#30#

Pato siguió jalando a Alían pero esté ya harto lo pateó con cierta fuerza logrando que se chocará con una mesa de madera lastimando se un poco. Mabel y Bill se preocuparon aunque la escena que vieron a continuación les asombro.

—¿¡Qué te sucede!?

—El estúpido y puerco cerdo me estaba hartando. Además es un animal esqueroso que le gusta el lodo. — respondió con obvio asco en sus palabras.

Aquí el único animal asqueroso y agregó repugnante eres tú. opinó el Pines enfadado.

—Tranquilo amigo, no te alteres. sonrió pervertido mientras le tomaba del mentón y lo atraía hacia él para romper el espacio entre sus labios. Sin embargo, Dipper reaccionó a tiempo y ofendido.

Nadie se metía con la pasiva... Digo, Con Dipper Pines.

—¡Aléjate de mí, estúpido!empujó al contrario.

—¿Estúpido? Sólo te iba a dar un beso, deberías estar agradecido.dijo con arrogancia en su voz.

—Me largo de aquí. se volteo para dar inicio a irse de ahí, pero Alían lo tomó del brazo con fuerza casi dañandolo. Soltó un quejido de dolor.

—Oye chico, a mi nadie me deja. lo miró con seriedad mientras lo volteaba para mirarlo a los ojos. Admitía que el castaño era un chico sin lugar a dudas, muy bonito que logró acaparar su atención.

—¡SUELTAME! Yo ya tengo pareja.

—¿Y dónde ésta esa pareja tuya? De seguro es un cobarde por dejar que le quitarán a su chico.sonrió perverso apunto de acariciarle esos labios tan deseosos de Dipper.

—¡Aléjate cara de frijol de mi novio!gritó Bill mientras empujaba al azabache lejos de su novio.

Mabel ayudó a Pato a levantarse mientras veía la escena con asombro y emoción. Pensando: "Madre mía Willy" [nota: si, se que no se escribe así pero yo hago lo que quiero en mis historias] ( ͡° ͜ʖ ͡°) 

—¿Frijol?

—¡Bill!gritó Dipper mientras corría a abrazar a su novio.

—Oh, eres el chico que lastimó a  Dipper en su ojo.recordó burlón.

—Pues ahora tu también. dijo para aparte con delicadeza a su novio, acercarse al otro chico y darle un buen golpe en uno de sus ojos.

—Vete a la mierda. — insultó. Iba a responderle el golpe pero se sintió muy mareado aparte de que analizó la situación y para su desgracia, Bill le ganaría así que decidió  mejor huir como un cobarde.

—Bill, me alegro que hayas venido. sonrió con los pómulos brillosos y una sonrisa de oreja a oreja que le sacaban un adorable sonrojo.

Al rubio la daban ganas de apretar esas mejillas rojizas, besarlas y mucho más. Pero por el momento se aguantaría.

—Y yo me alegro que estés aquí conmigo, lejos de ése inútil.

Bill lo abrazo para depositarle un suave beso en sus dulces labios. Mientras que Mabel apretaba al cerdito pues sentía que se derrumbaba con esa escena tan 'romántica'. Y pato pues... Oing.

Después de todo, las cosas no resultaron tan mal.

Dipper dijo que iría a buscar a Will por que aseguró que estaba perdido. Mientras tanto, Mabel y Bill tuvieron una visita, del viajero del tiempo.

—¿¡Sabes cuantas reglas rompieron hoy!?

—Eh..... — dijieron ambos sin saber que decir.

—No lo ... ¡Pero a puesto que fueron muchas!

Blendin, esta arrestado. — dijieron unos hombres que vestían de una manera futurista e intimidante. Mientras le ponían lo que se supone son unas esposas.

—¿¡Qué!? ¡No! ¡Es culpa de esos mocosos!

—Dile eso al bebé del tiempo.agregó su compañero tan serio como el otro mientras se lo llevaban lejos de ahí.

—Y ahora...

—Pasare más tiempo con mi pino.

