Capítulo 19
Aproximadamente a las 20:35h, Coraline y Alec han vuelto a casa, tras haber recogido a Daisy de su clase de defensa personal. Mientras su querido escocés se encarga de preparar la cena, pues debido a los acontecimientos de hoy desea que descanse lo máximo posible, la pelirroja de ojos celestes se ha sentado en la mesa de la cocina. En sus manos se encuentra su teléfono móvil, en el cual revisa concienzudamente los mensajes que Nadia le ha enviado, remontándose a aquellos que empezaron a escribirse ayer, cuando le comunicó que estaría encantada de ir a visitarla.
Miércoles, 1 de junio de 2017
15:30 ¡Hola, Coraline! Soy Nadia. 👋🏻🙂
Hola Nadia. 15:30
15:30 Espero que no te importe, pero me he guardado tu número... 😓
No te preocupes. 15:30
Por esta misma razón te lo mandé. 15:30
15:30 Acabo de leer tu carta: ¡parece que el servicio postal ha mejorado! 🎉
Sí, recuerdo que la última vez tardé bastante en leer la tuya... 15:30
Me alegra saber que la has recibido sin problemas. Aunque... Teniendo en cuenta que me estás escribiendo un mensaje, debería haberme percatado de ello 😂 15:30
15:30 ¡Vaya, veo que tienes un gran sentido del humor! 😂
15:30 En eso me recuerdas a mi hermano, bueno, y a Papá, claro...
Espero que sea en el buen sentido... 😅 15:31
15:31 ¡Sí, sí, absolutamente! 😖
15:31 A Aidan y a mi nos encantará ir a Broadchurch a visitarte.
15:31 ¿Te parece bien que vayamos pasado mañana? ¿O es demasiado pronto? 🤔
Ni Alec ni yo tenemos problema en que vengáis pasado mañana. 😉 15:31
15:31 ¡Estupendo!
15:31 Dame un segundo: ¡voy a llamar a Aidan para que haga las maletas! 😎
Sí, tómate el tiempo que necesites. 15:31
15:34 Todo arreglado: iremos en coche hasta allí.
¿En coche? ¿No será demasiado agotador? Son bastantes horas... 🤔 15:34
15:34 No te preocupes: nos iremos turnando para conducir.
15:34 Aunque Aidan conduce más lento que una mula... 🙄
Estoy segura de que solo quiere seguir las normas de tráfico. 15:34
15:34 Oh, créeme, una cosa es seguir las normas de tráfico...
15:34 ...¡Y otra muy distinta es ir a paso tortuga, incluso cuando las señales te indican que aceleres el maldito coche, porque Dios así lo quiere! 😡
Ay, madre, no puedo parar de reír... 😂 15:34
15:34 Pues si ahora te cae bien, espera a conocerlo en persona.
15:34 ¡Te va a encantar! Aunque está mal que lo diga yo, siendo su gemela... 😏
Sinceramente, tengo muchas ganas de conoceros. 15:34
Al fin y al cabo, tenemos mucho de lo que hablar. 15:34
15:34 ¡No te haces idea!
15:34 Podríamos hablar durante días y no acabaríamos ni con la tercera parte... 😅
¿Estás segura? Parece mucho... 15:34
15:34 Bueno, puede que debamos reducir un poco la cantidad de información.
Sí, será mejor mantenerlo relevante. 😂 15:34
Debería volver al trabajo. 15:35
Mi pausa está a punto de terminar. 15:35
15:35 No te preocupes, también ha terminado mi pausa...
15:35 Así que, me toca volver al Infierno. 😥
¿Infierno? ¿No es algo exagerado? 😨 15:35
15:35 Trabaja varios días a la semana dirigiendo un periódico nacional, y luego dime si es exagerado, Cora... 😒
Oh, no gracias, prefiero seguir con mi trabajo de policía. 😅 15:35
15:35 Sí, creo que es mejor que cada una nos dediquemos a nuestra vocación.
15:35 Por mucho que aquí quiera saltar por la ventana a la primera de cambio. 😭
15:35 Y hablando de trabajo...
