Capítulo XXII: jealousy, jealousy.
Masao había pasado por el mismo hospital tantas veces que había perdido la cuenta, que los doctores y enfermeras le reconocieran no era nada nuevo, pero nunca antes se encontró en el estado actual que estaba ahora, en una cama de hospital internada por un golpe que se dio contra el asfalto cuándo ese maldito con aliento a cigarro la lanzó de la motocicleta. El propósito desde un principio fue derribarlo.
Golpes de la vida, debía reconocer.
Pasaron peleando casi toda la noche, pasaron tantas cosas en sólo esas horas que se sentía una pesadilla tan lucida cómo eterna, estaban casi al acecho de esos tipos y algunos capitanes de la pandilla terminaron muy mal heridos, no obstante a todo ello lo que temía se hizo una realidad en la que si era sincera, no se lo creería, completamente aterrada de no poder despertar y verlo con sus propios ojos, ¿Draken seguía vivo o no?. Con el dolor en la parte trasera de su cabeza no podía pensar, los oídos le zumbaban y lo poco que recordaba era la cara de ese maldito payaso sonriente que era Hanma.
Cuándo la pelea estaba en lo que se conoce; El último round. La silueta de Kiyomasa golpeando a Draken en el abdomen con ese cuchillo fue cómo el toque de una campana, similares a las fúnebres campanas de iglesia. Y todo el mundo se detuvo en ese segundo.
Pero todo lo demás era vivido en esa noche, la pelea, las motocicletas, ese felicidad extraña y satisfacción que sentía cuándo era tratada por igual, pero por otro lado, su pecho le decía que algo no estaba bien.
Al principio lo ignoro, creyendo que sólo era el miedo de que Draken hubiese muerto, pero en lugar de ello y la visita tan inesperada de Takemichi y la noticia de que oficialmente podía decir que era un miembro más de la ToMan, dejo a Masao en estado de trance perpetuo.
Masao no sabía que había pasado con Takemichi que fue detrás de los responsables y Draken malherido, pero, si le dieron tal honor debía ser que hizo algo que nadie se esperaría de él, Masao lo felicitó aunque por dentro, tuviera algo de celos.
Y esos celos fueron molestia cuándo Mikey entró a su habitación. Masao se estaba alistando para irse, Mikey ni siquiera tocó la puerta y directamente fue para sujetarla con fuerza de los hombros, la miró fríamente de la misma forma en la que ella le miraba.
━━ No vuelvas a hacer eso. -Masao iba a responderle con un por qué, pero Mikey nuevamente no la dejó hablar con otra acción repentina cómo abrazarle, sabia que la noticia no le gustaría.- ━━ No quiero que vuelvas a involucrarte de ese modo con nosotros. Lo siento, me agradas pero no puedo tenerte dentro de la pandilla.
Masao en respuesta dejó caer los brazos a los lados e empezó a hacer fuerzas para que Manjiro la soltará, ¿Qué era esa mierda? ¡Un maldito gracias no le costaba nada!. Masao hizo mucha más fuerza y logró zafarse de Mikey, que ahora le miraba con lastima.
━━ Entonces por qué mierda me dejaste involucrarme por mi cuenta, sino me querías tener desde el principio. ¿Por qué yo? ¿Por qué Takemichi si, y yo no?.
Estaba tan enferma de si misma, apretando la mandíbula para no perder el control de lo que callaba, de la frustración de sólo saber que por una tonta comparación, sus nervios se ponían en alerta.
━━ No comparo a ninguno de los dos, pero aunque Takemitchy no sea precisamente fuerte, no corre tanto peligro cómo tú. Te veías feliz por Takemichi. -Dijo Manjiro, Masao sentía su cabeza arder, estaba feliz por él, pero de nuevo, no lo estaba.- ━━ Pero no quiere decir que tienes que alejarte, podemos ser amigos. Puedes incluso ir a las reuniones de la ToMan si prometes no causar alboroto, Ma-Kun.
