Kakashi

"Kakashi-sensei...

Desde luego que tú eres una persona a la que...me cuesta escribirle una carta. No es como con Sasuke que sabía qué decirle. Ni con Naruto, que sin duda alguna conozco a mi mejor amigo.

Puedo conocerte, Sensei, pero no sé cuál sería la forma para no hacerte daño. Quiero comenzar por disculparme. Soy miserable, lo sé. Soy... escoria ya que abandoné a mi equipo.

Espero que algún día me perdonéis pero no aguantaba más. Sufría. Mucho. No es como si escuchase voces en mi cabeza que me dicen "vamos, clávatelo" pero sí sentía la necesidad de decir "basta". Y, esto es lo que quiero hacer: Decir basta de una forma permanente.

Sé que estarás en buenas manos: Junto a Sasuke, Naruto y Sai. Y sé que contigo siendo el Hokage nuestras misiones ya han terminado. Me alegra haberlas completado todas junto a vosotros. Sois lo mejor que me ha pasado pero...por lástima, no lo suficiente.

Bien, me gustaría que cuidases de ti y de Tsunade. Ambos habéis sido como unos segundos padres para mí. Habéis dado un paso importante para mi educación. Gracias a vosotros aprendí a no rendirme en las duras batallas.

Irónico, ¿verdad?

La vida es una batalla. Una batalla a la que yo me rendí.

Kakashi-sensei. Aunque no pueda comprobar que aceptas esta promesa, me gustaría proponerte algo.

Quiero ser aquella chica que se marchó de misión y no volvió.

Soy una cobarde.

Ya lo sé.

Pero me gustaría que todos los habitantes de la aldea (menos mis compañeros) piensen que Sakura Haruno, la flor de cerezo, se marchó sin apenas abandonar. Soy un ejemplo a seguir para algunos chicos de la academia y sé que la soledad es mala. Por lo tanto, abre una sección en el hospital para niños con problemas. Niños como Sasuke, Naruto, Gaara... etcétera.

Con esto me gustaría despedirme. Realmente no sé qué decirle. Ya sabe que agradezco que siempre me haya apoyado. También adoro la sonrisa que usted ponía bajo la máscara. Siempre le he querido como algo más que a un sensei o a una figura paterna: Le he querido con todo mi ser, como mejor amigo.

Es una lástima que nunca haya visto su sonrisa, Sensei.

Se despide, la alumna que sin duda, cierra los ojos sabiendo que Konoha está en buenas manos.

¡Shannaro!"

***

—El enterramiento de su antigua alumna está por comenzar, Hokage-sama—le advirtió un ninja al peliplateado. Estaba sentado en la silla observando esa carta con determinación.

—No es mi antigua alumna—respondió el Hokage serio—. Es mi pelirosa. Mi amiga. Mi... mejor amiga—habló intentando no parecer un idiota. Pero... ¿qué más le da? Kakashi sentía un gran aprecio por ella. Aún no podía procesar todas las palabras dichas de ella.

—S-Sí, señor...

Y el peligris se fue en marcha del entierro guardándose la carta en su bolsillo. Siempre la tenía con ella. No era como Sasuke que se la guardaba en un lugar fijo, ni como Naruto que decidió tirarla para desprenderse de ese dolor... Él quiso tenerla siempre con ella. Era un trozo de papel pero... para Kakashi era algo más: Una prueba de fortaleza. 

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