Mira, ciertamente yo no quería estar aquí; en el suelo, con el culo lleno de arena y la cabeza dando vueltas de una forma disparatadamente rápido.

No es mucho lo que pueden ver mis ojos, no sirven para enfocar. Apenas veo una silueta dorada y una mata de pelo rubio rojizo, sé que su boca se mueve, más no comprendo lo que intenta decir, eso es culpa del pitido constante en mis oídos que provoca mi desequilibrio cuando quiero levantarme.

Ni siquiera sé a dónde voy o de donde vengo. 

Je, eso es tan existencial.

Escucho un lejano "Podría tener una conmoción". Y juraría que estoy viendo un ángel, tal vez ya me morí. 

Intento articular una pregunta y ponerme de pie para tocar al pedazo de sol andante, pero solo consigo gritar de dolor y desplomarme de nuevo, sé que se está acercando mucho, también que tengo un único deseo al ver aquella figura.

¿Será pecado besar a un ángel?

Yo creo que ya tengo mi parcelita en el infierno de todas maneras.

Sí, un roce no me hará daño y más cuando los labios de aquella alucinación eran tan apetecibles.

Solo que no era una alucinación y tampoco estaba muriendo.

Solo me estaba desmayando.

Okay, estoy inconsciente, y...tal vez, querrás saber por qué.

Todo comenzó cuando decidí aceptar el trabajo mejor pagado que podría obtener en el verano: Ser heladera ¿Y cómo terminó?

Conmigo desmayada, en los brazos de un bronceado ángel de ojos azules y cabello de rayos de sol. Joder, ojalá me hubiese desmayado por el calor.

Eso habría sido menos humillante.

Seré una burla.

¿Quién en su sano juicio se deja noquear por uncoco?