—Lo siento, pero no puedo hacerlo.  — con determinación ante su decisión. Él mismo sabía que estaba siendo egoísta pero no le importaba.

Lo que sucedió después fue que Mabel se lanzó hacia él tratando de quitarle el aparato pero por consecuente por accidente ambos viajaron varias décadas al pasado llegando al clímax de su aventura entre los tiempos.

Fueron a la época de los dinosaurios y aun futuro muy extraño donde era destruido por una clase de enorme bebé. Otro dónde todo a su alrededor estaba destruido, pero al fondo había un pequeño ser humano de cuatro años de cabellos oscuros que vestía de blanco, pero aquello era un futuro distorsionado de otra dimensión,  una que no debería de existir. Hasta que en un momento estaban rodeado de oscuridad.

—¿Dónde estamos?

—Mm... Quizás de tanto viajar llegamos a un futuro donde sólo hay un vacío oscuro. ¡El fin de absolutamente todo lo que conocemos!

—Vaya, eres igual de paranoico en ese ámbito como mi hermano y eso explicaría por que andan juntos pero, creo que tienes razón...¡Haaaaaa! — gritó del supuesto terror ante la respuesta del mayor

—¡Haaaa! — le siguió el rubio. Ambos gritaron con euforia hasta que el Cipher se percató de un detalle.

—Espera, esto es...

Abrieron lo que sería una puerta y salieron del pequeño lugar para darse cuenta que estaban en un baño público. Y se dieron cuenta que estaban de regreso en su época después de su rápido viaje donde, aunque ellos no se habían dado cuenta, habían dejado artefactos que no deberían  dejar puesto eso crearía ciertas anomalías.

—Creo que ésto es el presente. — comentó el rubio casi seguro.

—¿Pero cuál presente?

Sólo fueron unos segundos para mirar el entorno y darse una clara idea de la respuesta ante la última pregunta.

—¡Este es el mejor presente! — escucharon gritar de alegría a Dipper mientras abrazaba a su peluche de especie indefinida.

—¡Oh, Bien!

—Bill por favor... Regresemos al pasado para tener a mi pato de vuelta. Dipper te querrá apesar de tus errores por que... En el amor hay imperfecciones.

—Yo de verdad... Lo lamento, no voy a ceder ante tu petición.

La chica estaba deprimida, sus ojos se cristalizaron. Le dio la espalda caminando hasta llegar a un enorme tubo de madera que no estaba lejos de ellos y empezó a golpear (sin usar fuerza) su frente con el dichoso objeto grande. Ante ésto Bill sólo hizo una mueca.

—Vamos estrella fugaz, olvidarás esto pronto. — se acercó a ella pero ésta pareció ignorarlo. — Mira, verás que así será en una hora.

Bill viajó al futuro de una hora pero Mabel aún seguía en ese estado tan deprimente y frustante.

—Am... Un día.

Viajó un día  al futuro pero su decepción empeoró.

—¡Una semana! ¡Estarás bien en una semana! — trato de convencer se con una sonrisa nerviosa mientras viaja al futuro de una semana con esperanzas.

Pero no podía creer que ella todavía seguía ahí. El Cipher quería terminar todo eso.

—Ah... ¡Un mes!

Sin embargo, al viajar incluso un mes al futuro y el estado de la castaña empeoró y no sólo su estado, si no, su relación con su Pino ya que encontró a Soos pasando por ahí junto a unos turistas que lo saludo entre amigable y con lástima que le resultó muy raro.

—Hola Bill. Después de lo que ocurrió hace días no te veía por aquí.

—¿Ocurrió? ¿A que te refieres?

—Ya sabes, desde que Mabel se puso en este estado hace un mes. ¿Ya lo olvidaste? — preguntó extrañado el mayor con curiosidad.

—Eh si... ¿Me lo podrías recordar? Tengo pésima memoria, Hehe... — río con algo de nerviosismo.

—Es increíble que todavía sigas riendo así. Aprovechando que los turistas están fotografiando a Mabel, ven. — dijo mientras llevaba al rubio apartado de las demás personas. — Bien. Después de que Mabel estuviera así, Dipper obviamente se preocupó, le preguntó que le ocurría y ella sólo le contestaba cosas confusas como "Un torpe me arrebato a pato". Pasaron los días y Dipper pasaba mucho más tiempo con Mabel y tú te molestabas ya que no tenía tiempo para ti... — soltó incómodo y apenado.

—No te preocupes, sigue...

—Seguían pasando los días y Dipper sintió que su relación contigo ya no sería lo mismo. Se habían peleado. Le diste entre escoger a Mabel o a tí lo cual enfado al chico y prefirió a su hermana por que de verdad le preocupaba su estado. Y no le culpo, la chica se ve fatal. Incluso después de eso, tu seguías  intentando que regresará contigo pero él sólo te ignoraba. Te hartaste y empezaste a salir mucho más seguido al bosque. Sólo te acercabas a la cabaña para domir y algunos almuerzos. Incluso Will prefirió ayudar a Dipper para hacer que Mabel reaccionará. Las cosas entre los jóvenes incluyendote se pusieron muy tensas. — concluyó su explicación con seriedad pero ese toque amable y comprensivo que lo solía caracterizar.

—Mi pino... ¿Me ignora? — logró formular con dolor puesto sentía un absurdo pero inquietante nudo en su garganta. Además que en su único ojo se reflejaba la gran decepción y hasta ser podría decir tristeza pero como Soos nunca vio aquella faceta del chico sólo lo confundió y notó la enorme decepción. 

