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2 2 : E N T R E G A S
Es miércoles por la mañana, la pareja ha decidido salir a correr muy temprano y justo ahora están terminando de desayunar, mientras intentan resolver los juegos que vienen el diario que Bucky compró antes de entrar al edificio.
—Los crucigramas no son lo mío, mucha ciencia —explica Summer, levantándose de su silla —, me quedo con el sudoku.
—Vamos, encanto, un intento más —le pide le ojiazul y la toma de la mano.
Cuando Summer va a sentarse en las piernas del ojiazul, llaman a la puerta. Ambos intercambian una mirada de confusión, pero es Barnes quien se adelanta para ver por la mirilla con extrema precaución, sin embargo, una vez que echa un vistazo de inmediato se tranquiliza y abre la puerta.
En el piso hay un paquete metálico, que se asimila a un estuche, el cual Bucky no duda en meterlo al departamento ante la mirada confusa de la castaña, quien no duda en acercarse.
—Quizá mi favor fue cubierto —dice él mientras se encoje de hombros —. Pedí esto para Sam —susurra.
—Ahora veo a quién quieres más —musita con exagerado dramatismo mientras se cruza de brazos.
—Yo te amo a ti —replica él al mismo tiempo que deja aquel estuche en la mesa junto a la puerta y camina hacia Summer —. Vamos encanto, no pongas esa cara —susurra intentando besarla, pero ella corre el rostro.
—Ve mejor a que te bese Sam —murmura con enojo, pero no le dura mucho, pues suelta una carcajada —, ¡siempre quise decir esa frase! —exclama con demasiada emoción.
—¿Entonces no estás enojada conmigo? —cuestiona él mientras la pega aún más a su cuerpo —. Porque pensé que mañana podríamos ir a dejarle esto a Sam, pero hoy si quieres vamos al cine.
—¿Puedo elegir la película que yo quiera? —interroga la joven con humor, mientras abanica sus pestañas con gracia.
—Sabes que veré lo que sea por ti —responde con cierta resignación el ojiazul.
—Bien, entonces tengo que pensar si veremos la película más cursi y romántica, o la más infantil, o la más atemorizante —explica con seriedad y luego camina hacia la habitación principal, seguida de su novio, quien por primera vez en mucho tiempo, disfruta de esta felicidad y alegría a la que sólo Summer ha podido llevarlo.
—¿Cuándo lo veas correrás a sus brazos fingiendo ir en cámara lenta? —cuestiona la castaña mientras bajan del auto de alquiler que los acercó a donde Sam se está quedando con su hermana.
—No haré eso, Summer —responde él pasando sus brazos por encima de sus hombros.
—Pero lo amas —insiste con burla.
—Te amo a ti —afirma y besa de forma descuidada el cabello de la joven, quien pasa uno de sus brazos alrededor de su cintura —, quizá podríamos tomarnos unos días.
—Sólo si admites que extrañaste a Sam —le pide provocando que él ría.
Una vez que llegan al pequeño muelle, la pareja se separa, dejando que Bucky se acerque a donde Sam charla con otras personas, mientras que Summer no duda en subir al bote y empezar a revisar dentro de la cabina con total curiosidad.
—Traigo este paquete para ti —dice James, luego de bajar el nuevo motor de la batea de la camioneta y de subir ahí mismo el mismo estuche que recibió el día anterior —. Le solicité un favor a los wakandianos. En cuanto firmes, me iré.
—Pero yo no quiero irme —replica Summer desde el bote, ella sale de la cabina con algunos cables sueltos —, ¿qué le hiciste, Sam? —le pregunta mientras le muestra lo que ha encontrado.
—¡Summer! ¿D-de dónde sacaste eso? —cuestiona él alarmado —. Espera, ¿sabes cómo arreglarlo?
—No soy sólo una cara bonita, Sam —responde la joven con orgullo —. Puede que no lo parezca, pero estoy preparada para tod-¡Ahhhhhhhhhhhh! —Summer suelta un grito cuando aquel gas empieza a escaparse, haciendo todo ese escándalo.
Sam sube rápidamente, seguido de Bucky, pero este primero verifica que la chica se encuentre bien, antes de ayudar a Wilson.
