barcelona vs. lyon
JUNIO 2024
Habían pasado más o menos cuatro meses desde que Evelyn había firmado el contrato de cinco años con el FC Barcelona. Había tenido todo el año anterior para pensar en la oferta y había terminado decidiendo que dejar el Olympique era una buena idea, que a pesar de ser un muy buen club, el Barça era incluso mejor y como una futbolista de alto rendimiento en el pico de su carrera, necesitaba un entrenamiento específico para seguir mejorando.
Había debutado en el Barcelona ese mismo año, 2024, en febrero, y se había convertido en una jugadora valiosa del club con rapidez. No le fue difícil conseguir una titularidad casi permanente y los medios de inmediato empezaron a reconocerla no solo por ser la esposa del Dibu, sino también por su propio mérito.
Ese día, tocaba enfrentarse al Olympique de Lyon.
Evelyn sabía que ese partido se le haría algo raro, ya que estaría jugando contra todas sus ex-compañeras de equipo, solo que, esta vez, en el club que les había ganado en la final de la Champions League 22/23. Estaba bastante relajada, pero era ciertamente extrañon.
Se encontraban ahora en el vestuario del estadio Camp Nou, donde jugarían de local contra el ex-equipo de Evelyn. Ella se estaba aplicando la cinta negra de kinesiología sobre las tibias, mentalizándose para salir a la cancha, sabiendo que Emi estaría en las tribunas.
"Oye, ¿cómo te sientes?" le preguntó Alexia, acercándosele y sentándose a su lado en el banco para ponerse los botines.
Apenas entró al club, Evelyn rápidamente formó una relación estrecha con la misma Alexia Putellas, que resultó ser mucho más que solo una buena jugadora. Los medios de inmediato habían puesto el foco sobre su creciente amistad, empezando recopilaciones de videos de ambas chicas en la cancha y fuera de ésta, siempre pasándola bien juntas a pesar de la diferencia de edad de ocho años.
"Bien, bien, ¿vos?" contestó Evelyn, calma, subiéndose las medias sobre la cinta.
"Yo, bien. ¿Lista para salir a la cancha?" le preguntó, atándose las zapatillas. "Ahora en el túnel las saludamos a tus amigas, ¿vale?"
"Sí, obvio." Asintió Evelyn. "Hace una bocha que no las veo."
"¿Bocha?"
La chica se rió. "Un montón."
"Ah, vale, vale. Pues ahora las vamos a ver." Sonrió Alexia.
Evelyn le correspondió el gesto y terminaron de atarse las zapatillas a la vez. Lluís, el DT, se acercó al equipo y les dio una breve charla, explicándoles bien cómo jugaba el Lyon, a pesar de que Evelyn ya bien lo sabía. Siete en punto salieron a la cancha para empezar a calentar.
El Barça eligió un lado de ésta y empezaron con el precalentamiento, apropiándose de uno de los arcos para practicar tiros libres y remates, con las pecheras de previa puestos sobre los uniformes pre-partido. Cuando las jugadoras del Lyon salieron a la cancha, Evelyn no dudó en escaparse del entrenamiento para saludar a sus amigas.
"Evelyn, ma vie! (¡Evelyn, mi vida!)" la saludó Grace, abrazándola con fuerza. "Comment ça va, bête? (¿Cómo estás, bestia?)"
"Oh, je suis parfaite. Et toi? Elles m'ont manqué. (Ay, estoy perfecta. ¿Y vos? Las extrañé)"
Ada se acercó de una corrida y se zambulló contra la joven, casi noqueándola en un intento de abrazarla. Hacia varios meses que no se veían, desde el año pasado, así que era un cálido reencuentro entre las jugadoras.
"Oh, ma joueuse préféré! (¡Mi jugadora favorita!)" exclamó la rubia, soltando a su amiga y ayudándola a mantenerse en pie. "Comment ça va là-bas, a Barcelone? Vous vous êtes déjà fait des amis? (¿Cómo va por ahí, en Barcelona? ¿Ya hiciste alguna amiga?)"
"Oh, je vais très bien, j'étais immédiatement intégré. (Ay, me está yendo muy bien, me integraron de inmediato)."
"Ne nous remplacez pas, hein. (No vayas a reemplazarnos, eh)," increpó Grace con un dedo en alto.
"Non, jamais, je vous le jure. (No, nunca, se los juro)."
"¡Evelyn, tía! ¡Vente, que Lluís se va a poner a darnos el coñazo*!" gritó Irene desde la distancia, llamándola a Evelyn para que vuelva al calentamiento.
"Qu'a-t-il dit? (¿Qué dijo?)" Ada frunció el ceño.
Evelyn rió. "Je dois y aller, mes amours. (Me tengo que ir, mis amores)."
"Salope. (Forra)," masculló Grace bajo su aliento en broma.
"Traître. (Traidora)," dijo Ada.
"Je les hais. Bye. (Las odio. Chau)."
