Introducción
I N T R O D U C C I O N
Summer O'Connor se unió a SHIELD poco después del intento de invasión en Nueva York, aquel donde Loki, el hermano de Thor, llegó a la tierra acompañado de un poderoso ejército alienígena que dañó gran parte de la ciudad. Durante esos acontecimientos ella lo vio, utilizando ese inconfundible traje tricolor y su mítico escudo. Steve nunca lo supo, pero, Summer fue una de las personas a las que él salvó ese día de forma directa.
La joven ya lo admiraba, su abuelo fue un viejo veterano de guerra quien le contaba las fabulosas hazañas del Capitán América, quien se convirtió en una leyenda y quien hace unos cuantos años, fue encontrado congelado y luego volvió a la vida, retomando su papel como el Centinela de América. Summer quería seguir sus pasos, en un inicio, fue para honrar a su abuelo, pero luego se convirtió en algo personal y no dudó en enlistarse en SHIELD.
Fue difícil. Cada prueba que se le presentó fue demasiado difícil. Desde las más básicas pruebas de confianza, de conocimientos y de condición física. La baja estatura de Summer no era competencia contra las altas jóvenes de su clase, pero ella sobresalía por su rapidez y agilidad, sin embargo, su resultado más sobresaliente fue cuando empezaron a practicar con las armas. Summer tenía una puntería casi perfecta, obteniendo comentarios halagadores y logrando sobresalir en ese rubro.
Ese solamente fue el inicio de su ascenso, pasando rápidamente los niveles como agente, hasta llegar al nivel 7 y empezar a compartir misiones con algunos de los Vengadores, en especial con Natasha Romanoff y Clint Barton.
Pero un buen día lo conoció. Él venía acompañado de la pelirroja y Tony Stark, ellos charlaban y apenas si se inmutaron cuando pasaron junto a la joven agente, quien no pudo evitar seguir con la mirada a Steve Rogers. Su héroe estaba frente a sus ojos.
Poco tiempo después vino la caída de SHIELD, muchas personas fueron descubiertas como espías de HYDRA y todos los agentes en formación fueron dispersados, pues ya nadie parecía confiable. Sin embargo, Summer continuó entrenando, esforzándose por no perder su práctica y mucho menos su condición. Al poco tiempo, Maria Hill la contactó para reunirse con Fury en un pequeño y nuevo equipo que trabajaba desde las sombras y que conforme pasó el tiempo y posterior a los de Sokovia, se reincorporó con los Vengadores.
Fue entonces cuando volvió a verlo, él estaba charlando con Thor y Tony, luego el asgardiano se marchó y lo vio despedirse del millonario, quien se fue en su precioso auto. La joven le observaba llena de admiración y curiosidad, Steve Rogers era una obra de arte andando.
Summer no puede evitar suspirar cuando lo ve caminar de vuelta al complejo, Steve le parece demasiado atractivo cuando lleva su uniforme puesto. La chica se recarga sobre la pared que se esconde para soltar un pequeño suspiro y luego vuelve su mirada hacia el rubio, pero no lo encuentra.
—¿Buscaba a alguien, agente? —le pregunta la profunda voz de Rogers justo a su lado.
La castaña da un pequeño brinco seguido de un grito, totalmente avergonzada y con las mejillas sonrojadas al verse descubierta. Pero luego su rostro se llena de asombro al tener al Capitán Rogers tan cerca, mirándola con curiosidad.
En esa ocasión Summer no pudo ni hablar, balbuceó algunas torpes palabras y fue "salvada" por Natasha Romanoff, quien llegó en busca de Steve, por lo que este, se despidió con un simple "hasta luego", que dejó a la joven totalmente fuera de sí.
Posterior a ese breve periodo de "paz", entrenando y preparándose para ascender, se suscitaron los Acuerdos de Sokovia, provocando que el equipo de los Vengadores se fraccionara, pero, también que ellos como agentes también se vieran comprometidos a tomar un decisión. Summer no dudó en seguir sus ideales y posterior a los acontecimientos en Alemania, se presentó ante Steve Rogers, Natasha Romanoff y Sam Wilson.
Fue ahí donde todo inició.
