Capítulo 2: Impresión


El viaje a Corea del Sur había salido muy bien, como cualquier otro, ¿cuántas veces ya estuvo por allí? Perdió la cuenta, sobre todo cuando su día a día se basaba casi siempre en estar de un rincón al otro. ¿Por qué? Siempre le tocaba trabajar con artistas de diferentes partes y no sólo de Asia, por ellos y por colaboraciones con su propia persona, existía la variedad.

Un arduo trabajo, uno grande y agotador, pero que era una de las principales cosas que alimentaba el espíritu de Zhang YiXing.

El joven chino vivía por y para la música o por lo menos era lo que se notaba desde el exterior, ¿él lo creía? Quizá.

Para éste todo lo relacionado con tal campo artístico era como la sangre corriendo por sus venas, el oxigeno que necesitaba para mantenerse en pie, aunque muchos cuestionaban si tal mentalidad positiva al respecto no era algo para enmascarar algo más, ¿qué? No lo entendía.

O no lo quería entender.


—Siento no haber ido a recibirte en el aeropuerto, ya sabes: la filmación, los fans que pueden saber que voy a venir y demás. No quería que te molestaran.

—No te preocupes, BaekHyunnie, sé que era por todo eso. Además estás aquí, ¿no? —sonrió y el adverso asintió.

—Bueno, por lo menos esta vez de nuevo trabajas para mi misma compañía —exactamente la empresa de entretenimientos más reconocida del país, aunque nunca estuvo tan fijo allí, pero reconocía todas las oportunidades que le dieron.


¿Quién era ese tal BaekHyun? Nada más ni nada menos que uno de los solistas coreanos del momento, siendo a su vez su mejor amigo del ambiente hace ya un par de años. A veces podía resultarle algo difícil hacer amigos de ese modo, mas el menor nunca lo trató de menos ante su nacionalidad, sin olvidar el hecho que YiXing fue uno de los "motivos" por los que se interesó en aprender mandarín, dejando de lado cuestiones laborares en sí, todo porque en su momento lo ayudó en los inicios de su carrera.


—Y hablando de eso.

—¿De qué?

—Estaba hablando de tu trabajo de ahora YiXing, ¿estás despierto o es el afecto del vuelo? –el tono burlón era notorio.

—Luego deberé de dormir un poco más.

—Sí, sí —le dio unas palmadas en la espalda y le pasó la bebida que minutos atrás habían pedido en la tienda de la empresa, para después indicarle el sitio en que se sentarían—. ¿En verdad aceptaste trabajar con él?

—¿Con Kim JunMyeon? —si antes algunos lo estuviesen mirando (claramente por la presencia del cantante) con sólo pronunciar ese nombre un par de cabezas se dirigieron a su mesa, pero cuando giró a verles se hicieron los desentendidos.

—Sí.

—¿Y eso qué tiene de malo?


En verdad no lo entendía. ¿Y él qué sabía con exactitud de esa persona? No mucho, la verdad.

YiXing tenía una carrera más enfocada a su país y luego en otros que no eran exactamente en el que estaba ahora mismo, mas allá de que cada tanto aceptara participar en la creación de un álbum de otro artista, siendo en éste caso del... ¿actor? Sí, eso había averiguado que era. Exacto, otra cosa que la que no tenía tiempo: Ver dramas o películas, sobre todo si no eran de China.

Aunque por juzgar por como se expandía todo en la actualidad no le extrañaría que fuese más famoso de lo que pensaba.


—Malo es que no sepas nada de la persona con la que te dijeron de trabajar y más en algo tan importante, YiXing.

—Bueno... sé que me contactaron por mis cualidades en esto—murmuró casi la última parte y sus hombros apenas bajaron un poco más, terminando por darle un sorbo al café, su principal aliado si quería seguir con ese par de ojos abiertos—. Y que es un actor de aquí, uno que empezó a ser muy relevante y ahora decidió empezar su carrera de cantante, ¿no?

