un final feliz

SEPTIEMBRE 2028

Emi apaga el auto una vez están dentro del estacionamiento. Rodrigo alquiló una quinta en Areco para pasar un fin de semana él junto a la familia Scaloni/Martínez, Enzo y Julián con sus respectivas parejas (y hija, en el caso del primero), Ota (que viene solo) y Leandro y Lautaro, que ambos se trajeron a sus wachas, y el último también a su hija, Nina.

Son cinco en el auto Scaloni/Martínez: Emi y Evelyn, ocupando los asientos de adelante; y Uma, Val y Pablo, que ocupan los de atrás. Los dos jóvenes pasaron el viaje entero de hora y media jugando con la más chica, que está a un mes de cumplir los dos años, y no pararon de reírse ni hacer reír a los demás durante toda la trayectoria.

En un principio, a pesar de que Evelyn y Pablo se cayeron bien de inmediato, la relación entre el joven y Emi fue un poco más dura. Al arquero le costaba aceptar que Pablo era casi dos años mayor que Uma, pero eventualmente, después de varias cenas y almuerzos junto al chico, Emi le empezó a tomar cariño. Ahora, es parte de la familia, también considerando que él y Uma llevan más de un año juntos.

Evelyn ahora tiene veintisiete; Emi, treinta y seis. El último planea retirarse del fútbol el año que viene; no porque quiera, sino porque el cuerpo no le da más, los primeros arrebatos de la vejez se empiezan a manifestar como dolores intermitentes de espalda y rodillas que lo obligan a alejarse del deporte. Sin embargo, a pesar de que el fútbol es su pasión y aquello va a ser un gran cambio en su vida, no se siente triste al respecto, ya que está contento y satisfecho con la vida que lleva: retirándose del Bayern con dos copas del mundo y una hermosa familia... ¿qué más podría pedir?

Evelyn, por su parte, no planea dejar el deporte en ningún momento. Con una copa del mundo, una Champions y habiendo llegado a la capitanía del FC Barcelona, Evelyn se pregunta si lo que ella llama el pico de su carrera alguna vez llegará a su fin. Hace años que no se le borra la sonrisa, y no solo por el fútbol, sino también por lo que la espera en casa una vez vuelve de éste.

La primera en bajarse del auto es Uma, que sale a toda velocidad y de inmediato toca timbre. La pelirroja está cerca de cumplir sus dieciocho en diciembre, pero todavía mantiene ese espíritu de niña que sus padres tanto aman.

Evelyn sale del auto y rodea el vehículo, donde lo encuentra a Pablo ya desatando a Val de la sillita y cargándosela a upa.

"Ay, gracias, amor. Dame, la llevo yo," le dice ella al más joven.

"Está bien, no es molestia. Igual, al parecer le agrado," responde Pablo con una risita.

Evelyn le agradece con una palmada en la espalda y una sonrisa, y después, deja que Emi le rodee los hombros con el brazo. Pablo, Uma y Val se adelantan hasta la puerta, con la pareja caminando detrás, tranquila y sonriente.

Rodrigo no tarda mucho en recibirlos con una gran sonrisa. Él ahora ya roza los treinta y cuatro y planea seguir jugando al fútbol por varios años más, en la Juventus, que lo compró hace tiempo ya. Además, después de que Tini lo engañara hace unos años, Rodrigo se separó, conoció y se casó con la ex-fisioterapeuta del Atletico de Madrid, Elena D'Alessio, una hermosa mujer de treinta años que a Evelyn le cae muy bien.

Rodrigo le da la bienvenida a la familia con gusto. La saluda primero a Uma con un gran abrazo, llamándola por el apodo que adoptó con los años, el cual es Empa (de empanada, ya que el solía llamarla empanada de humita).

"Fua, nena, qué grande que estás," dice, emocionado.

Uma sonríe y pasa, a lo que Rodrigo después recibe a Paulo con un apretón de manos y a Val con un mimo en la cabeza; después, a Evelyn la saluda con un fuerte abrazo y a Emi con un choque de manos.

"Vengan, pasen. Pablo, dame a la nena."

Pablo hace lo que Rodrigo le dice y le entrega a Val. De inmediato, Rodrigo se pone a hablarle, empleando un tono agudo y empalagoso, haciéndola reír con facilidad. Emi se ríe y cierra la puerta detrás suyo una vez que entran todos.

La quinta ya está llena, pueden escuchar música proveniente del gran jardín y al primero que ven es a Enzo en la cocina, charlándole a una Oli de ocho años mientras se prepara una media botella de fernet con coca. Se da vuelta al notar a la numerosa familia y de inmediato sonríe.

