El Cipher movía sus manos en el aire con nerviosismo pero en sus palabras parecía estar muy seguro.

-Quizás no sea perfecto... pero prometo que te haré feliz y-y-y si todo sale bien... por qué no... - Dipper estaba a centímetros de tocarle suavemente el hombro, hasta que el rubio se voltea quedando frente a frente con el castaño y no pudo detener sus siguientes palabras: ¡Cásate conmigo!-

Ambas miradas cruzaron con impresión, viendo su propio reflejo detalladamente en los ojos del otro. Las sensaciones fluyeron con descontrol, y los nervios atacaban sin piedad.

Sin embargo, Bill trato de formular algo y eso no quitaba el temblor que su corazón tenía al ver a Dipper apenas medio metro enfrente de él.

Formuló un insensible de la vocal "A" para ver si alguna clase de milagro sucedía y no sentir más vergüenza. Claro eso jamás paso y tenía que decir algo coherente enfrente del menor que estaba sonrojado, volviendo más loco al rubio sí todavía era posible.

Los labios del Cipher parecieron temblar por unos segundos.

-¿Escuchaste todo lo que dije?- soltó sin dejar de mirar a su acompañante quién parecía que en cualquier momento sus ojos estallarían de alguna clase de sorpresa o conmoción.

Dipper sintió sus manos sudar sin razón que pudiera de cifrar, y le respondió un tanto directo.

-T-Tú... ¿En serio tú... sientes eso por mí?- ni él mismo sabía por qué, pero sus ojos brillaban de ilusión. Y el rubio lo notó aunque todavía sentía nervios.

Ya se había declarado ante Dipper, ya no había vuelta atrás.

Abrió la boca pero la cerró inseguro, repitió esta acción una vez más, dos rostros pasaron como un rayo de luz en su mente, el primero era de su gemelo con una sonrisa tímida y sus ojos con lástima. Así lo miraría él si no conseguía nada. El segundo era de una Mabel sonriendo con entusiasmo dejando ver sus frenos y un sonrojo fuerte, eso sería si él logrará conseguir algo.

Miro a Dipper que parecía que poco a poco parecía desesperarse ya que quería una respuesta clara.

Escuchaba los gritos de ánimo, tanto de Mabel como Will, al menos en su mente, apretó los puños y al fin, tragó saliva y habló:

-M-Me vuelves loco Pino, porque en serio me gustas mucho. Te quiero. He querido decírtelo desde hace días pero no me atrevía por miedo...- admitió sin dejar de ver las reacciones de Dipper, esté sólo abrió los ojos por la sorpresa.

-¿Y qué quieres de mí?- se atrevió a preguntar. Sus pensamientos estaban revueltos y confusos, por culpa del rubio. Al parecer sólo él causaba eso en el Pines. Confusión, adrenalina y algo de conmoción.

-Ocupar tu preciado tiempo estando siempre conmigo. T-Tener el privilegio de ser tu novio. - le respondió sonrojado. Poco a poco los nervios se alejaban dejando que sus palabras salieran sin su total permiso.

-¿Esto es en serio? Cipher si estás jugando conmigo no te lo perdonaré jamás. - frunció el ceño con desconfianza. Ofendió un poco al mayor.

-Hablo muy en serio... no importa si lo grito al mundo entero, yo te quiero mucho. -

-La verdad es q-que no sé qué decir... Ahm... yo creí que te caía mal o algo así. -

-¿Cómo podrías caerme mal? Si eres una ternura. Quiero tener una relación íntima contigo. - ni él mismo sabía lo que estaba diciendo, era su corazón quien tenía el control de sus palabras.

-Ahm... ¿E-E-Estas seguro que gustas estar conmigo? Yo no soy un buen partido... - dijo con una risa nerviosa mientras se rascaba la nuca y se frotaba los dedos, en señal de inseguridad y alguna clase de temor.

Cada vez Bill aprendía algo nuevo de Dipper. El Cipher se acercó y lo abrazo con ternura.

-Para mí, eres perfecto. -

-B-Bill... Ah... no sé c-como responderte ante esta confesión. - dijo sin saber cómo reaccionar ante el abrazo del mayor, aunque se sentía reconfortante. Hasta protegido.

-Eso significa que... -

-¡No! Ahm... bueno n-no lo sé todavía... creo que necesito tiempo para pensarlo.- apartó al rubio de él sin ser brusco. - Entiendo si ya dejas de quererme... Ahm... todavía no sé, tú eres alguien sorprendente y seria genial poder estar contigo... -

-Si quieres puedo darte algo de tiempo para pensarlo. Te conquistare por completo. - sonrió pícaro y confiado.