¿Qué sucede? 15:35
15:35 ¡Cuando nos veamos tienes que contarme cómo conociste a Alec! 😏
15:35 Puedo contarte cómo conocí yo a mi marido, pero seguro que, comparado con tu historia, no tiene nada de emocionante... 😑
A mí me gustaría saber tu historia. 15:35
Me temo que la mía no te parecerá tan interesante... 15:35
15:35 ¡Anda ya! ¿Un romance en el trabajo?
15:35 ¿Un amor entre jefe y subordinada? 😄
15:35 ¡En los doramas coreanos es la mejor trama! 😍
Empiezo a pensar que ves demasiado Netflix... 😅 15:35
15:36 Oh, ¡mierda! ¡Viene mi suegro! 😱
15:36 ¡Hablamos más tarde! 😘
Jueves 2 de junio de 2017
15:05 Buenas tardes, Cora. 🙂
15:05 Espero no pillarte en mal momento...
Acabamos de comer, no te preocupes. 15:05
Tengo unos minutos libres. 15:05
¿Por qué? ¿Ocurre algo? 😦 15:05
Nadia ha añadido a Aidan al chat grupal
15:05 Nadia: ¡No, no te preocupes! 🤗
15:05 Nadia: Te escribía para decirte que ya estamos en camino.
¿Ya? Vaya, sí que sois rápidos... 😲 15:05
15:05 Nadia: ¡Pues claro! ¡Nos morimos por conocer a nuestra hermana! 😜
15:05 Aidan: Habla por ti, Nadi...
15:05 Nadia: ¡No seas grosero, Dan! 😠
Tu debes de ser Aidan. 15:05
Me alegra conocerte. 15:05
15:05 Aidan: ¡Oh! ¡Lo siento mucho, Cora! 😣
15:05 Aidan: Estoy encantado de conocerte.
Bueno es saberlo, por tu tono... 15:05
15:05 Aidan: No me malinterpretes, por favor. 😥
15:05 Aidan: No quería decir que no quiero conocerte.
15:05 Aidan: Me refiero a que estoy agotado...
15:06 Aidan: Nuestra querida Nadia ha creído conveniente despertarme a las 5:00...
15:06 Aidan: Solo para comprobar que llevamos todo lo necesario. 😡
15:06 Nadia: ¿No dices tú, «al que madruga Dios le ayuda», Señor Reverendo? 🙄
15:06 Nadia: ¡Aplícate el cuento!
15:06 Aidan: ¡Madrugar, Nadia, no despertar en cuanto sale el sol! 😰
15:06 Aidan: ¡No soy un gallo!
15:06 Nadia: ¡Menudo talante! ¡Has estado así desde que hemos salido!
15:06 Nadia: ¿No se supone que tienes que poner la otra mejilla?
15:06 Nadia: ¡Se supone que eres un buen Padre Cristiano! 😕
15:06 Aidan: Estoy poniendo la otra mejilla... 😇
15:06 Aidan: ...¡Al resistir el impulso de dejarte abandonada en el camino! 😡
Esta reunión promete ser muy divertida, sin duda. 😅 15:06
15:06 Aidan: Perdónanos, Cora.
15:06 Aidan: Menuda primera impresión te estaremos causando... 😓
15:07 Nadia: Sí, lo siento mucho... 😥
15:07 Nadia: ¡Por el idiota de mi hermano! 😒
15:07 Aidan: ¡Oye! 😠
Chicos, chicos, tranquilos. 15:07
No pasa nada, de verdad. 15:07
De hecho, me alivia que me dejéis ver cómo os relacionáis. 15:07
Es indudable que os lleváis muy bien. 15:07
Siempre me pregunté cómo sería tener una familia más extensa. 15:07
Mi sueño era tener hermanos de los que cuidar... 15:07
Y ahora que tengo dos, me parece lo mejor del mundo. 😊 15:07
16:07 Nadia: Cora... 😢
16:07 Aidan: Gracias por decir eso, Cora. 😢
16:07 Nadia: Sí, muchas gracias.
16:07 Aidan: Saber que nos aceptas y recibes tal y como somos...
16:07 Aidan: Nos hace muy felices. 🙂
16:07 Nadia: Estoy deseando verte en persona para darte un abrazo. 🤗
16:07 Aidan: Nadi, no creo que sea lo más indicado...
