advertencia: +18.

Las manos de Evelyn temblaban; batallaba con el llavero, intentando encontrar la llave correcta para poder entrar a la casa. No ayudaba en nada que Emi la estuviera abrazando por detrás, besándole el cuello – eran besos suaves, solo labios, que generalmente no indicarían a nada sexual, pero Evelyn sabía que apenas abriera la puerta, él la cogería como nunca.

Logró insertar la llave en la cerradura y la giró, y en efecto, apenas Evelyn entreabrió un poco la puerta, Emi casi la atropella en un intento de adentrarla a la casa. Cerró de una patada y los dejó sumidos en la oscuridad, pero a ella no le importó porque igual tenía los ojos cerrados.

"Dios, ya era hora," gruñó Emi bajo su aliento, estampándola a Eve contra la pared para comerle la boca desesperadamente.

Ambos dejaron escapar exhalaciones de alivio apenas sintieron sus lenguas enredándose, el cuerpo del arquero presionándola con fuerza contra la pared, dándole a entender que él estaba tan desesperado como ella por sentirla. Deslizó sus manos a través de la espalda de la chica hasta llegar a su culo, el cual apretó con fuerza por un momento antes de alzarla. Evelyn de inmediato rodeó las caderas de Emi con sus piernas y dejó que él la llevara – no sabía a dónde, pero a este punto, podría habérsela cogido en el piso y a ella le habría encantado de todas formas.

No era un contacto descomunal. Emi ya la había besado así antes, con aquella desesperación que se asemejaba a violencia, pero ahora se sentía incluso más crudo porque tenían las emociones a flor del piel, ambos con el sabor de aquellas dos palabras fresco en sus bocas. Cada beso, cada movimiento, cada roce de sus pieles era un te amo más.

Con los ojos cerrados y en la oscuridad de la casa, Evelyn no estuvo segura de cómo fue que Emi logró llevarla hasta el sillón sin tropezarse, pero no se quejó. El arquero se dejó caer sobre el colchón y la guió para que ella tomara asiento sobre su regazo, con las rodillas a cada lado de sus caderas. Él no dudó en sacarle la remera sin perder un segundo y se deleitó ante el hecho de que ella no traía puesto corpiño.

Emi se alejó del beso solo por un segundo para admirarle el pecho desnudo – y con eso, el nuevo tatuaje. Se sorprendió, Evelyn jamás se había tatuado. Justo entre las tetas, una inscripción vertical: 18.12.22. Claro, todo indicaba a que aquello se debía al mundial ganado, pero Emi no podía evitar ser egocéntrico y creer que era en honor a la fecha que se habían puesto de novios por primera vez.

Negó con la cabeza con una sonrisa y volvió a inclinarse hacia ella para comerle la boca, sin más preámbulos. Ella se dejó y se removió un poco sobre su regazo hasta que sintió entre sus piernas el gran bulto en el frente de los pantalones de Emi, por lo que ahogó un grito y se separó del beso.

Ocho meses desde la última vez que lo había sentido.

Se había olvidado de lo grande que la tenía.

Abrió los ojos, rápidamente acostumbrándose a la oscuridad y distinguiendo las facciones de Emi.

Él la miró con una sonrisa engreída. "No te sorprendas tanto, eh."

"Dios, Emi," le dijo ella en un suspiro, con los labios rojos e hinchados, el pelo alborotado y la respiración agitada.

"Y es todo tuyo, mi vida."

Hace tanto no la llamaba así.

Evelyn se lamió los labios y bajó la mirada al pecho del chico. Las prendas de ambos todavía estaban húmedas debido a la lluvia, pero ella igualmente no dudó en sacarle la campera con rapidez. Se deleitó ante la vista, ya que la remera mojada se le ceñía al cuerpo y marcaba cada uno de sus músculos con definición. Se le hizo agua la boca tan solo verlo, a lo que él volvió a sonreír con picardía.

"¿Terminaste de babear?" le preguntó.

"No, dame un segundo."

Emi se rió mientras Evelyn le observaba el abdomen con detención por un momento más. Con una lentitud tortuosa, deslizó las dos manos por debajo de su remera y sintió la piel suave y caliente del arquero bajo las yemas de sus dedos. Él soltó una exhalación y se removió bajo ella, buscando sentirla un poco más.

"Qué fácil que sos," dijo Eve con una sonrisa, considerando el hecho de que él ya se había desesperado y ella tan solo le había tocado el abdomen.

