía si odiar o quererlo  todavía más por sus palabras. Su corazón latiendo con mayor rapidez y un sonrojo en sus mejillas.

"-Dipper... Pino... Mason...-"

—Dipper, puede parecer tu amigo pero- fue interrumpido por el rubio. Mabel se comía las uñas con emoción, esperando alguna declaración.

—No se refiere a eso, seis dedos, Dipper y yo somos novios.

—¿¡QUÉ!? — se exaltó.

—Muy bonito. ¿No? — sonrió el rubio divertido.

—Tío tampoco tienes que estar tan histérico,  Bill a demostrado querer a mi hermano. — fijo ella tratando de calmar al mayor.

—Él no me haría daño. — dijo con confianza el menor.

—¿¡CÓMO ES POSIBLE QUE ALGUIEN DE MI FAMILIA ESTÉ RELACIONADO DE ÉSA FORMA CON UN SUCIO CHICO CÓMO ÉL!

—No te pongas melodramático. — opinó Stan lanzando un bufido.

—¡Por que nos queremos!, yo te admiro mucho y te respeto pero no permitiré que me separes de Bill. — siguió defendiendo el Pines menor.

—Lo mismo digo. — opinó Mabel afirmativa. Según ella, nadie le quitaría su en vivo entre su hermano y Bill.

—Pero no entiendes, Bill es alguien engañoso y malo, no debes confiar en él.

—Pues será quizás los otros Bill's pero yo jamás engañaria a mi pino.

—Agh, incluso usas ese apodo. — formó una mueca irritante de desagrado en sus labios al recordar cómo los otros Bill's llamaban así al castaño de las otras dimensiones, pero nunca imaginó que ese niño o en ocasiones adolescente, podría ser su sobrino y mucho menos que mantuviera esa clase de relación con el rubio.

—Ford, déjalos ser como quieren ser y estar. Ése chiquillo rubio no es el mismo que los otros que has conocido. Si le hace algo malo a nuestro sobrino pues ahí sí le damos con la chancla. — aseguró Stan encogido de hombros pero seguro de sus palabras.

—¡Oye! — protestó Bill por lo último dicho. Aunque al final fue ignorado.

—Pero mientras es no suceda, no puedes echarlo incluso sea está tu casa. Dipper confía en él y no puedes separarlo.

Ford lo pensó y, aunque en el fondo ya se estuviera arrepintiendo no le quedó de otra. Por que después de todo, el igual llegó a cometer errores en el pasado y esperaba que su familia, en especial Dipper se diera cuenta del supuesto error que cometía al andar saliendo con un Cipher, y no cualquiera, si no Bill. Hubiera aceptado a Will pero al otro... Definitivamente era una sorpresa para nada agradable.

—Además no se quedarán para siempre. Regresarán a clases cuándo éste  verano llegue a su fin. — agregó Stanley irritado.

—Cuando el verano terminé y ellos regresen por donde vinieron, no quiero volver a ver lo por aquí,  nunca más. — avisó, prosiguió. — Esta bien, se pueden quedar pero todavía desconfiare de él. Por que Bill Cipher es sólo el caos. — recalcó molesto o al menos eso delataba su rostro.

—Puede que tenga razón, pero Dipper es lo que me mantiene cuerdo y no seré esa clase de persona que usted dice. — dijo desafiante mientras entrelazaba sus dedos con los del castaño, como si con esa acción sintiera el apoyo del Pines. Lo hacían sentir seguro.

—Eso espero. — concluyó Ford,  se marchó dejando un silencio agrio.

Se oyeron algunos suspiros de los presentes, calmando un poco el ambiente, Bill miró a su novio quien se veía preocupado pero después, Dipper borró todo eso para dedicarle una de sus más hermosas y cariñosas sonrisas al rubio quién correspondió con una sonrisa igual de alegre.

Todo estaría bien... Mientras Dipper no pensará o creyera que él es un peligro o el caos y se mantuviera a su lado, nada malo pasaría.

Todo estaría bien....

"Capítulo 31:
Apoyo"