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Finalmente, el día del primer partido llegó. Evelyn había estado despierta toda la noche, pensando en todas las maneras en las que podía probar que ella era una buena jugadora, y que su nivel no era inferior, y que su papá no le había comprado ningún puesto en el club, y toda aquella sarta de pelotudeces que había oído el día anterior. Había decidido hacerse el partidazo de su vida solo para hacer un punto en las redes sociales.
Esa mañana, se levantó e ignoró los mensajes de Emiliano de la noche anterior. No porque quisiera, sino porque no podía distraerse de su objetivo. Le contestaría después de ganar el partido, ya que sabía que éste sería el más difícil al que se enfrentaría, porque en el grupo C, Arsenal era el club de más nivel. Tenía que estar concentrada y si se la pasaba pensando en aquel hombre, iba a fallar.
Las jugadoras fueron transportadas en un micro proveído por la federación al Estadio Groupama, local del club Lyon, donde jugarían contra Arsenal. Evelyn se aseguró de mantenerse cerca de Grace en todo momento para calmar su ansiedad, incluso durante la previa del partido, la cual comenzó a eso de las tres de la tarde.
En Qatar, ignorando la angustia que lo atormentaba desde el día anterior, Emi prendió la tele.
Para cuando las jugadoras empezaron a calentar, el estadio ya estaba casi completamente lleno, con hinchas de ambos clubes: los de camiseta negra, del Arsenal, y los de camiseta blanca, de Lyon. Evelyn escaneó sus alrededores, sonriéndole a las tribunas de color blanco con la esperanza de terminar aquel partido victoriosa. El murmullo de los espectadores recorría el estadio entero como un zumbido omnipresente que le aumentó los latidos del corazón, llenándola de adrenalina.
Ya que era pleno invierno en Francia, todas las jugadoras del Lyon llevaban puestos los buzos blancos de su uniforme para protegerse del desalentador frío, siguiendo los ejercicios de precalentamiento puestos por Andre, el entrenador, hasta que finalmente fueron las cuatro de la tarde, y, después de una breve charla con la capitana, el partido se dio por comenzado.
Empezaron bien, logrando posesión casi completa de la pelota, con pases limpios que lograban acercarlas peligrosamente al arco del rival. Sin embargo, durante los primeros quince minutos, siempre que se disponían a rematar al área, la defensa de Arsenal, la cual era destacable, se interponía en su camino. El público se levantaba y se volvía a sentar con cada rayo de falsas esperanzas, pero cuando la misma situación se repitió por decimosexta vez, los hinchas de Lyon por poco no se ponen a tirar cosas a la cancha.
Evelyn pronto empezó a frustrarse. Sabía que, después de la entrevista del día anterior, había muchos ojos posados sobre ella – casi todos analizándola cuidadosamente, esperando su error para poder lanzarse a las críticas. En parte, sentía que haberse enterado que la gente creía que ella no era habilidosa le estaba jugando una mala pasada, ya que se estaba concentrando más en lo que dirían los medios que en el juego. Pero estaba dispuesta a hacer todo por negarles el lujo. de contonearse. Tenía que poder tomar el control de aquel partido, por lo que, cuando recibió el pase de su volante, se encargó de empezar carrera hacia el arco. La hinchada de Lyon saltó a sus pies y aclamaron a la delantera, quien logró driblar la pelota hasta el centro de la cancha.
Allí, se vio problematizada, por lo que le devolvió el pase a la delantera izquierda y avanzó hasta el borde del área rival. Una vez volvió a recibir el pase, remató hacia el arco, pero a pesar de que la pelota logró esquivar los pies de toda la defensa, acabó topándose con los dedos de la arquera. La pelota salió de la cancha por la línea de meta.
A pesar de todos los remates al arco que le siguieron a ese, ninguna jugadora de Lyon logró pasar la defensa, solamente logrando aumentar el ego de las jugadoras de Arsenal, que se pavoneaban por la cancha, sabiendo que el rival no podía atravesarlas. Evelyn tuvo que contenerse de agarrarse a las piñas con una de las defensoras que, en un intento de apartarla de en medio, la tomó de la remera y le dejó sentada en el piso. El juego se estaba poniendo cada vez más tenso para las jugadoras del Lyon.
A Evelyn incluso le agarró un ataque de taquicardia cuando, en el minuto cuarenta y cuatro, las delanteras rivales lograron hacer uso de sus piernas y correrse casi toda la cancha hasta el arco. La arquera, Christiane Endler, logró desviar el primer remate, y afortunadamente, las defensoras pudieron bajar al área antes del segundo, ya que la arquera aún no se había levantado del suelo. La pelota le pegó en el pecho a una de las defensoras, efectivamente salvándolas de un gol antes de que el árbitro finalmente tocara el silbato.