La frecuente convivencia con Steve, las misiones en conjunto y las profundas charlas durante los viajes, lograron que Summer convirtiera esa admiración en algo más profundo y fuerte, pues terminó enamorándose del rubio. Aunque la primera en notarlo fue Natasha, quien no dudó en animar a la joven para que se acercara a su amigo.
Es claro que Steve no le era indiferente a la chica, pues le parecía demasiado hermosa y admiraba lo fuerte y aguerrida que era, sin embargo, no sentía esa magia a su lado. Pero Summer lo intentó y terminó obteniendo un lugar en el círculo cercano a Rogers, obteniendo momentos a solas donde hablaban por horas y él le contaba algunas de sus aventuras como Capitán América en los 40's, recordándole la forma en que ella solía escuchar a su abuelo.
También durante esa etapa, supo un poco más de la historia del temido Soldado del Invierno, quien resultó ser el mejor amigo de Steve, Bucky Barnes, pero que a su vez había sido un títere manejado por HYDRA, quien le solía borrar sus memorias, jugar con su mente y criogenizar mientras no lo estuvieran ocupando.
Summer siguió entrenando, ahora Natasha era quien la entrenaba, por lo que aquellas sesiones dejaban a las de SHIELD como un día de campo, pues la ex espía rusa, no parecía tener piedad ni brindarle un ápice de descanso.
[...]
Una noche todo cambió para ellos, se encontraban en algún confín de la tierra, en un viejo departamento que solían ocupar de forma indefinida y del que luego se marchaban apresuradamente. Summer estaba sentada en el marco de una ventana que daba una preciosa vista de la ciudad, Natasha estaba viendo televisión con Sam y Steve estaba en su habitación, la cual compartía con el moreno.
Summer suspiró, pues por un momento recordó ese nuevo y atractivo look que había tomado Rogers, su probable sentido de rebeldía hacia los acuerdos de Sokovia y su búsqueda por seguir sus ideales, había provocado que cambiara de estilo, tomando una espesa barba y dejando su cabello mucho más largo de su perfecto corte habitual. Totalmente alucinante.
—¿Eso es seguro? —cuestiona la profunda voz de Steve, provocando que Summer se tambalee un poco hacia la ventana y el rubio se apresure a sostener su mano para evitar que caiga —. Creo que obtuve la respuesta.
—Estoy bien, no pasó nada —dice Summer totalmente avergonzada de que sus buenos reflejos no respondan frente a él.
—Sí, claro —declara él y se asoma por la ventana, sacando parte de su torso mientras con su mano se sostiene del marco —, ¿por qué estas cosas no tienen alguna protección o algo? Simplemente puedes caer.
—Bueno, los constructores creen que nadie puede escalar hasta aquí y hacerte daño, estamos en el piso 11, Steve —murmura la chica y no puede evitar dar un respingo, cuando el rubio se sienta frente a ella, al lado contrario en el marco del gran ventanal.
—Supongo que tienes razón, pero debes estar alerta —le recuerda él mirándola.
La joven asiente tímidamente e intenta enfocar su vista hacia el paisaje, pues no desea quedársele viendo a Steve como si no hubiera otra cosa en el universo más que él. Pero pronto se da cuenta de que el rubio la observa de forma fija. Y es que Rogers se ha percatado de esa especie de "corona" casi miel que se forma alrededor de la pupila de la joven y que sobresale en lo gris azulado de sus ojos. La luz le da una imagen inesperada.
—Lo que tienes en el ojo... —susurra Steve señalando aquella parte en su cara.
Pero sin esperar a que él continúe, Summer comienza a limpiar su cara, pensando que él se refiere a alguna basurilla o algo que se vea desagradable en ella, pero rápidamente Steve toma sus manos y la detiene.
—Yo me refería a los colores en tus ojos —declara él con diversión —. Es muy peculiar.
—Oh —balbucea Summer bajando la mirada hacia las manos de Steve que siguen sosteniendo las suyas con firmeza —. Es heterocromía —declara.
Summer sigue sintiéndose morir cuando se da cuenta de que el rubio no hace el intento por soltarla, así que se aventura a alzar su mirada y de nuevo la de Steve se torna curiosa. Él hace una seña con su cabeza, pidiéndole permiso para acercarse y poder observarla con mayor atención, por lo que lentamente ella asiente con la cabeza.