16:07 Aidan: Cora apenas nos conoce. 🤔
16:07 Nadia: ¡Aguafiestas! 😝
No, a mí también me gustaría daros un abrazo. 16:07
Si os parece bien, claro. 16:07
16:08 Nadia: ¡Decidido! ¡Abrazo grupal de familia! 😍
16:08 Aidan: Deberíamos ponernos nuevamente en marcha.
16:08 Aidan: Iremos dándote actualizaciones sobre nuestro viaje.
Nada me haría más feliz. 16:08
Mucho ánimo. 16:08
16:08 Nadia: ¡Gracias! 😎
16:08 Aidan: ¡Si el que conduce soy yo! 😱
16:08 Nadia: ¡No seas melodramático, Dan! 😑
16:08 Nadia: ¡Hazme caso, que soy la mayor!
16:08 Aidan: ¡Solo por treinta segundos! 😒
16:08 Aidan: ¡No te hagas la lista!
16:08 Nadia: Sí, sí, lo que tú digas, Don Santurrón... 👼🏻
16:08 Nadia: ¡Y más te vale pisar el acelerador esta vez! 🙄
16:08 Nadia: A este paso no llegamos a Broadchurch ni a la hora de cenar... 😒
16:08 Aidan: ¡Tengo que respetar las normas! 😖
16:08 Nadia: ¡Ah! ¿Y eso incluye las normas del Señor? 🤔
16:08 Aidan: ¡Sí! 😡
16:08 Nadia: ¡Por Dios...! 😵
18:55 Nadia: Imagen adjunta.
18:55 Nadia: He pensado que te gustaría vernos la cara antes de conocernos. 😉
20:33 Aidan: ¡No puedo creerlo! 😱
20:33 Aidan: ¡Ha aprovechado que estaba al volante y te ha mandado esta foto!
20:33 Aidan: Podría haber escogido otra mejor, la verdad... 🙄
20:33 Aidan: Bueno, Nadi se ha quedado dormida en la cama de la habitación. 😇
20:33 Aidan: Hemos parado en un hotel de carretera a pasar la noche.
20:33 Aidan: Así que me toca a mí ponerte al corriente del viaje.
20:33 Aidan: Si mis cálculos son correctos, llegaremos a Broadchurch...
20:33 Aidan: Sobre las 17:45 aproximadamente. Quizás antes. 🤔
Coraline sonríe al ver la fotografía que Nadia ha adjuntado en el chat grupal. En ella se aprecia a los gemelos de manera clara, con el menor abrazando a su hermana por la espalda. La joven mentalista no puede negar que son hijos de su padre, pues el cabello rubio trigueño que ambos tienen es idéntico al de él. Aidan lo lleva peinado con una raya divisoria en la parte central de la cabeza, y el flequillo queda a ambos lados de su sien, dejando la frente despejada. Tiene una barba de pocos días, mucho más oscura que la tonalidad de su cabello, casi negra. Nadia por el contrario, tiene el cabello largo y ondulado, muy parecido al suyo, suelto a su espalda, con dos mechones sujetos con un gancho en la parte posterior, y tiene el flequillo partido con una línea divisoria, como su hermano, de manera que la frente le queda despejada. Los ojos de ambos son de un color verde, tirando a turquesa. "Probablemente, Ivy tuviera los ojos claros, o bien se han juntado dos genes recesivos, saltándose los dominantes en esta generación", piensa para sus adentros, analizando la fotografía con mayor atención. Su piel es sonrosada, menos pálida que la suya. Tienen marcas de belleza: Aidan en la mejilla derecha, mientras que Nadia la tiene junto al labio superior izquierdo. Las expresiones que esgrimen en la fotografía son idénticas a las que Cora recuerda haber visto en su padre, Curtis.
En cuanto a su atuendo, éste le dice mucho de ambos hermanos. El de Nadia, por lo que puede ver, consiste en una blusa blanca con puntitos, una chaqueta rosa chicle, vaqueros ajustados y zapatos de tacón negros. Además, lleva pulseras en la muñeca derecha, así como algunos anillos. El de Aidan consiste en una camisa negra de manga larga con alzacuellos, un pantalón vaquero de estilo sobrio, zapatos de cuero negro y un abrigo azul marino oscuro.