━━¿Amigos?. ¿Tú y yo?. -La retina derecha de Masao tembló, estaba a punto de darle un derrame.
━━ Si, creo que eres alguien sumamente genial, pero no creo que estés lista para este tipo de cosas.
Lo merecía más. Qué cualquier cagón con aires de héroe. No podía soportarlo.
¡No la pueden culpar por algo así!. Todos consiguen las cosas que quería para si, ¿Creen que era justo?. ¡No, no lo era!.
━━ Vete a la mierda Manjiro.
Masao le dio la mano con una sonrisa que en cualquier momento se reventaría en la cara de Mikey, pero Mikey lo tomo cómo si todo hubiese terminado ahí.
Bien, la victoria de ellos no implicaba una perdida. Sabe que es verdad, pero no puede evitar sobre pensar.
Incesantes golpes a la pared del el cuarto de al lado, estorbaron en el sueño de Masao quién al volver a casa, tuvo represaría por el comportamiento de esa noche, siendo ya tres días que no podía salir por completo, y en esos días se la había pasado golpeando una almohada que colgó en el techo de su cuarto, eran esas almohadas tan duras que nadie aparte de una persona con dolores de espalda usaría, en esos días se había dedicado a sólo una cosa, un plan de escape.
━━¡Grandísimo malparido hijueputa!. Ay pero usted también Masao tan boba, ese maldito cara de mico rapado. Y para colmo tiene esa cara de perro atropellado, ¿Qué no sabe quién soy yo o que?. ¡Soy Masao Bushida del Castillo desgraciados!.
Cuándo en medio de la rabieta el teléfono de la casa sonó, Masao bajó de la cama y tomó el teléfono en sus manos con enojo, sin embargo, el ceñó fruncido de Masao cambio a uno mucho más relajado, hasta sonriente.
━━¿Aló?.
La madre de Masao tuvo muchas complicaciones en su estadía en Japón, siendo uno de ellos y el principal el desprecio y el extraño miedo que las personas niponas tenían a la gente de otras culturas, pero también existían pequeñas minorías que eran rechazadas por su propia gente y nacionalidad, de las antiguas pandillas de motociclistas que se formaron en los años 70 y principios de los 80, Salome crío a Masao de formas que solo una madre de latina américa podría.
Y a consecuencia de dicha crianza se formaron amistades bastante complejas y extravagantes.
¡Sobre todo extravagantes!.
━━¡Hibiki! ¡Hibiki!. -Gritaba Masao entre la multitud cuándo el tren se iba acercando y de ella, sobresaliendo entre todos por su aspecto tan flacucho y largo pelo negro con extensiones azules y maquillaje relativamente brillante y grotesco, llevaba maletas realmente pesadas, una falda mas larga que la camiseta, y por último en toda genialidad zapatos pesados que lo hacían verse más alto de lo que era.
Sin duda era el mismo Hibiki de toda la vida. Su aspecto de vagabundo de escuela de artes y fan de lo alternativo era simplemente desubicado. Hibiki con la personalidad pasiva que era saludo a Masao con un vientecito de saludo de mano.
━━ Ma-Kun, ¿Qué hay de nuevo?. -Su voz grave de hombre daba el toque perfecto a su estilo retorcido, perezoso y descabellado, Masao se acercó de la misma manera tocando la mano del otro cómo si nada.- ━━¿Te cortaste el cabello?. Te miro diferente.
━━ No digas tonterías, sólo no he dormido muy bien estos días. Estoy un poco estresada con algunas cosas. -Rascándose la nuca tratando de ocultar la verdadera molestia que se esparcía por su cuello, Hibiki se río.
━━¡Jajaja, Ma-Kun Ma-Kun!. ¡Sólo tienes 15 años!, ¿Cómo puedes tener esos niveles de estrés de un oficinista promedio? Tienes que enseñarme a actuar como un adulto.
