uno más, y no jodemos más
OCTUBRE 2025
Acorde al concepto de Evelyn, aquel es un lindo día.
El cielo está parcialmente despejado, con algunas nubes callejeras propinando sombra ocasionalmente; el sol de tarde está en lo alto pero es piadoso, no quema; el agua no está fría, más bien tibia, templada por el calor ajeno. De hecho, es un muy lindo día.
Hoy es el cumpleaños de Evelyn. Catorce de octubre, su festejo número veinticinco. Una fecha que fue ciertamente controversial los últimos años debido a todos los eventos sucedidos en su vida, alrededor de esta época. Pero ahora, sentada en un yate en la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, se da cuenta que aquello solo fue la tormenta antes de la calma (no era así el dicho, ¿o no?).
Todo lo que sufrió fue la pizca de caos que le faltaba a su vida antes de que los planetas se alinearan y cada cosa cayera en su lugar; el engaño de Lautaro, la Champions perdida, el viaje fallido, el amor y el desamor con Emiliano... pequeños desatinos en el transcurso de su vida que terminaron por enderezar las cosas para traerla acá, a este mismo lugar. Casada con el amor de su vida, con una hija hermosa y todo lo que pudiera haber pedido.
Está recostada boca abajo en la cubierta del yate, con la bikini azul y violeta puesta para broncearse un poco. Lleva un rato ya ahí, con los ojos cerrados y el rostro de frente al sol. Se siente muy en paz ahí, con la piel caliente y el ruido de las olas de fondo.
Emi está adentro, en el camarote, preparándole a Uma un bol con todas esas boludeces que le gusta comer a ella. Se vinieron a Brasil a pasar unos días los tres juntos para también festejar el cumple de Evelyn; fue un viaje sorpresa que organizó Emi para su esposa y se lo están pasando de lo más bien, yendo y viniendo entre las playas y la ciudad de Río de Janeiro.
A Evelyn le sorprendió la sorpresa, obviamente. Sobre todo porque Emi tuvo que mover cielo y tierra para conseguirle a ella tiempo libre de su deporte, ya que a mediados de la Champions y con ella como titular y figura del club, su DT prácticamente le prohibió unas vacaciones. Sin embargo, Emi lo logró.
—¡Eve!
Evelyn se da vuelta y lo ve a su esposo asomando la cabeza por la puerta. Sale del camarote h se acerca a ella con la botella de protector solar en la mano. La chica lo mira por unos segundos, deleitada ante la vista, ya que él lleva puesto solo el traje de baño azul que tan bien le sienta.
—Protector —anuncia Emi, sentándose a su lado—. No te excedas con el sol, eh.
—Tranqui, amor —le dice ella.
Emi abre la botella y aplica un poco de la crema en la palma de su mano para después esparcirla por la espalda, el culo, los brazos y las piernas de Evelyn. Ella cierra los ojos con una pequeña sonrisa y lo deja.
—Sí, sí, no te me hagás la viva, que la última vez te dejé sola y volviste toda roja —Emi alza una ceja, dándole una palmada en el culo.
—Bueno, amor.
Él le aplica el protector por algunos segundos. Cuando termina, se limpia las manos con la toalla de Evelyn y después se reposa sobre su codo, de costado a su lado. La mira y le pliega un mechón de pelo detrás de la oreja.
—Qué linda que estás —le sonríe él.
—Hm —responde ella, ampliando la sonrisa en su rostro, con los ojos todavía cerrados.
—Estoy para hacerte un hijo acá mismo.
Evelyn abre los ojos grandes como platos y suelta una carcajada de incredulidad, pegándole un zape en el pecho.
—¡Está Uma ahí, tarado! —le dice, mirando por sobre su hombro para asegurarse que su hija no esté escuchando.
—Tiene quince años, boluda, ya sabe que garchamos —le contesta él con una risa.
—¡Igual!
Emi hace puchero.
—Dejame tocarte una teta al menos —le pide.
—No —niega ella rotundamente, riéndose—. Acá no, Emiliano. Llegamos a casa y te dejo hacer lo que quieras, pero acá no.