El atuendo de Nadia le deja saber que es una muchacha preocupada por la moda y la apariencia, pero que a pesar de lo que esto pueda sugerir, no es alguien superficial, sino todo lo contrario: se preocupa muchísimo por sus seres queridos, especialmente su hermano. De igual manera, la forma en la que combina las distintas prendas le dice que Nadia es muy organizada y meticulosa en su trabajo como directora de un periódico de prensa nacional, pero no por ello es alguien que infravalore las habilidades y trabajo de sus empleados. De hecho, siempre está abierta a nuevas sugerencias, animando a todos a compartir sus ideas. Asimismo, tiene una personalidad extrovertida, aunque es fácil deducirlo por sus mensajes, y tiene una facilidad pasmosa para relacionarse con cualquiera que se le cruce por delante. Incluso, a pesar de su apariencia de joven amable y adorable, también tiene un lado mordaz y una lengua afilada, a la cual da rienda suelta en diversas ocasiones, como en las discusiones amistosas con su hermano. Es indudable que no se anda con chiquitas en lo tocante a su familia y pasiones. Está dispuesta a defenderse y a defender a otros por una causa justa, siendo un atributo que comparte con ella.
El atuendo de Aidan le deja saber que es un joven para quien la apariencia no significa nada, sino que lo que él valora por encima de todo, es la personalidad de las personas, así como sus acciones. Para él las palabras no son más que eso: palabras. Prefiere confiar en los hechos de los demás. Es una persona sencilla que, desde temprana edad, descubrió la fe debido a la muerte prematura de su madre y su padre, siendo una fe que no ha hecho sino crecer con los años, convirtiéndose en un Pastor Anglicano. Por lo que ha podido comprobar en sus conversaciones, es alguien con mucha calma, y es muy difícil sacarlo de sus casillas, a menos que seas Nadia. Debido a su profesión y a su naturaleza serena, es comprensible que sea buen orador y pensador. No le extraña que la gente acuda a él para pedir consejo. Respeta siempre las opiniones de los demás, siempre que se respeten las suyas, de modo que este punto es muy importante en lo tocante a Alec, teniendo en cuenta que no cree en Dios. "Solo espero que no entren en un debate teológico, o me los veo cogiendo las hachas de guerra", ruega para sí misma la analista del comportamiento, quien solo puede desear que la reunión de mañana vaya como la seda. A diferencia de su hermana, Aidan es una persona más introvertida, y por su forma de hablar, parece tener ciertas dificultades al relacionarse, siendo una característica que comparte con ella, pues siempre mantiene las distancias en un primer momento, antes de abrirse a la persona al conocerla en profundidad. Está convencida de que Aidan se ha mostrado más abierto con ella al ser su hermana mayor, pero espera que, con el tiempo, puedan abrirse aún más el uno con la otra, incluyendo a Alec y a Daisy en la mezcla, claro. Al igual que su hermana, dispone de una lengua algo afilada que solo usa en ciertas ocasiones, como al defender a su familia. Incluso cuando la situación requiere que sea mordaz, siempre lo hace con el cuidado de no maldecir o insultar a nadie. De hecho, Cora no cree que su hermano haya dicho jamás una palabrota, por lo que espera que Alec no lo ofenda.
La amabilidad que percibe por parte de sus hermanos la conmueve, y siente que, tras sus conversaciones, incluso contemplando una de sus discusiones, intercediendo ella para calmar las aguas, se están convirtiendo en una verdadera familia. Es una lástima que deban tratar el tema de la herencia de Tara, lo que empaña ligeramente su reunión de mañana, pero ahora que dispone de la noche para meditar una decisión al respecto, no quiere pensar en ello. Decide responder a los mensajes de su hermanito, quien a todas luces, continúa despierto.
Buenas noches, Aidan. 👋🏻 20:35
Me alegra haber visto esta foto. 20:35
Me ha ayudado a hacerme una idea de cómo sois. 20:35
20:35 Aidan: Buenas noches, Cora. 👋🏻
20:35 Aidan: No esperaba que estuvieras despierta. 😰
Alec está preparando la cena. 20:35
Yo estaba aprovechando para ponerme al día. 20:35
Así que estaba leyendo los mensajes. 20:35
20:35 Aidan: Oh, ya veo.
20:35 Aidan: Espero que te aproveche. 👍🏻
Muchas gracias. 20:35
20:35 Aidan: De nada.
