Capítulo XXV: All Small Things.
━━¿Está segura que eso es todo?.
━━ Espero que si, no quisiéramos tener que volver en medio del viaje porque se nos olvido algo. -Dijo la mujer con la expresión tensa observando a su marido batallar con las maletas del auto.
Un matrimonio llegó hace un mes exactamente, y por sus ojeras y claros problemas para repartirse las tareas se supo que eran primerizos en esto de tener hijos, parecían estar muy enamorados, sin embargo también querían divertirse un poco en sus años jóvenes por una última vez antes de dedicarse a tener un bebe de lleno en sus vidas, y por supuesto Masao vio esto cómo una buena oportunidad de trabajo.
Además Masao-San ama a los bebes.
Podrían verla del tipo de persona que parece estar enojada con el mundo, alguien que te patearía el trasero por el hecho de ser un idiota o simplemente por estar demasiado cerca, pero con los niños pequeños era tan dulce cómo podia.
Su nivel de experiencia con bebes eran un aproximado del 82 por ciento, gracias a los cuentos de su madre cuando la tuvo y cuidar a sus primos en casa mientras los tíos estaban de parranda. Una situación altamente común en la cultura latina.
━━¿Estás segura que estarás bien? Puedes llamar a tu madre si te sientes agobiada, Kenta es muy llorón cuando no estamos cerca para atenderlo. -Era una preocupación genuina pero su esposo y ella realmente necesitaban ese descanso. Su compañero de vida puso una mano en su hombro para tranquilizarla.
━━ Estarán bien querida, Bushida-San es una chica muy responsable. Recuerda lo que dicen de ella, no es la primera vez que cuida a un niño pequeño. De todas formas, tienes nuestros números en la nevera por si sucede algo, no sientas vergüenza en llamarnos.
Aunque le marido tenía curiosidad de saber porque cobraba tanto, no era una tarifa que dijeran que era muy presuntuosa, pero para solo un día y medio era extraño.
Entre mil detalles más tuvo que asentir a todo con seriedad para que entendieran que todo estaría bien hasta que se fueron, según ellos regresarían a su casa mañana por la tarde por los nervios y se fueron sin más. Masao entró a la casa con las cosas del pequeño Kenta en manos para hacer los quehaceres, después de su última pelea y el encuentro con la gente de Tenjiku al compartir una noche con su líder, Masao tuvo mucho de lo que pensar. Era bueno descansar de sus propias exigencias.
Tenía dos lados de los cuales escoger, tal parece a ese tal Izana le había interesado pero lo más probable y las vibras que le daban es que no fuera alguien de confianza y terminaría en una situación un poco diferente a la esperada, había algo turbio en ese sujeto que no la dejo dormir en paz, y fue tanto que cuando le dijo que se quería ir les dio una dirección falsa en dónde podrían dejarla y regresó a su casa casi hasta el amanecer asegurándose que nadie la viniera siguiendo, Hibiki también le siguió y se quedo a dormir en su casa para que no estuviera más expuesto.
Por suerte su madre no se había dado cuenta de su ausencia, seguía castigada de todos modos así que le iba a ir peor que con los pandilleros que peleo si se daba cuenta.
Masao quería vivir.
Luego tenía a la famosa Tokyo Manji, el coraje se le había pasado pero no estaba dispuesta a que la estuvieran tratando cómo una debilucha o que no se le reconociera cómo merecía, Masao sabía lo que valía y le costaba mucho "denigrarse" a simplemente existir sin que ellos la tomarán en serio, y no era con la pandilla que estaba enojada sino con su líder. Sin embargo, tenían algo que la hacía sentir segura.
No era una seguridad por su integridad o algo así, ni por su persona, sino era una seguridad de poder ser ella. A los pocos que tuvo el placer de conocer, porque si fue un placer, fueron pocos pero esos segundos se le hicieron necesarios y justo para saber cómo llamarlos en su mente e insultarlos en su idioma materno.
No se sentía cómo una pandilla regular, más bien eran un grupo de amigos divirtiéndose. Lo cuál la hizo pensar que si realmente era eso lo que quería o solo quería ascender a algo mucho más ambicioso.
Debió imaginarse que no eran una pandilla convencional por la forma en que Pah se sacrificó por sus amigos.