—Ya, estás al tanto, pero no de todo lo demás.

—BaekHyun, ¿vamos a empezar con rumores o cosas así? —el menor parecía que iba a dejar su malteada para liberar una queja, pero le ganó antes:— Tú mismo me dijiste que en esta industria no hay que dejarse guiar por nada y menos por esas cosas, ¿no?

—Como sea, de todos modos no sé qué tan bueno sea hablar de esto aquí –un bufido y cuando siguió bebiendo se notó que el coreano se daba por vencido.

—No, no lo es, sabes que nos están escuchando, ¿no?

—Siempre, por eso no dije demasiado, sin embargo esto también lo dicen ellas y otros más.

—¿También hablan así de ti, no? Si supieran...

—¡Hey! No empieces –el extranjero rió por lo bajo al ser interrumpido y el menor sólo rodó los ojos—. Simplemente te lo advierto, no soy cercano de JunMyeon... pero no muchos hablan bien de su actitud y no quiero que tengas un mal ambiente laboral.

—Mantendré todo al margen en ese caso, no te preocupes.

—Está bien, confío en ti, ge.


El momento con su amigo pareció casi un parpadeo por lo que poco pudieron estar juntos, pero cada uno tenía sus obligaciones y en su caso ya deseaba llegar al cuarto de hotel, ese que sería su hogar por el lapso que se mantuviera en tierras extranjeras, con la mente fija en descansar.

¿Descansar? Era un casi un chiste —uno no tan bueno— sobre todo porque lo que apenas hizo al pisar la habitación, además de ponerse cómodo, fue ir directo a su laptop, encenderla y posteriormente un par de programas ya aparecían en la pantalla, a la par que revisaba algunos apuntes que tenía por allí.

Volvía a estar sumergido en su trabajo, no podía dejar de lado lo personal a pesar de estar allí por asuntos de terceros.

¿Por qué seguía aceptando tantas propuestas? ¿Por dinero? Estaba claro que debía de mantenerse de algún modo, sin embargo también le apasionaba y sobre todo cuando algo captaba su interés.

Él era su propio jefe en sus tierras y a pesar de tener empleados, era el que tenía la decisión final, por lo que cuando llegó aquel particular correo y se quedó intrigado, el contenido le llamó tanto la atención que no pudo negarse.

Era entretenido y halagador la forma en que todo fue redactado, porque a pesar de mantenerse siempre al tono —se notaba que el que narraba aquello era correcto a la hora de tal labor— la energía de las palabras llegaban.

¿Eso era posible o estaba delirando? No lo sabía, pero tenían esa pizca de esperanza y luz que no comprendía exactamente el motivo de estar allí, en una petición de que trabajara junto a él, pero era un plus que le dijo que podría salir algo bueno de eso y que el futuro cantante tenía algo.

Porque sí, fue directamente Kim JunMyeon el que escribió todo o eso parecía, detalle que le ocultó hasta a su mejor BaekHyun cuando habló con éste, porque no deseaba platicar al respecto, no era relevante.

Sin embargo con el pasar del tiempo entendería que no era una simple petición de trabajo, que el actor no buscaba solamente crear un álbum o obtener el éxito que podría generar un carrera de solista, sino algo más.

Algo que Zhang YiXing podría comprender y a la vez no.








Al mediodía del día siguiente ya se había acordado el inicio de las actividades del actor, por lo menos con lo que se respectaba a la planificación de su debut, ¿igual le habían dicho que quizá podría llegar algo tarde porque estaba grabando escenas de un drama? Eso entendió y no le llamó tanto la atención, él no se consideraba nadie para quejarse de ello, aunque a la par tenía mucha curiosidad de verle en vivo y directo. ¿Por qué? Porque quería ver si la primera impresión que le daba encajaba o no a lo que tanto comentaban, a fin de cuentas ya le bastaba estar —ahora— en la empresa del susodicho para ver que algunos no tomaban tan bien el hecho de siquiera escuchar su nombre. ¿Qué tan mal sujeto tiene que ser alguien para causar ese efecto?