Rogers suelta sus manos, pero aquel contacto es reemplazado por una de las manos del rubio sobre su mejilla, para mover su rostro hasta que la luz pegue con ellos. Summer aguanta la respiración los primeros segundos, es un completo mar de nervioso y justo ahora se siente desmayar por la cercanía de Steve.
Ella enfoca su vista hacia un lado, intentando no encontrarse con la mirada oceánica de Steve, pues no sabe que gesto puede aparecer en su rostro y que este la pueda avergonzar aún más.
—¿Puedes mirar hacia acá? No puedo apreciarlo bien —susurra Steve obteniendo la atención de la joven, quien lleva su vista hacia el frente, pero de nuevo la enfoca hacia algún sitio detrás del rubio, para no verlo.
Pero es entonces cuando Steve hace algo inesperado y ahora sus dos manos sostienen el rostro de Summer, provocando que ella lo mire con sorpresa, chocando su mirada con la de él. La joven se pierde por unos segundos y vuelve cuando el rubio le sonríe.
—Son preciosos —susurra él con demasiada sinceridad.
Summer no puede ni siquiera agradecer, se encuentra embelesada con el rostro y los bonitos ojos de Steve, que se encuentra a escasos centímetros de ella. Pero lo siguiente que pasa, sólo lo había imaginado en sus más locos sueños, porque Steve Rogers se acerca aún más y la besa.
La joven no sabe exactamente qué hacer, aunque en realidad no es precisamente que no lo sepa, sino que nunca lo esperó y ahora se ha bloqueado. Pero, sentir los suaves labios del rubio sobre los suyos es casi tocar el cielo, pero lo termina de alcanzar, cuando él empieza a moverlos contra los suyos y es así, como ella realmente le corresponde.
La castaña desconoce por cuánto tiempo se están besando, pero intenta guardar en su memoria cada sensación que está viviendo, la forma en que él sostiene su rostro y la firmeza de sus antebrazos, que es de donde ella se sostiene. Steve termina un beso y reinicia otro de forma continua, es como si fuera casi una adicción y Summer no puede estar más que emocionada.
—¡Summer! —exclama Natasha desde la sala principal —. ¡Steve!
Rápidamente ellos se separan, abriendo los ojos y encontrándose con el otro. Una sonrisa aparece en los labios de ambos, pero ahora un nuevo llamado por parte de Sam, provoca que se apresuren a ir hacia ellos.
Wanda y Visión estaban en peligro y ellos debía ir a ayudarlos.
[...]
La inminente llegada de Thanos en búsqueda de la gema que Visión llevaba en la frente, provocó que los héroes buscaran refugio en Wakanda, recibiendo todo el apoyo de T'Challa.
Fue ahí donde Summer conoció por fin a Bucky Barnes, quien tenía algo diferente en su mirada y un aura totalmente relajada. La joven fue presentada ante él, al igual que el resto del equipo, que ya lo conocía, aunque no de la mejor forma posible.
Por otro lado, lo que sea que hubiera entre Summer y Steve, continuó. Al menos tuvieron un par de sesiones intensas de besos antes de que la importante batalla en Wakanda llegara, obteniendo como resultado que sólo Natasha, Summer y Steve quedaran en pie, y que el resto del equipo se esfumara casi como polvo.
Probablemente esos largos 5 años provocaron que Steve analizara toda su situación, que se diera cuenta de todo lo que estaba viviendo, lo que había ganado y lo que ahora había perdido. Definitivamente fue una época terrible para todos.
Summer vivía con Natasha en el complejo, mientras Steve pasaba entre ese sitio y su pequeño departamento en la ciudad, pues a pesar de que buscaban una buena convivencia, la tensión por todo lo acontecido, les cobraba factura.
Por otro lado, la relación entre Summer y Steve avanzó un poco más, sin embargo, ninguno de los dos buscó darle un nombre a pesar de todas la experiencias y momentos que compartieron juntos, donde ellos mismos intentaban consolarse y brindarse ánimos, además de todo el tiempo que se perdían uno con el otro.