━━ Pah. . .¿Habrá leído la carta que le envié?. -Se dirigió a la cocina buscando la leche del niño. Notando de inmediato al tocar el tarro que estaba vacío.- ━━ Genial, para ser padres primerizos son bastante torpes.
Cuidado, Masao conoce un truco para este tipo de casos. Cogió el biberón del niño, lo lleno a la mitad y lo vertió en el tarro y lo agitó cómo una sonaja. Un poquito más de agua y tenía un biberón de leche listo para ser hervido. Lo miró y se felicitó por tal ingenio.
━━ No te preocupes pequeño Kenta, conmigo no pasarás hambre ni necesidades. -Le dijo al niño cargándolo con triunfo.- ━━ Vamos a hacer esto entretenido para ambos, yo limpiare la casa y tu me vas ayudar quedándote quieto y mirando la tele.
Sonaba cómo algo fácil, pondría al niño a ver alguna cosa infantil, limpiaría la casa con música de sus hermosas tierras de un disco claramente pirateado de alguna tienda con canciones tanto juveniles cómo esas que solo escuchas en las reuniones familiares.
Pero cuándo el niño termino su leche Masao no pudo terminar las cosas cómo hubiera querido, lloraba por cualquier cosa y se ponía muy inquieto de la nada si lo soltabas por un instante, no lo entendía si ya lo había cambiado y limpiado con talco, le saco los eructos y todavía el mocoso le había vomitado el hombro.
Bien, ahora entendía porque esos sujetos se miraban tan cansados.
━━¿Por que lloras? ¿Te duele algo? ¿Te cagaste?. -Hablándole al bebe cómo si le fuera a responder mientras se escuchaba Rosas de la Oreja de Van Gogh, nunca pensó que tendría ese tipo de conflictos.
Bien, plan B y posiblemente el más desesperado.
En menos de 30 minutos ya tenía los brazos cansados y adoloridos de tener al niño ahí montado, abrió la puerta y de no ser porque traía a una criatura se hubiera desmayado y salido los ojos de la orbita de no sólo ver ahí a un Takemichi intimidado y apenado con dos pandilleros que le sonreían cómo si nada.
━━¡Ma-Kun dónde te habías metido este tiempo!. -Mikey estaba ahí, y no sólo eso también Draken que entraron cómo pedro por su santísima casa, la cabeza de Masao se giró de automático a Takemichi que solo pudo rezar por su alma.
━━ Se te ve bien el delantal blanco Ma-kun. -Se burlo por el aspecto de su compañera. Masao ya tenía una mano sobre el cuello del pobre héroe llorón que fue arrastrado dentro de la casa casi a rastras.
━━¿Qué están haciendo aquí? Le pedí a Takemichi que me ayudará con algo ¿De dónde salieron ustedes?. -Volteó a verle, su cara era todo un poema que era la dedicatoria de la piedad.
━━ De por ahí, ya sabes saludando a nuestro querido Takemitchy.
No había nada más falso en eso.
━━¿Ahora te dedicas a cuidar niños? No pareces ese tipo de persona que tenga paciencia con los demás, que sorpresa. -Dijo Draken poniéndose de lado de Masao y quitando a Mikey de un tirón del sofá y pegándole un coscorrón.- ━━ Estamos en casa ajena compórtate. No queremos causarle problemas a Masao, quita tus pies de la mesa.
━━ Ma-Kun ¿No hay nada de comer por ahí?. -Mikey de verdad se estaba tomando demasiadas libertades, la estaba jodiendo en grande y cavando su propia tumba. Pero nuevamente cuándo quiso dejar al niño de lado poniéndolo en el suelo y lanzarle un florero a Mikey, Kenta se puso a llorar.
━━ Pura verga le voy a dar. Ve que tal este ñero tan bobo. Qué digo bobo, PENDEJO. -Exclamó en un tono claro y satirizada llevándose al niño a la cocina con Takemichi a su lado. Prendió de nuevo la radio y le dio el niño a Takemichi.- ━━¿Te amenazaron?.
━━ Más o menos. Perdón si estamos siendo una molestia, no sabía que eras niñera de medio tiempo. -Takemichi intentaba no sentirse alterado con Masao sacando un cuchillo, innecesariamente grande, y filoso de uno de los cajones de la cocina.