Él pone los ojos en blanco.
—Sos re mala —le dice—. Encima seguro querés, solo lo hacés para molestarme.
—No, Emiliano, solo no me gustaría traumar a mi hija, gracias.
—Mala —repite él, separando las sílabas para agregarle énfasis al insulto.
Evelyn se muerde el labio inferior y niega con la cabeza, dándole a entender que cree que es un nene. Él solo se ríe y le apoya una mano en el bajo de la espalda, justo por sobre su culo, para acariciarle la piel caliente. Juguetea con el borde de su traje de baño disimuladamente.
—Para mí que este año te ganás el Balón de Oro —le dice, posando la mirada en el mar pleno que los rodea, con la orilla de la playa de Copacabana visible a la distancia.
—Bue, tampoco la boludéz —se ríe Evelyn, volviendo a apoyar la cabeza entre los brazos para cerrar los ojos.
—Ninguna boludéz. Posta te digo —Emi asiente enérgicamente—. Venís superando récords a lo loco, hasta Neymar salió a felicitarte por todo lo que estás haciendo. Estás rompiéndola, Evelyn, no darte el coso ese... eso sería una boludéz.
—No sé. No me quiero ilusionar. Es mi primera nominación y si pongo mucha esperanza y después pierdo, voy a bajonear —suspira Evelyn.
—Ilusionate, enana, haceme caso —le sonríe él—. La ceremonia es dentro de tres días. ¿Ya sabés que te vas a poner?
Ella resopla.
—No, ni idea. Voy a dejar que eso lo decida Gonzalo.
—Minga —Emi chasquea la lengua—. Encontré un vestido que te va a quedar hermoso.
Evelyn lo mira y alza las cejas, sorprendida.
—¿Estuviste viendo vestidos para mí? —le pregunta, enternecida ante el gesto.
—Puede ser —dice él misteriosamente.
Evelyn sonríe ampliamente y rueda por sobre su hombro para acercarse a él. Presiona su espalda contra su pecho desnudo, toma su brazo y lo envuelve por sobre su cintura, después torciendo la cabeza para darle un suave beso en los labios.
—Gracias, amor. Después me lo mostrás —le dice, enternecida.
—Está bien. Te va a gustar —asiente él, mirándole los ojos verde jade de cerca—. Es azul y tiene el escote tipo así.
Emi hace algunos gestos con la mano sobre su pecho. Evelyn, obvio, no le entiende una mierda, pero igual sonríe y asiente porque le guste o no el vestido, el gesto de por sí ya hace que se enamore todo otra vez.
Una vocecita los toma por sorpresa.
—¿Quieren? —pregunta Uma, saliendo del camarote con dos boles en la mano.
—No, amor, gracias —contesta Evelyn.
La pelirroja se acerca a ellos y se sienta de piernas cruzadas a su lado, sobre la cubierta, reposando los boles en el piso. Ella también lleva puesta una bikini, en su caso, negra. Su pelo creció bastante en los últimos años y ahora le llega casi por la cintura. Emi, claro, es su fan número uno; Uma y Evelyn son las dos mujeres de su vida, las más importantes.
—¿De qué hablaban? —pregunta, llevándose un puñado de palitos a la boca.
—De la ceremonia del Balón de Oro.
—Uh, sí. ¿Me van a dejar ir?
—No, te quedás en casa —le dice Emi.
Uma pone cara de orto.
—Era joda, gorda. Obvio que sí —sonríe él después, inclinándose hacia ella para plantarle un beso en la frente.
—Ah, salí, salí —lo saca ella, y él se ríe. Uma la mira a Evelyn—. ¿Qué te vas a poner?
—No sé. Emi dice que tiene un vestido buenísimo, así que eso, si no es muy terrible.
—Ey. Va a estar buenísimo, vas a ver.
—Después mostrá. ¿Y yo qué me pongo? —sigue Uma.
—Ponete el que te compramos. El negro ese de tul —dice Emi—. Es re lindo ese.