Un buen día, Scott Lang apareció ante ellos con su súper idea y ellos fueron en búsqueda de Tony, quien luego de mucho decidió ayudarlos, es así, como el juego final dio inicio, obteniendo una fructífera victoria, pero unas valiosas pérdidas para todo el equipo.
El funeral de Tony Stark es tan devastador como su propia pérdida. Pues todos los héroes fueron testigos de su sacrificio, así como de la victoria que este provocó.
Pero lo que más le causó dolor a Summer fue la muerte de Natasha, pues luego de que retornaran de la búsqueda de las gemas, pues ella acompañó a Thor y a Rocket, la joven buscó inútilmente a la pelirroja, encontrándose con la triste noticia de su sacrificio en Vormir. La joven lloró y fue consolada por Steve, quien la sostuvo en sus brazos dejando que él también expresara su inmensa tristeza por la pérdida de su amiga.
Pero ahora, posterior al funeral, Summer camina por los alrededores de la casa donde habitan Pepper y Morgan, ahora entiende la elección de este lugar, pues le evoca una inigualable calma y al mismo tiempo, le da las mismas fuerzas para seguir. No puede evitar sonreír al ver a la pequeña Stark charlando con Happy, quien tiene una de esas sonrisas melancólicas, pero llenas de orgullo.
Ella camina un poco más y se adentra a la casa, con la intención de encontrar algo para beber, aunque pronto se da cuenta que ha tomado un camino equivocado. Es entonces cuando Summer escucha unas voces masculinas que charlan, rápidamente identifica la de Steve y luego de acercarse un poco más, escucha que Bucky Barnes está con él.
—¿Entonces es definitivo? —cuestiona el ex soldado de HYDRA.
—Es una opción, aún —murmura Steve —. He pasado por tanto que...
—¿Y crees que yo no? —interroga de nuevo el azabache —. No excuses una decisión así. Creo que te mereces pensar sólo en ti al menos una vez en la vida y no necesitas ninguna justificación. Eso es algo que debes decidir por ti y si eres feliz yendo con ella, estaré muy feliz por ti.
—¿Entonces me apoyarás? —le pregunta el rubio.
—Lo haré, hasta el final de la línea, ¿recuerdas?
Summer se acerca lentamente hacia la puerta, para poder escuchar mejor, aunque también verifica que su sombra no le juegue en su contra y eso provoque que sea descubierta, por suerte eso no pasa.
—De animarme en hacerlo, ¿qué pasará con el escudo?
—Creo que eres el indicado para decidirlo, Steve —responde Bucky —. No es simplemente una herencia de bienes, hay mucho más detrás, algo por lo que luchaste cada uno de tus días.
—¿Crees que tú...?
—¿Yo? A duras penas entiendo lo que me está pasando. Aún hay ciertas lagunas en mi mente y, no me siento como el indicado para portarlo, pero conozco a alguien que, a pesar de que es un poco molesto... —murmura Barnes con cierto humor.
—Sam es un buen hombre —declara el ojiazul —. Sam puede ser el indicado.
—Piénsalo, Steve, creo que sólo tienes esta noche y debes tomar decisiones demasiado importantes para un anciano de 100 años —bromea Bucky y luego se marcha de aquella zona, por suerte, toma otra de las entradas, dejando a su mejor amigo solo.
La joven intenta asimilar aquella conversación que acaba de escuchar. Está tan nerviosa por todos los acontecimientos que han pasado, que tarda un poco en unir los hilos, pero cuando lo hace, gruesas lágrimas escurren por sus mejillas.
—¿Volverás con ella? —cuestiona Summer cuando ingresa a dicha habitación, sorprendiendo a Steve, quien observaba su vieja brújula con la imagen de Peggy Carter —. ¿Te vas a ir?
—Summer, no debes escuchar conversaciones ajenas —le reprende el Capitán mientras guarda aquella pieza en su bolsillo.
—Respóndeme, Steve —pide la castaña con temor.
El ojiazul la observa con seriedad y siente pena al verla llorando de tal forma, pero en realidad, no puede hacer mucho para ayudarla.
—Summer...
—Sólo respóndeme: ¿volverás con Peggy Carter? —insiste ella bajando su voz.
