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El doce de febrero, a las nueve de la noche, las jugadoras del Olympique Lyonnais ya se estaban subiendo al avión para viajar a Países Bajos, donde tendría lugar la final de la Champions League. Evelyn se había despedido de sus amigos en el aeropuerto de Alemania y ellos le habían asegurado que para el trece a la noche ya estarían con ella, por lo que Evelyn había viajado feliz. Las jugadoras llegaron al hotel a eso de las tres de la mañana y fueron mandadas directamente a dormir para estar listas y descansadas para su último entrenamiento al día siguiente.
El trece de febrero, Evelyn se levantó pensando en Emi. Había estado algo distante los últimos días en Alemania, como si temiera tocarla. Ella había estado intentando que él regrese a la normalidad, pero entre su última conversación y el hecho de que Scaloni no los dejaba salir mucho ni a él ni a Lautaro (por temas de prensa; si alguien los veía con las caras todas amoratadas, saldrían rumores que era preferible evitar), Emi no era capaz de sentirse completamente bien. A veces se reía y pasaba un buen rato, pero no era el mismo. Evelyn se sentía culpable por el estado de su novio y si no hubiese sido por el beso que él le dio antes del viaje, ella se habría quedado en Alemania solo para cuidarlo.
Sin embargo, un importante partido la esperaba. Jugarían contra el FC Barcelona y sabían que sería el partido más difícil del campeonato hasta ahora porque aquel era un club de un nivel superior al Lyon. Pero tenían esperanzas y para la noche del día siguiente, esperaban tener la copa en manos.
Las jugadoras entrenaban a las cinco y media de la tarde esa día. Ya se habían sometido a un largo día de acondicionamiento físico, sesiones de electro, hielo (en el caso de Evelyn) y comidas que a ninguna les fue permitido saltear, por lo que ya se encontraban exhaustas, pero todas tenían un buen espíritu y estaban listas para el entrenamiento de ese día.
Eran las cinco en punto y Evelyn se estaba cambiando, poniéndose el uniforme negro y algo nerviosa, ya que el entrenamiento sería a puertas abiertas. Eso significaba que cualquier persona podría entrar al predio para ver a las jugadoras entrenando y mientras se ponía les medias, no podía parar de pensar en eso. Por su parte, Ada, su compañera de habitación desde la lesión de Grace, daba vueltas por el espacio, buscando su vincha.
Evelyn se subió las medias por sobre las canilleras y antes de ponerse los botines, agarró el teléfono. No había podido chequear sus notificaciones todavía y notó que tenía tres mensajes de Emi de hace unas horas.
Emi: Estamos saliendo
Emi: Nos vemos hoy a la noche amor
Emi: Suerte para mañana ❤️
Ella sonrió ante las palabras de aliento y contestó, pero cuando el mensaje no le llegó, Evelyn asumió que ya estaban en el avión. Era un viaje de cinco horas, por lo que estimó la llegada a eso de las ocho. Dejó el teléfono en la cama, se puso los botines y bajó con Ada al predio.
Las jugadoras del Lyon se encontraron directamente en la canchita. Había ya algunas personas abarrotadas tras las barandillas de las tribunas y en vez de nervios, Evelyn sintió felicidad. Los deportes femeninos rara vez conseguían reconocimiento, por lo que ver que había gente que admiraba a su equipo tanto como para tomarse el tiempo de ir a ver su entrenamiento le generó cierta alegría.
El reloj tocó las cinco y media y Andre las puso a calentar casi de inmediato. Las separó en grupos de a cuatro a hacer la mayor cantidad de pases posibles con una pelota durante algunos minutos. Junto con Ada, Wendie y Lindsey, se posicionaron en un círculo y empezaron la ronda de pases; Evelyn ojeaba distraídamente a las personas que las grababan desde las tribunas.
"I didn't think there'd be people here. (No creí que iba a haber gente acá)," declaró ella, asombrada, después de hacerle un pase de cabeza a Lindsey.
"That's the whole point of open training, Evelyn. (Ese es el punto de un entrenamiento a puertas abiertas, Evelyn)." Wendie se rió.
"Yeah, but... (Sí, pero...)" iba a decir algo, pero se frenó. "Never mind. (No importa)."
Andre cambió de ejercicio y empezaron a entrenar con la ayuda de los muñecos de tiro libre y las picas de Slalom, practicando los tiros de esquina, evasión, pases, entre otras cosas. A eso de la hora y media de entrenamiento, un hombre entró a la canchita y se acercó a Andre, saludándolo amistosamente, como si ya se conocieron. A Evelyn le costó reconocerlo al principio, pero pronto se dio cuenta que aquel era Lucas Paquetá. Frunció el ceño, preguntándose qué hacía él ahí.
El jugador brasileño se quedó al lado de Andre, charlando con él; Evelyn no le prestó mucha atención, aunque igualmente le dio curiosidad. Sabía que, además de ser parte de la selección nacional de Brasil, él jugaba en el equipo masculino del Lyon, pero jamás se hubiera imaginado que visitaría el entrenamiento de las chicas, ya que el fútbol masculino y femenino rara vez se cruzaban.