—¿Por qué no usaste el brazo de metal? —pregunta el moreno, una vez que la situación está controlada.
—Bueno, no siempre pienso en él. Soy diestro —responde el ojiazul con simpleza.
—Escuché que Summer decía algo como: ¿preparada para todo? —musita ahora Sam dirigiéndose a la castaña, quien camina hacia ellos y se recarga contra el cuerpo de Bucky, y sólo le mira con seriedad.
—Así que, ¿este es el bote? —ahora es Barnes el que pregunta, en un intento de desviar la atención que su compañero ha puesto en ellos.
—Así es —murmura Sam, sin poder apartar su vista de la pareja.
—Es lindo —responde el ojiazul.
—No tanto como ustedes dos juntos —dice Sam con burla y fingiendo mirarlos con emoción —. ¡Lo sabía! ¡Siempre lo supe! Ustedes dos iban a terminar juntos —exclama con emoción.
—¿Quieres ayuda o no? —musita el ojiazul con seriedad, aunque dedicándole un guiño a la chica a su lado.
—No es si la quiera, la necesita —replica ella mirando a su amigo con seriedad.
—¡Vamos, Summer! Déjame disfrutar mi triunfo —le pide mientras se acerca a ellos y los une en un fuerte abrazo —. Me siento como Cupido, sólo que ya no tengo las alas, pero simbólicamente las tengo, porque siempre lo supe. ¡Ustedes dos funcionan tan bien!
—Me sigues abrazando y te voy a morder —amenaza la castaña en un gruñido, por lo que Sam no duda en dejar de abrazarla —. Gracias y quita esa sonrisa de tu cara.
—No puedo, juro que lo intento, pero no —susurra él y de verdad lo intenta, aunque claramente fracasa —. ¡Hey Sarah, estos son Summer y Bucky! ¿Y sabes qué? ¡Ellos son pareja gracias a mí!
—¡Ay por favor! —exclama la castaña poniendo los ojos en blanco —. Hola Sarah.
—Hola, Sarah —también le saluda el ojiazul, mientras atrapa a Summer que hace el ademán de perseguir a Sam, que no duda en correr a esconderse detrás de su hermana.
—Hola, chicos, y felicidades —susurra con una gran sonrisa —. Sam, ya deja de molestarlos, eres peor que mis hijos.
—Probablemente tus hijos sean muchos más maduros —musita Summer entre dientes.
Luego de un poco más de bromas por parte de Sam y de que la castaña vuelva a amenazarlo por lanzarlo del bote, este por fin termina en silencio. Summer se confina a la cabina, en donde revisa primero el sistema eléctrico, iniciando por la fuente de energía, para luego pasar hacia la iluminación y algunos controles, finalizando con mejorar el sistema de audio, en donde termina conectando su teléfono para escuchar música y animar el momento.
—Hey —murmura la castaña saludando a Bucky, quien deja de clavar algunos pedazos de madera, para poner toda su atención en ella.
—¿Qué pasa, muñeca? —responde el ojiazul y deja una pequeña caricia en la mano de su novia.
—Fui a molestar a Sarah porque ya terminé y ella dijo que la comida está lista, que... un momento —murmura tomando un desarmador, se gira con rapidez y lo lanza, incrustándolo en una pared, de donde detrás sale Sam totalmente sorprendido —. Te escuché, tonto —le reclama la joven.
—Vi mi vida pasar ante mí en unos segundos —balbucea Wilson mientras intenta quitar aquella herramienta, pero Barnes se le acerca y es él quien la retira —, venía a decirles que Sarah ha preparado algunas cosas para comer.
—Bien, ahora vamos —responde Bucky mirándolo de forma burlona.
—Está bien, los dejaré solos —musita el moreno con dramatismo —, pero quiero recordarles que hace unos cuantos días éramos tres, pero ahora parecen ser solo ustedes dos.
—¿Celoso? —cuestiona Summer mientras alza una ceja con superioridad.
Sam no responde y se limita a lanzar una carcajada totalmente sarcástica mientras se aleja de ellos, para luego bajar del barco y caminar de vuelta a donde su hermana espera.
