Capítulo XXXVIII: Hayloft. -Mother Mother.

Ha intentado ser el chico bueno por mucho tiempo, pero siempre hace lo que quiere y siempre se sale con la suya aunque este mintiéndole a todo mundo, nunca tuvo la vida fácil con un matón que vive y tiene su misma sangre, la persona que siempre lo ha torturado a él y su hermana desde que su madre murió. Su hermano siempre lo estaría persiguiendo para hacerle daño, Hakkai podía escapar pero, Taiju siempre encontraría una manera más cruel para hacerle daño. 

Hakkai intentaba ser bueno, los hermanos deben proteger a sus hermanas. Cómo Mitsuya una vez se lo dijo. ¿Pero alguna vez se salvaría de su propio hermano?. 

Sino era capaz de proteger a su única familia, qué diablos en el mundo lo haría tan valiente para proteger a sus amigos. 

Qué le quedaba, sólo apretar los puños con rabia reprimida por tantos abusos, pero una mirada de horror puro a sabiendas que pasaría si decía que no. 

━━ Hakkai. -Esta vez la voz de su hermano lo hacía sonar aterrador, desde sus piernas hasta la cabeza, el pobre Hakkai no quería ni moverse un centímetro cómo si de una bestia apunto de devorarlo estuviera parado cerca suyo. Aunque mirando por donde fuese, es la descripción más acertada desde hace mucho tiempo. - ━━ He dicho, que quiero que mates a ese tipo. ¡Quiero que lo mates a golpes!.

La manera de Taiju siempre era el camino de la violencia, y es cierto que era muy hipócrita decir que el era diferente a todo eso, pero no llegaba a esos extremos, y no sabía porque se lo preguntaba pero ¿De verdad su hermano mayor le obligaría a hacerlo? Qué ingenuo. Nunca hubo un día en que Hakkai viera a Taiju cómo un hermano, no, el definitivamente era el verdugo de su familia. 

━━¡Cómo miembro de la ToMan, debes aniquilarlo!. -Taiju ya había perdido la paciencia y Hakkai no encontraba otra cosa que hacer más que evadir la mirada del mayor con la esperanza que dejara el asunto atrás, pero de nuevo, estaba soñando.

━━ Aniki, él no sabía que este era territorio de Black Dragons, por favor déjalo pasar esta vez. -Sus ojos se negaban a verlo, cómo si de un ente que podría matarlo con su mirada.

Decir que Takemichi estaba anonado era sencillo, pero verlo así a ese tipo, que hace unos momentos lo vio cómo una maquina de pelea sin sentimientos se convertía rápidamente en otra persona por el terror, anulaba cualquier muestra de dolor que estuviera sintiendo.

━━¿B-Black Dragons?...

Hace años que Masao no oía de esa pandilla, no desde el último líder que casi lo destruye, todo por lo que Shinichiro había trabajado y dejado su marca, por culpa de un idiota irresponsable, ahora parecía estar en manos de un bruto aún mayor.

━━ No puedo aceptarlo...¿El legado de Shin-Chan...de nuevo en manos sucias?. 

━━ Eso me importa un carajo, ¿no oíste lo que dije?. Eres mi hermano menor, es más importante que ser miembro de la ToMan. En otras palabras, debes obedecer mis ordenes. -Dicho esto por su hermano, con suficiencia en su rostro y la clara satisfacción de saber que de nuevo, hacía lo que quería sin consecuencias. Mientras tanto Hakkai sólo podía respirar pesadamente por el miedo que Taiju le provocaba.- ━━ Los lazos familiares son más importantes que las amistades, ¿no?.

Yuzuha no podía soportarlo más, era claro que Hakkai estaba entrando en una crisis. Caminando firme sin temblar en su voz, valiente igual que cuando eran niños, Yuzuha siempre había sido la que plantaba la cara por él. 

Pero tan pronto cómo alzó su voz por él, Taiju siempre le daba la misma respuesta, golpeando su rostro con el puño cerrado con total indiferencia en sus ojos dejando a los únicos tres normales, helados por el impacto. Takemichi nunca imagino que aparte de Kisaki existiera alguien igual de cobarde que él, Hinata con su ternura habitual llevándose la mano a la boca por ver a su nueva amiga tirada de un golpe de alguien de su misma familia, y luego estaba Masao, que aunque no se inmuto por completo verlo en carne propia era diferente. 