Durante el entretiempo, Evelyn se sintió obviamente feliz de que habían sido capaces de salvarse de un gol de último minuto, pero aún así, le molestaba que las jugadoras de Arsenal habían estado tan cerca de marcar un punto y ella todavía no había podido ni meterse al área. Ella sabía que era buena, pero por algún motivo, no estaba pudiendo dar más.
Después de que la capitana y el entrenador dieran sus charlas y marcaran los errores a mejorar, aún quedaban cinco minutos del entretiempo, por lo que Evelyn se sentó con su botella de agua en la mano, observando la amplia cancha frente a ella y deseando que algún milagro cayera del cielo y las salvara del amenazante 0-0. Andre se sentó a su lado.
"Evelyn, what's wrong with you? (Evelyn, ¿qué te pasa?)" preguntó en aquel inglés afrancesado que ella bien conocía.
"What d'you mean? I'm fine. (¿De qué hablás? Estoy bien)," respondió la chica, encogiéndose de hombros.
"You're distracted. What I just saw in that field... that was bullshit. (Estás distraída. Lo que acabo de ver en esa cancha... fue una mierda)." Andre negó con la cabeza; parecía decepcionado. Evelyn frunció el ceño. "I need you to focus. I didn't put you as a starting player to be disappointed like this. (Necesito que te concentres. No te puse de titular para que me decepciones así)."
"I swear, I'm trying. They just have a freaking wall for defense. (Te juro que lo estoy intentado. Es que tienen a una pared de defensa)."
"When has that ever stopped you? (¿Cuándo te ha detenido eso?)" Andre la miró fijo y después uso un dedo para señalar la gran cancha. "You're gonna put yourself out there, on that field, and you're gonna score five goals like I know you can. The bare fucking minimum. Got it? (Vas a salir a esa cancha y vas a meter cinco goles como sé que podés. Por lo menos. ¿Entendido?)"
Evelyn no pudo contestar, ya que el entretiempo había finalizado. Tomó un último sorbo de su botella y salió a la cancha con las palabras de su DT retumbándole en la cabeza.
El saque inicial fue llevado acabo por la delantera izquierda del Lyon. Hizo el primer toque y Evelyn se encargó de reanudar el movimiento, devolviéndole el pase. Se alejó un poco del mediocampo y volvió a recibir la pelota. Allí, frente a un área casi vacía, vio su oportunidad. No dudó en chumbar la pelota hacia el arco rival con tal fuerza y tal curva que la arquera no tuvo tiempo de reaccionar. Incluso cuando ésta rozó los dedos de su guante, el contacto no fue suficiente para evitar el gol.
Con la sacudida de la red, los hinchas de remeras blancas se pusieron de pie de un salto, aclamando a la autora del gol de casi mediocampo. Ella corría con los brazos abiertos, la expresión seria para recibir la ovación que ella sabía que se merecía. Ahí tenían la prueba de su habilidad inferior.
Grace se le acercó corriendo con una sonrisa y se arrodilló frente a ella. Le guiñó un ojo y Evelyn, sonriendo pícaramente, apoyó su pie sobre la rodilla de la chica, quien pretendió estar lustrando sus botines mientras ella miraba en dirección de las tribunas, altanera. La hinchada se volvió loca ante la inusual celebración de las dos chicas, ya que se sabía sobre el gran respeto y carisma que conllevaba su amistad.
El resto de sus compañeras la atropellaron en un intento de abrazarla, felicitando a la integrante más joven del equipo de Lyon por un gol en el primer minuto.
En Qatar, el seleccionado masculino, quien miraba el partido por la televisión, saltó de emoción y se abrazaron unos con otros cuando vieron a la enana del equipo festejando el punto.
Así, en el minuto cuarenta y seis, Evelyn oficialmente marcó el primero de tres goles.
Con cada punto, cuanto más se alejaban de la derrota, a Evelyn se le ocurría una celebración distinta que generaba una aclamación ensordecedora de los hinchas de Lyon, que lentamente crecían a idolatrar a la chica. Evelyn, por su parte, se adentraba en el principio de su debut oficial.
Con una ventaja de tres goles, Evelyn ni siquiera se sobresaltó cuando Arsenal logró meter un gol en los últimos dos minutos del tiempo agregado. El partido ya lo habían ganado. Su habilidad inferior ya la había demostrado. Ya podía descansar por los siguientes días hasta el siguiente partido. Ya podía, incluso, llamar a Emi.
a/n —
como todos me lo están pidiendo, tengo planeada otra escena +18 (spoiler: emi sumiso...), pero van a tener que esperar unos capítulos más. <3
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