—Oh, ahí viene. Tranquilo, haré que pasen tiempo solos.

—Gracias estrella fugaz.

Mabel saludo rápidamente a su hermano y se fue en busca de Will. Mientras tanto, Bill y Dipper dieron un último paseo mientras el rubio le contaba a su novio sobre el viajero del tiempo.

Sin perder detalle alguno sintiendo un poco de vergüenza por lo que había hecho al ser tan egoísta.

Bill, tienes que recordar que no tienes que temer.

—Hay que entrar aquí. — sugirió el Cipher señalando un local que se encontraba a unos metros a su derecha.

—Bueno.

Entraron al pequeño local donde lo atendía una mujer delgada, de buen cuerpo y maquillaje oscuro. Al rededor de unos veinte o veinticinco años. Su pelo oscuro que daba un brillo con el reflejo de algunos rayos de sol que lograban filtra se por el local, le daban un efecto azul marino casi perfecto, recogido en un chongo. Aunque se notaba que estaba más concentrada en su móvil.

Sin embargo,  los miró de reojo para dedicarle una leve sonrisa mientras decía bienvenidos. Al menos tenía educación. Bill y Dipper se adentraron al lugar observando con detalles los objetos que vendían.

La mayoría eran para mujeres/chicas. Brazaletes, joyería, ligas o algún espejo de bolsillo. Pintura de uñas y unos peluches pequeños algo llamativos. Lo único que se podría decir era de hombre eran unas cadenas con dije y  brazaletes.

También habían blusas mixtas.

Al Cipher le llamo la atención en una sección muy apartada de las otras cosas mas bonitas y resplandecientes, casi escondidos pero no por eso menos bonitos, cadenas para las manos. Diferentes marcas, colores y aparte al dije se le podía agregar algo.

De reojo busco a su Pino,  quien parecía estar mas entretenido en unos peluches de osos café capuchino muy rellenos. Por un momento el rubio pensó en que no pudo conseguir aquel premio que tanto deseaba Dipper, se lamentaba por eso... Pero tenía que aprender que no todo sucede como uno quiere y que quizás la el destino lo quizo así. No todo podía ser perfecto en la vida.

Miró los preciosos de las cadenas, hizo un ligera mueca aunque sabían que valía la pena. Tenía dinero y le sobraba pero... Aún así jamás pensó en gastar dicha cantidad por una persona tan especial como era su castaño, en realidad jamás pensó en tener por lo menos a una persona especial... Al menos no tan pronto pero tampoco le disgustaba.

No presumía que sus padres eran millonarios, aunque actualmente sólo vivía con su madre y su pareja puesto su verdadero padre  había fallecido cuando él y su hermano tenían cinco años por sus propios problemas de los cuales no le gustaba entrometercer así como Will.

Uno le encantó. Cadenas de oro delgadas, hermosas y del tamaño adecuado. Con un dije en forma de corazón. A lado de ésta otra exactamente igual. Estaban hasta abajo bien escondidas que parecían casi invisibles. Pero aunque sólo tuviera un ojo, tenía una excepcional vista.

Fue con la única que atendía ahí quien al notar su presencia dejó el móvil sin hacerse del rogar.

—¿Sólo eso? — soltó la mujer usando un tono amable.

—¿Tendría algunos otros dijes en otra forma?

—¿Cómo cuales?

—Uno de triángulo y otro un pino.

—De acuerdo.sonrió después de pensarlo un poco.

Mientras ella buscaba en unas cajas de vidrio detrás de ella, Dipper se encontraba a su lado con una mirada curiosa.

¿Están bien estos?

—Perfecto.

La chica los mostró a ambos para que admiraran mas las cadenas. El pino y el triángulo eran brillantes.
Dipper abrió los ojos al ver el precio y le iba a reclamarle a Bill, pero esté mismo se adelantó.

Aunque te niegues, los compraré. Si quieres agradecermelo luego lo veremos.se adelantó usando un tono burlón

—¿Quieren qué les agregue algo? Serían diez pesos extra por cada uno.

