46

advertencia: +18.














"¿No te gustan los aviones?" le preguntó Emi a Evelyn, girando la cabeza para mirarla.

La chica se encontraba reclinada en su asiento, con los ojos cerrados y el ceño firmemente fruncido. Sostenía los apoyabrazos a cada lado de su cuerpo con fuerza, como si temiera caerse, y Emi de inmediato fichó esa actitud como una reacción al miedo.

Él se había ocupado de comprar pasajes en Primera Clase, lo cual facilitaba muchísimas comodidades, pero Evelyn igualmente se sentía incómoda e insegura. Había dejado que su novio se siente del lado de la ventana porque su miedo a las alturas no le permitía ni darse vuelta, entonces ahora se estaba limitando a lograr sobrevivir al despegue de aquel viaje de trece horas antes de tratar de quedarse dormida para que todo pasara más rápido.

"No, la verdad que no," confesó ella mientras el avión se despegaba del piso con una fuerte sacudida. "La concha de la lora."

Emi se rió. Pensó en formas de distraerla, por lo que sacó de su mochila un paquete grande de Skittles que había comprado para compartir con ella en aquel largo viaje hasta París. De allí, se embarcarían en un vuelo de seis horas más directo hasta Mykonos, donde los esperaba una buena cama y un merecido baño.

Emi esperaba con ansias la cama, no solo porque quería dormir.

"¿Querés caramelos?" le preguntó a la chica, mostrándole la bolsa de Skittles.

Evelyn lo miró de reojo – a eso no podía resistirse. "Uno nomás."

Emi sonrió y abrió la bolsa, sacando dos de las pequeñas pastillas dulces. Se comió la verde y le ofreció a Evelyn la violeta; ella la recibió felizmente, pero igual, no se movió de su posición mientras el avión se seguía elevando.

El corazón le latía fuertemente en el pecho. Para ser una persona que viajaba en avión casi constantemente, yendo y viniendo entre Argentina y Europa, jamás se había adaptado apropiadamente a aquello, por lo que siempre que se embarcaba en algún vuelo, su cerebro la traicionaba al formular una imagen del accidente aéreo más sangriento y espantoso posible. Ahora, estaba tratando de no imaginarse todas las razones por las que el avión podía caerse.

Pasaron algunos minutos en silencio, comiendo caramelos. El piloto anunció por los altavoces que habían llegado a los diez mil metros de altura, por lo que el avión se estabilizó y aquello le proporcionó cierta calma a la chica, pero aún no soltaba los apoyabrazos.

"¿Como vamos?" le preguntó Emi, metiéndose en la boca un puñado de Skittles antes de volver a guardar la bolsa en su mochila.

"Maso," contestó ella, tragando saliva para destapar sus oídos.

El hombre de inmediato se puso a pensar en alguna otra manera de distraerla. Le conversó durante un rato, aunque ella contestaba solamente en monosílabos ajetreados, hasta que emi se acordó de algo que le habían enseñado sus amigos ingleses hace tiempo, durante su estadía en Inglaterra.

"¿Sabés qué es el Mile High Club?" le preguntó, plegándole un mechón de pelo detrás de la oreja para descubrirle el rostro.

Ella abrió los ojos y lo miró con el ceño fruncido. "No, ¿qué es?"

"Un club para todas las personas que tienen relaciones sexuales estando en un avión, una milla sobre tierra." Sonrió él pícaramente.

La chica lo miró, extrañada. No le cayó la cuenta de inmediato, no entendía por qué él le contaba eso, pero no tardó mucho en percatarse de la sugerencia. Alzó las cejas, tan sorprendida como confundida.

"¿Vos me estás proponiendo que cojamos en un avión?" le preguntó ella, en shock.

"No, boluda, no," le contestó él como si lo que estuviera diciendo fuera una estupidez. "Solo propongo que te quedes bien calladita."

Evelyn frunció el entrecejo. Emi la miró con una sonrisa y se extendió por sobre ella para cerrar la puerta corrediza del pequeño cubículo en el que estaban sentados, así aislándolos del resto de los pasajeros. La chica siguió sus movimientos con la mirada, preguntándose si él realmente se atrevería a hacer lo que ella creía que él iba hacer.

