#13#

Entró a la cabaña por fin, eran alrededor de las siete de la noche y apenas habían terminado con los ensayos. Ya habían cenado y el rubio se proponía hablar con el castaño quien estaba en su habitación un poco molesto, todavía.

Mabel y Will se encontraban guardando las cosas y luego se pondrían a practicar un poco.

Bill entró al cuarto encontrándose con un Dipper descansando cómodamente en su cama.

-Oye Pino... - lo llamó desde donde estaba pero el castaño parecía no oírlo. - Pino, Pino, Pino. Despierta, necesito hablar contigo. - seguía pero el nombrado ni se movía. Parecía estar en un profundo sueño.

Bill se acercó y se acostó a lado de él, sintiendo como su corazón se aceleraba. Estaba muy cerca del menor, se veía tan relajado y sus labios estaban medio abiertos, incitando al rubio a probarlos.

Su mirada seguía fija en aquellas pestañas largas y su nariz, su linda nariz y su pelo castaño alborotado que contrastaba perfectamente con la Luz dándole una encantadora vista. ¿Desde cuándo él se había vuelto tan detallista en sus observaciones? Fácil. Desde que conoció a Dipper Pines. Acercó su rostro un poco más, estando a escasos centímetros del menor sintiendo su respiración.

Tantos deseos reprimidos y tan poco tiempo, ¿Por qué no le podía decir lo que realmente sentía? ¿Por qué le era tan difícil? Simplemente temía que le rechazará y ya no poder acercarse más a él. Aunque Mabel tenía razón, debía seguir intentado y quizás, solo quizás haya una mínima probabilidad de que esté no le rechazará. Debía arriesgarse en todo caso.

Se voltea quedando boca arriba, mirando el techo, soltó un profundo suspiro mientras trataba de pensar si se lo diría justamente al despertar. Aunque ahora que lo pensaba, dudaba que el castaño le agradará que estuviera acostado en su misma cama sin su permiso. Bill lo miró de reojo, estaba algo descubierto y parecía tener algo de frío, el aire en las noches era muy fresco. Decidió cubrirlo con la sábana, hasta llegarle por encima de lo hombros. Era de verdad...

-Tierno... - murmuró. Quería abrazarlo y así, ambos dormir juntos, pero no podía. Aunque al menos aquel ambiente le era muy relajante y acogedor.

Él tenía que levantarse si no quería quedarse dormido y causarle problemas o molestias a Dipper. Pero la verdad... no quería.

(...)

Abrió los ojos lentamente cuando los primeros rayos de sol atravesaron aquella ventana que extrañamente tenía forma de triángulo con un ojo en medio. Había dormido realmente bien. Se tensó un poco al sentir un peso extra casi encima de su cuerpo, o al menos encima de su pecho abrazándolo. Por lo que supuso que era su hermano.

-Will porque estás... - se interrumpió así mismo al percatarse sé de quién estaba ahí.

En definitiva no era su hermano.

Volteó hacia el lado contrario encontrándose con una castaña dormida en el piso junto a una cámara.

-Mabel... Mabel levántate...- la llamo usando una voz alta pero no lo suficiente para despertar al castaño.

Dipper estaba abrazado de él, con su rostro encima de su pecho y sinceramente se veía muy tierno. Tan tranquilo e inocente mientras descansaba profundamente. Incluso juraría que traía una sonrisa por lo cómodo que estaba. Y no es que Bill no lo estuviera, incluso estaba sonrojado al estar en esa posición con el chico que lo vuelve loco, más de lo que ya es. La fuerte presión en su pecho, una sensación cálida y muy agradable sólo lo provoca al estar así con el castaño.

-Mabel... despierta... - pero necesitaba ayuda. ¿Qué pensaría Dipper si lo viera así? Y no sólo era Dipper quién lo abrazaba como si fuera una almohada, Bill también noto que el mismo lo tenía rodeado de la cintura con cierta fuerza y confianza.

-¿Qué pasa?- dijo una soñolienta Mabel. Hasta que recordó todo y levantó con entusiasmo al ver a su hermano y el rubio de esa manera. -¡HI! ¡Pero que lindos! ¡Oh Bill, pero que rápido eres!- dijo con un guiño y una extraña sonrisa.

