25
El día anterior al segundo partido de la Champions, Argentina había jugado los cuartos de final contra Países Bajos. Evelyn lo había visto junto a Grace en su habitación, arriesgando un sermón de Andre debido a que llegarían tarde al entrenamiento, pero ella no podía perdérselo, ya que quería después poder hablar con Emi sobre eso. Inesperadamente, había sido el partido más tenso e injusto que había visto en su vida.
Una cantidad descomunal de tarjetas amarillas y algunas rojas, una tensión entre ambos equipos que Evelyn no se pudo bancar, y después de llevar la delantera con un 2-0, un descuido de diez minutos en el cual Holanda logró remontar el partido. Después, al momento de los penales, Evelyn se sentó en el borde de la cama y se dio cuenta que verlo a Emi atajar y festejar, después de todo el trabajo que habían hecho juntos, le provocaba una sensación de cariño tan intensa que la dejó pasmada.
Al final del partido, una vez Argentina se consagró campeón, verlo a Emi en cuero, puteando a los rivales en aquel inglés británico, le generó una perversa atracción y un cosquilleo entre las piernas. Hizo una nota mental de felicitarlo por aquellas tremendas atajadas una vez se vieran en persona.
Cuando Emi volvió al hotel, la llamó, le pidió perdón por lo sucedido durante su última conversación y ella no dudó en felicitarlo. Charlaron un rato y una vez que cortaron, a eso de las once de la noche, Emi se sorprendió por el hecho de que Evelyn lo había deleitado con dos fotos de ella usando un conjunto de ropa interior roja, y nada más.
A decir verdad, fue una buena noche para ambos.
Sin embargo, ahora tocaba el partido de Lyon contra Juventus. El equipo de Evelyn había tomado el avión hacia Turín para jugar contra el seleccionado del club italiano aquel día a las siete y media de la tarde, en el Estadio Juventus.
Las condiciones no pintaban nada bien: el cielo estaba oscurecido por un mantel gris de nubes que noticiaban una tormenta. Evelyn no tenía problema con jugar bajo la lluvia, siempre y cuando ésta fuese leve. No quería que se cancele el partido.
Se sentía relativamente confiada. En comparación a Arsenal, Juventus tenía un nivel de juego relativamente inferior. Lyon no tenía una victoria asegurada, ya que el rival sabía presionar, pero aún así, Evelyn no se sentía tan nerviosa como se había sentido el partido pasado. En parte, se debía a que sabía que Emi estaba viendo el partido desde Qatar, junto al resto del seleccionado masculino.
La previa del partido empezó a eso de las seis y media. A las siete, se largó una pequeña llovizna y Evelyn tuvo que volver al vestuario para ponerse la térmica debajo de la camiseta (en este caso, negra) de su equipo. Con las prendas algo húmedas, siguió calentando junto a sus compañeras hasta el momento del comienzo del juego. Para ese entonces, llovía un poco más fuerte, pero la cancha aún era usable.
Cuando el árbitro sopló el silbato, el equipo contrario oficializó el comienzo del partido al patear la pelota. Pronto, todo Juventus corría hacia el extremo rival, driblando la pelota dentro del área, pero Lyon logró recuperarla y salir disparado hacia el otro lado. Los primeros diez minutos, el juego parecía ir relativamente bien, a pesar de que el rival era mejor de lo que Evelyn había anticipado. Sin embargo, a eso del minuto doce, para cuando las jugadoras ya estaban completamente empapadas, el juego se empezó a descontrolar.
Evelyn logró encarar hacia el arco con la pelota en regate. Había cruzado mediocampo cuando una de las volantes de Juventus se adelantó hacia ella y peleó por la pelota. Una vez que logró arrebatársela, por algún motivo, la jugadora rival dirigió una patada contra el tobillo de Evelyn y logró tirarla al piso. El árbitro tocó el silbato casi de inmediato.
"La concha de tu hermana," susurró Evelyn mientras una de sus compañeras la ayudaba a levantarse del piso. Le dedicó una mirada dura a la jugadora que la había tirado. "¡Así no se juega, eh!"
La rival, de habla italiana, no logró comprender las palabras de la jugadora argentina, pero asumió, por su expresión y tono de voz, que era una puteada. Le hizo un gesto algo patotero, el cual Evelyn decidió ignorar para no comenzar una pelea, mientras el árbitro declaraba tiro libre justo afuera del área para Argentina. Evelyn fue la jugadora asignada a este saque.