Emi se inclinó hacia ella y la agarró del cachete para atraerla hacia sí, aprovechando la proximidad para así poder enlazar sus labios con los suyos. Evelyn suspiró, algo aliviada ante el tacto, pero Emi la agarró desprevenida cuando le metió la lengua en la boca, obligándola a separar los labios.

Evelyn se distrajo por un segundo. Emi sabía a caramelos y ella se ocupo de recorrerle la boca entero, pero pronto se percató de cómo se estaba calentando la situación.

"Pará, ¿es en serio?" le preguntó ella tras un pequeño jadeo, mientras Emi le apoyaba la mano en la cintura y apretaba suavemente.

Él asintió con la cabeza y trazó la figura de los labios de Evelyn con su lengua, haciendo que la chica inevitablemente deje escapar un pequeño gemido entre el beso. Apretó las piernas una contra la otra, sintiéndose a sí misma empezando a excitarse ante el contacto entre sus bocas. Sin embargo, cuando su respiración empezó a agitarse, Emi se alejó. Evelyn trató de volver a besarlo, pero él negó con la cabeza y se llevó un dedo a los labios para indicarle que se quedara callada. Lentamente, deslizó su mano a lo largo del interior del muslo de la chica y Evelyn de inmediato apretó las piernas una contra la otra, mirándolo sorprendida.

"¿Qué hacés?" susurró; había creído que con 'relaciones sexuales' se refería a besarse un rato, no a relaciones sexuales.

"Te distraigo," le dijo él, como si fuera obvio.

"Nos van a escuchar, Emi."

"Por eso te tenés que quedar callada," arremetió el hombre. "A no ser que quieras que nos escuchen."

"¡Emi!"

"¿Amor?" contestó él con una sonrisa engreída mientras deslizaba la mano dentro de los joggings de Evelyn y palpaba su ropa interior suavemente.

"¡No hagas eso!" le susurró ella. "Posta, alguien va a venir."

"No seas cagona," le dijo él.

"No soy cagona, pero– mierda," soltó en un susurro cuando Emi la calló al presionar su pulgar contra su clitoris.

"Quedate callada, Evelyn, o voy a parar."

El beso la había prendido lo suficiente, por lo que, apenas Emi la tocó sin ropa de por medio, pudo de inmediato sentir su lubricación mojándole los dedos. Se deleitó ante la sensación, sabiendo que Evelyn, a pesar de que intentaba frenarlo, quería que él siga.

"Emi, es muy arriesgado," le dijo ella, su voz suave mientras su respiración comenzaba a agitarse notablemente, su pecho inflándose y desinflándose por cada vez que inhalaba y exhalaba.

"Mejor," le dijo él. "¿Qué? ¿Querés que pare?"

A ese punto, Evelyn ya no se podía contener.

"No," le dijo. "No pares."

"Entonces callate," le ordenó él.

Evelyn se desesperó tanto y tan rápido por ser tocada que asintió frenéticamente, abriendo los ojos para mirarlo. Emi le correspondió la mirada y se acercó a ella, hundiendo su cara en su cuello para besarla suavemente mientras empezaba a masajear su intimidad, sintiendo como Evelyn se excitaba cada vez más.

"La puta madre..." susurró ella mientras su respiración empezaba a agitarse.

"Evelyn," advirtió él.

Ella le contestó con una tanda de respiraciones irregulares, pero estaba haciendo demasiado ruido, por lo que Emi no tuvo más opción que apoyarle la mano libre sobre la boca para callarla. Evelyn abrió los ojos y lo miró fijamente, y él disfrutó un poco demasiado el hecho de que su mano, amplia como era, cubría la mandíbula de la chica casi por completo.

"Te dije que te calles," le dijo él al ver algo suplicante en su rostro.

Evelyn volvió a asentir en un frenesí, completamente sumisa para él. Emi trazó círculos alrededor de su intimidad, tanteando las aguas, complaciéndola de a poquito, y ella parecía haberse olvidado por completo del terror que le tenía a los aviones. Él planeaba dejarle un recuerdo para que ella reviva la próxima vez que sintiera miedo en un avión.

Apretó su mano con fuerza sobre la boca de Evelyn y ella dejó escapar un gemido ahogado cuando él acelero el movimiento de sus dedos. Emi la miró fijamente, de cerca, disfrutando la manera en que los ojos de Evelyn se cruzaban ante la sensación del placer y el riesgo. La cabina se encontraba en silencio, lo único que lo interrumpía era el creciente sonido de la lubricación de la chica con cada movimiento y aquello lograba hacer que una erección lentamente comience a hacerse presente en los pantalones de Emi.