—Lo estoy considerando —responde por fin el rubio —. No debiste enterarte de esta forma, yo pensaba esta noche contarte todo lo que empecé a pensar luego de que volví a verla, ese sentimiento que creí muerto y que pensé que...
—¿Qué sentías por mí? —cuestiona y él asiente de forma avergonzada —. Vamos, Steve, no soy estúpida y siempre supe mi lugar en tu vida, pero mi mente ilusa todavía tenía la pequeña ilusión de que llegaras a sentir algo más por mí —declara con dolor, provocando cierta culpabilidad en el rubio.
—Summer, yo te quiero, pero...
—Pero a ella la amas —susurra, ahora el dolor de Summer empieza a transformarse en coraje contra todos —. Creo que tuve que verlo venir. Fui tu despertador durante estos 5 años, pero no porque te importara, sino porque perdiste a tus amigos, porque perdiste por todo lo que luchaste y yo simplemente fui ese premio de consolación a quien recurrías cuando nadie más podía escucharte —masculla mientras aprieta los puños.
—Así no son las cosas. Realmente te quiero, pero es más otro tipo de cariño. Tú eres mi amiga, Summer, alguien en quien pude contar cuando más lo necesité, que me escuchó y que me dio alegrías cuando todo era desolación a mi alrededor —le dice en un intento de apaciguar las cosas, pero la castaña no deja de llorar.
Summer se abraza a sí misma, en búsqueda de calmarse, pero simplemente no puede. Justo ahora se detesta por ser tan ilusa y por creer en Steve, por imaginarse algo que nunca pasará.
—¿Por qué me dejaste soñar, entonces? ¿Por qué no me dijiste "no" cuando yo acudía a ti en búsqueda de un beso? ¿Por qué diablos me hiciste creer que me amabas? —pregunta ella, subiendo la voz cuando hace el último cuestionamiento.
—Pensé que con el tiempo yo... es que tú eres tan dulce que... Summer, yo nunca pensé que... —balbucea sin dar una verdadera respuesta, pues reconoce que tuvo las oportunidades para detener lo que sea que tuviera con ella, pero nunca lo hizo.
Quizá Bucky no tenía tanta razón y Steve ya había tomado una verdadera decisión egoísta, y esta había sido utilizar a Summer y enamorarla para mantenerla a su lado. Rogers sabe que estuvo realmente mal y lo menos que ella merece es una explicación, pero la ve tan mal que sólo le provoca abrazarla. Pero cuando él da un paso hacia la chica, esta da dos pasos hacia atrás, alejándose de él.
—Te odio, Steve Rogers —dice ella entre dientes y luego sube su mirada hasta encontrarse con esos preciosos ojos celestes que, hasta hace unas horas, le daban mucha razón a su vida —. Te odio con todo mi corazón y de verdad espero que te vayas con ella, porque si no lo haces, meteré una bala en tu cráneo —susurra con dolor.
Steve le mira sorprendido, pues usualmente Summer es una persona muy dulce y racional, pero se da cuenta, que quizá la ha lastimado tanto, que la está orillando a esta reacción. Él vuelve a intentar acercarse, pero sólo provoca que ella lo empuje y salga corriendo de la habitación.
[...]
Bucky observa el atardecer, lleva las manos en los bolsillos y se siente tranquilo, a pesar de que nunca se disculpó verdaderamente con Tony por lo sucedido con sus padres. Quizá nunca tenga la oportunidad de disculparse con cada persona que dañó de forma directa o indirecta como el Soldado del Invierno.
Pero es entonces cuando la ve, Summer sale corriendo de la casa en dirección al bosque. Nadie más se da cuenta, porque algunos ya se han marchado y otros más charlan en la parte delantera de la cabaña, por lo que, duda un poco en seguirla, pero el poco conocimiento de ambos de la zona, lo obliga a buscarla.
Summer corre durante varios minutos, al menos hasta que lo rústico del terreno la hace tropezar un par de veces antes de que ella se dé por vencida y se detenga. Ya no llora, pero ahora se encuentra demasiado molesta y decepcionada. Aunque poco le dura el sentimiento, pues escucha el crujir de unos pasos pesados sobre unas ramas y se pone en alerta, sin embargo, cuando se percata de la presencia de Bucky, se tranquiliza un poco.