—Oye Bill, no es por ser cruel pero siendo sincero pienso que también fuiste egoísta. — aquello llamó más la atención del rubio quién, apesar de sentirse ofendido también sintió mucha culpa y aunque le costará le dio la razón al mayor. — Debiste apoyar a Dipper para hacer reaccionar a su hermana y aceptar que su tiempo juntos tenía que esperar más. Quizás no lo parezca...No digas que escuchaste esto de mí . — murmuró lo último con duda.

—¿Qué cosa? No diré nada. — prometió sonriendo de medio lado con confianza.

—Está bien... — suspiro mietras se acariciaba la sien. Prosiguió. —Dipper también le duele ya no seguir contigo, y lo que más le dolió fue que no le apoyaras en lo de su hermana. El realmente sigue preocupado también de ti por como te alimentas o si te llega pasar algo en el bosque solo... Aunque lo  niegue yo sé que él —fue interrumpido lo cual le sorprendió un poco pero no se quejo o demostró enfado.  Sólo extrañes.

—Necesito arreglar las cosas.

—¿Eh?... Bueno sí pero-¿A dónde vas?

Observó como Bill corría a quien sabe donde sacando una cinta que mayormente traían los carpinteros u ingenieros para medir.

—¡Arreglar mi error con mi pino! — gritó/ respondió el rubio decidido mientras poco a poco desaparecía de la vista del robusto quien rascaba su nuca con curiosidad.

El chico siguió corriendo buscando un buen lugar. Miró de reojo a Mabel quien seguía en ese estado tan estresante y deprimente, el cual lo hizo sentir más culpable.

Después a su castaño quien lo miró sorpredido y angustiante pero después desvío la mirada lo cual deprimió al rubio.

—Fui tan estúpido y egoísta... Pero todavía puedo enmendar las cosas.

Un último viaje en el tiempo necesitó para enmendar su error.

(...)

Ahí estaba de nuevo, con la pelota de béisbol en su mano izquierda preparándose para derrumbar aquella pirámide de botellas de plástico y posiblemente fallar.

—No sabia que eras zurdo. Siempre te veía con la mano derecha. — comentó curioso con una leve sonrisa de apoyo.

—Hehehe, de hecho soy ambidiestro... Dipper. — lo llamó. Mientras veía esos hermosos orbes que tanto le gustaba. Es increíble que por ese chico llegará tan lejos. Desbordaba sus sentimientos que a veces lo hacían sentir inseguro y otras el chico más feliz del universo.

—¿Si?

—Quiero que sepas que lamento si llego a cometer muchos errores en nuestra relación y si soy egoísta. Pero tengo miedo de perderte. Además que los tíos desconocidos que intentan ayudar pero al final quieren una cita cómo compensación son muy torombolos. — agregó lo último con rencor y bufando.

—¿Okey? Lo último que digiste no entendí muy bien. Pero con lo de los errores no debes preocuparte Bill. Nadie es perfecto. Los humanos cometemos errores. Esta bien tener miedo y me parece muy lindo que pienses eso. Yo no me iría de tu lado, a menos que hicieras algo realmente estúpido que me hiciera enfadar. — hizo una mueca graciosa con un tono de burla muy inocente. Apretó sus labios inflado un poco sus mejillas haciendo un aparente puchero que le resultó más que tierno al rubio.

—Prometo que no haré nada que te haga enfadar cariño. Y otra cosa, perdón por fallar.

Y sin más lanzó la pelota a su objetivo con una mueca y enfado por el obvio desenlace del juego.

—¡Waaa! ¡Mi ojo! — Chillo con dolor mientras dirigía sus manos al lugar afectado.

De pronto Alían se les acerca aunque claro, Dipper no sabía su nombre puesto todavía no se lo decía pero Bill apenas logró recordarlo.

—Oye, ¿Éstas bien amigo? — preguntó amablemente cierto chico de pelo negro. Que poco a poco alejaba al castaño del rubio.

—Y aquí vamos... — murmuró Bill con pesadez y admitía, enfado.

—¡Bill! ¡¡¡Muchas gracias!!! Pato también te lo agradece. — dijo con emoción y felicidad la melliza de su novio recargando al animal en el rostro del chico mientras hacia sus ruidos de cerdos.

—Supongo que era lo correcto. Además gracias a tu hermano aprendí que aunque falle debo seguir adelante para no cometer el mismo error. Espero pino se encuentre bien.

—Oh tranquilo, déjame ver como te ayudo. ¡Vamos pato!

Bill miró confundido a la chica quien soltó a su mascota dejando que éste corriera por cierto rumbo que siguió con su mirada y vio que era un lugar algo cerca por lo que ambos siguieron al animal casi corriendo.

El cerdo se detuvo en un establecimiento donde había un enorme balde de agua y casi frente a eso, Alían con Dipper quién terminaban de curarlo mientras reían de quien sabe qué.

Bill se sintió celoso, no lo negaría ya que ver a su castaño riendo de esa manera tan deslumbrante por otro no le gustaba para nada.

De pronto el cerdo mordió la orilla del pantalón de Alían y empezó a galarlo con brusquedad molestandole de sobre manera al portador aunque a Dipper le parecía divertido y tierno. Además él sabía que ese cerdo era de su hermana pues no hace mucho la vio ganándolo.

—¡Ha! ¡Quítate estúpido cerdo! — soltó con vulgaridad y obvio desprecio en su rostro.

Lo cual no le agrado al Pines menor.

"Capítulo 29:
Tiempos"

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