El entrenamiento se dio por finalizado a eso de las nueve de la noche. Los espectadores que estaban sentados en las tribunas se empezaron a dispersar en dirección del estacionamiento, listo para irse a casa, todos muertos de frío. Con la puesta del sol, la temperatura había caído varios grados y se habían prendido los reflectores para iluminar el predio. Las jugadoras se quedaron elongando en el centro de la canchita mientras se vaciaban las tribunas, y ahí fue cuando Lucas se le acercó a Evelyn específicamente.
"Evelyn Scaloni, n'est-ce pas? (Evelyn Scaloni, ¿no?)" preguntó él.
Ella miró para arriba desde su lugar en el suelo. "C'est moi. (Esa soy yo)."
"Ah, super. Je m'appelle Lucas." Sonrió él con una mano en el bolsillo de su campera para protegerse del penetrante frío y la otra extendida en dirección a ella.
Evelyn se paró y le estrechó la mano cómodamente. El francés de Lucas era algo rocoso, como oxidado, pero era tierno.
"Je joue aussi pour Lyon et les gars parlaient d'une nouvelle attaquante dans l'équipe féminine. Je voulais te rencontrer en personne. (Yo también juego en el Lyon y los chicos estaban hablando de una nueva goleadora en el equipo femenino. Quería conocerte en persona)," declaró él con una sonrisa cálida.
Evelyn se ruborizó casi de inmediato. "Bah. Je ne sais pas si je suis un marqueur. (Bah. No sé si goleadora)."
"Tu te débrouilles très bien, n'est-ce pas? (Te está yendo muy bien, ¿o no?)"
Lucas se inhibió de agregar que ella también era bastante linda. Evelyn lo miró por un segundo con una sonrisa y los ojos entrecerrados.
"Parlez-vous espagnol? (¿Hablás español?)" le preguntó.
"Sí, un poco," le contestó él con un acento terrible. Lucas se palmeó la frente. "Qué idiota, eres argentina y yo hablándote francés."
"Sí." Se rió ella.
Lucas iba a decir algo, pero justo en ese momento, Ada se le acercó.
"Hey, isn't that your boyfriend? (Ey, ¿ése no es tu novio?)" le preguntó, señalando hacia las tribunas.
Evelyn se dio vuelta y vio en las gradas a tres hombres: Scaloni, Emi y Rodrigo. Los tres tenían unas terribles caras de dormidos que indicaba que se acababan de bajar del avión, y juzgando por la expresión de Emi mientras lo miraba a Lucas, Eve supo que él no estaba contento con aquella interacción.
"Yeah. And my dad, and my best friend. (Sí. Y mi papá, y mi mejor amigo)."
"World champions, damn. Scored big. And best friend's hot. (Campeones del mundo, wow. La hiciste bien. Y el mejor amigo está bueno)," bromeó Ada.
"Best friend's got a girlfriend. (El mejor amigo tiene novia)."
"Damnit. (Mierda)," bufó la rubia. "What about the dad? (¿Y el papá?)"
Evelyn le pegó un manotazo en el hombro con una sonrisa indignada y la rubia se alejó, riéndose de su propio chiste. Una vez más, Evelyn se quedó sola con Lucas, que la miró desconcertado después de haber echado un vistazo en dirección a las tribunas y haberlo reconocido al arquero de la selección argentina.
"¿Novio?" preguntó, extrañado.
"Eh, sí," respondió Evelyn, medio nerviosa ahora, ya que sabía que un Emi celoso generalmente indicaba peligro. Lo miró a Lucas y le tocó el hombro. "Ahora vuelvo."
Lo dejó atrás y corrió hasta las gradas. Los tres hombres la recibieron cálidamente, especialmente Rodrigo, que la abrazó con fuerza. Cuando fue el momento de que Evelyn salude a Emi, éste la tomó de la cintura y se aseguró de que Lucas esté mirando cuando le plantó un beso en los labio. Aquello no fue del agrado de Scaloni, pero no dijo nada; ambos él y Rodrigo desconocían completamente el motivo de la cara de orto de Emi.
"Después lo hablamos," le susurró el arquero a su novia.
Evelyn le dedicó una mirada asesina y después se giró hacia su papá con una sonrisa. "¿Cómo viajaron?"
"La aerolínea era una mierda," comentó su papá. "Pero bueno. Acá estamos. Te queríamos ver un poquito antes de que se vayan a dormir. ¿Vos te tenés que ir ahora?"
"Sí, más o menos. Tengo que ir a comer."
"Bueno, te vamos a ver mañana entonces," le dijo, Rodrigo, tocándole el hombro. "¿Estás de titular?"
"Sí, por suerte," suspiró ella, cansada después del largo entrenamiento y con una fina capa de sudor todavía abrazándole el cuerpo. Sacó el par de guantes de nylon de su bolsillo y se los puso. "Gracias por tomarse la molestia de venir hasta acá. Parecen agotados."