—Muy bien —escuchó una voz, aunque la misma estaba venía desde el pasillo que llevaba a la sala en que se encontraba ahora—. Llegamos un poco tarde, sin embargo el señor Zhang te está esperando al final del pasillo, ¿vale?

—De acuerdo —supuso al instante de a quién pertenecía tal voz, esa que ya demostraba un rastro de ansiedad, aunque era leve.

—No olvides tu siguiente horario, de todos modos vendré a buscarte.

Escuchó luego un par de frases más, pero se dispersó un poco, por lo menos hasta que tuvo al mayor al fin a pocos metros de él.

Era igual que en las fotos, encajaba totalmente con la imagen que tendría un actor atractivo y seguramente le vendría bien hasta en una carrera musical, ¿pero también tendría talento para ello? No buscó tanto al respecto, tampoco se puso a oír nada, ¿había hecho algún ost? Lo supuso, sino no existiría quizá tal oportunidad.

Nada era tan fácil como sacar un álbum y ya, llevaba todo un proceso, esperaba que el otro lo tuviera claro, no obstante ya tendrían tiempo para tocar esos puntos en especial.

—¡Siento llegar tan tarde!

Primera impresión: No le causaba intimidación alguna, sobre todo con esa notable culpa y ciertos rastros de vergüenza que portaba al llegar tarde.

Sin embargo sí encontró detalles: Una postura firme a pesar del "percance" inicial, pero sin enseñar rudeza, sino todo lo contrario.

Su presencia era amena, relajante, ¿pero qué le pasaba a la gente?

Igual algo le decía que encontraría las grietas, tarde o temprano, sin embargo ahora debía centrarse en lo importante.

—No te preocupes, no pasó mucho tiempo —dijo con su coreano fluido, pero con ese acento marcado que delataba claramente su origen—. Soy Zhang YiXing, trabajaremos juntos de ahora en más, incluyendo a los restantes artistas.

Porque sí, no era el único. Había más de un artista que estaba involucrado en el proyecto, aunque se había dejado claro que JunMyeon se involucraría en todo y eso sería respetado.

En su caso pudo viajar gracias a un par de huecos en su agenda y porque no le perjudicaba directamente en tales fechas, teniendo libertad de ir y venir, sino se hubiera encargado todo a la distancia, como solía pasar.

—Un gusto, soy Kim JunMyeon —tono cálido, actitud amigable, ¿actuaba así siempre? Las frases, sobre todo de su amigo, retumbaban en su cabeza, pero decidió dejarlas de lado por ahora—. ¿Vamos al estudio para empezar?

—Claro que sí —por fin miró con atención lo que llevaba el adverso, ¿eso era un portafolio? Sí y lo resguardaba entre los brazos—. Hace unos meses que no vengo aquí, se nota que hicieron un par de cambios —comentó al aire, todo antes de que llegaran.

—¿Vienes mucho a Corea del Sur? —no esperaba que el otro le preguntara algo, menos crear una conversación por algo que dijo casi sin darse cuenta, pero tampoco le molestaba responder.

—Cada tanto, trabajé un par de veces para la empresa y tengo amistades ya.

—Oh, entiendo.

¿En verdad nunca se cruzaron? Para él en lo más mínimo, la verdad.

—Lo que más me interesa ahora es hablar de un par de cosas, porque a partir de ello podremos trabajar mejor la parte creativa y otros detalles —comenzó a explicarle al contrario que estaba sentado a unos metros de él, el mismo que asentía a sus palabras totalmente concentrado, sin despegarse del objeto que llevaba—. ¿Por qué quieres ser cantante, JunMyeon?

—Me gusta cantar, no soy malo.

—Dejando eso de lado, porque seguramente tendrás capacidades –aunque supiese que en ocasiones no era tan relevante, pero eran otras cosas esas—. ¿Qué te motiva? ¿Es para ascender más en tu carrera en general? ¿Ganar mayor fama?