Lentamente, después de estimular su clitoris durante unos segundos, Emi deslizó un dedo dentro de ella y Evelyn apretó las piernas con fuerza, ahogada por el placer. Dejó escapar un gemido contra la palma de su novio y como consecuencia, él presionó su mano con más fuerza.

"Evelyn," le advirtió, "no me estás haciendo caso."

Ella respiró con fuerza, no quería que él pare, pero estaba tan sensible que no podía contener los sonidos que se escapaban de sus labios.

"Y abrí las piernas antes de que me enoje."

Para no causarse más problemas a sí misma, separó las rodillas, otorgándole a su novio todo el acceso posible a su intimidad. Emi la miró satisfecho mientras introducía un segundo dedo, excitado al verla tan sumisa. Deslizó sus dedos dentro y fuera y escuchó el sonido de la lubricación de Eve acompañando el movimiento. Ella lentamente se deshizo ante el contacto.

"Qué bien que te ves, así calladita, apretando las piernas como una desesperada..." susurró Emi para que solo ella pudiera escucharlo, sin poder contenerse de morderle el lóbulo de la oreja.

Se deleitó al sentir como la piel de Evelyn se erizaba a velocidad récord. El calor que la abrazaba la estaba haciendo transpirar y sentía su orgasmo construyéndose en su espalda baja, con aún más velocidad cuando Emi introdujo un tercer dedo.

Evelyn agarró la muñeca de la mano que le tapaba la boca, desesperada por poder gemir abiertamente, aunque sabía que no podía. Respiraba tan pesadamente que le dio miedo desmayarse, y el placer que la recorría mientras Emi estimulaba su punto G era insondable.

"Calladita, calladita," le recordó Emi cuando ella hizo ademán de volver a dejar escapar algún sonido.

Emi hizo hincapié en que mantuviera su silencio al aplicar más presión sobre su boca con su mano, al punto que casi la lastimaba, pero el dolor solo incrementaba la adrenalina que la recorría, haciendo de aquello una experiencia incluso más memorable. Con los ojos cerrados y el ceño firmemente fruncido, Evelyn arqueó la espalda, frenética, mientras Emi deslizaba sus tres dedos dentro y fuera, con facilidad gracias a su lubricación.

Emi casi se viene cuando Evelyn acabó; los muslos le temblaban y tenía la espalda arqueada, y la expresión de puro placer en su rostro fue suficiente para que a él la diera un cosquilleo en el estómago. La siguió estimulando por algunos segundos, ayudándola a sobrellevar el orgasmo, hasta que ella no pudo más y se apartó de su mano, demasiado sensible. Emi esperó a que la respiración de Eve se hubiera calmado un poco para sacarle la mano de la boca.

"Dios mío," susurró Evelyn.

"Qué miedo los aviones, ¿no?" dijo Emi, chupándose los dedos uno por uno y acomodándose los pantalones, que le apretaban.

"Terrible," contestó Evelyn, buscando regularizar su respiración.

Cuando finalmente lo logró, se acomodó el pelo y se secó el sudor del cuello con la manga de su buzo.

"Voy a ir al baño," le dijo a Emi, inclinándose hacia él para plantarle un suave beso en los labios, todavía jadeando agitada.

Él asintió. "Bueno."

Evelyn se desabrochó el cinturón y abrió la puerta corrediza. Cuando se paró, por poco no se cae, ya que sus piernas se encontraban todavía demasiado débiles, y salió del cubículo con la impresión de que todos sabían lo que había pasado ahí dentro. Lo escuchó a Emi reírse detrás de ella, satisfecho con su trabajo, y frenética, corrió hasta el baño para esconderse, tornándose roja de la vergüenza por lo que acababa de pasar.














a/n –
listo chicos, estaba con poca inspiración para las escenas de sexo pero me acordé de mis tiempos en los que escribía fanfiction de one direction, así que se vienen capítulos re intensos.

also, ya sé que todos me andan pidiendo emi sumiso y les juro que se viene (spoiler: emi atado...?).

gracias por los 100k, gracias específicamente a faithinmessi y a ravenclswift que me ayudan con todo (vayan a leer sus historias que están para mandar a imprimir), las quiero

buenas noches bebis <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top