-¡No paso eso!...¡Ayúdame!-

-¿Quieres te ayude a salir de esa situación?-

-Sé que suena increíble pero... no quiero que Pino se enoje conmigo. -

-Awww ~ que tierno... No te preocupes. ¡Dipper!- grito. Y de poco a poco el mencionado fue despertando mientras se frotaba los ojos. Se sentó aún a lado del rubio quién hizo lo mismo.

-¿Qué quieres....? ¿Qué hace Bill durmiendo en mi cama?-

-Ahhhh... -

-Si tú fuiste quién lo tenías bien abrazado. - le respondió Mabel fingiendo enojo.

-¿Que?..... ¡AH! Lo siento Bill... qué vergüenza... - se sonrojo mientras se mordía el labio.

-N-No importa...

-Bueno... Dipper, Bill tiene algo muy importante que decirte. -

-¿Así? - dijo Bill.

-¿Qué cosa?- pregunto Dipper mirando confuso al rubio.

-Ya sabes a lo que me refiero Bill. Bueno... Bye chicos. - y se retiró para dejarlos solos.

-¿Qué quieres decirme Bill?-

-Am... Bueno. Es sobre lo de la obra. Pienso que tú... bueno mientras ensayabas... -

-¿Crees que no sirvo para ser el lobo verdad?-

-¿Eh? ¡No! Bueno... Es que tú te veías algo... -

-¡A usted se le caía la baba durante todo el ensayo!- exclamó molesto. Mientras hacia una mueca de más molestia.- ¡Idiota!-

-¡Es que usted es lindo cuando está loco! ¿¡Okey!? Bien... Bien... -

-¿C-C-Crees que s-soy lindo...?- formuló con un tierno sonrojo.

-Bueno, ¡Por supuesto que sí! No tanto como yo, claro. Pero... usted de verdad es alguien genial. - se animó a decir un una dulce sonrisa.

-¿En serio? Bill yo... tú crees que yo tenga alguna... oportunidad de salir con Wendy?-

-Por supuesto que... Espera. ¿¡QUÉ DICES!?-

-Hm... Yo quiero... decirle a Wendy que... -

-¡PINO!- exclamó enfadado.

-¿¡QUÉ!?-

-No te voy ayudar para estar con ella. ¿¡Okey!? Yo pensé que tu... ¡AGH!- se quejó mientras movía sus manos en el aire.

-Qué te ocurre? Me dijiste que yo... no te entiendo. -

-Eres tan difícil Pino. Quisiera odiarte pero no puedo... -

-¿A ti también te gusta Wendy?-

-¿Por qué piensas eso?-

-Bill. Ahora entiendo por qué no me quieres ayudar. Por favor... déjame solo. - dijo usando un tono frío sin mirarlo.

Bill abrió los ojos de sorpresa y a la vez enfadado, y le respondió de manera algo sarcástica:

-¡BIEN!-

Y salió de la habitación donde se encontró a una castaña espiando. Ella le hizo una señas de "quédate aquí" y él le respondió con una mueca molesta "Pos ya que". Le parecía increíble como es que el ambiente podía cambiar tan drástica mente.

Mabel entró a la habitación.

-¿Pero qué rayos pasó?- preguntó ciertamente enfadada.

-No sé qué le sucede a Bill. Él esta... ah, a veces pienso que es un tonto. No sé cómo es que consideré ser su ami...go...- lo último lo dijo un poco bajo, al ver que Bill entraba.

Esté sólo se quedó con una mueca de tristeza y mirada sería. Mientras forzaba una sonrisa para responderle:

-Pino... ¿Sabes? Yo... - No pudo terminar de a completar, ya que los nervios y el temor lo invadieron, así que huyó. Decepcionado.

-No entiendo que le pasa. Parece que le cuesta decirme algo. - comentó Dipper sin tomarle mucha importancia a lo que intentaba decirle el rubio.