Su aspecto era similar a un espectro saliendo de un templo lleno de calores y gente que lo quedaba viendo cómo un perfecto espanto. Endou Hibiki, el pandillero que no actúa en el código original de pandillas.
Hibiki adoraba vestirse con prendas femeninas y maquillarse de formas que solo él entendería, el glamour era su hobbie favorito y soñaba con ser el pandillero más hermoso de toda la región, él y Masao eran amigos desde chiquiticos y salían vestirse cómo el otro genero por mera diversión, pero a Hibiki parece que no termino siendo un simple juego, sino un estilo de vida.
━━ Estoy sorprendido, ¿De verdad tuviste tu primera pelea dentro de una pandilla fija?. -Dijo incrédulo casi ahogándose con sus propias palabras apuntando a Masao con el tenedor lleno de crema de pastel. Siendo los únicos a esa hora. La voz chillona de Hibiki era un poco irritante.━━ Que felicidad por ti, aunque no te ves tan contenta, espera, ¿Tú sonríes así?.
━━ No, el idiota a cargo de la ToMan es un imbécil, ni siquiera sé como hizo una pandilla por su cuenta siendo tan burdo. Los rumores eran ciertos, es una bestia más allá de la fuerza. -Agarró la taza caliente con una sola mano sin importarle lo hirviente de esta, buscando el azúcar de la dona y metiéndola en ella.
━━¿Y que esperabas exactamente? Ya deberías entender que los hombres en Japón son medio idiotas, mira que inventar novias virtuales y de paga. ¿No funciono tu encanto o al tipo no le gustan las mujeres?.
━━ Creo que es eso, esta obsesionado con un tal Hanagaki Takemichi. -Cerró sus ojos por un momento y curvo sus labios en una mueca de fastidio.- ━━ Su cara de perro degollado es adorable, sus músculos son débiles y el viento lo mataría si fuese más delgado, su sueño es lastimero y si lo vieras sabrías que no es más que un perdedor. Y con todo eso, no puedo odiarlo y eso que tiene todo lo que odio, especialmente ese horrible peinado de halcón.
━━ Comprendo perfectamente cómo te sientes, es similar a lo que me paso en Shibuya, quise hacer un debut cómo modelo y creerás que no me aceptaron. ¡Me cambiaron por una maldita desteñida!. Fue un golpe bajo para mi.
━━ La gente no sabe apreciar el verdadero talento.
La desgracia de dos amigos compartidas en un trozo de un pastel que sabía amargo pro el paladar de la derrota, y pasado con un té verde aún más amargo que el café sin azúcar.
━━¿Quieres ir a una fiesta para olvidar lo que paso?. -De repente Hibiki presentó la idea con el mismo entusiasmo de antes. Masao le miró con sátira y él protesto haciendo un puchero.- ━━ Anda, ¿A qué le tienes miedo?.
━━ A tus rumbas a eso le tengo pavor, la última vez que te acepte una salida los dos terminamos al otro lado de la ciudad sin dinero y dormimos en la calle que hasta a los vagabundos le dimos lastima.
━━ Tengo recuerdos borrosos de ese incidente, peor te prometo que a esta fiesta no te vas a aburrir, será una fiesta de pandillas en un parque de diversiones abandonado, irán chicas y chicos lindos, quizá podamos sacarle plata a alguno de ellos.
━━ Me convences, y quién organiza tan dichosa reunión. Supongo que habrá una especie de pelea callejera, una que otra apuesta.
━━ Tenjiku.
Takemichi estaba supremamente emocionado, y al mismo tiempo asustado hasta morir puesto que había logrado su cometido, logró salvar a Draken y creyó que con eso había puesto a salvo a la ToMan y a Hinata en el futuro, sin embargo el cambio resultaba de mal a peor, siendo un huracán de problemas que en lugar de calmarse, los vientos de que Takemichi lanzaba a una línea diferente del tiempo solo hacía aumentar con creces los problemas a futuro.