━━ Está bastante acostumbrada a esa clase de golpes de lo contrario, su cuerpo estaría en el suelo de ser la primera vez, tiene una buena resistencia a los puñetazos. Ni siquiera se ve sorprendida, no, más bien esta aturdida por ello. -Analizó, indiferente pero intrigada por ello, asqueada de oír a ese hombre decirle a Yuzuha cómo era culpa de ella por no criarlo bien.- ━━ Mierda, este tipo si que es un asco de ser humano. 

━━  Aunque sea tu familia. Yuzuha sigue siendo una mujer. ¿Cómo te atreves a golpear a una mujer, tu propia hermana?. -Takemichi por muy cobarde que fuera en el pasado sabía reconocer y saltar cuando la situación estaba fuera de lo moralmente correcto, aunque las represarías de salir en defensa de Yuzuha, las cobraría sus huesos. SIn embargo él todavía se miraba decidido. 

Aún si la mirada de Taiju se oscurecía, cosa que solo señalaba el peligro inminente acercándose. Aquella conversación, Takemichi estaba de más, después de todo eso era un asunto interno de la familia Shiba, y odiaba que otros se metieran en ello, en especial mocosos de mierda cómo el que tenía de frente. 

━━ Mira con atención, Hakkai. -La sonrisa de Taiju expandía un aire a muerte seguro para el chico teñido, la cara del menor de los hermanos era un cuento de terror a punto de desarrollarse.- ━━ Yo me encargaré de tu problema. ¡De esto se trata la familia!. 

La velocidad en el que el puño de Taiju debió impactar contra la mejilla de Takemichi probablemente lo habría dejado noqueado en menos de un tiro, pero afortunadamente no lo logro del todo, usando sus dos brazos y asi mismo cómo un escudo, Masao actuó antes que su amigo saliera herido, aunque dado a la fuerza y la diferencia de tamaños el golpe los arrastró a ambos atrás, Masao había logrado con éxito evitar que Takemichi recibiera más daño. 

━━¡Mierda!. -Se quejo por lo bajo, ciertamente, había sentido esa extraña vibra por el golpe hasta las encías. Por poco y sus dientes temblando cómo un Gong.- ━━¡Hanagaki, cuidado!.

Eufórico por la ira, Taiju lanzó un rodillazo esta vez sin importarle a quién le daría primero, Masao trato de detenerlo con sus manos y brazos, y aunque lo contuvo por un tiempo impresionante para alguien de su sexo y tamaño, la altura y peso muscular de Taiju era una cosa que lo hacía difícil de vencer, se salvo a si mismo y a su amigo de una quebrada de estómago, pero no a su mentón y un dolor de mandíbula gratuito. 

━━¡Ma-kun!. ¡¿Estás bien?!. -Preguntó alarmado Takemichi, mientras Masao escupía un poco de sangre y se tocaba él área afectada. Ma-kun afirmó con una asentimiento.-━━ Eso fue impresionante, sabía que eras fuerte pero... este tipo estaba definitivamente fuera de tu alcance. 

━━ Ah, de nada por salvar tu trasero. De verdad, súper mejores amigos eh. -De dicha se tomaba las cosas con algo de humor, tal vez intentado ser valiente y genial, con tal de no darle la razón al rubio por esta vez, porque era verdad.- ━━ Hanagaki, me estás obligando a cobrarte una cuota por las veces que te encuentro en este tipo de cosas, ¿no te cansas de ser el saco de boxeo de todos?.

Por otro lado, Taiju estaba fuera de control, Masao resultaba ser otra mosca de la ToMan después de todo, también estaba en su territorio y por ley era lo justo aniquilarla, en especial ahora que había entrado de la nada a una confrontación por mero gusto, odiaba esa altanería. Más si era un miembro de la ToMan quién lo hacía a sus narices. 

━━ Masao, tú en serio que estás buscando activamente hacerme perder la paciencia contigo, ¿A qué demonios estás tratando de jugar ahora, intentando ayudar a este renacuajo?. -Era poco decir que la mirada de Taiju era penetrante y hasta mortal, pero dos podían ver igual de feo y al menos a uno el ojo le quedaba intacto. 