—Por supuesto.  En el triángulo ponga Bill.

—¿Y el del pino?

—¿Quieres que ponga el apodo o tu nombre?preguntó dirigiéndose a Dipper quién apenas reaccionó ante su pregunta.

—...Mason.dijo nervioso.

—¿Ah?... ¿ verdadero nombre? ¿Seguro?

... ¿T-Te molesta?

—Todo lo contrario. Me siento feliz de que al fin me digas tu nombre verdadero. Y será un honor llevarlo grabado en el dije.

Bill ya sabía que el nombre Dipper no era su verdadero nombre, que le decían así por su osa mayor en la frente además que al Pines no le agradaba ese nombre aunque no sabia el motivo.

—Bien... ¿Entonces será Mason?retomó la azabache un poco extrañada. Ya que no era normal que dos amigos en especial varones fueran tan... Cercanos o se quisieran tanto. Imaginó miles de cosas como que ellos se amaban lo cual alargó su sonrisa siendo esta vez una torcida y extraña. A su punto de vista, ver a dos personas tan jóvenes como ellos del mismo sexo en esa situación le volvía loca. Quizás ese verano sería el más interesante de todos.

... por favor...

—Bien esperen un momento.

(...)

Ambos salieron tomados de la mano entre lazadas, Bill, en su mano izquierda lleva puesto la cadena con el pino donde yacía el verdadero nombre de su novio. Mientras que Dipper, en su mano derecha la cadena con el dije de triángulo con el nombre del rubio.

Dipper le contó a Bill sobre su verdadero nombre y la razón por la cual prefiere que le llamen por el apodo Dipper. El mayor también le platico sobre su padres, el accidente y que actualmente su madre vive feliz y que la pareja de ella no cae mal. Pero tampoco habló mucho sobre ese tema de la pareja.

Caminaron y caminaron, atrevesaron el bosque porque aseguraban llegar mas rápido a la cabaña de esa manera.

Aunque Dipper escuchó unos ronroneos entre unos arbustos y vio con adoración aún pequeño gatito blanco de ojos amarillos enredado entre las ramas y algunas hojas. Era un minino apenas que no dudo en ayudar.

Después de unos minutos de súplicas y esos hermosos ojos chocolate con caramelo brillando para poder convencer al mayor, decidieron cuidar el pequeño con la condición de esperar por si alguien reclamaba por el pequeño. Si llegaba a tener dueño o dueña.

Bill no podía negarse a esos ojos que desbordan un brillo que emanaban cariño y afecto. A veces pensaba que su Dipper era incluso un ángel. Estaba loco pero... Todo por Dipper hasta podría ser un demente que no necesitaba estar cuerdo si tenia a su chico a su lado. Aún sabiendo que apresuraba las cosas y quizás esté exagerando, era imposible no pensar ese tipo de cosas tan alocadas.

En pocos minutos la noche reinará en todo el lugar, pero ya faltaba muy poco para llegar a la cabaña. Bill miraba en silencio a Dipper que acariciaba al mínimo quien correspondía gustoso los mimos del chico y sonreía de una manera que le causaría deabetis.

Ahora quiero ser ese gato.

—¿Uh?

—Para poder estar entre tus brazos y que me mimes así.

Quizás... Más al rato antes de dormir... Podrías estar entre mis brazos mientras te mimo.comentó pensativo y un rubor en sus mejillas. Mientras seguía dando caricias al minino.

—¿¡En serio!?

—Es lo menos que puedo hacer por tan hermoso regalo.miro de reojo las cadenas en sus muñecas.

—Te quiero Pines.ronroneo dándole un fugaz beso en sus labios. — ¿Y como le pondremos al gato?

Dipper lo medito aunque por alguna razón no se le dificultó escoger un nombre adecuado. Quizás no era muy común que los gatos se llamarán así, pero para el Pines era perfecto.


—Steven.















"Capítulo 30:
Mason"

vaya vaya vaya
:v

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