20:36 Aidan: ¿La foto te ha ayudado a conocernos mejor? 🤔
20:36 Aidan: ¿Cómo es eso posible?
20:36 Aidan: Ah, ya recuerdo... 😎
20:36 Aidan: Nadi dijo que eras una analista, ¿verdad?
Así es. 20:36
Soy una analista del comportamiento. 20:36
20:36 Aidan: Entonces eres básicamente un detector de mentiras humano. 🤥
Bueno, si lo quieres ver así... 20:36
Aunque no andas muy desencaminado. 20:36
20:36 Aidan: ¡Era broma! ¡Era broma! 😂
20:36 Aidan: Pero ahora, en serio.
20:36 Aidan: Tengo curiosidad...
20:36 Aidan: ¿Qué has analizado de nosotros? 🤓
Creo que es demasiado extenso para escribirlo. 20:36
¿Quizás sería mejor mandar una nota de audio? 🤔 20:36
20:36 Aidan: Es una buena idea, sí. 😏
20:36 Aidan: Voy a por los auriculares.
20:36 Aidan: No quiero despertar a Nadi... Se pondría echa un basilisco. 🐍
Lo imagino... 20:36
A mí tampoco me gusta que me despierten. 20:36
Especialmente si estoy cansada. 20:36
20:37 Aidan: Compadezco a Alec si tus despertares se asemejan a los de Nadi. 🙏🏻
20:37 Aidan: Ya he conectado los auriculares.
20:37 Aidan: Cuando quieras. 👌🏻
Coraline sonríe al ver las respuestas de su hermano, desviando sus ojos hacia la cocina eléctrica, donde Alec continúa cocinando. Daisy, que está sentada junto a ella en la mesa de la cocina, haciendo unos deberes que le han enviado hoy, desvía su mirada momentáneamente a su madre, arqueando una de sus cejas. Está preguntándole indirectamente con quién está hablando. La analista del comportamiento de ojos celestes gesticula el nombre de su hermano con la boca, y Daisy sonríe de oreja a oreja, dejando de lado sus deberes, para poder ver la fotografía de sus posibles tíos. Inmediatamente, la adolescente gesticula con la boca un «¡se parecen mucho a ti!», lo que la hace sonreír con dulzura. Tras unos segundos, la mujer de treinta y dos años comienza a grabar el análisis que ha realizado de sus hermanos, antes de adjuntarlo al grupo, bajo la atenta mirada de Daisy, quien a pesar de haber retomado sus tareas, continúa manteniendo un mínimo de atención en esos mensajes de texto. Igualmente, el hombre de cuarenta y siete años de cabello castaño, se mantiene a la escucha mientras cocina, sonriendo para sus adentros ante la relación tan estrecha que parecen estar formando su querida Lina y sus hermanos.
Archivo de audio. 20:39
20:39 Aidan: Voy a escucharlo. Dame un segundo.
20:41 Aidan: Vaya...
¿Aidan? ¿Va todo bien? 😥 20:41
¿Me he equivocado en algo? 20:41
Lo siento si he dicho algo inapropiado... 20:41
20:41 Aidan: No, no, no me malinterpretes, hermana.
20:41 Aidan: Es solo que... Me he quedado de piedra. 😱
Menudo susto me has dado, Aidan. 20:41
Pensaba que te había ofendido. 20:41
20:41 Aidan: Siento mucho haberte asustado.
20:41 Aidan: Y tranquila, hace falta algo muy fuerte para ofenderme. 😉
¿Como ser Nadia? 20:41
20:41 Aidan: Touché. 😅
He dado en el calvo entonces... 🤔 20:41
20:41 Aidan: ¡Nos has descrito a la perfección! 👏🏻
20:41 Aidan: ¿Cómo has podido averiguar tanto solo con una foto? 😨
20:41 Aidan: ¡Mi hermana no exageraba cuando decía que eras buena!
20:41 Aidan: ¡Qué digo buena, increíble!
20:41 Aidan: Verás cuando Nadi lo escuche mañana.
Espero que su reacción no te haga despertar temprano... 😅 20:42
20:42 Aidan: No me lo recuerdes... 😑
20:42 Aidan: Esta hermana mía... Me trae de cabeza.