━━ Déjalos. -Taiju levantó una ceja curioso, pero Masao parecía estar convencida de que unas palabritas lo mantendrían a raya.- ━━ Tachibana-San, Hanagaki-San son conocidos míos. Si les haces algo tendrás que hacérmelo a mi primero. 

Pudiera ser un impulso repentino, claro, protegería a Tachibana Hinata con sus fuerzas de ser necesario porque al final de todo, ella solo era víctima del fuego cruzado entre ese montón de pandilleros, incluyéndose, a Takemichi tampoco podía dejarlo morir o perdería la única conexión más cercana a Mikey. Era un perder o perder o donde se vieron.

Se sentía una verdadera sapa diciendo tales cosas, y luego actuando de una forma tan opuesta. 

Las carcajadas de Taiju no tardaron en explotar de él de forma sincera, una risa jocosa y la de un maniaco en persona, la burla era obvia y Masao la compartía, pero no iba a permitir que se burlara tan abiertamente, más en cambio antes de soltar una diatriba de golpes a su dirección los subordinado de Taiju la sujetaron por los brazos formando una llave, tanto de manos y brazos, cómo de espalda y cintura, primero dos hombres, y luego cuatro cuándo esta se intento soltar, luego seis de esto que empezaron a doblegar sus brazos hasta hacerla arrodillarse en el suelo por la presión que todos ejercían encima de ella. 

━━¡Suéltenme!. -Ordenó casi por instinto, tratando de levantarse aunque esto se viera interrumpido por otra mano echando su cabeza por abajo, ese era Inupi, un chico con una cicatriz por todo el rostro y total indiferencia en esos ojos muertos.

━━ No te atrevas a creer que eres especial, tienes suerte en que no te matemos por el momento. -Inupi era otro que poco le importaba que su oponente fuera una mujer, el siempre estaba dispuesto a una pelea agarrando a Masao por el flequillo levantando su rostro.- ━━ Lo único que te mantiene viva es el contrato, cuándo termine seré yo quién te mate.

━━¡Púdrete!. -Sus manos y sus pies eran retenidos, cómo si le ataran piedras en los tobillos y la empujaran hasta estar en el suelo de rodillas, definitivamente necesitaba ganar un poco más de peso y músculo. Porque le estaba costando zafarse, pero bueno, una avalancha de ellos contra uno era una pelea perdida.- ━━¡Shiba...Taiju!. 

Él líder actual de los Black Dragons no podía ser este imbécil y de cómo llegaría a sus manos es otra cosa que no concebía, jamás había oído de Taiju hasta ahora. Masao lanzaba desprecio por todas partes, pero Taiju disfrutaba de tal lamentable show.

 ━━ Manténgala así un tiempo, ya es hora que esta mocosa aprenda por las malas cómo funciona el mundo. -Su mirada se direccionó al renacuajo de antes, la sonrisa del demonio plasmada en sus labios, haciendo sonar sus tensos nudillos preparándose para dar una reprimenda.- ━━ Tu perra guardaespaldas esta algo ocupada, ahora ya nada te va a salvar, mocoso. 

En la escala de palizas recibidas esta se llevaba la peor, seguro, el matón de Kiyomasa tenía torturas que tal vez al día de hoy a Takemichi le han dado un aguante inhumano a todo tipo de puños, Kiyomasa, Moebius, Valhalla, él sin duda había llegado muy lejos entre tantos matones y palizas. Sin embargo, eso no evitaba que los puños de Taiju no le supieran a un pedazo de infierno marcando su piel, el sonido que generaba el impacto de los puños de Taiju contra el delgado cuerpo de Takemichi estampándose una y otra vez cómo un saco de boxeo humano.

Hina tuvo que ver de primera mano las palizas inhumanos que su querido novio recibía, quién sabe que tan romántico podría ser si ella supiera porque Takemichi aguantaba tanto dolor, pero su corazón no le permitía ver a Takemichi siendo lastimado por alguien. Pudiera ser una de esas cosas en las que el amor te hacía hacer cosas más allá de la razón, sabía que compartiría el mismo destino por interponerse Hinata lo hizo sin pensar en las consecuencias de su acción tan valiente, admirable pero irrazonable. Si ver de antemano que este sujeto le importaba poco que fuera una mujer de cuerpo frágil que estaba tan asustada de ponérsele en frente. 