—Ahora ven aquí —dice la castaña atrayendo a James hacia ella para besarlo, acto al que él rápidamente le corresponde con el mismo sentimiento de amor —. Extrañaba esto —declara apenas sus labios se separan luego de un par de minutos.
—También yo, Summer —responde el ojiazul mientras la abraza contra su pecho —, ahora vamos con ellos, porque presiento que Sam puede volver.
Summer da un exagerado suspiro y luego de esto asiente, para después tomar la mano de Bucky y caminar hacia una parte en el muelle donde los esperan para comer. Ahí ambos conocen al par de sobrinos de Sam, quienes se muestran un poco tímidos al principio, aunque conforme van escuchando todo lo que la castaña tiene por hablar, ellos también se integran a la charla.
—Ahora quiero dormir —murmura Summer recargándose contra el brazo de James —, ya no quiero hacer nada.
—Aún hay trabajo por hacer —responde el ojiazul.
—Si Sam nos sigue molestando, ¿lo puedo lanzar por la borda? —interroga con ilusión.
—No creo que sea buena idea, nos puede ser útil —explica él mientras se encoge de hombros.
—Oigan, sigo aquí —susurra el nombrado en su defensa —, pero prometo guardar mis comentarios para momentos menos oportunos.
—Quizá consideremos lo de lanzarlo por la borda —se rectifica James mientras se pone de bien y toma la mano de Summer para volver al bote.
***
Ellos pasan el resto de la tarde trabajando, un poco entre las bromas de Sam y de Summer, otros momentos transcurren entre amenazas de la castaña hacia su amigo y todo culmina cuando el moreno termina cayendo en una trampa que lo deja colgado a un lado del bote, teniendo que recurrir a Bucky para pedirle que lo suba.
—Pensé que te habían comido los peces —murmura la joven mientras está sentada en el muelle, mirando el atardecer.
—Muy graciosa, niña —responde Sam con una mueca y se sienta a su lado.
—Te dije que dejaras de molestarnos —le recuerda la castaña con humor y le brinda un pequeño codazo —, tú te lo buscaste.
—Ya, lo entiendo. No molestar a tu novio Bucky —susurra y ambos ríen —. Pero en serio, estoy muy feliz por ustedes.
—No detecto sarcasmo en tu voz, así que gracias —responde la joven.
—Summer, lo digo en serio —empieza a decir Sam, provocando que la chica se gire hacia él —. Para mi buena o mala suerte, fui testigo de tus últimas dos relaciones y, la forma en que Bucky te mira no se compara a... bueno, a como lo hacía Steve.
—El pasado estará siempre ahí, Sam, pero mi presente es demasiado bello y espero que también sea así mi futuro. James y yo nos encontramos uno al otro sin siquiera esperarlo, quizá nuestros caminos ya estaban escritos así y lo que siento por él, no se compara con nada —le confiesa con entera sinceridad.
—Así son las almas gemelas —murmura el mayor —, y ustedes tuvieron que pasar por mucho para encontrarse ahora, así que se merecen toda esta felicidad.
—¡Sam, me vas a hacer llorar! —exclama la castaña mientras lo empuja con más fuerza.
Sam ríe y la abraza brevemente contra sí, la aprecia demasiado y como también lo dijo, él fue testigo de todo el drama en que se vio envuelta Summer con Steve, de forma parcial, claro está, porque él desapareció con el chasquido de Thanos, pero igual conoció parte de la historia. Sin embargo, el desarrollo que ha visto entre la relación de Summer y Bucky ha sido impresionante, cuando volvió a toparse con ellos, pudo ver algo más que una amistad, algo totalmente sincero y que tarde o temprano los iba a unir como una pareja.
—Y bien... ya que James y yo estamos juntos, ¿crees que tú y el escudo puedan hacer las pases? —cuestiona la castaña —, ya está en tus manos, Sam, sólo falta que realmente lo sientas tuyo.
—No es tan fácil como crees —responde él —, hay más detrás de todo lo que implica ser el Capitán América o lo que pueda significar para mí tomar ese escudo.
—Quizá no lo veo de la misma forma, pero si me preguntas a mí, tú tienes todo para tomar ese escudo —susurra ella —. Eres un buen hombre, Sam, en toda la extensión de la palabra. Intentaste dialogar con Karli, porque al contrario de todos, crees en la diplomacia, crees que puedes encontrar un lado bueno en todas las personas.