YiXing no es que lo fuera a juzgar o algo, la respuesta que le fuese a dar iba a ser valida de todos modos, sin embargo quería tener en claro las cosas.

Además de remarcarle luego al actor que no sería tan sencillo.

—Creo que cualquiera desearía lo que dices —empezó y el chino simplemente se quedó allí, en silencio—. ¿Quién no quiere ascender? ¿Quién no desea ser reconocido? Lo fui logrando en mi carrera actoral... pero quiero algo más —el tono que utilizaba JunMyeon al hablar, el anhelo entremezclado con sentimientos que no lograba descifrar, la forma en que éste acarició por un instante el portafolio; le atrapó más de la cuenta—. Quiero ir por un rumbo nuevo —hizo solamente una breve pausa—. Supongo que tengo mucho que expresar —aquello fue dicho con la mirada baja, pero la alzó para volver a verle directamente.

Juró que sintió que su piel se erizó un poco. En esos breves segundos percibió convicción, pasión y a la vez, ¿todo lo contrario? ¿O era otra cosa?

No podía creer que alguien como "él" causara tanta mala impresión en la gente.

¿Una mascara?

Conocía a muchas personas falsas y no lo sentía como una, no por lo menos cuando lo que ocultaban por debajo las palabras hablaban más de lo que se creía.

Quizá éste sí poseía lo que que sintió en ese correo, sin embargo ya sabía el método a seguir: lo conocería con la música.

—¿Me dejarás ver eso? —notó como el mayor se sobresaltó por su pregunta (hasta casi da un pequeño salto en la silla) y trató de no reírse, no era el momento para burlarse—. Lo trajiste por la reunión, ¿no?

—Sí... bueno, son simples borradores que hice, la verdad —no sonaba muy seguro de lo que pudo haber empezado a crear, era notorio.

No importaba, con Zhang YiXing aprendería a estar seguro con todo, hasta con lo que necesitara cambios.

—Venga, no seas tímido —se le acercó y tomó el portafolio por su cuenta y sí, empezando a revisar entre el manojo de hojas que parecían no tener orden aparente, encontraba una que otro verso, algunos que le daban cierta curiosidad—. JunMyeon, ¿qué deseas plasmar en el álbum? —preguntó sin en verdad despegar su vista de las notas, todo con un coreano (parcialmente) nervioso que lo observaba.

—Algunos momentos de los últimos años de mi vida, exactamente aproximadamente 8 o más.

—¿Siempre eres así de exacto? —alzó la mirada y no se percató de lo burlón que sonó hasta que notó el nuevo cambio que produjo en la expresión ajena, la que simplemente le hizo reír, jurando que escuchó un suave sonido similar.

Quería un ambiente ameno de trabajo, borrar la idea de que las cosas serían un desastre y de momento pensaba que iba por un buen rumbo.
El coreano no parecía un mal tipo, vamos, además por lo que leyó tenía talento, sólo que debían pulir bien todo para que fuera un deslumbrante diamante, por lo menos estaban acompañados para tal fin.

—Muy bien, verás que a partir de ahora de aquí lo único que saldrá será un gran álbum.

—Eso espero.

"Daré todo para lograrlo y más", eso tienes que decir.

—¿En el contrato venía que me obligarías a decir cosas? —tal comentario le hizo alzar una ceja, sobre todo por la seriedad empleada, pero el cambio total en la actitud del otro lo delató: Estaba actuando, era una simple broma y ahora se le reía en la cara como si nada.

¿Ese era el sujeto con el que tenía que tener cuidado?

—Que gracioso, eh.

—Ya, ya. Demos lo mejor ambos, ¿vale? —una sonrisa apareció y una mano extendida, la cual estrechó sin dudarlo demasiado.

Un gesto de amabilidad y la promesa profesional de un verdadero trabajo en equipo había nacido.

Aunque semanas más tarde se arrepentiría de muchas cosas, hasta de éste día.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top