El partido de ida, en octavos de final contra Chelsea empezó a las siete de la tarde, en el Estadio Groupama, en Francia. Evelyn no estaba en cancha, por ahora, ya que Andre creía que aquel sería un partido menos tenso. Quería cuidarla, evitar posibles lesiones, así la tendrían lista para jugar los cuartos de final si es que llegaban a pasar. Tenían expectativas altas.

A ella no le había agradado no ser puesta como titular, especialmente porque sabía que Emi y su papá estaban en las tribunas junto al resto de los hinchas de Lyon, pero no había podido discutir con la decisión del DT, por lo que se había tenido que conformar con comer banca con la pechera de suplente puesta.

El partido empezó bastante bien, con una gran cantidad de remates al arco por parte de ambos equipos. Evelyn no veía como aquel partido era 'menos tenso', pero no dijo nada, comentando sobre el juego junto a Wendie, una defensora de su equipo.

"Offside!" gritó Evelyn ante el repentino gol de Chelsea en el minuto treinta y dos, levantándose de la banca en una inminente frustración.

Para su suerte, el árbitro cobró fuera de lugar para una centrocampista rival, por lo que el gol fue anulado después de una breve consulta con el VAR. Sin embargo, aquello generaba cierta tensión entre las jugadoras del Lyon, ya que ahora sabían que el equipo rival era capaz de traspasar sus defensas. Afortunadamente, lograron marcar el final del primer tiempo en un 0-0, pero aquella marca era inestable. Las jugadoras de camiseta blanca se encontraron en el vestuario durante el entretiempo y Andre se le acercó a Evelyn.

"Scaloni, you might be going in on the second half, so start warming up once we go back out. (Scaloni, quizás entres en el segundo tiempo, así que ponete a calentar cuando salgamos)," informó.

"Oh, thank God. (Ay, gracias a Dios)." Suspiró la chica, que era demasiado inquieta como para no sufrir en la banca.

Andre después dio una pequeña charla para motivar a sus jugadoras, quienes se encontraban realmente cansadas. Una vez ésta terminó, rápidamente, a escondidas, Evelyn agarró su teléfono de su bolso y le escribió un mensaje rápido a Emi.

Evelyn: la puta madre

Emi: Me imaginé

Evelyn: igual capaz me metan ahora

Emi: Te grabo entonces

Evelyn sonrió ante el mensaje antes de volver a tirar su teléfono dentro de su bolso, ya que los quince minutos de entretiempo llegaban a su fin. El equipo del Lyon volvió a salir a la cancha y fueron recibidos con una gran ovación por parte de los hinchas. Evelyn no llegó a tener tiempo de buscar a Emi entre la gigante multitud, pero igualmente, sabía que él estaba ahí, sonriendo como siempre.

El segundo tiempo se dio por empezado cuando el árbitro tocó el silbato. Evelyn ya estaba calentando a un lado de la cancha, lista para entrar, con el corazón acelerándose en el pecho mientras seguía el partido con los ojos.

Sin embargo, una vez apartó la mirada, fue sorprendida por el repentino silbatazo del árbitro. Volvió la vista hacia la cancha y la preocupó encontrar a Grace en el piso, sosteniéndose el tobillo con una expresión de puro dolor. Inmediatamente, cesó de calentar, notando de reojo como el resto de las suplentes saltaban a sus pies, preocupadas por el bienestar de su compañera.

El árbitro llamó a los doctores, quienes corrieron hacia la jugadora lastimada para atenderla casi de inmediato. A Evelyn le preocupó que Grace aún no se levantaba: ella no era de fingir faltas o dolores, por lo que debía ser algo realmente grave para que acabe tirada en el piso sin dar señales de poder volver a levantarse. Esto fue confirmado cuando los doctores tuvieron que llevársela en una camilla.

"What happened to her? Is she okay? (¿Qué le pasó? ¿Está bien?)" le preguntó Evelyn a Andre una vez éste volvió, desesperada por saber qué había pasado.

"Broken ankle. She'll be fine, but she's off the game. You're going in. (Se rompió el tobillo. Va a estar bien, pero está fuera del juego. Entrás vos)," declaró Andre, negando la cabeza, preocupado por su jugadora pero a la vez no queriendo perder más tiempo del partido.

"But– But is she okay? (Pero- Pero, ¿está bien?)"

Andre la miró dubitativamente. "It's a minor injury. She'll recover, okay? Get in there. (Es una lesión menor. Se va a recuperar, ¿okay? Entrá)."

Se anunció el cambio de Grace por Evelyn y la chica entró a la cancha, invadida por una preocupación inminente. Una jugadora de Chelsea la saludó con una palmada en la espalda y ella se dirigió hacia la pelota. Sin embargo, cuando tocó hacer un tiro libre desde el lugar de la falta, su mente se puso en blanco y solo pudo pensar en patear dentro del arco.

Las jugadoras recomenzaron el juego. Evelyn logró completar su parte del juego satisfactoriamente, pero no pudo evitar que la delantera izquierda de Chelsea interceptara uno de sus pases a Ada y encarara hacia el arco a toda velocidad. Las centrales del Lyon inmediatamente intentaron arrebatarle la pelota, pero la delantera logró gambetearlas a todas hasta quedar en diagonal al arco. Le hizo un pase a la delantera derecha y ésa logró marcar el primer tanto del partido en el minuto veinte del segundo tiempo.