La ingenuidad de Hina era una atractivo para las bestias sedientas de poder y en busca de su propio imperio, pero las bestias que no necesitaban de nada y nadie quienes actuaban por el mero instinto de ser quién predomina entre los más débiles, Taiju era eso, un animal salvaje con la fuerza para romper a Hina en dos. 

Pero Hina era el faro de vida de Takemichi, y él aunque indispuesto y sabiendo que si lo mataban no llegaría a nada, siguió levantándose con tal de salvar a la chica que ama, Taiju perdió la cuenta de cuantas veces lo había noqueado, interponiéndose en su camino una y otra vez, el mocoso tenía huevos.

━━¡Aniki! ¡Por favor, te lo pido déjalos ir!. 

Maldición Masao no sabía que esperaba ese chico sólo suplicándole a ese animal que se detuviera, era claro para todos cuanto le gustaba causarle angustia, el terror reflejado en sus ojo, aún con una apariencia intimidante era igual a un perro maltratado por su dueño. 

La angustia en el corazón de Hakkai era notable, imposible no sentir hasta pena por el chico, y ellos mejor sabían lo afortunados de no compartir techo con alguien cómo su jefe, pero por eso tal vez era admirable, tal vez porque no habría nadie que lo derribara. Su expresión llena de suficiencia lo decía todo, ahí fue cuándo Hakkai puso la soga al cuello.

━━ Hakkai. -Temblaba, su propio hermano le causaba un terror inimaginable que solo oírlo hablar le causaba estrés.- ━━ Cuando pides un favor, debes dar algo a cambio. -Si esa era la única manera, la usuaria. Taiju ya sabía lo que obtendría de eso pero oírlo sería una experiencia única, saber que cómo siempre él había ganado, que habría sometido al debilucho de su hermanito.- ━━ Si no lo haces, aquí es donde este imbécil muere. 

Esa clase de hombre que hacía lo que quería. Era el tipo de hombre que Masao buscaba desesperadamente por devorar, desde el inicio, y sin embargo, lo que veía le daba una sensación repugnante. Retorcerse con tantos simios encima suyo no estaba resultando, se estaba lastimando más de lo usual y seguro que le romperían el brazo. 

Hakkai siempre supo que no podría escapar para siempre de su destino, uno lamentable que lo guiaría a experimentar un dolor inimaginable, perderse así mismo en lo que Taiju quería porque era lo que debía haber hecho, cómo él decía. No había nadie que se preocupara lo suficiente por detenerlo, ni siquiera su padre, y su hermana, ella ya había sufrido demasiado pro su culpa. Todas estás cosas lo venían persiguiendo, y por mucho que Hakkai quiso no verlas, no oírlas y tampoco aceptarlas finalmente había llegado a la linea final. 

Con un dolor en su pecho y una mirada que sólo alguien quien ha perdido su libertad podría mostrar, se dirigió a Taiju con un gesto derrotado. 

━━ Renunciaré a la ToMan. Me uniré a Black Dragon para ayudarte. Así que te lo pido, deja ir a Takemichi. ¡Esa es mi oferta!. 

Taiju siempre conseguía lo que quería. 

Luego de soltar a Takemichi y expresar con sus gestos lo ampliamente complacido que estaba por la oferta de su hermano menor, prometió cumplir su palabra, sin embargo si Takemichi volvía a pisar nuevamente su territorio, él se encargaría de darle una paliza hasta dejarlo moribundo. Dio orden a sus hombres para que dejarán libre a Masao quién sintiendo el peso desplazarse rápidamente se paro intentando ir al lado de sus ¿amigos?. 

━━¡Hina-San, Takemic---!. -Cortada de golpe, agarrada del cuello de su ropa cómo un gato que sale de casa, sus pies dejaron de tocar el suelo no era necesario decir quién la había tomado con tanta facilidad.- ━━¡Maldito pedazo de mierda!. 

━━ Oye, oye no hables así ¿Okey?. Es tu culpa por intentar ser la heroína protegiendo a ese debilucho, no te queda para nada bien fingir ser alguien "compasiva". ¡Jajaja!. -Agarrar a Masao era tan fácil para él, lo había dicho pero era tan real, era una maldita muñeca, una que lo miraba con enojo pero con la impotencia de saber que no podía hacer nada. Y si él no podía tocarle un cabello, ella tampoco.

Pero la diferencia era que Taiju lo hacía por contrato, y Masao porque era inteligente y sabía con quién y con quién no pelear. 