—No sé. Me queda medio raro.
Charlan durante un rato sobre la ceremonia hasta que Uma se aburre (quizás también porque ya se terminó los dos boles de palitos) y decide tirarse al agua, dejando a Emi y Evelyn solos en la cubierta. Ellos descansan ahí un rato, en cucharita, él dibujándole con el dedo patrones sin sentido sobre la cintura.
—¿Vos decís que Uma va a querer un hermanito? —pregunta Emi, pensativo.
—Hm... —Evelyn piensa por un segundo—. Sí. Le va a costar adaptarse y no va a querer admitirlo, es medio cabeza dura, pero después se va a ablandar. Yo sé que sí. Y le va a encantar tener una hermana.
Emi enarca una ceja.
—Hermano —dice.
—Bueno. Ya vamos a ver —se ríe ella, apoyando su mano sobre la de Emi en su abdomen—. ¿Pensaste algún nombre?
—Augusto, si es pibe.
—¿Eh?
—Sí. Donato también.
—Me estás matando, Emiliano.
—Bue. ¿Vos?
—Valentina para nena. Val. Y para nene... —piensa por un segundo—. No sé. Tengo mis esperanzas puestas en que va a ser una nena.
—Ya vamos a ver —le replica él, dándole un beso en la mejilla.
Evelyn se ríe.
—Ya dejé de tomar la pastilla —le cuenta—. Así ya podemos empezar.
—Bueno —él sonríe. Cuando ve que ella no le devuelve el gesto, la toma de la mandíbula para obligarla a mirarlo—. No estés nerviosa, Eve.
—No estoy nerviosa.
—Te olvidás que te conozco, boludita —acusa él—. Yo te prometo que no te vas a arrepentir de esto. Y si arrugás... nada, seguiremos esperando. Total todavía tenemos tiempo para tener otro hijo. Y Uma ya es bastante trabajo por sí sola.
Evelyn sonríe un poco.
—No quiero que sigas esperando para esto, ya me bancaste muchos años —suspira, dubitativa.
—Y yo no quiero que vos hagas algo que no querés solo para contentarme, Eve —le dice él—. Te lo dije antes y te lo vuelvo a decir: yo por vos, me espero la vida entera.
Las palabras arrancan una sonrisa en el rostro de Evelyn. No puede evitar inclinarse hacia adelante para unir sus labios en un suave beso.
Después, se aleja y se muerde el labio inferior, posando su mirada en los ojos de Emi.
—Hagámoslo —le dice ella por fin, sonriéndole.
El rostro de Emiliano se suaviza notoriamente. Sus ojos adoptan un inusual brillo, una pequeña sonrisa esperanzada apropiándose de sus labios.
—¿En serio? ¿Estás segura? —tartamudea un poco, irguiéndose para mirarla mejor.
—Sí, amor. Hagámoslo. Sos la única persona con la que me gustaría tener hijos y si no es ahora... —dice—. Quiero que sea ahora.
Emi traga saliva y suspira, como si se le hubiera secado la boca de la emoción. Y es que sí, porque piensa en una Evelyn embarazada con su hijo y se le acelera el corazón.
Ella es su mujer. No quiere tener el hijo de nadie más.
—Está bien —asiente frenéticamente, algo agitado—. Está bien, está bien. Hagámoslo. Sí, hagámoslo.
Evelyn le sonríe y suelta una risa suave. Se inclina hacia él para robarle un beso y él parece haberse enamorado todo de nuevo.
a/n —
ESTA NO SE LA ESPERABAN EH !!!
quería traerles este extra porque extrañaba a mis personajes, así que acá lo tienen, un poquito más de emi y eve para alegrarnos los días <33
spoiler: evelyn sí ganó el balón de oro 😁
vayan a seguirme en instagram !! estoy como _scrubcqps
espero que hayan disfrutado de este capítulo cortito, yo ya extrañaba a mis nenes y necesitaba mostrarles este importante momento en el que decidieron empezar a intentar tener un hijo biológico
los amo, duerman lindo <3
tati 💘
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