Emi la miró con las pupilas completamente dilatadas, los ojos oscuros y hambrientos y Evelyn tuvo que tragar saliva cuando él se irguió lo suficiente como para sacarse la remera. Mantuvo el contacto visual con ella durante todo el proceso, dejando su abdomen al descubierto, y ella se mordió el labio inferior.

"¿Todo eso es mío?" le preguntó, solo para escuchar la respuesta positiva.

"Todo," contestó él sin dudarlo un segundo. "Haceme lo que quieras."

Evelyn asintió y rodó un poco sus caderas sobre la erección de Emi, mirándolo a los ojos. Él separó los labios y respiró con lentitud, bajando la vista para admirarle los labios y después el pecho desnudo – y después el tatuaje. No se iba a acostumbrar, conocía tan bien el cuerpo de Evelyn que ver algo distinto le llamaba mucho la atención.

Ella se movió un poco, sonriendo. "¿Lo que quiera?"

Emi la miró a los ojos y asintió decididamente. "Lo que quieras, Evelyn."

Su sonrisa se llenó de malicia y acercó las manos a los jeans de Emi para deshacerle el cinturón. Él bajó la vista, observándola mientras lo hacía, pero ella mantuvo los ojos clavados en él. Deslizó el cinturón fuera de la pretina y lo alzó para que él lo viera.

"Como Grecia todo de nuevo, ¿no?" le dijo, haciendo referencia a la vez que ella lo había atado por primera vez.

La expresión de Emi cambió de inmediato. Inclinó la cabeza, viéndose rápidamente indignado ya que lo único que había querido hacer los últimos ocho meses había sido tocarla. Pero entonces, se le ocurrió una idea.

Sonrió, pícaro.

"Sí," le dio la razón, apoyándole una mano en la cintura con suavidad y acercándose hacia ella. "Pero esta vez, me toca a mí."

La sonrisa desapareció del rostro de Evelyn a velocidad récord, pero no tuvo tiempo de reaccionar, ya que Emi ya le estaba arrebatando el cinturón de las manos. Lo sostuvo y usó su mano libre para agarrar ambas de sus muñecas con fuerza, observándola con una sonrisa satisfecha mientras la ataba.

Evelyn lo observó con la mandíbula caída del shock, incrédula ante el hecho de que él en serio la estaba atando.

"Te voy a matar," le dijo, negando con la cabeza.

"Te quiero ver intentar, enana." Se rió él, sosteniéndola para evitar que forcejee. "Arrodillate, linda."

Evelyn se lamió los labios y decidió jugar sus propias cartas. "No."

"¿No?"

"No."

Emi la miró fijo y después sonrió, apoyando una mano en el costado del cuello de la chica y rodeándole la garganta con los dedos. Evelyn dejó escapar un grito ahogado cuando él empezó a apretar, causándole un leve mareo que la obligó a apretar las piernas la una contra la otra, ya que él bien sabía que eso la ponía muchísimo.

"Te dije que te arrodilles," repitió Emi, usando su agarre en el cuello de la chica para llevarla hasta el piso.

Evelyn respiró con dificultad, pero finalmente hizo caso y se arrodilló entre las piernas abiertas de Emi. Él la observó satisfecho y la soltó para proceder a deshacerse el botón de los jeans, bajándoselos hasta los tobillos para liberar su dolorosa erección. Evelyn bajó la vista y recorrió su miembro con los ojos, con los labios separados, deseosa. Y a él le encantó la vista: ella, atadita solo para él, lista para satisfacerlo.

"Abrí la boca." Emi la guió y ella hizo caso, abriendo la boca para tomar su pija dentro de ésta.

Ante el contacto, él dejó escapar una exhalación y dejó que ella tomara el control. Evelyn movió la cabeza de arriba a abajo, llenándole la glande de saliva. El living oscuro se llenó del sonido de los lametazos de Evelyn y la respiración agitada de Emi, que estiró los brazos a lo largo del respaldo del sillón y se dejó llevar por las sensaciones. La observó, viendo con deleite como su miembro se deslizaba dentro y fuera de la boca de la chica, brillando bajo una capa de saliva.

"Muy bien, bebé," alabó Emi cual elogio a una niña, usando una mano para juntarle el pelo en una colita improvisada.

Usó el agarre para guiar los movimientos de su cabeza, después empujándola con fuerza hacia abajo para que la punta de su pija toque la parte de atrás de su garganta. La sostuvo unos segundos ahí, la nariz de Evelyn pegada contra su pelvis, y se deleitó ante el sonido de ella ahogándose alrededor de su miembro.