"Todo por nuestra Eve," bromeó Rodrigo.
Ella le pegó un puñetazo suave en el brazo (él se rió, pero la verdad que sí dolía, porque Eve podía medir un metro sesenta pero tenía fuerza) y charlaron unos segundos más. Después, Scaloni y Rodrigo le dieron un beso y encararon hacia el auto, pero Emi les pidió que lo esperen porque quería hablar un segundo con su novia. Scaloni le dedicó una mirada asesina al arquero, pero finalmente, Rodrigo lo convenció de dejarlos solos.
Evelyn lo miró al arquero. Los cortes en su rostro ya estaban casi completamente curados, desvanecidos, y eso la hizo sonreír.
Una vez Scaloni y Rodrigo se fueron, diciéndole a Emi que lo esperaban en el auto, él se inclinó y la abrazó, cerrando los ojos y enterrando la nariz en la curva de su cuello. Evelyn sonrió, pero le pellizcó el abdomen suavemente.
"¿Me estás abrazando para marcar territorio o porque me extrañaste en serio?" bromeó.
"Las dos," declaró él genuinamente, meciéndose un poco contra ella.
"Sos un boludo."
"¿Ah, sí? ¿Me vas a decir que el Paquetá ese te estaba hablando del clima?"
"No. Pero no todos los pibes que se me acercan quieren algo conmigo, Emiliano." Ella se separó y revoleó los ojos con una sonrisa.
"Vos porque no lo ves de afuera. Que un pibe te mire así significa que te quiere apretar," explicó él, agarrándola de la cintura.
"Dale, grandote. Deja de ser celoso."
Emi la miró por un segundo, entrecerrando los ojos. "Yo debería apretarte. Hace mucho no lo hago. Y encima es cábala. Te apreté la noche antes de la final y ganamos."
"Anulo mufa," dijo Evelyn.
Emi le tocó la teta izquierda, por la mufa y porque quería tocarle la teta.
"Andá. Mañana nos vemos." Ella se inclinó hacia adelante y le besó los labios una vez más, esta vez, ahogándose en el sentimiento.
Notó que Emi parecía estar de muchísimo mejor humor y ese pensamiento hizo que sonría contra sus labios, abrazándolo alrededor del cuello para sentirlo cerca. Una vez se separaron, ella abrió los ojos y él la miró, enternecido al verle los cachetes y la nariz rojos por el frío.
"Mañana nos vemos, amor," contestó él, tocándole la cara helada una vez más antes de empezar camino hacia el estacionamiento.
Evelyn lo vio irse y después volvió a la canchita. Lucas, que había visto toda la escena, la miró con las cejas arqueadas y una pequeña sonrisa pícara en el rostro, lo cual, para ella, fue evidencia suficiente de que él no buscaba chamuyársela.
"¿Y eso?" le preguntó él, señalándolo a Emi con un gesto de su cabeza.
"Y, asumí que ya sabrías." Ella se encogió de hombros. "Después de la final, era lo único de lo que se hablaba en internet."
"No paso mucho tiempo en internet."
"Con razón. Yo tampoco."
Se rieron por un segundo hasta que el sudor seco en la piel de la chica empezó a hacerla temblar. Justo en ese momento, las jugadoras terminaban de elongar y Andre las llamó a todas para que entren a comer. Evelyn lo miró a Lucas.
"¿Te vas a quedar a comer?" le preguntó, agarrando su buzo del piso y poniéndoselo arriba del uniforme de entrenamiento.
"Si me invitan, sí," le contestó él.
"Bueno. Te invito."
Evelyn sonrió y él le devolvió el gesto, aceptando la invitación y siguiéndola hacia el interior del edificio para cenar junto al equipo femenino.
୨⎯ historias de instagram ⎯୧
evelynscaloni:
lucaspaqueta le dio like a tu historia.
wendie_renard le dio like a tu historia.
lioscaloni le dio like a tu historia.
lucaspaqueta ha empezado a seguirte.
emi_martinez26: Por qué en la cama 😐
evelynscaloni: emiliano
emi_martinez26: Que duerma en otro cuarto
evelynscaloni: POR QUÉ DORMIRÍA EN EL MÍO????
emi_martinez26: Me encantás
evelynscaloni: chau
a/n –
ESTO ES LO MÁS RANDOM Y MÁS MAL ESCRITO QUE ESCRIBÍ HASTA AHORA EN ESTA NOVELA HAJSAHJS
ya sé que esto nunca pasaría porque alto random paquetá metiéndose en el entrenamiento de las minas pero es que me re gusta ese hombre y sé que evelyn y él serían altos amigos así que acá yo dándoles contenido antes de la final que se viene mañana 🫢
Y NO CHICOS, LUCAS NO SE LA QUIERE CHAMUYAR A EVE NI LO VA A HACER, QUEDENSE TRANQUILOS
pero la va a ir a ver al partido 😊
chau duerman lindo
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