—Oh, sobre eso Bill... No podré estar contigo.

Sintió un raro peso caer en su cuerpo, como si algo le asfixiara con esas palabras dichas por el castaño.

—¿Qué? — su garganta de repente la sintió seca y su voz le pareció haber salido entre cortada. En su ojo se podía ver la desilusión y tristeza que sentía.

—Lo que ocurre es que... Alían me invito a salir y me pareció buena idea para compensar le la ayuda que me había brindado. Pero preferí que fuera éste mismo día en vez de otro. Él me dejó para que te dijiera a ti y lo veré en la rueda de la fortuna. En verdad, Lo siento Bill. Pero otro día podemos salir.

—Tu no lo sientes Pino. Yo si lo siento. Yo quería pasar toda la tarde contigo. — repuso el rubio apretando la mandíbula. No estaba enojado con Dipper, sólo con ese tal Alían y un poco consigo mismo.

—Bill, podemos salir otro día. Sólo será por está vez.

—Haz lo que quieras entonces. — se cruzó de brazos con el ceño fruncido desviando la mirada realmente molesto. Se arrepintió un poco el contestarle así a su Pino pero no se retracto de sus palabras.

—No te pongas así Bill, ¿A que le tienes miedo? — interrogó entre curioso  y decepcionado por el comportamiento de su novio.

"Tengo miedo de perderte"

—Mejor olvídalo, te veré después. — repuso Bill.

—Cómo sea, adiós.

"Nunca me vuelvas a decir adiós"

Después un rato en soledad se encontró con su hermano y Mabel quienes lo miraron algo preocupados. Y sin remedio alguno tuvo que contarles lo sucedido.

Pero mientras hacían eso se chocaron por accidente con un hombre extraño y calvo. Que tenía un traje peculiar y muy raro ya que éste parecía cambiar de color o algo parecido por lo que de inmediato, los tres sospecharon. Y después de molestarlo y hartarlo con sus preguntas y presencia el hombre confesó todo.

Su nombre, Blendin y el apellido no importa mencionarlo, era un viajero del tiempo que tal parece busca anomalías causadas por ciertas personas que todavía no sabe quienes son. Y mucho menos ha encontrado alguna de ellas. En un principio nuestros personajes no le habían creído pero el mismo hombre les demostró lo contrario dando una pequeñisima explicación de su uso y mostrando como la utilizaba al viajar.

Bill pensó que usando la maquina del tiempo de Blendin podía corregir el único error que tuvo en su día. Aunque claro, el calvo no lo dejó excusando con lo peligroso y aparte que era un inexperto desconocido que sólo quería usar el aparato para su propio beneficio lo que enfado más al rubio pero supo controlarse gracias a su hermano y cuñada .

Los chicos espiaron al calvo para ver en que momento dejaba en descuido la maquina del tiempo, aunque a Will era el único que no le parecía buena idea pero fue arrastrado por las súplicas de la castaña y extrañamente convencido por una argumentación del futuro de su hermano con el otro Pines.

Blendin  se iba a subir a uno de los juegos siendo convencido por un hombre robusto de gorra que era Soos. Pero no podía subir herramientas al juego así que tuvo que dejarlo en manos del otro advirtiendole que lo cuidará con su propia vida.

Y cómo Soos dejó el aparato en un barril detrás de él fue muy fácil robarselo e huir lejos de ahí lo más rápido.

—Chicos, no creo que ésto este bien. — comentó el único que parecía estar cuerdo de los tres.

—Sólo tengo que regresar al pasado para no cometer el mismo error y así evitar que mi lindo Pino conociera al inútil de... Como sea que se llame.

—Además podré volver a vivir el momento más hermoso de mi vida. — agregó Mabel sonriendo bobamente con un brillo en sus ojos delatando su entusiasmo.

—¿Cuál? — preguntaron al mismo tiempo los Cipher.

—¡Ganar a Pato!

—Bueno, yo no iré.  No quiero meterme en problemas así que lo siento.

—Cómo digas Will. Bien... ¿Lista estrella fugaz?

—Vamos cuñado. — soltó la castaña con el dedo pulgar arriba dando su total aprobación.

Aunque al principio ella no se sentia muy segura pero aquella duda se esfumó cómo cucaracha.

(...)

Efectivamente habían regresado unas horas al pasado. Así que sólo fue una breve, segura y rápida charla sobre lo que tenían que hacer y se separaron cada quien a un rumbo en especifico.

Mientras que Mabel corría con el Will de ése tiempo para obtener a pato nuevamente, Bill se preparaba para lanzar bien la pelota.

Y ganó. Logró derribar todas las botellas pero aun así la pelota rebotó hasta apuntar al ojo del castaño y volverlo a herir. el Cipher no podía creer que el mismo maldito error se repitiera de cierta forma igual, incluso aquel sujeto llamado Alían regreso para ayudar a su Pino. Era tan detestable según los pensamientos del rubio.

Volvió con Mabel para explicarle y sin más opción decidieron regresar otra vez hasta que el rubio evitará a toda costa lastimar a su querido novio. Sin embargo, por más que intentaba siempre había algo que la pelota fuera hacia Dipper y Alían se lo llevará para ayudarlo para que al final tuvieran una "salida de amigos".