━━ Hakkai, lárgate con esos dos de aquí antes que pierda la paciencia. Y tú, Yuzuha. -El cuerpo de Yuzuha quedó petrificado, la mirada de Taiju lo decía todo, respiro profundamente ya que no tenía que esperar a que su hermano lo dijera, ella ya sabría el precio que debía pagar. En silencio y cerrando los puños con la mandíbula apretada, Yuzuha con pasos silencioso camino derecho a su hogar, o mejor dicho su prisión personal con Taiju detrás de ella. 

━━ Nuestro jefe si que es despiadado, ni siquiera yo me atrevería a golpear a mi hermana menor por mucho que me joda la vida. 

Fue un comentario al aire hecho por uno de los subordinados de Taiju, divagaban de cosas que aparentemente habían visto u oído, dejando a Masao con una expresión inelegible, moviendo al instante su vista a la chica que caminaba cómo un ciervo a la luz de los foros de un auto, con ese maldito detrás suyo, el corazón de Masao empezó a latir con fuerza que hasta sus oídos se tumbaban. 

━━ Debe tener un resistencia formidable, mira que las palizas del jefe nos dejaron a todos con mínimo un hueso roto. ¿Será considerado porque son familia?. -Se burló uno de ellos, algunos no decían nada, otros solo eran espectadores.

Simples espectadores. 

No supo en que momento sus pies empezaron a moverse al frente una vez que la puerta de la casa se cerró con fuerza y el viento soplo en ella, no entendía que estaba haciendo, en el momento que sus pies se detuvieron fue porque el mismo chico de antes, quién le había puesto una mano en la cabeza la tomo del brazo, los ojos de Masao estaban ajenos de cualquier cosa, respondería empujando al chico pero, ya había empezado a escuchar lo que pasaba adentro. 

Conocía bien el ruido de cuándo alguien esta siendo golpeado, incluso para la señorita violencia, era demasiado.

━━ Lo que sea que hagas, será mejor que borres de tu mente lo que viste o escuchaste. -Inupi intensifico su agarre, de verdad, esta chica era todo un problema, ¿por qué buscaba ser golpeada?. ¿Acaso no pensaba?.- ━━ Muévete. 

Masao entonces se volteo a verlo con la mirada más gélida que podía engendrar, la expresión de sus ojos era una connotación de todas las emociones que estaban saliendo de la nada, no había brillo alguno en sus ojos que pudieran reflejar su alma. Pero sabría decir cosas tan hirientes sin ser despectiva.

━━¿Tú también eres de los que golpean a sus hermanas?. -Realmente lo habría dicho de forma espontanea, sin saber que había detrás de la vida de los demás, que le importaba, que importaba si los hería. Eso había provocado la ira del chico de la cicatriz. Inupi no tenía que tolerarla sólo por las ideas millonarias de Koko.

━━¡Cállate!. -Exclamo alzando su puño, sin embargo fácilmente Masao lo agarro antes de que siquiera pudiera rozarle, arqueo las cejas molesta, sin darle tiempo para que apretara los dientes Inupi salió volando de una patada certera. 

Las manos de Masao se posaron en la puerta, mientras una gota de sudor corría por su frente, actuaba sin pensar en las repercusiones, sabía que no le interesaba en lo más mínimo saber que había allí. Pero la curiosidad era un arma de doble filo.

━━ Quiero ver con mis propios ojos. -Dijo con una mirada decidida y una postura firme, sin ningún timbre de duda, abrió deliberadamente la puerta.- ━━ Quiero ver...Quiero ver con mis ojos a este monstruo. 

Masao entró y la puerta se cerro con ella, los hombres de Taiju quedaron cómo piedra, otros murmuraban de lo loca que estaba por entrar a la casa del jefe sin permiso. Pero si daban un recorrido a todo lo que han visto que es capaz de hacer, el respeto que le tenían podría ser genuino.


Masao tenía un mal presentimiento de cómo iba a terminar todo, siempre prevista a todo tomo su celular y se preparo para algún fallo. Cuándo entró el silencio que reinaba la casa era inquietante, cómo una película de suspenso innecesariamente larga donde puedes oír hasta la más insignificante respiración, y el sonido que hace tu corazón es estridente. Miro a los alrededores, era una casa tan bonita y espaciosa, pero carecía de la vitalidad que el apartamento que su madre y ella compartían. No había un calor cómo ese. No había nada en esa casa más que la fachada.