La barrera defensiva de jugadoras de Juventus se posicionó a unos metros, junto con las jugadoras de Lyon, y Evelyn vio como la arquera se preparaba para recibir cualquier pelotazo entrante. Ella, con el tobillo algo adolorido, se separó de la pelota, tomó carrera y pateó hacia el arco. La comba le permitió a la pelota esquivar la barrera de jugadoras que saltaban y torcerse hacia el arco, esquivando a la arquera y dando contra la red.
Los hinchas de Lyon aclamaron el gol mientras la autora de éste daba una vuelta, blandiendo su remera hacia las tribunas y gritando el punto. Sus amigas casi la derriban intentando abrazarla, lanzándose una contra la otra cuando oficialmente se declaró el primer gol del juego.
En Qatar, Emi lo abrazaba a Rodrigo.
"Qué hija de puta, cómo va a meter gol así," reclamaba él con una sonrisa, negando la cabeza mientras observaba a la chica festejar bajo la imponente lluvia, con la ropa mojada pegándosele al cuerpo. "Qué obra de arte, la puta madre."
"Eve ama la comba," explicó Rodrigo con una sonrisa, conociéndola mejor que nadie. "Además de ser ambidiestra."
En el estadio, el juego volvía a comenzar, con el equipo de Juventus caliente después del primer gol del rival. Habían pasado cinco minutos desde la reanudación del juego cuando Evelyn recibió un pase de una de sus volantes y logró comenzar carrera hacia el arco. Sintió la adrenalina aligerándole el paso (¿o era la lluvia?) y las gotas de agua rebotar contra sus pantorrillas con cada pisada.
Se topó con una de las centrales de Juventus, quien intentó una barrida, pero fue un movimiento claramente desacertado, ya que, en lugar de apuntarle a la pelota, la suela de su botín dio contra la rodilla de Evelyn. La chica, por inercia, salió disparada hacia el costado, sintiendo como su articulación se doblaba en una posición extraña antes de volver a la normalidad.
El árbitro tocó el silbato, efectivamente frenando el juego, mientras Evelyn permanecía sentada en el suelo, mirando al equipo rival con incredulidad pintándole el rostro. Perpleja, ya que habían cometido dos faltas contra ella en tan solo diez minutos.
La central de Juventus trató de excusarse, pero el árbitro la amonestó. Ada Herberg, delantera izquierda, corrió al rescate de Evelyn, ayudándola a levantarse.
"Tu t'es blessé? (¿Te lastimaste?)" preguntó, ojeando la rodilla maltrecha.
"J'vais bien, mais ces trous du cul vont me faire chier. (Estoy bien, pero estas imbéciles me van a hacer enojar)," contestó ella, sacudiéndose el short mojado y dedicándole una cara de orto a la central amonestada.
Una vez más, cantaron tiro libre para Lyon, el cual fue llevado acabo por Ada. Evelyn se paró en la barrera defensiva junto al resto de su equipo, temblando debido a la lluvia, y corrió hacia el arco cuando el tiro libre entró al área. Fue Evelyn quien pegó el cabezazo que hizo que la pelota fuese a parar a los pies de Lindsey Horan, una de las centrocampistas de Lyon. Ella logró patearla, algo débilmente, pero la pelota igualmente logró pasar por entre las piernas de la defensa y cruzar la línea del arco rival eficientemente, oficializando el 2-0 a los treinta minutos del primer tiempo.
Una vez más, Evelyn y Lindsay fueron aclamada por la hinchada y por su equipo. Una vez más, Emi y Rodrigo se abrazaron, orgullosos de la enana.
"Bien joué, enfoiré! (¡Buena, la puta madre!)" Evelyn chocó los cinco con Lindsey, quien fue ovacionada por la parte del público que llevaba puesta la camiseta negra.
El juego siguió. El árbitro decidió agregar cinco minutos. Para ese entonces, la lluvia seguía cayendo implacablemente, empapando la cancha y a las jugadoras. Más de una vez, Evelyn había estado a punto de errar pases fáciles debido a lo resbaladizo que estaba el suelo, además de que se la podía ver temblando desde lejos.
Fue en el cuarto minuto del tiempo agregado que Evelyn, por tercera vez en aquel primer tiempo, logró conseguir la pelota y encarar hacia el arco, enfocada en poder patear correctamente. Sin embargo, una vez que se adentró en el área, la misma volante que le había hecho la primer falta logró chocar contra el costado de su cuerpo en un intento de arrebatarle la pelota. Evelyn luchó por la posesión, pero la mujer optó por levantar el brazo y deliberadamente atizarle un codazo en la cara.
