Capítulo IX: I am NOT Robot.

Pasaron dos días desde entonces, cada día la competencia de gimnasia artística estaba cerca, Masao olvido por un instante lo transcurrido en días pasados,  por el estrés constante que le provocaba ver que la competencia de ese año seria mas reñida.

Buena jugadora, mala perdedora. Muy critica consigo mismo, convenciéndose que todo lo que ella haga debe ser perfecto. Miro en varias tiendas de deporte, conseguiría el leotardo perfecto para ese día, uno que fuera acorde de su rutina, practicaría el doble, ejercitaría mas, se vería tan linda que a las demás competidoras serian simples muñecas de trapo a comparación con su hermosura angelical. 

━━ Masao, ¿no crees que estas un poco estresada por la competencia?. ¿Estás así porque tu padre dijo que iría a verte?. -La mamá de Masao observaba a su hija jugar Twister ella sola para practicar su equilibrio y flexibilidad al mismo tiempo, Masao soltó un bufido ante el ultimo comentario de su madre que fue dicho con ironía. 

━━ A ese no hay ni quién ponga flores en su tumba. Estoy entrenando porque hay nuevas competidoras en fila, si desconozco al enemigo, entonces debo esforzarme aun mas para vencerlo. 

━━ Siempre tan competitiva, me recuerdas a mi a tu edad. Ama tanto el Voleibol que lo jugaba día y noche con tus tías, antes de que fundáramos nuestro propio grupo en los 80's. -Masao ya se lo veía venir, cuando su madre se acerco a la ventana y encendió un cigarrillo cerca de esta para no incomodar a su hija. 

Masao dejo un lado su entrenamiento para escuchar a su madre, mientras estaba dada un largo suspiro, exhalando el humo para fuera de la casa.

━━ Recuerdo nuestro primer enfrentamiento con las pandillas de Kanto, Masao. Tu madre siempre ha sido un objeto de burla por su tono de piel, y estos tontos japoneses, jeje. ¿De verdad creyeron que eso me iba afectar?. 

Los ojitos soñadores de Masao brillaron con intensidad y una enorme sonrisa colgó de su rostro, quería seguir escuchando. 

━━ Mamá jamás dejo que otros la pisaran, y entiendo que tu no quieres que nadie te sobrepase, eres orgullosa cómo yo, y testaruda. Pero, mi amor, nunca olvides que tu salud es muy importante para mi. -Salome miro a su pequeño retoño crecer por mucho tiempo con esa actitud, ser madre soltera no era sencillo.

Masao frunció el seño, no, ella quería ganar a como diera lugar.

━━ Está bien decir que tienes un punto débil. -Dijo ella enterneciendo su mirada.

━━ No tengo puntos débiles.

 ━━ No siempre tienes que estar en la cima. -Volvió a decir la señora Salome apagando el cigarro para acercarse a ayudar a su hija, que tal parece se había quedado estática en una sola posición. 

━━ Si quiero conquistar el mundo, debo estar por encima de todos mamá. Quiero ganar, no para demostrarle algo a los demás, ni a nadie, es porque quiero ser una deidad a quien todos amen y veneren hasta que mueran. 

━━ Masao, mejor ser odiado que amado, amado por lo que no eres. 

Masao se detuvo un momento para ver fijamente a su madre, a veces su madre podía comportarse cómo todo un sabio, y luego volver a su actitud de libertad y rebeldía en segundos, pero también, quizá no conocía a profundidad a su hija.

Y eso esta bien, pensó Masao, porque no quería que su madre supiera todas las cosas malas que ha hecho, Masao no hacia las cosas por buscar el amor u aprobación de las masas, quería seguidores para construir un imperio a base de ellos. Que mas da si la querían o no, si le temían o no, ella debía imponerse respeto.

Antes de que pudiera responder a lo que su madre decía, el teléfono de la casa sonó, Salome se levanto del sofá y tomo la llamada.

Los ojos de su madre era tan delatadores que sabia exactamente quien era, Su Cucho.

Antes de que su querida madre le pasará el teléfono, Masao salió corriendo en cuanto vio las intenciones de su madre, ignorando a esta ultima llamarla con toda la potencia de su voz, Masao tomo su suéter rojo favorito y huyo de esa responsabilidad.

Simplemente, no estaba de ánimos para hablar con su padre. 

Jamás lo estaría.

Aprovechando que había salido de su hogar, pensó en dar una vuelta por el la ciudad, tenia tantas cosas en la cabeza, por una parte, estaba la particular conexión que había conseguido con el comandante de la ToMan, por otro estaba su competencia, y también los repentinos llamados tan constantes del viejo, sin mencionar en que existía un sentimiento de persecución constante, es decir, ansiedad.

━━ Maldición, olvide mi teléfono en casa. -Dijo mirando a los alrededores, preguntándose que podría hacer, tal vez no debió salirse sin mas, hubiera sido amable. - ━━ Bueno, ya ni modo. -Encogió los hombros y fácilmente olvido eso, no existe un "hubiera" en la vida de Masao, no había lamentaciones, solo acciones y su variante.