Sobraba si una cosa en ese ambiente, el miedo plantado.

Cuándo estuvo cerca de la cocina el ruido que tanto esperaba por oír resonó en sus oídos, la carne golpeada, los labios rotos, los jadeos cortantes, las manos y rostros magullados, de rodillas en el suelo estaba esa chica que estaba junto a Hina-San, la misma que hace unos instantes al igual que su hermano se había visto tan brava contra los subordinados de su hermano. 

No era nada comparado a ese monstruo.

Cuándo Yuzuha levantó su vista, algo borrosa cabe mencionar, observo con pánico a Masao, quién yacía cómo estatua con ese penetrante mirar sobre ella, sosteniendo su celular en dirección a ella con una mueca apacible, una persona normal habría salido corriendo, eso hubiese pensado Yuzuha de alguien racional.

Taiju se percató del cambio en el rostro endurecido de su hermana, girándose con ese cambio en sus ojos que lo hacía ver cómo un verdadero criminal, por un momento vio todo de rojo al ver a Masao dentro de SU casa, con esa mirada vacía cargada con un brillo de haber encontrado algo importante, sería esta la primera vez que Taiju viera algo más que el ceño fruncido de esa chiquilla, una sonrisa de gato, una maldita sonrisa que lo saco de quicio olvidando completamente a Yuzuha caminado a pasos escandalosos de gigantes, hervido por la ira consumido por la rabia de ver tal osadía, esa confianza en exceso que le daba asco.

Habiendo olvidado todo lo que estaba en juego Taiju por primera vez, pero no podrían culparlo realmente, si ella había estado tocando persistente sus botones y probando su suerte, su puño se estrello contra su mejilla, Masao lo veía venir así que apretó los dientes y puso su cuerpo rígido, no la derribo aunque el golpe le rompió el labio, escupió la sangre de dentro a fuera, con la más perversa de las risas.

Ahh, ese golpe. Ese puñetazo era regresar a la vida, despertar de un sueño de mierda donde no la dejaban sentirse bien. Taiju sintió repulsión de verla sonreír así luego de tal golpe.

━━¿Se sintió bien?. -Dijo Masao casi en un suspiro ahogado, agarrándose la mandíbula mirando a Taiju sin pestañar. Su lengua lamió la comisura de sus propio labios, saboreando el dolor y el metal corriendo por sus papilas.

Shiba Taiju trago en seco una vez cayó en cuenta de la realidad. 

━━¡Es tú culpa por meterte dónde no te llaman! ¿¡Sabes en donde demonios te estás metiendo!?. -Mientras su garganta explotaba con la fuerza de sus palabras, su voz que siempre era fuerte e imponente se empezó a escuchar pequeña con esa aguda risa.

La risa del diablo, chirriante y estridente, sacudiéndose con violencia mientras sus dientes relucían en la oscuridad y el negro de su boca se hacía una puerta al infierno, Masao se agarraba la cabeza y la jaloneaba a todas partes, arrancándose cabello de forma insistente, los únicos dos presentes de su locura auto infringida se quedaron de piedra, estoicos a la rareza que presenciaban. Aquella melodía de bufón, esa malvada risa hicieron a Taiju retroceder dos pasos.

Si, definitivamente nunca debió firmar con los Bushida. Había sido un error. 

No eran normales.

━━¡Has estado apuntándome todo el tiempo con esos gloriosos puños tuyos, y por fin he tocado tu punto picante Shiba Taiju!. -Empezó a decir Masao llevándose una mano a su lastimada cara, mirando fijamente hacía Taiju, ignorando a la hermana moribunda en el suelo, Masao empezó a caminar hasta quedar de frente con él. - ━━ Eres un maldito sin piedad, no sientes pena por nadie pero eres tan idiota para pensar que eres intocable. -Sus tamaños eran ridículamente opuestos, pero para Yuzuha era la primera vez en su vida que había oído a alguien hablarle así a su hermana. Masao cambio su rostro a una mala imitación de la angustía con el tono de oz más asquerosamente falso que ha escuchado.- ━━ Me golpeaste, Shiba-Kun. Estoy empezando a sentirme realmente mal...Ohhh, siento que se está inflamando. ¿Qué le voy a decir a mi papi?.