En Qatar, todo el equipo saltó a sus pies. "¡Eh, roja!"
El griterío que recorrió las tribunas fue ensordecedor mientras Evelyn caía al piso y giraba para recostarse boca abajo a tan solo un par de metros del arco, agarrándose la cara. Los ojos le lloraron debido al dolor y sintió como un líquido espeso y caliente, con saber a hierro, le chorreaba de la boca.
"C'est une pénalité! Pénalité! (¡Es penal! ¡Penal!)" gritaban sus compañeras de equipo al ver la evidente falta dentro del área.
Ada se le acercó a Evelyn, quien seguía en el piso, sosteniéndose la cara. Se agachó a su lado y le tocó la espalda, preguntándole si estaba bien, a lo que la chica levantó la mirada. Sus labios y dientes estaba teñidos de rojo, la sangre cayendo por su mentón y su cuello y manchándole la remera.
"Elle m'a fait du coude. (Me pegó un codazo)," declaró la chica, chupando la sangre de sus labios, pero esta no cesaba de salir.
A unos metros, el árbitro discutía con la autora de la falta, alcanzando hacia su bolsillo para blandir la tarjeta roja que oficialmente dejaba a la jugadora rival fuera del partido. Evelyn se pasó la manga de la térmica por la boca en un intento de limpiarse, pero solo logró ensuciarse más. Ada la ayudó a levantarse y el árbitro se les acercó.
"Vous allez bien? (¿Estás bien?)" preguntó.
"Je pense que je me suis coupé la lèvre. (Creo que me corté el labio)," anunció la chica, tocando la fuente de dolor sobre su labio inferior.
Debido a que la herida seguía sangrando, a Evelyn no le quedó otra que ser removida de la cancha, aún sosteniéndose la boca delicadamente en un intento de que el sangrado parara. Se sentó en el banco de suplentes y los doctores se acercaron a atenderla mientras el penal era llevado a cabo por Ada, quien logró anotar el tercer gol de aquel primer tiempo.
Evelyn seguía empapada y temblando mientras el doctor desinfectaba el corte en su labio y lo grapaba, efectivamente frenando el sangrado en el minuto exacto que se daba por terminado el primer tiempo. Evelyn fue felicitada por sus compañeras, pero ella estaba furiosa.
"Qué forra esa," decía Emi, indignado. "¿Cómo le va a pegar así? Y encima se comieron un gol."
Rodrigo se reía al mismo tiempo que, en la tele, enfocaban una imagen de Evelyn removiéndose ambas la camiseta y la remera térmica para cambiarlas por unas secas. A Emi casi se le cae la baba.
"Qué lomazo, la puta madre," susurró para sí. Rodrigo se le cagó de risa.
En el estadio, las jugadoras se encontraban hablando con el DT en un círculo, bebiendo de sus botellas de agua y acallando sus corazones, que les galopaban en el pecho. Todas también rehacían sus peinados, ya que la lluvia había logrado desarmárselos, y se secaban la cara y las manos con toallas.
"You're ahead of the curve, girls. I've nothing to say. (Van a la delantera, chicas. No tengo nada para decir)," declaró Andre.
"They're playing dirty. (Están jugando sucio)," argumentó Evelyn, alzando las cejas. "They fouled me three times and that bitch damn near broke my teeth. (Me hicieron tres faltas y esa tarada casi me rompe los dientes)."
Andre miró por sobre su hombro para asegurarse de que el equipo contrario no esté escuchando. "Juventus is known for their dirty tactics. They're a foul team, with fouler coaches. Knowing them, they probably saw your performance against Arsenal and are trying to injure you so you're off the game. (Juventus es reconocido por sus tácticas sucias. Son un equipo asqueroso, con entrenadores aún más asquerosos. Conociéndolos, probablemente vieron tu desempeño contra Arsenal y están tratando de lesionarte para sacarte del juego)."
"Then why's the ref not calling them out? (¿Entonces por qué el árbitro no hace nada?)"
Andre se encogió de hombros. "Just try to stay away from defense, okay? (Solo traten de mantenerse alejadas de la defensa, ¿okay?)"
"Genius advice. (Gran consejo)." Evelyn puso los ojos en blanco.
Si no hubiera sido por la cantidad de faltas, Evelyn habría podido meter otro gol, pero Juventus estaba dispuesto a ser amonestado con tal de que ella no entrara al área. Y aún así, iban perdiendo 3-0.