"Qué bien que te portas, Evelyn," le dijo mientras Evelyn forcejeaba contra el cinturón ante la incómoda sensación de ahogarse.

La soltó con un gruñido de placer y ella se separó por un segundo para tomar aire, con un fino hilo de saliva conectando sus labios a la punta del falo de Emi. Respiró y volvió a sumergirse con rapidez, mirándolo a los ojos, moviendo la cabeza de arriba a abajo y dándole especial atención a su glande, siendo la parte más sensible. Emi se deshizo en gemidos guturales y respiraciones agitadas, echando la cabeza hacia atrás ante la sensación de placer, sintiendo como su orgasmo empezaba a construirse en su zona lumbar.

"Seguí así, mami, muy bien," susurró con la voz ronca, pasándole una mano por el pelo a la chica con suavidad.

Las palabras lograron alentarla y ella misma lo tomó completo dentro de su boca, concentrándose en respirar por su nariz y tarareando mientras lo sentía curvándose por su garganta. Emi exhaló con pesar y se inclinó hacia adelante, sosteniéndola del pelo con una mano y apoyando la otra debajo de su mandíbula para sentirse a sí mismo en su garganta.

Evelyn no pudo evitar soltar un gemido con él todavía dentro de su boca y Emi supo que se iba a venir, por lo que se deslizó fuera de ella con rapidez y la agarró de la cintura para ayudarla a pararse. El arquero se inclinó hacia adelante, todavía sentado en el sillón, y mantuvo el contacto visual con ella cuando apoyó las manos contra su espalda y la acercó hacia él para tomar uno de sus pezones entre sus labios. Evelyn dejó escapar un pequeño gemido y Emi se encargó de succionar, complaciéndola levemente.

Evelyn se moría de ganas de agarrarle el pelo, forcejeó contra el cinturón pero era inútil, por lo que él sonrió con su pezón todavía entre los labios. Se alejó de su pecho con una risa engreída y le puso las manos en la cinturilla del jogging, bajándoselo junto con la tanga hasta los tobillos para exponerla por completo. Se tomó su tiempo analizándola, considerando que no lo hacía hace tanto tiempo. Después, miró hacia arriba y le sonrió, atrayéndola hacia sí para que se siente a horcajadas sobre su regazo, con sus pieles una contra la otra.

Mientras se posicionaba en su entrada, Emi se inclinó hacia ella y le chupó con suavidad el lóbulo de la oreja. A Evelyn se le erizó la piel y un escalofrío le recorrió la espalda.

"Elegí vos la velocidad," le dijo, otorgándole el control, a pesar de que ella todavía estaba atada.

Ella sonrió para sí y se sentó, sintiendo la pija de Emi dentro suyo de una vez, con facilidad gracias a su lubricación acumulada entre sus labios vaginales. Soltó un gemido abierto, hace tanto que no lo sentía así que casi se había olvidado de la sensación. Emi la miró con una sonrisa satisfecha mientras ella se daba un segundo para ajustarse al gran tamaño, apretando los puños con fuerza detrás de su espalda.

"¿Elijo yo?" repitió ella con una sonrisa, abriendo los ojos perezosamente, con la respiración agitada.

"Mhm." Asintió Emi con una sonrisa, reclinándose en el sillón para observarla mientras ella lo usaba para su propio deleite. 

La agarró de la cintura y ella empezó a remover las caderas con lentitud, complaciéndolos a ambos con el movimiento. Evelyn cerró los ojos y echó la cabeza para atrás, y Emi se le quedó mirando fijo, hambriento.

"Sos hermosa, gritando solo para mí," le dijo, hipnotizado. "Así atada... la puta madre, me re ponés, Evelyn."

Ella soltó una respuesta positiva, medio tarareo medio gemido, y empezó a rebotar sobre el regazo de Emi. El living se llenó del sonido constante de sus pieles chocando violentamente, las tetas de Evelyn rebotaban con cada brinco y Emi no tardó en empezar a soltar gruñidos de placer.

Le apretó las caderas con fuerza tal para marcarle la piel mientras ella saltaba, gritando ante la sensación del falo de Emi estimulando su punto G. Eligió una velocidad rápida, seca y violenta, le quemaban los muslos por el esfuerzo pero el placer la cegaba; apenas había empezado pero ya estaba gritando a más no poder.

Emi acercó una mano a su culo y la atizó sin medir su fuerza, a lo que ella pegó un grito. Él sonrió satisfecho y volvió a pegarle, buscando dejarla marcada.