A pesar de todo, es imposible no quererla. 😊 20:42
20:42 Aidan: Ahí le has dado, Cora, ahí le has dado. 😊
20:42 Aidan: Vaya, mira qué hora es...
Deberías ir pensando en acostarte. 20:42
Ha sido un día muy largo para los dos. 20:42
20:42 Aidan: Y tú deberías cenar.
Touché. 😅 20:42
Que duermas bien, Aidan. 👋🏻 20:42
20:42 Aidan: Que duermas bien, Cora. 👋🏻
La pelirroja de ojos celestes bloquea el teléfono antes de suspirar, estirándose para relajar sus cansados músculos, escuchando su crujir. Una vez se despereza, posa su mirada en su hija, quien ahora vuelve a estar concentrada en realizar sus ejercicios. La brillante agente de policía se inclina ligeramente hacia la adolescente de cabello rubio, dispuesta a echarle una mano con las tareas, aunque sea para corregirlas. Mientras corrige los ejercicios, habla con Daisy acerca de sus hermanos, resumiéndole en pocas palabras lo que ha analizado de cada uno. Cuando termina de corregir los ejercicios, ayuda a su querida adolescente a recoger sus pertenencias, subiéndolas a su habitación. Alec, que para ese momento ya ha terminado de preparar la cena, la sirve en tres platos que coloca en la mesa. Es ayudado por su querida pelirroja, quien pone la mesa rápidamente. Una vez servida la cena, con todos sentados a la mesa, el hombre de delgada complexión se une a la conversación, intrigado acerca de los mensajes que Cora ha intercambiado con Nadia y Aidan. Mientras más escucha a su pareja hablar de ellos durante la cena, más se convence de que son la familia perfecta para ella. Los gemelos necesitan una hermana mayor en la que reflejarse y pedir consejo, mientras que Lina necesita unos hermanos a los que cuidar y colmar de atenciones.
Ian Winterman está en el embarcadero nocturno de Broadchurch. Nuevamente, Leah le ha escrito un mensaje, contándole los pormenores del día, por lo que ha salido a dar una vuelta, habiéndole dado la excusa a Sarah de que quiere tomar aire fresco. Una vez apaga el motor del coche, saliendo de él, saca su teléfono móvil, con el cual marca el número de su hija. Esta no tarda en contestar, pues a pesar de ser las 21:15, aún no tiene demasiado sueño.
—Hola, Papá —la adolescente de cabello color ónix saluda a su padre con algo de melancolía, habiendo salido al patio trasero de la casa para hablar con mayor tranquilidad.
—Hola cielo, ¿qué tal todo? —cuestiona Ian, caminando cerca de la barandilla que separa el embarcadero de la acera—. ¿Y Mamá?
—Bueno, las cosas siguen igual, como ya sabes —Leah habla casi en un susurro, lo que indica que no quiere que su madre se percate de que está hablando con su padre, facilitándole información sobre su estado—. Como ya te he dicho por mensaje, hoy ha vuelto a la Casa Axehampton con la policía, para ver si recordaba algo.
—Sí... —Ian traga saliva, apoyándose en la barandilla, contemplando las aguas del puerto. Se muerde el labio, pues quiere averiguar si su exmujer ha recordado algo que lo implique a él en todo este embrollo, pero debe ser discreto para que Leah no se percate de sus intenciones—. ¿Cómo está? Me imagino que no habrá sido fácil para ella.
—Está en la cama —la adolescente suspira con algo de pesadez, desviando su mirada hacia el cuarto de su progenitora—. Lleva horas ahí, sollozando.
—¿Sabes si ha recordado algo? ¿Te ha dicho si le ha ayudado en algo?
—No estoy segura —como esperaba, su hija se torna ligeramente defensiva—. Al volver, estaba hecha un desastre, muy disgustada y afectada. No dejaba de repetir que algo había sido culpa suya, aunque su asesora me ha indicado que no estaba hablando de su agresión, sino de algo relacionado con uno de los detectives... —le cuenta los pormenores del día, antes de negar con la cabeza. Su tono, hace escasos segundos más o menos sereno, se torna preocupado con sus siguientes palabras—. No sé qué habrá pasado exactamente allí, pero la ha desquiciado.