━━ Eso fue lo que paso, entonces Mikey no ha sabido nada de Masao en estos días y está preocupado de que ella se haya enojado con él. ¿No la habrás visto tu, Hina?.
━━ No mucho, sólo que ha pasado días encerrada en su habitación y salió hoy de repente. La invite a salir hoy con Emma-Chan pero me dijo que venía un familiar, me pregunto si será un pariente colombiano. -Dijo Hina imaginando a alguien cómo Masao, aunque quizá un poco más alto, moreno y de encantadora sonrisa. Una risilla se escapó de sus labios.
━━¿Estás bien Hina?. -Preguntó Takemichi al ver a su novia de repente reírse de la nada. Hinata se recuperó y miro avergonzada a su novio.- ━━¿Estabas imaginando cómo sería un colombiano, verdad?.
━━ Sí un poco, ¡Pero tú no me puedes reclamar nada!. Sigo un poco molesta contigo por lo de Emma.
━━¡Ya te expliqué que no tengo idea cómo llegue a esa situación!. Me encantaría saber que fue la estupidez que hice para llegar hasta ahí.
Maldijo a su yo del pasado en silencio. Luego volteó a ver a Hina que seguía mirando al horizonte.
━━ Deben darle su tiempo a Masao, ella no le va a perdonar a Mikey que le haya hecho ese desplante. Masao es una mujer fuerte y puede cuidarse. Tú, yo y Emma vimos lo que Masao es capaz de hacer por su cuenta. Tenía muchas ilusiones que Mikey la viera cómo un igual.
Hinata no estaba segura que cosas debían decirle a Takemichi para ayudarlo dilema, desde lo más profundo de su corazón saco sus palabras que supuso que serían la más adecuadas a la forma de ser de Masao.
━━ No tengo opción, tendré que decirle a Mikey que no la encontré en su casa. . .¿Eh?, ¡Ahí está, Masao!.
Grito Takemichi apuntando con su dedo a la antes mencionada acompañada de un sujeto alto vestido de mujer, por lo que podía ver. Takemichi se acercó a Masao casi de prisa, cómo si su vida dependiera de ello, y vaya que lo hacía. Apunto de llorar y soltar mocos del alivio que sentía.
━━ Es un alivio verte, ¿Cómo sigues del golpe?. -Mentiría el pobre héroe sino dijera que la manera en que estaba siendo apreciado no le provocaba un poco de angustia, de verdad le sería de bastante ayuda si la tuviera de su lado, aunque sea para protegerlo de todas esas palizas que le esperaban.
━━ Estoy bien, Hanagaki. Hina que bueno verte bien. -Ahí estaba de nuevo, ese llorón actuando como debilucho de la nada, y también con eso la envidia que amargaba su mente que apenas podía mantenerse en paz.- ━━ Con permiso, tengo que atender unos asuntos. Hibiki, vámonos.
━━¿Ma-Kun?. Espera, tengo que decirte algo importante. Es sobre la ToMan, Draken y Mik--
Masao no quería escuchar nada de ellos por el momento, y sólo fue un arrebato callar a Takemichi poniéndole una mano en la boca hasta casi sofocarlo, recuerda, Takemichi no era responsable de las acciones de Mikey.
O eso creía.
━━ Takemichi, yo te...Te felicito por entrar en la ToMan.
Y se despidió sin dejarle terminar de hablar, con un fuerte apretón de manos que hicieron tronar los dedos de Takemichi, y dio media vuelta y se fue con ese sujeto. Takemichi no lo reconocía, seguramente era un amigo o conocido, porque lo único que pudo notar fue esa mirada fugaz y luego una sonrisa de media luna hasta entrar al apartamento de Masao.
Entonces, Hina tenía razón. Él no podía ser el mensajero.
━━¿Cómo puedo traducir eso?.
━━ Creo que es más un; No me molesten, necesito tiempo. ¿Quizá?.
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