"Dios, Emi, me vas a hacer venir," gimió ella sin vergüenza, sintiendo el ardor sobre su piel en el lugar de impacto.

"Ya sé," le contestó él sin arrepentimientos.

La agarró de las caderas y la mantuvo quieta para poder embestirla desde abajo con fuerza. Evelyn soltaba gemidos entrecortados mientras Emi la cogía sin cortesía, tan rápido y tan fuerte que ella empezó a temblar.

"¡Por Dios!" gritó. "Ahí, ahí."

"¿Ahí?" repitió él, sonriendo y ocupándose de estimular el mismo punto con más fuerza y velocidad.

"¡Sí, Dios!"

"Dios no, Evelyn. Gemí mi nombre."

Ella solo pudo asentir. Le zumbaban los oídos y los ojos se le cerraban solos. Emi siguió embistiéndola por algunos segundos hasta que ella finalmente se corrió, su descarga chorreando alrededor de la pija del arquero. Él mantuvo el ritmo de las estocadas por un momento, ayudándola a sobrellevar su orgasmo, pero cuando el placer fue demasiado, él no tuvo más opción que salir de su interior. La recostó en el sillón, todavía jadeando, y se suspendió por sobre ella, rodeando su pija con una mano y pajeándose con rapidez.

Evelyn abrió la boca al tiempo que él se vino y ella no dudó en recibir su semen sobre su lengua, esperando a que finalmente acabe para poder tragarse su descarga. Emi gimió y después se dejó caer sobre ella, ambos completamente transpirados y jadeando. Los recorrió un flashback de hace ocho meses, de estar acostados en un sillón, en aquella misma posición, con lágrimas en los ojos.

Por fin tenían mejores recuerdos.

Emi se levantó por un momento, lo suficiente como para desatarla, tirar el cinturón por ahí y volver a recostarse. Evelyn se frotó las muñecas adoloridas y después aprovechó para limpiarse los labios con el dorso de la mano, todavía saboreando la descarga de Emi en su lengua. Lo abrazó y suspiró.

"Te extrañé, hijo de puta," dijo en un susurro, agotada, y a Emi se le derritió el corazón porque ella no solía demostrar su amor hacia él de tal manera.

Amor.

Porque ella lo amaba.

Y él la amaba a ella.

Y ahora planeaban pasar el resto de sus vidas juntos.

"Casate conmigo," le pidió él, no queriendo pasar otro minuto sin poder llamarla su esposa.

Evelyn se quedó en silencio, logrando acallar su respiración agitada. Apoyó una mano sobre el pelo de Emi y lo mimó con cariño.

"Siempre quise adoptar hijos," le contestó ella.

Emi alzó la mirada en un shock de emoción, la cual manifestó como pura felicidad. Sonrió ampliamente. Ya no eran pequeños pasitos, estaban dando zancadas hacia su felicidad y eso le aceleraba el corazón.

"¿Sí?"

"Sí," le dijo ella, pensativa. "Pero no un bebé. Un nene, ¿viste? A ellos nunca los adoptan porque todos quieren a los chiquitos, pero a mí los más grandes me parecen hermosos."

Emi asintió. "A mí vos me parecés hermosa."

Evelyn sonrió y se inclinó hacia él, besándolo con calma, sintiendo como Emi suspiraba del alivio al sentirla nuevamente. Se alejaron y se miraron a los ojos. Los de ella brillaban.

"Te amo," le dijo la chica.

Dios. Qué bien que se sentía poder decirlo sin que le pese.

"Te amo más," le contestó él.

Se observaron el uno al otro por un segundo.

"Entonces, ¿nos casamos y adoptamos?" preguntó Emi, temblando de la emoción y con los ojos iluminados de la felicidad.

Evelyn sonrió. "Mañana. Ahora tengo sueño."

a/n –
AAA YA PUEDO MORIR EN PAZ

listo chicos, evelyn y emi están juntos oficialmente y no se van a separar más

decidí hacer lo siguiente (díganme si están de acuerdo!!):

voy a escribir un capítulo más que va a ser el epílogo y después voy a subir algunos capítulos extras con la vida de emi y evelyn después de todo esto, pero no va a hacer algo continuo y más bien va a haber saltos de tiempo para mostrar sucesos y situaciones puntuales en sus vidas

les va?

no se olviden de votar!! los amo

edit: CHICOSS! acabo de publicar una nueva historia 'fuck' (de lean paredes y paulo dybala)! la pueden encontrar en mi perfil <3