━━ Esta bien, sé que no eres de esos tipos con una fuerza de voluntad de hierro, pero aún así le gustas mucho a Mikey.
¡Zaz! La violencia con la que corto ese tomate en pedacitos fue suficiente para revolverle el estomago. Hasta el niño se miraba asustado.
━━ Creo que me iré a sentar por allá. -Intento salirse con sigilo sin despegar los ojos de la escena, Draken entró a la cocina para reemplazar a Takemichi de lo que fuera hacer, mientras Mikey cambiaba los canales a los programas infantiles y Takemichi se sentaba a un lado.
Draken la detuvo antes que partiera la tabla de picar en dos con esos toques.
━━ Déjame ayudarte con eso, te vas a cortar si lo haces tan fuerte. -Dijo, y le quitó el cuchillo de las manos para empezar a cortar los tomates que restaban, solo eran dos. ¿Qué estaba haciendo?.
━━ Voy a lavar el biberón. Puedes hacerlo mas pequeño que puedas y lo pones a licuar con dos vasos de agua.
No sabia por que habían llegado cómo si nada, era claro que Takemichi no los invito y solo lo vinieron siguiendo sabiendo que este no se negaría a que lo acompañarán, esperaba que nadie se enterara de que había metidos a dos delincuentes y un chico a esa casa, porque el verdadero problema era que no era su casa. Y eso, la traía más que cargada de emociones cómo la desesperación y la angustia de que pensarán que era una especie de acto que no quería mencionar por el bien de su salud mental y la neurosis que estaba por darle. Mientras lavaba la chupeta, Draken le levanto el brazo notando un fuerte y enorme moretón que intento esconder con maquillaje pero dentro de la casa con el calor, el cuerpo sudado y el agua termino por delatarse.
Levantó una ceja curioso de saber cómo se lo había hecho, y por alguna razón sintió que iba a ser regañada. Apartó suavemente el brazo y ni siquiera volteo a ver a Draken cuándo le preguntó que había pasado.
━━¿Alguien te lo hizo?. -Masao no respondió, suspiro cansado de tratar ser amable y volvió a tomarla por el brazo esta vez con un poco de fuerza.- ━━ Te vuelvo a preguntar, ¿Quién te hizo esto?.
Que sentido tendría mentirle, en primer lugar no tenía porque darle explicaciones.
━━ Una pelea, no fue la gran cosa. -Dijo cómo si nada casi esquivando al grandulón en busca de un trapo para secar la botella, cuando se estiró Draken le pico su estómago con un dedo, otra zona de donde Masao escondía un golpe de aquella noche lo que hizo que sus piernas flaquearan y cayera en el suelo de rodillas.- ━━ Uh que maldito. Esta bien, lo admito. Si fue la gran cosa pero al menos salí ganando. Así el dolor, la paliza y los moretones lo valen al menos.
━━ Más bien parece que la paliza te la hubieran dado a ti. ¿Cuánto fueron?. -Dijo esta vez buscando hielo de la nevera y el aguante de la cocina.- ━━ No te atrevas a hacer caras de que te duele.
━━¡Es que esta frío!. -Se quejó luego de sentir la piel quemársele por los hielo y agarrar a Draken del brazo para que se detuviera.- ━━ Espera, espera. ¡ESPERA!.
Y se escucho un fuerte chillido salir de aquella casa, nada que alertara a los vecinos, pero si que inquietará más al niño presente.
Esa misma tarde, Masao no consiguió que se fueran cómo ella lo hubiese querido, muy al contrario se instalaron, pero si se iban a quedar no lo iban a hacer de gratis, luego de darle de comer al bebe Kenta jugo de tomate y ponerlo a dormir, finalmente pudieron disfrutar un rato de silencio y quietud amena escuchando las canciones que Masao les enseñó y aunque no las entendieran se les apreciaba el ritmo. Masao recordó que no había leche para el bebe y se dispuso a ir a la farmacia más cercana.
Desafortunadamente y por inercia, preguntó si no necesitaban nada o si alguien quería acompañarla después de un rato sin hacer nada, y quién levantó la mano fue Mikey.