El segundo tiempo arrancó. A Evelyn le permitieron volver al juego y ella se deleitó al darse cuenta de que la lluvia lentamente cesaba. El pasto sintético estaba algo inundado, haciendo que el movimiento de la pelota sobre éste sea, en ocasiones, más lento, pero en otras, más rápido. Eran condiciones impredecibles, las cuales solamente lograron emocionar a Evelyn.
A eso de los quince minutos de juego, sin embargo, la chica se topó con la cuarta falta en su contra. Ésta sucedió cuando ella recibió un pase de pecho y la central izquierda de Juventus alzó la pierna para patearla, pero acabó atizándola en el abdomen. Evelyn perdió el aliento y la pelota casi de inmediato, pero cuando Andre, quien había visto la escena de cerca, se puso a gritar, el árbitro cantó la falta. Evelyn, arrodillada en el piso con la mano sobre la panza, tratando de recuperar el aliento, se empezó a reír. Aquel partido era ridículo.
Lindsey le preguntó si estaba bien y ella le contestó, medio mareada debido a que el aire había sido literalmente golpeado fuera de su sistema. El árbitro, por su parte, sacó la segunda tarjeta amarilla contra Juventus. Evelyn sentía que si recibía alguna falta más, no iba a poder contener su ira.
Llevó a cabo el tiro libre desde el lugar de la falta y el juego siguió. Las faltas contra las jugadoras de Lyon no eran de mucha ayuda para Juventus, ya que, a pesar de éstas, jamás lograban ni acercarse al área rival. Era una verdadera vergüenza.
El cuarto gol fue anotado por Ada en el minuto veintinueve. Después de una lucha por posesión, Evelyn había logrado encarar hacia el arco, pero al encontrarse problematizada con tres jugadoras de Juventus a su alrededor, no le quedo otra que hacerle el pase a su compañera. Al estar libre, Ada logró hacer un gol al ángulo con facilidad.
El quinto y el sexto fueron mera casualidad, a eso de los treinta y siete minutos de juego. El primero fue técnicamente en contra, ya que el remate de Evelyn dio a parar al travesaño y luego contra la cara de una defensora de Juventus, que accidentalmente dirigió la pelota hacia su propio arco. El segundo se dio tan solo dos minutos después, punto marcado por una centrocampista de Lyon, Catarina Macario, después de un descuido del equipo rival.
Sin embargo, el séptimo gol no fue casualidad. De hecho, fue cuidadosa y rápidamente planeado por ambas delanteras, Ava y Evelyn. Una falta les otorgó un tiro libre a las jugadoras de Lyon y fue Ava quien pateó la pelota directo hacia la barrera defensiva. Allí, Evelyn logró saltar y cabecear la pelota hacia el arco. Ésta logró pasar el travesaño y dar contra la red, pero mientas Evelyn caía del salto, una jugadora de Juventus dio su hombro contra ella, por lo que, en lugar de aterrizar sobre sus pies, aterrizó sobre nada más ni nada menos que su cara.
Mientras Lyon aplaudía el gol, Evelyn se irguió y se toco la cara, sintiendo el raspón sobre su pómulo izquierdo. Alzó la vista hacia la defensora que la había tirado e inmediatamente se puso de pie.
"What's your fucking problem? (¿Qué mierda te pasa?)" preguntó, metiendo pecho contra la mujer, que le llevaba por lo menos una cabeza. "You just tackled me, you fucking cunt. (Me tacleaste, idiota de mierda)."
"Watch your mouth. (Cuida tu lenguaje)," advirtió la mujer, pero después de la quinta falta en su contra, Evelyn estaba lista para agarrarse a las piñas con quien la tocara.
Desafortunadamente, el árbitro llegó a tiempo para detener cualquier confrontación entre ambas jugadoras. La chica se alejó de la jugadora de Juventus de mala gana, haciendo caso omiso de la sangre en su rostro, la cual rezumaba del corte viejo en su labio y un nuevo raspón en su pómulo, que no era nada grave, pero igual ardía. Aún enojada, abrazó a sus compañeras antes de enterarse que aquella falta era digna de un penal, el cual el árbitro pronto cobró.
Para finalizar el partido, Evelyn anotó su último punto de penal antes de que por fin sonara el silbato que marcaba el final del juego, en un sólido 7-0.
a/n –
evelyn la temeraria le dicen
bueno porque me aburro: quien es su personaje favorito hasta ahora y por qué?
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