Yuzuha en medio de todo, habría olvidado su propio dolor solo para presenciar este momento, ese glorioso momento en donde su hermano era victima de alguien más. Yuzuha nunca vio esa cara  pánico en Taiju ni una sola vez, ni siquiera cuándo eran niños, y ahora después de tanto dolor, esa angustia percibida era un regalo. Ojala ella también pudiera plantarse así de frente, pero sus huesos le recordaban cada torturas vivida desde niños, desde que su padre simplemente los dejaba a cargo de esta bestia. 

Yuzuha apretó los puños, llena de ira reprimida por todas las palizas que recibió por ella y su hermano, para proteger a quién quería, de su propia sangre. Tenía la vista clavada en el suelo, cuándo la levantaron con toda la delicadeza que alguna vez sintió, encontrándose cara a cara con la chica del suéter rojo. 

━━ Una cara linda cómo la tuya, arruinada por las manos de este imbécil es un crimen que no pienso olvidar. -Esas palabras le dieron un escalofríos que nunca antes habría sentido, y también por lo sencillo que fue para esa enana levantarla cómo si fuera una mascota, Masao en su agarre firme cómo si de un caballero se tratara, empezó a subir las escalaras con los ojos de Taiju clavados en ellas.

━━¿Qué mierda estás planeado...Bushida?. -Preguntó Taiju, mientras sus ojos se transformaban en dagas filosas listas para matarla en cualquier momento, pero Masao volviendo a su típica frialdad lo paso por alto.- ━━ Maldita seas, ¡Lo tenías todo planeado!. 

━━ Silencio. No creo que quieras que tu querida hermana, vea a su hermano suplicar por su vida y la de ellos. ¿Recuerdas? Un sólo cabello mío vale más que la vida que tengo en mis brazos ahora mismo. Pero ¿A ti no te importaría si...?. -Taiju la detuvo antes que ella siquiera lo insinuara. 

━━¡No te atreverías! ¡No tienes las agallas necesarias para hacerlo!. -¿Eso era un tono preocupado? Vaya chiste. 

━━ Cierto, yo no lo haría. Para eso es mi papá. -Diría que eso era una amenaza pero sería una fea mentira, era un hecho. Sin embargo Masao no tenía le valor necesario para hacerlo, no porque le diera lástima, y sería deberle algo a su viejo, cosa que tampoco quería.

Eso fue suficiente para tener a Taiju quieto en su propia mente, estúpidamente se dejo llevar pro sus impulsos y le había dado una carta poderosa a Masao para hacer todo lo que él quisiera, no sabía en que momento fue posible que lo manipularán de esa manera, sabía que esta niña era un problema pero no pensó en el GRAN problema que sería. Pensó que sería sencillo, que ingenuo había sido. 

A los pocos minutos que pudo sentir cómo una eternidad escucho sus pasos bajar, de nuevo esos horribles ojos lo miraban desde las escalares, cómo si la hiciera más grande, sus puños ardían tanto cómo su mente dando vueltas. En la oscuridad de la casa, el rostro de Masao se miraba siniestro, mientras bajaba sus ojos nunca se apartaron a los de Taiju, esperando, queriendo, buscando, anhelando.

Devorando.

━━¿Qué piensas hacer?...-Sonaba curioso, pero infernalmente intrigado por su silencio y sus acciones tan peculiares, ella siguió caminando a su alrededor, cómo la primera vez que se conocieron, y de repente una patada lateral en la plantaris de sus piernas haciéndolo caer de rodillas, no estaba preparado para eso, tuvo suerte que en ese momento su cerebro estuviera desconectado con sus músculos.- ━━¡Ugh!. ¡Estúpida mocosa!. 

Taiju iba a levantarse al instante, pero las manos de Masao lo detuvieron por los hombros, hace un momento no había parpadeado ni una sola vez, y menos ahora, esos malditos ojos, Taiju quería arrancárselos. Eran horribles, sin vida alguna. 

Masao le gustaba hacer sentir a la gente incomoda, también no mentiría diciendo que el cuerpo de Taiju la llenaba de intriga. Tanta masa muscular no era normal. Antes de que él pudiera decir una sola palabra, Masao metió sus manos en los hombros del chaleco de Taiju, deslizándolo suavemente por los brazos del mayor quién quedo helado por la acción. 