Evelyn se llevó las manos en la cabeza y sintió como el corazón se le caía a los pies. Aunque todavía quedaba el partido de vuelta y veinticinco minutos más, igual se preocupó.

Después de que las jugadoras de Chelsea se atropellaran en un intento de abrazar a la autora del primer gol, el partido siguió, pero ahora, las jugadoras del Lyon estaban mucho más nerviosas. Lograron aumentar la cantidad de remates al arco, pero la arquera rival era capaz de calcular la dirección de la pelota y atajarla antes de que esta lograra dar contra la red. Pronto, cuanto más se acercaban al final del juego, Evelyn empezó a frustrarse.

Se agregaron ocho minutos de juego y la jugadora número 9 vio su última oportunidad de ganar el partido cuando tuvo que llevar a cabo un saque de esquina. Su idea inicial era mandarla directo al arco, pero sabía que había más chances de perder el punto que de ganarlo, por lo que lo pateó al área y dejó que sus compañeras manejen la pelota. Amandine, centrocampista del Lyon, logró apropiarse de la pelota y gambetear a algunas de las defensoras para finalmente hacerle un pase a Evelyn. Vio su ventana y remató, logrando empatar el partido.

En la distancia, creyó escuchar el grito de Emi, pero sabía que aquello era solo su imaginación. Hizo su pequeña carrera mientras sus compañeras corrían detrás de ella, aliviadas de poder por lo menos igualar el puntaje. Evelyn aclamó frente a la tribuna, pero después recomenzó el juego de inmediato para poder aprovechar al máximo los últimos treinta segundos. No creía poder lograr la hazaña de meter un último gol, pero quería intentarlo

Cegada por el éxtasis, gambeteó a las delanteras y pegó un pique hacia el área rival, seguida de cerca por Ada, quien esperaba el pase para poder llevar a cabo el último remate. La hinchada de Lyon gritaba cada vez más fuerte, con más emoción, cuanto más se acercaban ambas delanteras al arco.

Evelyn tuvo que driblar un poco hacia atrás cuando se vio bloqueada por dos centrales de Chelsea, pero esto logró abrirle una ventana para así hacerle el pase a Ada, quien marcó el último gol del partido antes de que el silbato del árbitro diera por finalizado aquel tenso partido.

Las jugadoras del Lyon se partieron en un abrazo, con los oídos zumbándoles debido al estruendo del sonoro grito de los hinchas del club. Evelyn sintió las miles de palmadas en la espalda de manos de origen desconocido, de todas las direcciones, felicitándola por haberlas salvado de una derrota casi segura y ayudarlas a acercarse más a los cuartos de final.

Cuando terminaron de festejar, Evelyn fue llamada por los periodistas para una breve entrevista. Se paró frente al banner con los nombres de todos los espónsores de la Champions League y habló para las cámaras.

"Evelyn, ¿cómo te sentís?" le preguntó uno de los periodistas, apuntándola con el micrófono desesperadamente.

La chica sonrió levemente, todavía bañada en sudor. "Eh, muy feliz, la verdad. Nos pegamos un susto ahí en el momento pero logramos remontarla bien."

"Evelyn, después de este partido, ¿vos creés que sos indispensable para el equipo? ¿Creés que el equipo te necesita para ganar?"

"No, no. Claro que no. El Lyon es un equipazo con o sin mí, yo solo aporto al igual que todas."

Otro entrevistador saltó de entre la multitud, metiéndole el micrófono en la cara como si hubiera estado esperando años para ese simple momento. "Evelyn, ¿qué nos podés decir sobre tu relación con Emiliano Martínez?"

Evelyn se rió un poco. "Después lo hablamos, campeón."

Se alejó de la multitud sin responder más preguntas y volvió con su equipo, que ya se dirigía a los vestuarios. Allí, festejaron brevemente la victoria, abrazándose y riéndose, hasta que por fin se subieron al micro que las llevaría de nuevo al hotel. Evelyn decidió no cenar con el resto de las jugadoras, ya que no sentía hambre, y en vez, encontrarse con Emi en el estacionamiento del hotel.

Él se bajó del auto y una vez que la vio, corrió hacia ella y la abrazó, plantando sus labios sobre los suyos, amoldando sus cuerpos uno contra el otro.

"Felicitaciones, mi reina," susurró una vez que rompieron el beso. "Dios, cuando metés esos golazos te ves tan buena... me dan ganas de que me cagues a pelotazos."

Evelyn se le rió. "Bueno, tampoco la boludez."

"Felicitaciones, mi campeona," le dijo él, besándole la cabeza. 

Eve sonrió, pero después notó la ausencia de Scaloni. "¿Y mi papá?"

"Se quedó hablando con una mina. Dijo que ahora me alcanzaba," explicó Emi distraídamente.

"Ah," asintió Evelyn, apoyando la cabeza contra el amplio pecho del arquero, agradeciéndole a Dios por la diferencia de altura que le permitía a Emiliano envolverla completamente. "Tengo sueño."

Emi sonrió para sí y apoyó su mano en la cadera de la chica. "A la camita entonces."

La chica le revoleó los ojos y se dejó llevar de la mano a la habitación.