—Bueno, esto es normal, al fin y al cabo tiene que hacer frente a un suceso terrible... —Ian intenta calmar a su hija, pues siente lástima por hacerla pasar por esto ella sola, sin ningún tipo de apoyo. Le encantaría ir hasta su casa para abrazarla, pero debido a su separación, no cree que sea buena idea. Probablemente, Trish volvería a echarlo, y esta vez quizá le revoque el derecho a ver a Leah, teniendo en cuenta cómo se encuentra ahora de vulnerable y volátil—. ¿Qué tal tú, cariño? ¿Cómo lo llevas?
—Estoy bien... Aunque te echo de menos, Papá.
—Yo también te echo de menos, pequeña —sonríe para sus adentros al responder a esa clara declaración de afecto por su parte, sintiendo un breve pero intenso pinchazo en el pecho al recordarse que esta situación es, muy a su pesar, culpa suya, por haber mantenido una relación extramatrimonial con una colega del trabajo. Rápidamente se deshace de esos pensamientos antes de enfocarse en el auténtico propósito de la llamada—. Oye... —se pregunta cómo abordar el tema sin que parezca extraño—. Una pregunta: ¿si me paso por casa en media hora os parecería bien? Necesito coger el viejo portátil.
—¿Para qué? —la pregunta ya es extraña de por sí, pues que Leah recuerde, en todos estos meses que sus padres llevan separados, él nunca ha intentado ir a su casa a cenar, o al menos, a pasar más de un minuto allí. De hecho, es ella quien normalmente se desplaza para verlo, y no al revés.
—Tengo unos archivos ahí que necesito para el colegio —se excusa Ian, a sabiendas de que su hija bien podría ofrecerle la alternativa de entregárselos en un pendrive—. Os lo devolveré esta misma noche, ¿te parece bien?
—No lo sé...
—A Mamá no le importará —Ian se siente enfermo al manipular así las emociones de su hija, especialmente ahora, pero lo que está en juego es mucho más grande que cualquier cosa. Todo depende de ese portátil.
—No quiero preguntárselo ahora... —Leah, que ha abierto y cerrado la puerta de la habitación de su madre para comprobar su estado, vuelve al jardín trasero, sentándose en el cómodo sofá que hay allí—. Acaba de dormirse y no quiero despertarla —comprende que la situación ha cambiado debido a la agresión, pero no cree que sea el momento oportuno para que su padre irrumpa nuevamente en sus vidas.
—Sí, no, no, no hace falta que la despiertes —suena desesperado, y hasta él puede notar la urgencia en su tono de voz. Solo espera que la adolescente no lo haya advertido también—. Serán dos horas, como máximo.
—Es el ordenador de Mamá —le recrimina la jovencita—. Deberías pedírselo a ella, y no utilizarme a mí de paloma mensajera: ya sois adultos —su tono se torna serio, e Ian cierra los ojos con pesadez. Es evidente que no hay nada que hacer para convencerla—. Quizá es mejor que hables con ella mañana, ¿te parece?
—Sí, claro... —traga saliva antes de carraspear—. Tienes razón, por supuesto: no debemos meterte a ti en medio de nuestros asuntos, cielo —apela a su madurez para salvar la cara en esta situación—. Eso haré, entonces —de pronto, una alarma aparece en su mente, y se apresura en clarificar—. Ah, y no es necesario que molestes a tu madre por nada de esto, ¿de acuerdo? Ya hablaré yo directamente con ella, ¿vale? —Leah parece quedarse silenciosa, sopesando sus palabras, pero antes de que pueda hacerle una pregunta al respecto, el profesor decide despedirse—. Bueno, nos vemos el fin de semana... Te quiero mucho, cielo.
—Y yo a ti, Papá.
Ian Winterman cuelga la llamada entonces, habiendo escuchado las últimas palabras de su hija, antes de guardarse el teléfono móvil en el bolsillo del pantalón. Aprieta los dientes y cierra los ojos con fuerza, antes de sujetar la barandilla con las manos, apretando las barras con gran fuerza debido a la frustración que lo invade. "Mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda", es lo único que es capaz de pensar tras su intento fallido de recuperar el ordenador familiar. Si mañana no consigue hablar con Trish en ningún momento, deberá recurrir nuevamente a Leah, y en un caso de extrema necesidad, no tendrá más remedio que tomar medidas drásticas.
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