Su expresión de dureza prevalecía más allá de cualquier incomodidad. Aún si fuera la primera vez que una mujer hacía eso, no se doblegaba. Aunque ese no era el propósito de Masao, en un tono suave de voz Masao paso su dedo debajo de la barbilla para que pudiera verla mejor, pero siendo el hombre terco quito cómo un bruto su cara. 

Sin embargo Ma-kun no aceptaba no por respuesta, usando sus dos manos para que este le viera sin oposición, con sus pulgares acariciando los pómulos de Taiju, su mandíbula tan rígida cómo era de esperarse, vio cómo el rostro de Masao se acercaba peligrosamente al suyo, sus frentes chocando.

━━ Te ves mejor así, de rodillas frente a mi. Completamente a mi placer. -Su mano se clavo en su cara, sus uñas rasgando intencionalmente por debajo de su ojo.- ━━ La cagaste Taiju, desde el momento en que me hiciste ponerme de rodillas. Desde que creíste que eras mejor que yo, desde que me conociste.

Masao agarró con fuerza los cabellos del chico quién hace tan solo nada se creía el rey de todo, no había algo que le encantaba más que ponerlos de rodillas frente a ella, acorralándolos. Jalando con fuerza sus hebras azules admirando esa expresión de molestia en su cara, él cómo sus ojos la querían ver muerta. Masao puso sus ojos en los pectorales de Taiju, su pecho subiendo y bajando, su mano bajo despacio, y luego igual que un gato lo rasguñó con la fuerza suficiente para hacerlo sangrar, aunque fuera un poco.

━━¡Hija de puta..!. Estás completamente loca, si crees que te vas a salir con la tuya por esto. -Masao tiró con más fuerza, Taiju no podía entender que era eso que lo mantenía al margen, tal vez era todavía el impacto en sus palabras, la verdad que no quería ver.

━━ Oh pero si me voy a salir con la mía, cómo siempre lo hago. Porque verás, es interesante este ángulo, donde le estás partiendo la cara a tu hermana. Seguro que a mi padre le encantará también ver la inflamación en mi cara. Ya serían dos veces que salvo tu trasero. 

Taiju chasqueó la lengua, estaba harto de este juego de suposiciones. 

━━ Debo admitir que eres más lista de lo que pareces. Es una lástima que te juntes con ese tonto y los idiotas de la ToMan, aún así mocosa. No eres capaz de ganarme en fuerza. Yo podría en este momento aplastarte cómo una pulga. -Dijo con suficiencia. Su mirada arrogante no cambiaba por mucho que Masao lo mirara por abajo, era un hombre inquebrantable

━━ Es verdad, puede que en fuerza me superes. Pero cuándo la fuerza falla, y lo hace, se usa el cerebro algo que claramente tu no sabes hacer. 

Ella le dio una último empujón, llevando las manos de Taiju al mismo lugar donde la había golpeado, y en efecto, ese era un golpe que no iba a desaparecer con un poco de hielo, la advertencia que se le dio resonó una y otra vez en su cabeza. 

━━ Mentiré de lo que paso, pero a cambio tu me darás más libertad para hacer lo que quiero, vendrás únicamente si te lo pido, y no verás nada de lo que haré, ni sabrás a quién veré. Y todo esto se quedará entre nosotros. Pero si hablas y mi padre me pone más limites, entonces te vas despidiendo de tus hermanos y de tu patética pandilla.

Taiju estalló en risas, un verdadero ataque de euforia que lo hacía golpear el piso, aunque Masao lo miraba impaciente preguntado si había dicho algo gracioso, una vez que Taiju dejó de reírse suspiro, un suspiro pesado y amargado, mientras le dirigía su mirada.

━━ Eres una maldita brillante, que pena nunca haber sabido de ti antes, tu personalidad es una mierda pero tienes una malicia pecaminosa. Eres repugnante. Eres una amenaza para cualquiera que te conoce. Lo siento pero, será imposible hacerte caso en esas demandas. 

━━¿Por qué?.

━━ El trato es con tu padre, mi trabajo es mantenerte lejos de los problemas, pero tu eres el mayor de todos ellos. -Masao iba a protestar, pero Taiju la detuvo.- ━━ Pero quiero ver hasta donde llegas sin estrellarte. 

━━¿Entonces...? Podremos decir que sólo, mirarás a otro lado y no dirás nada.






Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top