 Repentinamente los estragos de su negligencia hacia su cuerpo se hizo presente, en ligeros e incómodos dolores al caminar, pinchazos en las articulaciones, no fue buena idea. Pero no la peor de todas.

Estaba a pocas cuadras de su casa, tal vez si daba una vuelta estiraría sus músculos para que su cuerpo se relajara, estiró sus brazos con pereza, se antojaba unas papitas.

La tienda de conveniencia era el lugar preferido de Masao, ir al supermercado era una salida particularmente perfecta, calinas de un lado a otro, hay cosas que puedes ver, comprar y comer, y con suerte las personas no te molestaban alrededor.

En fin, ir al súper era lo máximo.

Pero que curiosa era la vida, tan poco afortunado debía ser para llamarla a atención de personas indeseadas. Indeseadas para su persona y planes de vida, a centímetros del complejo de apartamentos, y en el instante que inicio su caminada, una camioneta grande de color negro empezó a seguirla. 

Masao ya sabia que estaban detrás suyo, pero no quería hacer un escandalo mayor por una idiotez, temía que alguien viera eso y pudiera malinterpretarlo. 

Lo que ya de por si era muy malinterpretarle y daba una mala imagen. 

━━ Actúa cómo un asqueroso acosador de niñas. -Dijo, haciendo una mueca de desagrado y esperando encontrarse con mas gente para perderse entre la multitud. 

Camino y camino hasta la tienda de conveniencia, sentados igual que unos completos vagos Masao diviso, redonda figura de Pah y su compañero que fueron a atacar su escuela, también iban Mikey y Draken, aparentemente hablando. Tenia planeado ignorarlos, pero termino cruzando miradas desagradables con Pah, cuando el le vio, le vio Peh, y al verle Peh, siguieron los últimos dos que le llamaron con un saludo. 

━━¡Ma-kun, por aquí!. ¡Pah quiere decirte algo!. -Espeto Draken, sonriendo de manera burlona y viendo al otro que puso una mueca peor de disgusto.- ━━ Dijiste que ese día estabas distraído y por eso te gano, ¿que tal si pelean ahora que estas mas concentrado?. 

━━¡No voy a pelear con ella ahora!. -Pah giro su vista, pero mas allá de Masao, había un sospechoso auto que la venia siguiendo, esto alertó los sentidos de Pah e hizo señas a los otros tres para que se percataran. 

Sin embargo, cuando todos estaban a casi nada de acercarse corriendo a Masao, la camioneta acelero con fuerza, abriendo una de sus puertas salio un hombre completamente de traje negro y sin cabello que jalo el brazo de Masao, y este al no tener chances de reaccionar por la inercia, le metieron de un trino al vehículo, que arranco después de escuchar a los adolescentes gritando el nombre de la chica. 

━━¡Súbanse a las motos y sigan a ese desgraciado!. -Ordeno Mikey. 

¿Y que pasaba dentro de ese vehículo?. 

Pues Masao tuvo que ser amarrada de las manos o de lo contrario saltaría del auto en movimiento, como muchas veces anteriores desde los 10 años. Y con dos guardias a la par, el pelón que la tomo de sorpresa, y otro con una marca en la cara. 

Ah si, marca cortesía de Bushida Masao. Y delante de ella, un hombre alto, de hombros anchos y cabello del color de Masao, solo que mas consumido por el tiempo, dejando un rubio platinado casi blanco, piel blanca con las marcas del tiempo en su rostro, la única de diferencia entre el y Masao, eran el color de ojos, mientras el otro tenia ojos plateados, los de Masao eran tan negros que no veías la iris en ellos.

━━ Hola Papá. -Dijo desganada viendo al anciano frente de ella. El otro sonrió, su hija era completamente adorable cuando le hablaba en ese tono.

Aunque tampoco es que le molestaría que hablara de manea mas cariñosa. Pero era lo que hay. 

━━ Masao, que alegría verte de nuevo hija, ¿has estado comiendo bien?. Te veo mas delgada y pálida. 

━━ Bueno, considerando el enorme susto que me diste, llevándome en contra de mi voluntad, y atando mis manos cualquiera estaría pálido. -Dijo con bastante ironía. 

━━ Perdona eso, pero fue a petición de Yamagawa para evitar que ocurría lo de la ultima vez. -El Señor Bushida apunto desde la parte inferior del ojo hasta el labio, y luego dijo.- ━━¿No recuerdas la vez que escapaste en medio viaje?, Yamagawa-San tuvo que persuadirte y casi le sacas el ojo. 

━━ A. -Masao puso los ojos en blanco, y con una sonrisita que no mostraba repentinamente o vergüenza se dirigios al guardia.- ━━ Yamagawa-San, ya no me dejo crecer tanto las uñas después de eso. Y en parte, no sirve de nada tenerlas largas en las peleas, claro, puedo sacarle los ojos a la gente, ¿pero y si se me rompe?, ¡No cargare un corta uñas!.

Los guardias, pese a que Masao no era lo que llamarían una hija ejemplar, o alguien notablemente muy conflictiva, sabían que el imperio del Señor Bushida etaria en mejores manos si todo lo traspasaran a Masao. 