—Karli es sólo una niña, Summer —insiste.
—Lo entiendo, pero algunas de las cosas que Steve me dijo y que he decidido recordar, fue aquella vez que me habló de cuando el doctor Erskine le explicó el poder del suero —musita con la mirada fija en el horizonte —, todo esto va más allá del poder, de la resistencia o de los efectos físicos del suero, porque, así como potencializa eso, también hace mayor a tu verdadero yo. Ella ha perdido su camino, Sam, ya no pelea por sus verdaderos ideales, sino por demostrar su superioridad.
—Pero los gobiernos... —empieza a decir, pero ella misma le interrumpe.
—Si ella quisiera realmente acabar con eso, lo haría, no negociaría y crearía atentados que terminan dañando a gente igual de inocente como por la que ella pelea —explica y luego suelta un largo suspiro —. Sé que buscas el lado bueno de las personas, pero en ella el tiempo se agota y la maldad está ganando terreno, así que debes detenerla o atenerte a las consecuencias de enfrentarla.
—¿Con el escudo?
—Con el escudo, Sam —musita y luego se levanta de donde se encontraba sentada —. Ya lo tienes, úsalo, ahora es tuyo. Dale el valor que sabes que merece, más allá de un arma, es un símbolo que de ser usado de manera correcta, traerá cosas buenas —ella le da un pequeño abrazo y luego se aleja hacia Bucky, que los observa desde lejos, pues está a punto de oscurecer.
—¡Hey, Summer! —le llama Sam, provocando que la chica se detenga y se gire hacia él —. Gracias.
La castaña le sonríe y luego se apresura a los brazos de su novio, con quien paseará un poco de tiempo antes de volver a la casa familiar de Sam, donde ellos pasarán la noche.
—¿Lo hiciste llorar? —cuestiona el ojiazul cuando pasa su brazo por los hombros de Summer.
—Estuve a nada —responde ella con una gran sonrisa.
Bucky sonríe y la atrae un poco hacia él para besar su frente. La calma del agua frente ellos, mezclado con la fresca noche que los empieza a rodear, es un verdadero disfrute. Ellos se detienen en un sitio un tanto alto, donde la castaña no duda en abrazarlo con fuerza.
—¿Sigue en pie lo de tomarnos unos días? —le pregunta la joven mientras deja un par de besos en la barbilla de su novio.
—Sam dijo que tiene trabajando a Torres en algo, quiere atrapar pronto a Karli —menciona el ojiazul —, así que creo que nuestros días tendrán que esperar un poco. Aunque me conformo con pasar el tiempo contigo, así sea en el departamento haciendo nada.
—Yo no diría que "hicimos nada" —se burla la chica —, porque claramente lo que pasó entre nosotros no fue "nada" —agrega, un tanto motivada por la mirada tímida de Barnes.
—¿Disfrutas jugar conmigo, verdad?
—¡Muchísimo! Eres demasiado adorable, James —admite.
—Te amo, Summer —susurra y ella responde un leve "yo también" antes de que sus labios se unan en un profundo y largo beso, un gesto que tendrán que mantener en momentos más discretos por el resto de la noche —. Ahora volvamos, presiento que Sam nos vendrá a buscar.
—Bien —responde la chica, pero no avanza, provocando que el ojiazul se gire hacia ella —, ¿puedo ir sobre su espalda?
James sonríe al mismo tiempo que asiente con la cabeza, por lo que Summer no duda en dar un gritito de emoción y luego subir a su espalda, abrazándolo por el cuello, mientras él la toma por detrás de las rodillas y luego empieza a caminar en dirección a la casa en donde esperan por ellos.
Les confieso que reescribí el inicio del capítulo como 4 veces :C En un inicio quería que Summer también recibiera algo que Bucky hubiera pedido, pero luego me puse a pensar en los siguientes capítulos y no concuerda con las ideas que ya tenía, así que le estuve dando vueltas al tema, y luego quedó así :D
Muchas gracias por sus comentarios y sus votos <3 Y también muchas gracias por leer :D
¡Hasta el próximo capítulo! <3
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