Namjoon.

Las opiniones encontradas sobre mi boda con Amaris no se hicieron esperar. Muchos decían que lo hacía porque mi primera esposa no puede concebir, otros porque estoy obsesionado con ella.

La segunda opinión es la más acertada, si Amaris no logrará concebir no me importaría, pero es una bendición qué mi primogenito venga de ella, si llega ser varón nadie podría decir nada de ella nunca mas.

Ahora verla tan hermosa con el vestido de novia es como un sueño hecho realidad, luce si vientre abultado, haciendo que todas las cortesanas luzcan tan simples. Ella esta disfrutando del evento, los votos los dijo con una sonrisa en su rostro, yo sabría que llegaría amarme, tanto como yo lo hago con ella.

—Me siento honrado de que todos estén aquí, de que puedan compartir mi felicidad, antes de que la noche termine quiero darle mi regalo de bodas a mi hermosa esposa —alce la mano hacia mi guardia real, que de inmediato trajeron a mi primera esposa atada y cubierta solo por un vestido sucio —te prometí que me desharía de aquel que intento lastimarte, aquel que intento matar a mi primogenito.

—Mi señor... por favor mi señor —lloraba con desesperación mientras trataba de arrastrarse hacia mi —no fue mi intención, ella, ella tiene la culpa, es solo una simple campesina, una concubina sin clase, aun así se pavoneaba como si el mundo le perteneciera, usted esta cambiando por ella, debía hacer algo.

Me levante furioso y fui con ella dándole una bofetada que la hizo sangrar, ella siguió llorando tratando de detener el sangrado de su nariz.

—El día de hoy no solo Amaris se convierte en mi esposa, también se convierte en la primera y su sultana...

Esa misma noche mi primer mujer fue ejecutada por traición...