"¡Hola!"

Le da un beso en el cachete a Uma, se introduce a Pablo, le hace unas caras a Val en un intento de hacerla reír, y los abraza a Emi y a Evelyn. La última no duda en saludarla a Oli con un gran abrazo, alzándola y apoyándosela en la cadera, con la nena riéndose y saludándola respetuosamente.

La familia sale al patio, saludan a todos los presentes y no tardan mucho en asentarse cada uno en su lugar. Scaloni, que también está ahí, se pone a hablar con Uma y Pablo de inmediato, preguntándole a ella sobre el colegio, ideas para la universidad, y una sarta de cosas más que suelen preguntarle los abuelos a sus nietos después de mucho tiempo sin verlos. El mayor también se la roba a Val y la sienta en su regazo, y ahora ya no planea soltarla.Emi se sienta con Ota y Evelyn se acerca a Leandro, que está junto a Isabella, la esposa.

Después de un rato, los chicos ya están en la pileta y pasan un primer día agradable, con Rodrigo eventualmente convirtiéndose en el alma de la fiesta, como es usual. Comen asado y comparten risas y anécdotas sentados alrededor de una gran mesa.

Alrededor de las nueve y media de la noche, los más pequeños se van a dormir, exhaustos pero satisfechos. A las diez, Rodrigo les enseña a Pablo y Uma su habitación y éstos deciden ya quedarse ahí. En el jardín quedan solo los adultos, algunos en la gran bañera de hidromasaje al lado de la pileta y otros sentados alrededor de ésta, en las reposeras o en el piso.

Ya oscureció por completo, las estrellas se hacen presentes sobre el cielo, rodeando una luna llena. El hidromasaje está iluminado por luces LED color azul y dentro de éste se encuentran Ota, Rodrigo y Enzo. Emi también estaba con ellos antes, pero hace varios minutos se fue adentro para fijarse cómo estaba Val.

Lautaro, siendo el más joven y uno de los pocos que todavía no está cerca de retirarse, les está contando – a los que juegan/jugaban al fútbol, específicamente – sobre la nueva regla que quiere implementar la FIFA: una tarjeta blanca, que premia buenas actitudes o jugadas destacables en la cancha. Todos concuerdan en que les parece una pelotudez atómica.

Mientras discuten sobre el tema, Emi por fin aparece del interior de la casa. Se saca la toalla de alrededor de la cintura, dejándose solo en traje de baño, y se vuelve a meter en el jacuzzi de inmediato. Evelyn le sonríe y se acerca para sentarse en el piso detrás suyo, distraídamente empezando a acariciarle la espalda.

"Al fin te dignaste a venir vos, che. Tardaste una bocha," lo jode ella.

Emi tira la cabeza para atrás, reposándola en el regazo de la chica, masajeándole los pies a su esposa con suavidad. La mira a los ojos con una sonrisita.

"¿Tanto me extrañaste, Evelyn?"

"Sí," contesta ella, devolviéndole la sonrisa, y se inclina hacia abajo para darle un beso breve en los labios. "¿Cómo está la nena?"

"Ni se mueve, parecía muerta."

"¡Emiliano, cómo vas a decir eso!"

"Perdón, perdón."

Se unen de vuelta a la conversación. Tatiana, la novia de Lautaro y al parecer la más fiera de todas, debate con Otamendi los usos de la tarjeta blanca, ella estando a favor de ésta y él, en contra. Parece que están a punto de agarrarse a las piñas y a pesar de que ella mide considerablemente menos que el hombre, parece lista para pararse y ganarle la pelea.

El resto los escucha entretenidos, agregando comentarios ocasionales. Sin embargo, cuando Tatiana alza un poco la voz, Lautaro le apoya una mano en el muslo para calmarla antes de que ella realmente se pare y le encaje una piña al central argentino. Se nota que la chica es de carácter fuerte, pero es agradable.

Después de eso, el tema de conversación se redirecciona rápidamente. Mientras el grupo charla, Emi se acomoda en la bañera con un quejido de dolor y Evelyn se da cuenta de inmediato.

"¿Estás bien?" le pregunta, preocupada, hablándole bajito para no interrumpir la conversación. 

"Sí, sí, un dolor nomás. La espalda," explica él, restándole importancia, frotándose la cintura adolorido.

"¿Te ayudo?"

"No, amor, tranqui. No te preocupes," le asegura él, volviendo a echar la cabeza para atrás para que Evelyn le de un beso.

