17| ¿Tenemos un acuerdo?
Camino por los pasillos aun sin saber muy bien que hacer respecto a Humasah, y siendo sinceros, no era como que tuviera muchas opciones.
Simplemente era por las buenas o era por las malas, pero de que le iba a dar un alfa a esa maldita era ya un hecho.
Sabía que una vez resultara embarazada, la gobernante la encerraría en un cuarto oscuro hasta que de a luz a su heredero.
El destino era desesperanzador veas por donde lo veas, y aún así le daba más miedo no poder cuidar de su nuevo cachorro una vez que ese naciera.
Sabía de antemano que Humasah lo areancaria de sus brazos y muy probablemente la dejase morir a ella despues de darle un alfa, y la siguiente en vivir eso seria su querida hermana.
No podía permitir que Mahidevran pasara por ese mismo destino, estaba segura de que si a Mahidevran llegase a tocarle lo mismo que ella, ni siquiera lograría llegar al tercer mes de embarazo, ella era completamente capaz de dejar este mundo.
En medio de tantos cables cruzados; uno no parecia tan mala idea, quizás podría resultar o quizás no. ¿Que era lo peor que podría pasar? ¿morir? No, eso era un alivio, podría encontrarse con su amada y luego esperar por la llegada de sus hijos.
Corrio pasillos dentro como si se tratase de ir a recibir a Hurrem y entro sin avisar a la habitacion de la alfa.
—¿Que es lo que sucede?—Pregunto Humasah con evidente molestia de ser interrumpida.—Tu tiempo como Haseki ha acabado, no puedes entrar sin avisar a estos aposentos.
Cerro los ojos lentamente y tomo un poco de aire, e ignorando las palabras de la alfa, se sento delante suyo.
—Tu quieres que te de un alfa.—Inicio con cierto nerviosismo.—Y sabes que yo puedo dartelo, pues desde que llegue solo he dado a luz a una omega, hay muchos candidatos al trono de mi sangre.
—Si no me lo das tu, me lo dará tu hermana, ¿Quién sabe? Quizás Mahidevran sea más capaz que tu en ese sentido, despues de todo, Hurrem no aprovecho bien a esa omega.
—De ser ese el caso, ¿Por que me mandaste a traer a mi y no a ella?—Hubo unos instantes de silencio antes de que Kosem pudiese seguir hablando.—Te propongo algo, yo te dare todos los alfas que tu quieras, mientras que me dejes estar en la misma habitacion que mis niños, lo demas no importa, pero quiero estar encarcelada con ellos.
De nuevo el silencio reino, ocasionando que la omega griega entrase un poco en pánico, quizás Humasah ya la mandase a matar por su insolencia, ya sabía lo temperamental que podia ser.
—¿Tenemos un trato?—Pregunto la omega con nervios y aún ganas de clavarle un cuchillo en el cuello.
—¿Y si no logras darme un alfa?
Tembló al oír las palabras de Humasah, aquella probabilidad no la había pensado nunca, sin embargo, durante el tiempo que estuvo con su amada de cabellos fuego, solo le dio un omega, por lo que era imposible pensar que seria incapaz de darle un alfa a Humasah.
—Por algo estoy aquí, ¿No?—Sonrio con la poca confianza que consiguio reunir.—Si pensaras que soy incapaz de darte un alfa, hubieras escogido una de tus otras flores para esta misión.
Una sonrisa traviesa aparecio en los labios de la sultán y comenzó a caminae hacia la antigua consorte real, una vez estuvo frente a ella, coloco una de sus manos en el cuello de la omega, lo hizo con una delicadeza no muy propia de ella. De este modo tiro suavemente de la omega para quedar cara a cara, con algunos centímetros de diferencia entre sus bocas.
—Tenemos un trato.— Susurro Humasah mirando los ojos grises.
Kosem intento no pasar saliva para no demostrar el miedo que estaba sintiendo, en su lugar, tomo de la mano de Humasah que estaba sobre su cuello y la quito de el.
—Entonces no perdamos el tiempo.—Dijo Kosem con un tono suavemente sensual mientras llevaba sus manos a los ropajes de Humasah.
La sultán al ver como el vestido de la omega yacia en el suelo, entendió rápidamente por que Hurrem no la habia soltado durante todos estos años, se acerco hasta la omega y comenzo a besarla con intensidad.
Kosem sentía cierta replusión al hacer esto, pero sin duda alguna su deseo de poder estar con sus cachorros era más fuerte, por lo que se encamino a tirar a Humasah sobre la cama y comenzar con su labor.
Feliz cumpleaños a mí <3, son unas ratas nos conocemos desde hace tres siglos y siguen sin acordarse de mi fecha de nacimiento, ni un:"Hola Taiyo, feliz cumpleaños, eres una rata por el final de tus historias." tanto que pueden decirme.
En fin, como ya sabes, es costumbre mia regalarles aunque sea una actualización de alguna historia, por que es mi forma de celebrar con ustedes.
En lo personal decidí actualizar Sultanato Griego por que es la historia que más les gusta (creo, capaz estoy equivocada.)
Sin nada más que decirles, espero que les haya gustado el capitulo <3
¡Nos llenos el proximo siglo!
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