El tiempo pasaba, y el Señor Bushida se hacia haciéndose mas viejo. Actualmente contaba con 48 años, y madre de Masao 34 años. Masao tenia 15 años.

Sin embargo, al escuchar la palabra "pelea", el Señor Bushida cambio su expresión a una mas seria. 

━━ Masao, ¿de nuevo estás con esas tontas peleas callejearas?. -Su tono se escuchaba bastante severo, pero eso no intimido a Masao, al contrario, le dedico una mirada de desagrado a su padre. 

Se recostó en el asiento de piel, y suspiro con enojo, tratando de zafarse la cuerda que le habían puesto.  

━━ Respóndeme. -Esta vez, sonaba mucho mas molesto. Y eso solo cabreo mas a Masao.

━━ Puedo romper la ventana con la cabeza para evitar esta conversación. -Fue una amenaza directa, viendo fijamente a su viejo con los míos ojos que usaba para intimidar a los delicuescentes mayores. Su mirada helaba y daba a entender que no habría una razón correcta que no fuera la suya. 

━━ No puedo creer que Salome te permita juntarte con vagos, ¿acaso esos delincuentes rapados y llenos de tatuajes son tus amigos?. ¿¡Porque todos tienen que ser hombres específicamente!?. 

Oh no, los celos paternales tampoco era una cosa que Masao quisiera tocar, así que ya iba preparándose para recibir el impacto del vidrio, acercándose sutilmente a este, pero antes de poder hacerlo, se percato de cuatro figuras detrás de ellos, y una que particularmente iba al frente de ellos y otro que le seguía. 

━━ Ay no. -Masao ya no encontraba donde esconder su cabeza.

Recapitulando, la venia persiguiendo un auto muy sospechoso, la metieron en contra de su voluntad frente al grupo de Manjiro, la tenían atada y con un hombre que nunca presento. 

Ah si, ese va ha ser un día de mierda mas a su lista.

El vehiculó freno de golpe, haciendo que Masao estampara su cara contra el vidrio y dejándole un chichón en su lugar, el padre de Masao se sujeto con fuerza e intento tomar a su hija para protegerle, pero se abstuvo de hacerlo cuando sus hombres salieron de golpe del vehículo para ver que pasaba, acto que Masao no tomo por desapercibido y salio del vehículo, cayendo de espaldas contra el pavimento. 

━━¡Masao!. -Esa era la voz de Draken, estacionó su moto y salio corriendo a donde Masao había caído. 

Mikey bloqueaba el camino con su moto, los guarda espaldas del Señor Bushida rápidamente sacaron sus armas y apuntaron a Manjiro, quien quedo estático, observándolos fijamente en silencio, Mikey valientemente los enfrento aun teniendo en cuenta la situación desfavorable siendo un hombre desarmado. 

━━¡Pah-chin, Peh-yan!. 

El dúo de tontos orgullosos derribaron por detrás a los guarda espaldas, haciendo que estos soltaran sus pistolas por el golpe y siendo arremetidos contra los dos adolescentes. Mikey aprovecho la oportunidad para correr, y ayudar a Ken-chin.

Draken estaba frente a frente con el Señor Bushida, el hombre mayor cargaba a su hija con un solo brazo mientras con el otro le apuntaba a Draken con un arma. El Señor Bushida era muy celoso con su hija, y estaba dispuesto a mancharse las manos por ella, porque desde su perspectiva, esos tipos solo querían hacerle daño a su hija.

Y si, Masao podía ser tan fría como una maquina, despreciarlo por lo que le hizo de niño, por esa mala experiencia en su primera vida en Japón, y por cosas de las cuales Masao aun tenia resentimientos fuertes, ella podría odiarlo, pero el amor que le tenia a su hija era infinito. 

━━¡PAREN ESTA MIERDA AHORA!. 

Grito Masao exasperada. Cansada, y harta de tanto maldito drama que se pudo ahorrar si su padre fuera mas normal.

Pero no, el señor era excéntrico rompe huevos. Siempre armando alborotos cuando estaba cerca de muchachos, como si fuera una tonta e ingenua chica de preparatoria. El padre de Masao bajo a su hija al notar como empezaba a alterarse, Pah, quien también iba por detrás del viejo, no desaprovecho y agarro del hombro a Masao poniéndola detrás de el, Mikey, Peh, Draken y Pah se pusieron en circulo rodeando al hombre mayor. 

━━¿Qué pensaba hacerle a Ma-Kun?. Viejo verde. -Dijo Draken muy cabreado, el hombre guardo el arma en su bolsillo.

Ya entendía que estaba sucediendo. 

━━ No es ningún viejo verde, al menos no ahora. Chicos, les presento a mi Papá. Bushida Masanori. 

Cómo estamos en el 2005, la frase trágame tierra, cabía muy bien en el vocabulario y el sentimiento de Masao en esos instantes de un silencio tan incomodo y superficial, que solo quería desaparecer entre las profundidades del infierno y saludar a sus antepasados. 








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