Mikey actuaba cómo si nada, actuando tan relajado cómo podía y al mismo tiempo intentaba generar una conversación con Masao la cuál estaba más distraída en el recibo por una leche nueva y una descripción, era tan malditamente cara que por supuesto que se las iba a cobrar a esos dos, creo que esa era la única parte que no le gustaba de los niños, lo jodidamente caro que era tener a uno.
━━ Ma-kun no respondiste mi pregunta. -Masao levantó las cejas, ¿Qué pregunta?.- ━━¿Por qué estás escondiéndote de nosotros?.
Masao detuvo su andar y lo miro molesta.
━━¿Quién diablos estaría huyendo de ustedes? Yo no, he estado ocupada estos días es todo.
Existen las personas perseverantes, y después la gente cómo Mikey que no se come una mentira la primera vez que es dicha, mucho menos cuándo sabía que eso no era cierto.
━━¿De verdad? Por que yo te he visto estos últimos días bastante holgazana, sino que hoy pareces tenerlo complicado. -Mikey la miró esta vez más serio que antes. No podía dejar que se le fuera por la tangente tan de prisa.
La tomo de la mano con las protestas de esta por encima de él, jaloneando para el lado contrario sin parar ignorando que este chico no le haría casos a sus reclamos y majaderías, tampoco iba a ceder sin una respuesta satisfactoria, y si la diferencias de tamaño no eran enormes.
━━ Estás actuando extraño Mikey ¡Qué necio eres!.
━━ Tú eres la que está actuando raro.
Las cosas acabaron siendo una pequeña lucha entre empujones y jaloneos mutuos para confirmar quién cedería al otro, igual que dos niños de primaria peleándose por una razón muy tonta, dejando la bolsa de lado y terminando en el piso uno encima del otro rodando cómo piedras, Mikey quedó debajo de Masao luego que esta lo rodeara con una pierna y lo trajera al suelo en una nube de polvo jugando un poco sucio, el delincuente cobardemente picó las costillas de Masao que sin saberlo estaban perjudicadas.
━━ Te detesto.
Miserable cómo un gusano de tierra y humillada.
Las probabilidades de morir a causa de la vergüenza eran pocas, no obstante tampoco eran imposibles cómo ahora.
━━ Me hubieras dicho que estabas lastimada, ahora me siento culpable de haberte golpeado.
Mikey podría decir eso pero la cara que tenía de despreocupación y su alzamiento de brazos hacía pensar que era más una broma para el, lo que no sería una decepción, sino algo propio de su personalidad de vagabundo.
━━ Ya no tiene sentido hablar de eso, ustedes son muy metiches en la vida de los demás. -Cerrando sus ojos con indignación y girando la cabeza al lado contrario, una forma de solucionar sus sentires e ignorar el dolor hecho un raspón en el codo.- ━━ Mandas a tus compañeros a mi escuela, irrumpes en mi salón, en mi casa, en mi tiempo libre. -Cada nombramiento de cada cosa que ha tenido que pasar por culpa de este Pomerania callejero era una nueva bolita de estrés en su sistema.
━━ No parecías quejarte en ese momento, te estabas divirtiendo. Admítelo. -Respondió con una sonrisa sabiendo que Masao no sabría que refutar ante eso.
A veces le molestaba la facilidad que tenía este sujeto para afirmar las cosas de un modo que fuese difícil de negar y no quedar cómo un mentiroso, mal perdedor o un berrinchudo que no era capaz de ser sincero.
━━ Dijiste que no querías que estuviera en zona de fuego, tu insistencia en esto me esta confundiendo. ¿Qué quieres que haga?.
━━ Quiero que seamos amigos Masao ya te lo dije, me pareces alguien genial y me agradas con todo y tu feo carácter.
━━ Que alivio, me preocupaba ser una perra contigo. -Hablo de forma sarcástica.
Aunque muy por dentro, pero en serio, en el fondo. Eso le hubiera parecido el cumplido más sincero y lindo que pudieron regalarle alguna vez.
━━¿Y que más?. -Mikey levantó una ceja.- ━━ Qué más...
Y él se ríe colocando una brazo alrededor de su cuello amistosamente.
━━ Déjame pensar; Se ve que eres del tipo de chica que dice que no le gustan las cosas rosas y bonitas aunque por dentro eres una bolita de ese color.
━━ Vete a la mierda Mikey.
Supongo que esto esta bien.
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