Se saludaron brevemente y Evelyn volvió al calentamiento con el Barça, ya que el DT efectivamente se iba a poner a romper las pelotas si se daba cuenta que una de sus jugadoras titulares no estaba calentando como el resto del equipo.
Ocho menos cuarto las jugadoras volvieron a los vestuarios para ponerse los uniformes oficiales del club, y ocho menos diez empezó la previa. Los dos equipos se encontraron enfilados en los túneles, Evelyn las volvió a saludar a Grace y Ada y después salieron a la cancha. Empezó el juego.
La encargada del primer saque fue Fridolina, marcando el inicio de aquel partido. Los hinchas de ambos clubes saltaron a sus pies, aclamando la posesión de la pelota y cada pase que era llevado a cabo en la cancha. A fin de cuentas, aquel era un partido entre los clubes número uno y dos del ranking mundial: el primer partido del Lyon contra el Barcelona después de la derrota en la final de la Champions.
Minuto dieciséis, Evelyn recibió la pelota y se la pasó de taquito a Alexia, que encaró hacia el arco a toda velocidad. Regateó a dos centrocampistas del Lyon, seguida a la par por la argentina, que esperaba su ventana para recibir el pase. Entrando al área, Alexia se vio bloqueada por dos defensoras rivales y no le quedó otra que soltar la pelota, la cual la recibió Evelyn con ansias. Esquivó a una de las volantes con un sombrerito de taco que fue aclamado a todo volumen por los espectadores y como no pudo seguir avanzando debido a las muchas jugadoras dentro del área, Evelyn se arriesgó y pateó el remate desde afuera del área.
Fue gol.
Los hinchas del Barcelona saltaron a sus pies y se hizo un escándalo ensordecedor en el estadio. Evelyn no se movió de su lugar: se giró hacia las tribunas con los brazos alzados, dejando que la aclamen, jadeando debido a la corrida. Alexia llegó de atrás suyo y saltó a sus hombros, colgándose a cococho, festejándole el gol.
"¡Eso, cabrona!" le gritó la mayor mientras el resto del equipo se acercaba a ella para abrazarla.
Evelyn se giró hacia una de las cámaras, la miró fijo y le sopló un beso entre el barullo, orgullosa de sí misma por haber metido el primer gol del partido. Incluso Grace se le acercó después y le palmeó la espalda, indignada, pero festejándole el gran gol.
El juego recomenzó, con un nuevo ánimo implacable por parte de las jugadoras del Barcelona, que iban a todo para poder arrebatarle la pelota a sus rivales. Las jugadoras del Lyon no se pusieron nerviosas porque todavía tenían tiempo para remontar aquello, pero acorde los minutos pasaban, más se apuraban por meter un gol.
El segundo tanto llegó en el minuto dos de cuatro de la prórroga. Las jugadoras del Lyon fueron cobradas una mano accidental, la cual llevó a un penal. Inicialmente, la idea era que éste fuera llevado a cabo por Fridolina, pero la chica se lo cedió a Evelyn. Y ella iba a patear, pero cuando llegó a la pelota, la tocó en vez hacia el costado y dejó que Alexia anote el gol, finalizando el primer tiempo en un sólido 2-0.
Las jugadoras bajaron al vestuario entre cantos de emoción. No se aseguraban una victoria todavía, pero se veían más cerca de ésta y a pesar de que no querían confiarse, no podían evitar sentirse orgullosas.
"Buen juego, tía," felicitó Mapi a Evelyn, palmeándole el hombro. "Gran chumbazo te has pegado, eh."
Evelyn le chocó los cinco y elongaron un poco en el vestuario mientras Lluís les hablaba, a pesar de que no había mucho para corregir. Estaban jugando bien y limpio, haciéndole honor al primer lugar que ocupaba el Barcelona en el ranking mundial de clubes femeninos.
Descansaron, tomaron agua y volvieron a salir a la cancha a las nueve para retomar con el segundo tiempo. Evelyn entró nuevamente en su posición como delantera, portando el dorsal número diez del equipo.
Al Barcelona se les presentó una nueva oportunidad en el minuto sesenta y ocho, cuando lograron conformar un conjunto de pases que las acercó peligrosamente al área rival. Evelyn siguió la trayectoria de la pelota a toda velocidad, escuchándola a Ada gritar cosas a toda costa, buscando redireccionar a su equipo para evitar el gol. El año pasado, ella hubiera sido la jugadora recibiendo los gritos.
Fridolina, a cargo de la pelota, se abrió hasta un ángulo demasiado abierto del arco que le impedía patear, pero estaba lo suficientemente cerca como para hacerle un pase al área a Evelyn. Ella corrió hacia el arco y se dispuso a patear, pero viéndola a la arquera acercarse, no le quedó otra que picar la pelota. Se llevó puesta a la portera del rival y aterrizó en su pecho sobre el piso detrás de ella, y cuando vio como la pelota daba contra la red, se paró de inmediato y corrió por el borde de la cancha para que la aclamaran.