—¿Qué quieres? —cuestiona ella con recelo.
—Nada, sólo vengo a caminar por aquí —responde el ojiazul con desinterés —. Entonces... ya te enteraste.
La joven le mira con la misma seriedad, pero luego simplemente asiente con la mirada baja.
—Supongo que era de esperarse —declara ella —. Justo ahora odio mucho a Steve Rogers, pero comprendo que tuve parte de culpa en ilusionarme tanto.
—Quizá eso pasó —concuerda él con las manos dentro de los bolsillos de su chaqueta oscura.
—¿Por qué me seguiste?
—Bueno, si haces cuentas, Steve está hundido en sus pensamientos, Sam socializa con el resto y creo que aún no le agrado a la mayoría, así que eres la única persona que no ha intentando matarme, eso nos convierte en una especie de camaradas —dice con extrema sinceridad.
—Que no te haya intentado matar aún no significa que realmente me agrades, James —murmura la chica manteniendo su semblante ahora más tranquilo.
—Pero oportunidades tuviste en el pasado —le recuerda —. Así que doy por hecho que, aunque sea sí debo agradarte un poco.
—Quizá sólo 1% —dice Summer, provocando que el soldado la mire indignado —. Bueno, un 2%.
—Bien, ahora es un número par, puedo vivir con eso —menciona —. Ahora vamos, Sam dijo que Happy había ido por muchas hamburguesas para cenar.
Summer duda, pero sabe que no tiene más que perder, además quiere charlar un poco con Clint y Thor antes de que se marchen.
[...]
La mañana siguiente es extraña. Summer se despierta apenas escucha el mínimo ruido y se da cuenta de que en la habitación que compartió con Wanda, sólo se encuentra ella. La joven rápidamente se prepara para salir, encontrándose con un confundido Sam, quien le saluda con una sonrisa. Ella intenta mantenerse alejada de todo, jugando brevemente con Morgan, aunque luego ver al doctor Banner comenzar a preparar todo para que Steve retorne las gemas.
Por suerte, Pepper debe salir y llevará a su hija con ella, así que la joven de nuevo se queda libre y no duda en acercarse hacia la máquina que le permitirá este nuevo viaje a Steve.
El rubio se encuentra un tanto nervioso, aunque se sorprende al ver a Summer entre los árboles, observándole con recelo. Él no lo duda y antes de que Banner llegue con el estuche que contiene las gemas, se apresura hacia la castaña que no puede evitar retroceder unos cuantos pasos, gesto que evidencia su aún molestia.
—Summer, por favor, no quiero que quedemos así —murmura el ojiazul con cierto desespero en su voz.
—¿De verdad? —cuestiona ella con ironía —. Ya mejor vete.
—Lo haré —susurra una vez que está frente a la castaña —. Pero no puedo irme sin tu perdón.
—¿Y eso cuándo te importó? ¿Cuándo realmente te importé?
—Siempre me importaste, Summer —declara él con sinceridad —. Siempre fuiste importante para mí, pero no de la forma que tú esperabas.
Las lágrimas amenazan por escapar de los ojos de la joven, ella suelta un suspiro lleno de frustración y le dirige una mirada a Steve, quien siente una gran necesidad por abrazarla.
—Buen viaje, Steve Rogers —dice la castaña con dureza.
Pero antes de que la chica pueda alejarse, Steve la captura en un abrazo, que termina por derribar las barreras que la joven había planteado y ella llora en su pecho, en aquella zona donde alguna vez existió una estrella en su uniforme. Es una despedida entre ellos, que no fue como lo que ella hubiera deseado, pero no hay nada más que pueda hacer.
—Te quiero mucho, Summer O'Connor —murmura Steve antes de dejar un pequeño beso en su frente.
La chica no responde y una vez que se separan, ella vuelve hacia la casa con la intención de tomar sus cosas y marcharse, lo cual hace.
Necesita un nuevo inicio.
*corre en círculos porque de verdad está muy emocionada*
Presiento que mientras pueda, escribiré demasiado rápido esta historia 😅 (lo siento, demás historias pendientes, pero es inevitable).
Muchas gracias por leer❤️
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