Pasan algunos minutos. Ella lo mira, preocupado.

"¿Te sigue doliendo?" le pregunta.

"Un poquito nomás," dice él.

"Mentira," le reclama ella. "¿Querés que te haga un masaje? Te va a hacer mejor."

Emi la mira, pero no le contesta, a lo que Evelyn se remueve un poco. Se saca la camisa blanca, quedándose solo en bikini, y lo urge a Emi a moverse hacia adelante para poder sentarse detrás suyo en la bañera, con el agua hirviente acariciándole la piel.

"Dale, dejá que te hago," le dice ella.

Le empieza a masajear la espalda alta con las manos, buscando aliviarle el dolor, y Emi de inmediato casi suelta un gemido de alivio. Evelyn se ríe y le besa el hombro mientras sigue ayudándolo.

"¿Ahí?"

"Sí, sí."

Un rato de eso, simplemente escuchando la conversación que ahora trata sobre el trabajo de Otamendi después del fútbol como entrenador del Atletico de Madrid. Participan poco hasta que el central, después de contar en resumida cómo le está yendo, se gira hacia ellos.

"Che, pará, ¿vos Dibu no te retirabas este año?" pregunta.

"El que viene," corrige. "Ya estoy como para dejar."

"La selección argentina sin el arquero psicótico, terrible," se queja Julián exageradamente. 

"¿Y qué vas a hacer?" le pregunta Leandro a Emi después de reírse.

"Y, primero me voy a mudar a Barcelona," explica, acariciándole la rodilla a Eve por debajo del agua. "Y después... qué se yo. Si el destino me lo depara, capaz termino siendo su DT."

"Ah, no, papito, esa no." Scaloni chasquea la lengua. "Yo no me retiro hasta que me obliguen."

Todos se ríen y Emi alza las manos a cada lado de su cabeza, ofreciendo su rendición.

"Está bien, te la tomo."

Se ríen un rato. Evelyn cesa de hacerle masajes a Emi y todavía sentada detrás suyo, recuesta el mentón contra su hombro, rodeándolo con sus brazos para abrazarlo por detrás. Él apoya sus manos sobre las suyas y le besa la cabeza.

Once y media, Evelyn y Emi acuerdan que ya están cansados. Dios, ¿no se estarán poniendo viejos?

"Gente, nos vamos a ir yendo," anuncia Emi, levantándose y ayudándola a Eve a salir de la bañera antes de salir él también.

"Uia, che, los abuelitos," declara Enzo, considerando el hecho de que todavía no es tan tarde como para que tengan sueño.

"Cerrá el orto vos, pendejo de mierda," lo jode Evelyn, ganándose algunas risas. "Los saludamos así nomás."

"Duerman bien, abuelitos," agrega Julián, siguiéndole la joda a su amigo.

Evelyn le revolea una toalla. 

Acto seguido, Emi y Evelyn se van a dormir.






a/n –
muchas cosas para decir al respecto

PRIMERO: les recomiendo releerse el capítulo dos, hay muchas paralelas entre este capítulo y ese... 

SEGUNDO: agárrenme porque sino voy a terminar sacando un fanfic de lautaro y tatiana (el de rodrigo y elena ni lo piense porque rodrigo es básicamente el hombre promedio de argentina y no le encuentro nada interesante como para escribir una novela, CANCÉLENME SI QUIEREN)

TERCERO: hasta acá llega sumisión!

muchísimas gracias a todos por todo el apoyo, al final eve y emi pudieron resolver todo lo que se les interpuso y ahora son una familia feliz con uma, val y pablín! sufrimos pero se logró, todos estábamos esperando este final feliz.

es increíble todo el apoyo que le dieron a esta novela, hace menos de dos meses la empecé y ya tiene 181k vistas y casi 20k votos! empecé esto como un chiste y acá estamos, la verdad que no tengo palabras para empezar a describirles lo feliz que estoy.

gracias a todos los lectores constantes que acompañan a eve y a emi desde el principio del libro, votando y comentando, los voy a extrañar y espero verlos en mis otros proyectos también eh, no me abandonen !!

ahora sí, oficialmente esta novela está terminada. SEGURAMENTE termine incluyendo a emi, eve, uma y val en otros proyectos ya que como sabrán, todos mis libros de la scaloneta están conectados de alguna forma, pero en lo que al libro concierne, hasta acá llega esta historia. voy a extrañar una banda a mis bebés 🥺

LOS AMO UNA BOCHA NI SE IMAGINAN

buenas noches lindos <3

tati 💘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top