—Debe haber algo... Mmm... No sé... Una variedad... — empezó a decirse mientras veía una clase de ecuación que había escrito en un vidrio de un carrito de Hot dogs para encontrar la respuesta a su problema.

—¿Una variedad? — de repente salió Mabel del otro lado del carrito confundida a lo dicho por el Rubio quién al ver la justamente a lado del signo de igual de toda la ecuación que había escrito una idea alumbró en su cerebro haciéndolo sonreír con victoria.

—¡Eso es Mabel!

—¿Qué cosa? — cuestionó sin comprender a lo que se refería su acompañante rubio.

—Escucha, necesito que me ayudes en algo muy importante en el momento en que vaya a lanzar la pelota.

—Pero en ese momento debo estar ganando a Pato.

—Vamos estrella fugaz, será sólo un momento. Es por Dipper. ¿Sí? — uso su tono persuasivo rogando como un perrito.

Mabel se mordió el labio haciéndose un debate mental que no duro mucho al tener de inmediato la respuesta. Después de todo era por que su hermano y Bill fueran felices. ¿No? Además su pato no se iría a ninguna parte según ella.

—Mmm... bueno, esta bien. Supongo que no tardaré mucho.

—¡Perfecto!

(...)

De nuevo en dicha situación que había marcado su error, sólo que esta vez con más confianza que las anteriores, lanzó la pelota de béisbol a lado contrario provocando que ésta recorriera otro rumbo.

—He, Bill.

—¿Si Pino?

—Creo que fallaste — lo miró algo desilucionado por el mal tiro del rubio. Suspiró con pesadez pensando que no todo en esta vida se conseguía por mucho que lo quisiera, y el quería ese peluche. Pero al menos pasaría la tarde con su novio.

—¿Tu crees? — insinuó sonriendo con leve malicia y diversión.

Y antes de que el castaño digiera otra cosa, ambos vieron como la pelota regresó dando en el blanco, dio otro salto al aire para después caer entre ambos chicos. Bill tomó con agilidad y velocidad la gorra de Su novio para atrapar la pelota con esta misma sonriendo victorioso por que todo salio perfecto. Dipper estaba más que sorprendido.

—Tenga su peluche de especie indefinida. — dijo el trabajador entregando el peluche en brazos del castaño que gustoso lo abrazo con aprecio sonriendo dulcemente y agradecido.

—Muchas gracias Bill. Te quiero. — sus mejillas ruborizadas no le impidieron acercarse al mayor para besarle cerca de sus labios. Un gesto muy tierno para el rubio. — ¿Nos vamos?

—Por supuesto. — entre lazo su mano con la de su castaño para dar rumbo a otro juego.

Sin que el Pines se diera cuenta, buscó fugazmente con la mirada al tal Alían y vio que esté estaba en el puesto de enfrente comprando un cono de helado con la mirada algo decepcionante. Le resto importancia ya que sabía que ahora podía estar feliz con su querido novio.

Después de otro rato, Bill se encontraba sentado en una banca junto al menor quien comía una banderilla sujetando el peluche con cariño.

—Ahora vengo Pino, compraré refresco. ¿Quieres uno?

—Me gusta de sabor fresa. — contestó con una de sus típicas sonrisas que llenaban de ternura al rubio. Adoraba al Pines, era seguro.

Bill asintió con una sonrisa y se alejó en busca de un puesto que vendiera lo que necesitaba. Pero escuchó un fuerte y molestoso grito femenino acercarse y al darse cuenta, Mabel estaba junto a él en una forma muy histérica.

—¿Ya terminaste?

—¡No tengo a Pato! — Chillo la castaña y por su reacciones aseguraba que estaba muy alterada.

—¿Qué? ¿Cómo?

—Cuando regrese al puesto después de ayudarte era demasiado tarde... Pacífica ya lo traía... Incluso trate de convencerla pero se negó.

—No sé quién es Pacífica y lamento lo de tu cerdo, pero... ¡Hey! Todo salió bien con pino. Gracias por la ayuda. Te aconsejo que te consigas otro cerdo y listo. — soltó encogido de hombros.

—¡Tu no entiendes! ¡NO ES LO MISMO! ¡YO QUIERO A MI PATO!

—¡Tranquilizate niña! Veremos alguna forma de solucionarlo. — dijo irritado después de haberlo pensando.

—T-Tienes razón... Si regresamos al pasado para evitarlo podré tener a mi pato de vuelta. — intentó arrebatar le la maquina del tiempo al rubio quién de inmediato reaccionó apartandola sin ser tan brusco.

—¡No! Si hacemos éso Pino estará con ese chico. ¡No puedo permitirlo! — frunció el ceño haciendo una mueca en sus labios de tan sólo imaginarlo.

—¡Pero yo quiero a pato!

—Pero... No quiero que Dipper me tenga rencor y me deje por otro....

—Bill... Mi hermano no te dejaría. Yo sé que él te quiere demasiado para no dejarte por un chico que apenas conoció. — argumento ella con la mirada comprensiva. Tratando de hacer reflexionar al Cipher.

Sin embargo, él no parecía escucharla o entenderla del todo.

—Lo siento, pero no puedo hacerlo. 

"Capítulo 28:
Máquina"

Se subió todo? :v
se que les he de molestar que pregunte últimamente aquello pero necesito saber si en verdad a ustedes les aparece completo. Y con ésto último sería como un sí.