Sonreía a las tribunas, encantada con su segundo gol del partido, pero de repente, se le fue el aire.
Había sido el golpe al pecho lo que la había dejado sin aliento, solo que la adrenalina y rapidez del momento habían hecho que el efecto le llegue tardíamente. Creyó que era algo leve así que atinó a seguir corriendo, pero se le debilitaron las rodillas ante la falta de aire y cayó al suelo, sosteniéndose el abdomen. Alexia y Grace corrieron hasta ella a toda velocidad, preocupadas.
"Niña, ¿estás bien?" le preguntó la primera, sosteniéndole la espalda mientras ella buscaba recuperar el aliento.
"Sí, sí, se me fue el aire nomás," dijo entre jadeos agitados, sintiendo un leve mareo debido a la hiperventilación.
"¡Eh, llamen a los doctores! ¡Venga!" gritó Alexia, haciéndole señas al árbitro para que llamara a los paramédicos.
"Dépêchez-vous! (¡Apúrense!)" gritó Grace.
"No, no, estoy bien. Ahora se me pasa," resolló Evelyn con la cabeza gacha. "Mierda."
"No, tía, te has pegado un golpazo. Deja que te atiendan, igual ya has jugado suficiente."
Evelyn quiso quejarse, pero no tenía el aire suficiente como para seguir hablando. Se recostó boca arriba en el piso y cerró los ojos, con el pecho inflándosele y desinflándosele superficialmente en una busca del aire que le faltaba. Dos doctoras con cajas de primeros auxilios corrieron hasta ella.
"Evelyn, mírame," le dijo una mujer, sosteniéndole el rostro. "Venga, respira con tranquilidad. Tose un poco."
Evelyn hizo caso y tosió como pudo. La otra doctora sacó de la caja de primeros auxilios una mascarilla de oxígeno y se la posicionó sobre la nariz y boca. El pequeño artefacto empezó a liberar oxígeno artificial dentro de su sistema, ayudándola a recuperarse paulatinamente.
"¿Te sientes mareada o desorientada?" le preguntaron.
Evelyn negó con la cabeza y por fin logró calmar su respiración. Sostuvo la mascarilla contra su rostro por algunos segundos hasta que finalmente pudo respirar en paz, por lo que se la removió y miró a la doctora.
"Fue un golpe nomás. Estoy bien."
La mujer le toqueteó un poco el abdomen. "¿Sientes algo de dolor?"
"No, no," aseguró ella.
Le dieron el alta unos segundos después, y a pesar de que Evelyn trató de convencer a todos de que estaba apta para jugar, Lluís la sacó de la cancha, reemplazándola por Asisat, una de las delanteras suplentes. La jugadora número diez se dejó caer sobre la banca, deslizándose dentro de la pechera amarilla, y respiró con profundidad. A decir verdad, el golpe sí la había dejado medio embobada.
"¿Te sientes bien?" le preguntó Mapi, que estaba de suplente ese día.
"Sí, se me fue el aire nomás."
"Bueno, venga. No me pongas esa cara que te has hecho un partidazo."
Y sí, efectivamente, Evelyn se había hecho un partidazo. Gracias a sus dos goles, uno de Alexia y uno de Asisat, el partido finalizó con Barcelona nuevamente a la delantera, 4-0. Evelyn no se levantó de la banca para festejar, aunque igualmente sonrió, feliz. Sabía que las cámaras la estaban enfocando y Alexia y Fridolina no tardaron en correr hacia ella para alzarla y llevarla al centro de la cancha para festejar el triunfo.
Salieron del estadio a las diez. Para ese momento, ya había oscurecido por completo, y Evelyn se encontró con Emi, que llevaba puesta la remera del Barça de dorsal diez, con el nombre 'Scaloni' en la espalda. Él se acercó a ella y la alzó en sus brazos, besándole la cara a modo de felicitación.
"Jugaste muy bien, vida mía," le dijo. "Me pegaste tremendo susto. Caíste re mal, pensé que te habías hecho mierda."
"Sí, casi me desmayo," confesó ella. "Pero no me pasó nada, te juro. Quedate tranquilo."
"Bueno, me quedo tranquilo," asintió él, bajándola al piso.
La miró a los ojos y la besó, un poco demasiado fuerte, considerando que estaban rodeados de personas. Pero a él no le importó, ya que se la chapó con fuerza, presionándola contra su cuerpo para darle un indicio de todo lo que le haría a modo de felicitación por la victoria cuando llegaran a casa.
"¡Eh, conseguid un cuarto, tortolitos!" la escucharon a Mapi, y se cagaron de risa.
a/n –
* dar el coñazo: fastidiar o molestar mucho.
ya sé que les aburre leer de los partidos de evelyn pero bueno jódanse
ah y aclaración: me aburrí de escribir sexo pero no voy a dejar de hacerlo !! solo que me cuesta muchísimo porque conllevan muchos detalles, así que tardo más en escribir esos capítulos, pero no voy a dejar de hacerlo porque se que a ustedes les encantan
buenas noches !!
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