-Hehehe... aunque creó que dejarás de quererme, no entiendo cómo puede gustarte alguien como y-yo. - bajo su mirada apenado. Todo le parecía difícil de tragar, jamás pensó que Bill tuviera esos sentimientos por él. Todavía le parecía muy increíble.

-No terminaría si te digiera porque me gustas. - Prosiguió.- Y te voy a enamorar así para que me correspondas y no te arrepientas. - le sonrió dulcemente.

-Ja, quiero verte intentar eso. - dijo un poco más en confianza y sonriendo con algo de arrogancia.

-Creme que lo verás... hehehe, entonces...- Bill tomó con gentileza el mentón del menor y le sonrió seductoramente. Como si aquel temor que tanto había aumentado se había esfumado y le remplazara alguna clase de valor que hacía que se aventurara a enamorar al castaño sin miedo a fracasar. -Me permitirás intentar ganar tu corazón. - más que una pregunta, sonó como una declaración que hizo temblar el corazón del castaño.

-¿D-Debo de responder? - el brillo en sus ojos era como un motor que encendía al rubio.

-Te quiero mi Pino. - le dio un tierno beso en su mejilla.

(...)

Bill le había explicado a Dipper sobre que Will y Mabel ya sabían que gustaba de él y que lo ayudaban. Dejando un poco aturdido al menor.

Mabel se encontraba tomando una taza de café con leche, le dio un muy largo sorbo sintiendo el delicioso aunque simple sabor de dicho líquido que le abrazaba con suma calidez recorriendo una capa de felicidad en la castaña, como si algún problema desapareciera de su camino. Vio entrar a su hermano tomado de la mano con cierto rubio, ambos sonrojados aunque Bill tenía una enorme sonrisa que distinguir.

-¿¡Que!?- soltó mientras escupía su café con una enorme sorpresa. Aunque realmente estaba muy contenta.

-Estrella fugaz mira que desastre hiciste. - soltó fingiendo enojo mientras movía la cabeza de una manera negativa.

-Mabel por qué escupiste el café... -

-¡MIRA QUE TENEMOS AQUÍ! Mi lindo hermanito saliendo con mi futuro cuñado. - grito la castaña con una enorme sonrisa y sus ojos brillaban que Hasta te dejaban ciego. Admiraba la "hermosa" pareja que se mostraba enfrente de ella.

-¡Mabel! ¿¡Que cosas dices!?- dijo muy sonrojado mientras desviaba la mirada con mucha vergüenza, inconscientemente apretando la mano del rubio que era un poco más grande que la de él.

-Hahahahaha, pero si se ven tan lindos juntos. - puso las palmas de sus manos en sus mejillas con una sonrisa cursi. Estaba que quería tomar les una foto así.

-Muy cierto estrella fugaz, aunque todavía no somos pareja Dipper me permitió enamorarlo.

-Por algo se empieza.

-¿Y D-Donde esta Will?- pregunto tratando de desviar el tema. Todavía se sentía avergonzado.

-Em... creó que en su habitación leyendo algo. A veces me recuerdo a lo nerd que eres Dipper. - agregó su melliza asintiendo.

-No me vayas a engañar Pino, tú eres mío. - se acercó al castaño para decírselo al oído de una manera seductora pero a la vez linda.

El menor podía sentir la respiración del rubio y lo enloquecía de cierto modo que no podía comprender.

-Ayayai... sólo q-quería saber... Además creo que tú me gustas más que Will... - añadió mientras miraba el ojo dorado el cual se llenó  de cariño.

-Pero que lindo es mi Pino. - y sin resistir más lo abrazo de una manera tan cálida y sobre protectora que Mabel estaba segura que le daría una clase de infarto y sangrado por la Nariz de tanta ternura y amor entre ellos.

-Hehehe, hacen una perfecta pareja.

-Bueno, iré al baño. - dijo Dipper mientras se soltaba suavemente del agarre del mayor quien sólo asintió con una dulce sonrisa.

-Adiós Pino. -

El castaño subió las escaleras sintiendo el latido de su corazón algo descontrolado.

¿En serio le estaba empezando a traer ese rubio?

Le parecía de cierta forma gracioso que Bill guste de él cuando desde un comienzo parecían que se odiaban.

Le recordaba a esas cursis, tontas películas y series que ve su hermana sobre el amor adolescente o de niños. Hasta juraba que había una película sobre el amor en verano.

El amor en verano.

Ahora que lo pensaba en voz alta, prácticamente eso era lo que estaba viviendo. Algo muy estúpido pero realista.

Quién diría que ese verano es el mejor que pudo haber tenido.

Y no sólo para los Pines, también para los Cipher.

"Capítulo 14:
Oportunidad"

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Pero que capítulo tan cursi, no se quejen, este capítulo lo escribí hace como tres meses. Sigo siendo un novato en lo de escribir historias.