-¡ERES UN IDIOTA DIPPER!- le grito Mabel golpeándolo en una de sus mejillas, dejando apenas una marca roja visible.

-¿¡POR QUE ME PEGAS!? ¿POR QUE LO DEFIENDES A ÉL?-

-Escucha, si crees que a él le gusta Wendy pues este muy equivocado. A él le gusta otra persona y si te preguntas por que se comporta extraño contigo o no puede decir lo que realmente siente... ¡Pregúntaselo directamente!- explicó con el ceño fruncido y una mirada determinada.

-Pues bien... - murmuró un poco avergonzado.

-Pero no seas un tonto y lo lastimes. - hablo como si lo estuviera regañando.-No tienes que ser tan duro con él. ¿No te has preguntado lo que él ha sufrido? Y sin embargo trata de ser feliz y ser tu amigo. Pero tú sólo eres un amargado.

-¡Bien, ya entendí! Hablaré con el entonces... -

(...)

-¿Dónde estará ese rubio teñido?-

Dipper se adentraba al bosque, esperando no encontrarse a Bill sin el otro ojo como la última vez. Se detuvo al escuchar unos Murmullos, que entre más se acercaba sonaban más cómo un diálogo entendible, dónde el responsable de hablar era Bill.

Se acercó sin hacer mucho ruido, sin embargo, no se dejó ver por le rubio, aún no, ya que quería saber lo que Bill estaba diciendo, parecía hablar solo o quizás estaba practicando alguna de sus líneas para la obra.

-¿¡Por qué no puedo decirle!?- gritó el rubio mientras rascaba su cabeza des frenéticamente.

Como si estuviera muy frustrado.

-Haber... Uhm... una vez más... - murmuró mientras respiraba hondo. Se re lamió los labios y se encogió de hombros.- Pino... Dipper, han pasado muchas cosas y al principio cuándo te conocí en este verano me caíste un poco mal. Ya que mis Doritos murieron ese día. - Dipper se río disimuladamente para que Bill no lo escuchará. - Pero después de que me ayudaras aquel día en el bosque, sentí que eras diferente. ¿A qué me refiero? B-Bueno, sentí una extraña conexión y sé que esto suena muy cursi, pero tú me has hecho sentir tantas cosas y hacer locuras que jamás había hecho por una persona como tú. - Dipper se tensó un poco, se cruzó de brazos y siguió escuchando con una extraña mueca.- Y sé que puede sonar raro, muy raro pero jamás he hablado tan seriamente en mi vida como ahora. ¿Estoy completamente y totalmente locamente enamorado de ti? Oh y... ¿Me despierto en las noches pensando en ti?-

Dipper estaba a punto de detenerlo. Pero no lograba fórmula alguna palabra coherente. Es Cómo si sus labios se hubieran sellados por un tiempo y su corazón no le permitiera actuar.

-Sólo tú puedes causarme eso D-Dipper... - se detuvo para recuperar aire y pensar lo siguiente que diría - Por qué me llenas de una calidez asombrosa y solamente me haces pensar en ti y querer estar siempre contigo. Tienes tus defectos pero... no somos tan distintos. Nadie es perfecto. Y la verdad, que yo quiero que tú seas mi pareja. ¿Por qué?- su voz tembló un poco causado alguna rara sensación en Dipper. Ver a Bill así diciendo palabras tan lindas lo con movían. - Porque realmente te quiero y mucho. - Dipper trato de acercarse por detrás del rubio sin saber exactamente que decirle. Pero de lo que estaba muy seguro era de que sus mejillas estaban al rojo vivo. Apenas podía caminar sin caerse. Todo lo que le confesaba Bill... estaba seguro que no lo decía en el guion.

El Cipher movía sus manos en el aire con nerviosismo pero en sus palabras parecía estar muy seguro.

-Quizás no sea perfecto... pero prometo que te haré feliz y-y-y si todo sale perfecto... por que no... - Dipper estaba a centímetros de tocarle suavemente el hombro, hasta que el rubio se voltea quedando frente a frente con el castaño y no pudo detener sus siguientes palabras: ¡Cásate conmigo!-







"Capítulo 13:
Confesión"

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